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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

41<br />

Parte II: Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números<br />

enteros en la formación de Maestros de Educación Primaria<br />

1. Contextos, usos e importancia social y cultural de los números con signo<br />

1.1. Introducción<br />

Para empezar un tema como el de los números enteros lo lógico es disponer de algunos ejemplos<br />

iniciales que pongan de manifiesto la importancia social y cultural de estas nociones numéricas,<br />

pero aún no he podido hacerlo, puesto que los últimos dias han sido realmente negativos. Hace<br />

dos días me dispuse a ir a la biblioteca a las 9 a.m. para buscar ejemplos y mi coche no arrancó;<br />

había nevado 20 minutos antes y la temperatura era de 5 grados bajo cero. Dediqué el día a resolver<br />

unos problemas pendientes sobre compatibilidad de sistemas de ecuaciones, trigonometría, análisis<br />

y mecánica, pero tuve dificultades para representar en el intervalo (-2, 3) una función complicada<br />

y los dejé para terminarlos otro día<br />

Volví al dia siguiente, pero todo me salió mal. Tomé el ascensor para bajar al depósito en la<br />

planta -2 y se paró en la planta -1. Allí me encontré con un alumno que tenía que entregar un trabajo<br />

dentro de tres días si quería conseguir al menos los dos puntos que le faltaban para aprobar. Me<br />

pidió ayuda y se apostó conmigo mil pesetas a que no sabría la respuesta correcta a algunas de las<br />

cuestiones del trabajo. Yo accedí, pero perdí la apuesta. Me preguntó en que siglo tuvieron su<br />

apogeo los pitagóricos y cuál es la elevación del Mar Muerto; sin pensar contesté: el siglo VI y 300<br />

metros, a lo que me replicó que las respuestas correctas eran: el siglo VI a.c. y 300 metros bajo el<br />

nivel del mar. En ese momento sólo tenía 600 pesetas y un saldo en rojo en mi cuenta de 6.500<br />

ptas., por lo que aún le debo 400 pesetas. Para colmo, no estaban los libros que necesitaba y me fuí<br />

para continuar la partida de golf que inicié la semana pasada y que iba ganando con un tres bajo par<br />

en el décimo hoyo. Además de llegar seis minutos tarde porque mi reloj se paró, perdí la partida,<br />

quedando en penúltimo lugar con +5.<br />

Ya en mi casa, por la noche, me puse a hojear el periódico y me llevé una sorpresa desagradable<br />

cuando comprobé que el IBI iba a subir un 5%, que el IPC del mes anterior había superado en dos<br />

décimas al esperado y que el Málaga había perdido situándose el 14º con 5 negativos; pero, lo peor<br />

fué cuando leí que la empresa de mi esposa había tenido unas pérdidas de 2000 millones y que mis<br />

acciones habían bajado tres enteros. Decidí acostarme, olvidándome por completo de preparar los<br />

ejemplos para la clase. Tendré que empezar sin ellos, aunque aún tengo serias dudas de que realmente<br />

existan ejemplos completos, introductorios y elementales en los que se puedan ver claramente<br />

y estén justificadas todas y cada una de las propiedades de los números enteros. Pero, por otra<br />

<strong>parte</strong>, no es esta la única duda que tengo, porque . . :<br />

1.- ¿Es lo mismo 2 que +2?; ¿y 2 y -2?; ¿qué es un número negativo?<br />

2.- ¿Porqué "menos por menos es igual a más"?<br />

3.- ¿A qué situaciones y contextos corresponden las parejas (a, b) de números naturales?; ¿qué<br />

papel desempeñan estas situaciones en la construcción de los números enteros?<br />

4.- ¿Porqué se define la multiplicación de pares de números naturales de la forma: (a, b) x (c, d)<br />

= (ac + bd, ad + bc)?; ¿qué significado tiene la multiplicación de pares ordenados?<br />

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Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

5.- ¿Qué tienen que ver los signos que anteceden a los números enteros con los signos de las<br />

operaciones de adición y sustracción?; ¿significan lo mismo?, ¿son diferentes?<br />

6.- ¿Sumar números naturales es la misma operación que sumar números enteros?<br />

7.- ¿Porqué no tiene sentido en algunos casos sumar o multiplicar temperaturas?; ¿qué sentido<br />

tiene que si multiplico dos deudas obtenga como resultado una fortuna?<br />

8.- ¿Porqué es tan difícil encontrar un ejemplo práctico de la multiplicación de números enteros<br />

como ley de composición interna?<br />

9.- ¿Hay algún campo, algún modelo con significado concreto, alguna situación cotidiana y real<br />

en la que se puedan ver claramente los números enteros con todas sus propiedades?<br />

10.- ¿Construcción formal?; ¿situaciones concretas de aplicación?; ¿qué aspectos habría que<br />

considerar?; ¿cómo secuenciarlos?; ¿en qué niveles?<br />

11.- ¿Porqué cometen los alumnos errores sistemáticos en la resolución de problemas en los que<br />

intervienen los números con signo?; ¿cuál es la naturaleza y el origen de dichos errores?<br />

12.- ¿Son correctos los ejemplos y situaciones problemáticas que se utilizan en el tratamiento<br />

didáctico usual de los números enteros?; ¿hay diferencias entre ellos?; ¿cuáles son esas diferencias?.<br />

Ejercicios<br />

1.1.a.- Elaborar una lista de las situaciones incluídas en el relato anterior que puedan servir como<br />

ejemplos de números positivos y negativos. Completar la lista con otras situaciones.<br />

1.1.b.- Redactar un relato similar al anterior suponiendo el caso contrario, es decir, si todo lo<br />

realizado o vivido por el profesor en los días indicados hubiera sido “positivo”.<br />

1.1.c.- Realizar una primera reflexión sobre los doce interrogantes, intentando dar una respuesta<br />

provisional a los mismos (al final del capítulo volveremos sobre ellos para comprobar la evolución<br />

de las ideas y conocimientos al respecto).<br />

1.2. Terminología<br />

En el texto del apartado anterior hemos empleado la terminología usual del lenguaje común escrito,<br />

en el que puede haber varias formas de expresar una misma cantidad, medida o número. En<br />

este sentido distinguiremos entre la expresión en lenguaje común y la expresión matemática, en la<br />

que unificamos la terminología utilizando el mismo símbolo (en nuestro caso un elemento del conjunto:<br />

Z = [. ., -2, -1, 0, +1, +2, . .]) para traducir al lenguaje matemático distintas expresiones en<br />

lenguaje común sobre la misma idea o hecho puntual (Ejemplo: al resolver un problema o ejercicio,<br />

escribimos +8 para expresar matemáticamente cualquiera de las siguientes expresiones en lenguaje<br />

verbal o escrito: “+8 ºC”, “una temperatura de +8 ºC”,“una temperatura de 8º”, “8º sobre cero” o<br />

“una temperatura positiva de 8º”). Por el contrario, la expresión matemática no hace referencia a<br />

contexto, medida o situación particular alguna, por lo que no es posible la traducción en sentido<br />

inverso si no se dispone de más información. Así, -3 podría ser la representación en lenguaje matemático<br />

de expresiones en lenguaje común tan diferentes como: “el ascensor ha bajado tres pisos”,<br />

“un saldo deudor de 3 pesetas” o “he perdido 3 canicas”.<br />

Cuando utilizamos la palabra “número” nos referimos a un objeto matemático y utilizaremos la<br />

simbolización matemática correspondiente; en otros casos, hablaremos de cantidades, medidas o<br />

números adjetivados o dirigidos para referirnos a aplicaciones concretas o particulares de los<br />

números. Por otra <strong>parte</strong> vamos a distinguir entre números enteros (o números relativos en terminología<br />

francesa), para referirnos a los elementos del conjunto Z con las cuatro operaciones aritméticas<br />

y todas las propiedades de su estructura algebraica (concepto matemático completo), y la idea<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

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más general de números positivos y negativos o números con signo, para referirnos a nociones<br />

numéricas representadas mediante los numerales positivos y negativos, sin especificar operaciones,<br />

propiedades o estructuras. De este modo, cuando los números con signo se refieran a situaciones y<br />

fenómenos que se ajustan a la estructura de orden total, a la de semigrupo aditivo o en los que tienen<br />

sentido todas las propiedades de la estructura de anillo conmutativo y ordenado, hablaremos de<br />

números enteros; en los demás casos hablaremos de números naturales relativos. Esta distinción<br />

la hacemos por motivos meramente didácticos, ya que en matemáticas se suelen emplear los números<br />

enteros en todas las aplicaciones y modelos que se exponen en el presente capítulo.<br />

Por último, es usual, matemáticamente correcto y cómodo representar los números enteros positivos<br />

mediante los mismos símbolos que se utilizan para los números naturales. Dicha identificación<br />

no se realiza porque ambos tipos de números sean idénticos (la naturaleza, aplicaciones y significados<br />

concretos son diferentes), sino porque poseen las mismas propiedades (N y Z+ son conjuntos<br />

“isomorfos”). Sin embargo, aunque en el proceso educativo se debe tender a la identificación,<br />

puede resultar problemático realizarla prematuramente o no prestarle ninguna atención. No<br />

queremos establecer aquí ni el cuando ni el cómo sustituir +3 por 3, entre otras cosas porque depende<br />

del enfoque didáctico y de los tipos de situaciones que se utilicen; simplemente queremos<br />

llamar la atención sobre la conveniencia de analizar cuál es el momento oportuno para hacerlo y<br />

cómo hacerlo. A lo largo del capítulo aparecen indicaciones en tal sentido.<br />

Ejercicios<br />

1.2.a.- En los casos en que sea posible, elaborar una relación de expresiones alternativas en lenguaje<br />

común que tengan el mismo significado que las que se incluyen en el relato del apartado 1.1,<br />

indicando cuál sería en cada caso su representación en lenguaje matemático.<br />

1.2.b.- Analizar y discutir la posibilidad y variedad de expresiones alternativas en lenguaje<br />

común para los distintos tipos de situaciones relacionadas con los números con signo.<br />

1.3. Fenomenología de la relatividad aditiva y los números enteros<br />

Los números positivos y negativos o números con signo dan significado, son útiles u organizan<br />

un amplio conjunto de fenómenos que podemos estructurar en tres grandes apartados:<br />

1) fenómenos relacionados con magnitudes y cantidades relativas o “dirigidas” (campo de la<br />

relatividad aditivo-ordinal).<br />

Se representan mediante números con signo y verifican tan sólo una <strong>parte</strong> de las propiedades y<br />

estructuras de los números enteros; se pueden clasificar en los tres tipos siguientes:<br />

- 1a) basados en la noción de opuestos aditivos (comparaciones y transformaciones aditivas,<br />

situaciones duales y medidas naturales relativas (ganancias-pérdidas, ingresos-reintegros, etc);<br />

- 1b) basados en la estructura de orden total sin primer ni último elementos (orden de los<br />

números enteros) (temperaturas, números índices, cronología, otras escalas, etc.);<br />

- 1c) basados en la estructura de grupo aditivo y ordenado de los números enteros (adición<br />

y orden) (saldos bancarios, puntuaciones en el juego del golf, etc.);<br />

2) fenómenos matemáticos, de entre los que podemos destacar una <strong>parte</strong> de la aritmética,<br />

las manipulaciones algebraicas (ecuaciones, polinomios), cálculo (áreas negativas, integración),<br />

geometría (coordenadas), funciones trigonométricas, estadística (desviaciones, correlación), etc.;<br />

3) fenómenos de aplicación de las matemáticas a otros campos, tales como: mecánica, cinemática<br />

(distancias, velocidad y tiempo, presiones), electricidad, magnetismo, óptica o economía.<br />

Los números que caracterizan a los tipos de situaciones 1b, 1c, 2 y 3 son los números enteros.<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

1.3.1 El campo de la relatividad aditivo-ordinal: Origen primario o intuitivo y aplicación<br />

concreta (parcial) de los números enteros<br />

Los fenómenos y situaciones del apartado 1 forman <strong>parte</strong> de la ampliación “natural” a un contexto<br />

relativo de la idea “el número representa una cantidad” (decimos que es natural porque se<br />

ajusta al proceso de constitución del pensamiento numérico individual, a una <strong>parte</strong> importante del<br />

proceso histórico y al proceso lógico de ampliación de la aritmética con números naturales). Aquí,<br />

a diferencia del contexto absoluto, las cantidades son de dos cualidades opuestas y/o se concentran<br />

a ambos lados de una referencia central que se toma como origen.<br />

desde la comparación natural hasta el grupo aditivo y ordenado (Z, +, ≤)<br />

Lo que denominamos como relatividad aditivo-ordinal tiene su origen en una <strong>parte</strong> importante<br />

del campo conceptual de los números naturales; en concreto, en la que intervienen comparaciones<br />

y transformaciones cuantitativas aditivas y ordinales. Frases tan familiares como “tengo 2 años más<br />

que tú”, “ha llegado tres puestos por detrás de ..”, “tenía 2 entradas, me han regalado tres más y he<br />

perdido una”, “he ingresado 5000 ptas.”, “5 es 3 menos que 8” o “faltan cinco duros”, involucran<br />

números naturales asociados a una adjetivación dual (más-menos, antes-después, delante-detrás,<br />

ingreso-reintegro, etc.), lo que introduce ciertas diferencias con respecto a las características y usos<br />

comunes de los números naturales en sentido absoluto, en su doble faceta cardinal y ordinal (“tengo<br />

20 años”,“estoy en 2º lugar”,“en la rama hay 5 melocotones”, etc.).<br />

El campo de la relatividad aditivo-ordinal alcanza a nociones métricas y numéricas, también llamadas<br />

adjetivadas, dirigidas o relativas, que se pueden caracterizar mediante tres elementos: número<br />

natural (cardinal u ordinal), origen o referencia y doble sentido que da lugar al doble signo. Su<br />

amplitud es considerable y su fenomenología variada, abarcando:<br />

• medidas “naturales relativas” (González, 1998)) (tipo 1a):<br />

- para las que no existe una construcción matemática formal ni una simbolización<br />

específica (se suelen utilizar números naturales o números con signo, dependiendo del caso);<br />

- que no tienen una estructura de orden total sino parcial (no tiene sentido, por<br />

ejemplo, comparar ganancias con pérdidas o bienes con deudas, si no es en valor absoluto)<br />

- con las que se puede operar aditivamente mediante la suma de números naturales,<br />

si se trata de números y medidas del mismo “signo” (“ayer perdí 3 y hoy he perdido 4; entre los dos<br />

días he perdido 7”), o mediante reglas familiares y naturales de anulación-compensación de opuestos<br />

(“si avanzo 3 km y luego retrocedo 2 km., en total avanzo 1 km.”).<br />

• magnitudes y medidas basadas en simples escalas ordinales (temperaturas, cronologías,<br />

etc.) (tipo 1b):<br />

- se representan mediante números con signo;<br />

- no tienen sentido o no son usuales las operaciones aritméticas entre ellas (sumar<br />

temperaturas o años?).<br />

• magnitudes y medidas que involucran la adición y el orden de los números enteros,<br />

es decir, que tienen como modelo el grupo aditivo y ordenado (Z, +, ≤). Se trata de la culminación<br />

de esta “extensión natural”, intuitiva y contextualizada de los números naturales (tipo 1c):<br />

- son las situaciones más “completas” o evolucionadas del campo de la relatividad<br />

aditivo-ordinal (Ejemplos: puntuaciones en el juego del golf; saldos bancarios, etc.)<br />

- teóricamente, presentan una estructura de orden total sin primer ni último elementos<br />

y es posible operar aditivamente con ellas sin ninguna restricción.<br />

limitaciones de la multiplicación<br />

González Marí, J. L.<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

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Se trata de un campo de aplicación parcial de los números enteros porque en ninguno de los tres<br />

tipos de situaciones descritas tiene sentido la multiplicación como ley de composición interna (en la<br />

que los dos factores y el resultado son de la misma naturaleza); ¿qué sentido tienen las multilicaciones:<br />

año x año, deuda x bien, saldo x saldo, pérdida x pérdida = ganancia?.<br />

Únicamente podemos encontrar ejemplos coherentes de la multiplicación como producto externo<br />

(factores de distinta naturaleza o de magnitudes diferentes o con significados distintos: “deshacer<br />

3 veces un retroceso de 5 pasos” ((-3)x(-5)) es lo mismo que “avanzar 15 pasos” (+15) o<br />

que “repetir 3 veces un avance de 5 pasos” ((+3)x(+5)); en un depósito se pueden plantear problemas<br />

en los que tienen sentido las multiplicaciones, pero siempre que los factores sean de distinta<br />

naturaleza: grifo (+) y desagüe (-), tiempo antes (-) y tiempo después (+); “quitar dos veces un<br />

saldo de -6” ((-2)x(-6)) es lo mismo que “añadir un saldo de +12”; etc.).<br />

Tradicionalmente, los tipos de situaciones descritos son tratados, o bien en el proceso didáctico<br />

usual de la aritmética con números naturales, o bien como ejemplos introductorios de los números<br />

enteros, pero, en realidad se trata de una vía de aplicación que se agota en la estructura aditiva y<br />

ordinal, quedando la justificación de la multiplicación y de la estructura completa de Z (anillo de<br />

integridad totalmente ordenado) para el campo de los fenómenos del apartado 2, el campo que<br />

realmente motivó la construcción formal del conjunto de los números enteros.<br />

1.3.2 Aritmética, Álgebra y Geometría: Origen histórico y campos de aplicación matemática<br />

de los números enteros<br />

Cuando aún no se conocían los números enteros (aunque sí los negativos), ya se resolvían, por<br />

medio de ecuaciones, problemas relacionados con algunas de las situaciones anteriores; también se<br />

resolvían ecuaciones en abstracto y se realizaban todo tipo de manipulaciones algebraicas.<br />

lo que motivó la ampliación de los naturales a los enteros<br />

En el campo de la actividad matemática, desligada con frecuencia de las magnitudes y de los<br />

significados concretos, aparecían coeficientes, raíces y operaciones que no encajaban con lo conocido<br />

hasta entonces y que, sin embargo, “funcionaban” y eran útiles, por lo que debían ser considerados,<br />

justificados, relacionados con el resto de conocimientos matemáticos e integrados junto a<br />

ellos en un todo coherente. Fueron“necesidades matemáticas” tales como: convertir la sustracción<br />

en una ley de composición interna (hacerla posible en todos los casos), resolver todo tipo de ecuaciones,<br />

representar geométricamente funciones en todo el plano sin ninguna restricción o encontrar<br />

una justificación a la regla de los signos para la multiplicación, conocida y aceptada por su utilidad<br />

en la resolución de ecuaciones, las que, entre otras, demandaron durante mucho tiempo la ampliación<br />

de los números naturales a los números enteros.<br />

fué necesario abandonar los intentos basados en la noción de cantidad<br />

Al mismo tiempo se pensaba que la ampliación debía constituir un modelo para el campo de la<br />

relatividad aditivo-ordinal, de acuerdo con la concepción de que el número expresa cantidad. Pero<br />

ninguno de los intentos de justificación en el terreno de las cantidades y magnitudes dió resultado;<br />

en primer lugar por las dificultades para dar una interpretación “real” a los números negativos como<br />

cantidades en todas las situaciones y, en segundo lugar, por los problemas mencionados con la<br />

multiplicación y la regla de los signos.<br />

los números enteros: objetos útiles para fenómenos matemáticos y sus aplicaciones<br />

La única justificación válida y completa vino por la vía estrictamente formal, es decir, para poder<br />

satisfacer las necesidades matemáticas indicadas era necesario ampliar los números naturales<br />

con todas sus propiedades, de manera que estas se conservaran intactas en el conjunto ampliado<br />

(ver apartado 3.2). Con estas condiciones, los números enteros y, en general, el doble signo dan<br />

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Didáctica de la Matemática<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

significado, son útiles u organizan un campo amplio de conocimientos y fenómenos matemáticos<br />

(tipo 2), de entre los que podemos destacar los siguientes: aritméticos (extensión de la sustracción<br />

en N; operaciones aritméticas con números con signo), algebraicos (ecuaciones y sistemas, polinomios),<br />

algebraico-geométricos (estudio y representación de funciones), geométricos (coordenadas,<br />

recta numérica) y, en general, todas aquéllas <strong>parte</strong>s de la Matemática que se basan en los aspectos<br />

anteriores así como, indirectamente, la extensa gama de fenómenos de otros campos que utilizan<br />

los números enteros (aplicaciones no matemáticas (tipo 3)).<br />

El cuadro siguiente ilustra los tres tipos de fenómenos. La separación entre las estructuras de<br />

grupo y anillo sólo tiene por objeto separar los contextos y facilitar la representación.<br />

grupo aditivo ordenado anillo (completo)<br />

(Z, +, Š) (Z, +, x, Š)<br />

Matemáticas<br />

Z<br />

Álgebra; Geometría;<br />

N otras (2)<br />

Aplicaciones del<br />

Aplicaciones relatividad aditivo-ordinal Álgebra, la Geometría<br />

no matemáticas (1) etc. a Física y otras<br />

ciencias (3)<br />

Ejercicios<br />

1.3.a.- En la lista de situaciones del ejercicio 1.1.a agrupar las que se suelen representar mediante<br />

números naturales, números enteros y las que se refieren a medidas naturales relativas.<br />

1.3.b.- Los números con signo en la prensa. Enumera y describe brevemente los contextos,<br />

usos, terminología y tipos de fenómenos relacionados con los números positivos y negativos que<br />

aparecen en un ejemplar de prensa de información general.<br />

1.3.c.- Comprobar, mediante algunos ejemplos, las limitaciones de la multiplicación en las situaciones<br />

del campo de la relatividad aditivo-ordinal e investiga si existe algún caso en el que tenga<br />

sentido la multiplicación como ley de composición interna.<br />

1.3.d.- Ilustrar, mediante ejemplos adecuados, los problemas que pueden aparecer al intentar resolver<br />

ecuaciones sencillas suponiendo que sólo se conocen los números naturales.<br />

1.3.e.- Discutir en grupo y elaborar conclusiones acerca de la importancia social y cultural de<br />

los números con signo y de las limitaciones y dificultades que tendría una persona en nuestra sociedad<br />

que no dominara estas nociones numéricas.<br />

1.3.f.- Limitaciones de la fenomenología de los números enteros. Señalar las principales limitaciones<br />

y el alcance de los números enteros en cada uno de los contextos fenomenológicos analizados.<br />

Comentar brevemente la necesidad y pertinencia de nuevas extensiones numéricas.<br />

2 La relatividad aditivo-ordinal y los números enteros en el currículo<br />

La relatividad aditiva y los números positivos y negativos forman <strong>parte</strong> de un campo de conocimientos<br />

estrechamente relacionado, en sus inicios, con el campo conceptual aditivo. Así, presentan<br />

ciertas relaciones de dependencia con algunos aspectos de los números naturales (comparaciones,<br />

transformaciones, significados duales, etc.) y com<strong>parte</strong>n con ellos, con los decimales y las fraccio-<br />

González Marí, J. L.<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

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nes un núcleo fenomenológico común (relacionado con la relatividad aditivo-ordinal y con el campo<br />

conceptual de los números naturales relativos). Se trata, por tanto, de un contenido matemático<br />

cuyo desarrollo curricular se puede iniciar entre la Educación Primaria y la Educación Secundaria<br />

obligatoria, quedando su culminación formal, si es el caso, para cursos posteriores; de hecho, su<br />

ubicación en el diseño curricular y las orientaciones para su tratamiento didáctico varían de unas<br />

Comunidades a otras dentro del Estado español.<br />

El Real Decreto 1344/1991 de 6 de septiembre (B.O.E. 13/9/91), por el que el Ministerio establece<br />

el currículo para Educación Primaria, recoge los contenidos del Área de Matemáticas relacionados<br />

con los números enteros en el apartado titulado Números y operaciones. Asímismo, en<br />

dicho apartado se establecen los contenidos para el número natural y las operaciones con números<br />

naturales, una <strong>parte</strong> de los cuales, aquélla en la que intervienen comparaciones y transformaciones<br />

de medidas discretas y números naturales, son de especial importancia para el tema.<br />

Ejercicios<br />

2.a.- Elabora una lista de los distintos aspectos incluidos en dicho documento (objetivos, contenidos<br />

y criterios de evaluación) que estén relacionados con la relatividad aditiva y los números enteros.<br />

2.b.- Elabora un breve extracto de las orientaciones para la enseñanza de la <strong>parte</strong> de los números<br />

naturales que hemos denominado relatividad aditivo-ordinal y los números enteros que aparecen<br />

en el Decreto de Educación Primaria correspondiente a tu Comunidad Autónoma.<br />

2.c.- Analiza si los contenidos que aparecen en la siguiente tabla están relacionados con la relatividad<br />

aditivo-ordinal y los números enteros e incluye una breve explicación justificativa. Establece<br />

una secuenciación razonable de los mismos y completa la tabla, si es necesario, utilizando la información<br />

de los ejercicios anteriores y las orientaciones curriculares del capítulo dedicado a los<br />

números naturales.<br />

Conceptos Procedimientos Actitudes<br />

- Comparación entre números<br />

naturales mediante ordenación,<br />

representación gráfica y transformación<br />

de unos en otros. relaciones numéricas.<br />

- Necesidades y funciones de<br />

los números naturales y enteros.<br />

- Relaciones entre números<br />

(mayor que, menor que, igual a,<br />

etc.) y símbolos para expresarlas.<br />

- Noción de ecuación numérica.<br />

Notaciones. Valor relacional<br />

del signo igual.<br />

- La suma y la resta como resultados<br />

de transformaciones<br />

cuantitativas. Efectos de las<br />

operaciones aditivas sobre los<br />

números.<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga<br />

- Lectura y escritura de números<br />

enteros en diferentes contextos.<br />

- Identificación de situaciones<br />

cotidianas en las que se dan las<br />

operaciones de suma y resta<br />

como transformaciones.<br />

- Formulación y comprobación<br />

de conjeturas sobre la regla que<br />

sigue una serie o clasificación de<br />

números y construcción de series<br />

y clasificaciones de acuerdo<br />

con una regla establecida.<br />

- Curiosidad por indagar sobre<br />

el significado de los códigos<br />

numéricos y las regularidades y<br />

- Sensibilidad e interés por las<br />

informaciones y mensajes de<br />

naturaleza numérica, apreciando<br />

la utilidad de los números<br />

en la vida cotidiana.<br />

- Rigor en la utilización precisa<br />

de los símbolos numéricos<br />

Conceptos Procedimientos Actitudes


48<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

- Números positivos y negativos.<br />

- Reglas de uso de la calculadora<br />

cuando intervienen números<br />

enteros.<br />

- Correspondencia entre lenguaje<br />

verbal, representación<br />

gráfica y notación numérica.<br />

- Utilzación de diferentes estrategias<br />

para resolver problemas<br />

con números positivos y negativos.<br />

- Explicación oral del proceso<br />

seguido en la resolución de problemas<br />

con números positivos y<br />

negativos.<br />

- Representación de situaciones<br />

mediante diferentes lenguajes<br />

(verbal, gráfico y numérico) y<br />

estableciendo correspondencias<br />

entre los mismos.<br />

- Estimación del resultado de un<br />

cálculo con números enteros y<br />

valoración de si la respuesta es<br />

razonable o no.<br />

- Perseverancia en la búsqueda<br />

de soluciones a un problema.<br />

- Confianza en el uso de la<br />

calculadora.<br />

3. Conceptos y representaciones<br />

3.1. Algunas consideraciones sobre la historia de los números con signo<br />

La historia de los números positivos y negativos, desde la aparición de las primeras nociones<br />

hasta su justificación y formalización matemática como números enteros en la segunda mitad del<br />

siglo XIX, ha sido larga y controvertida (González y otros, 1990, págs. 21-58); un proceso de más<br />

de 20 siglos caracterizado por la existencia de diferencias notables entre distintas civilizaciones en<br />

lo que se refiere a su concepción y utilidad y a la dificultad para justificarlos e integrarlos en el conjunto<br />

de conocimientos matemáticos. Así, mientras que los números negativos eran utilizados en<br />

algunas culturas orientales (China, India) para resolver problemas comerciales, en las civilizaciones<br />

griega, árabe y europea, aún siendo conocidos y utilizados como artificios de cálculo, eran rechazados<br />

o ignorados porque no encajaban con la idea: “el número expresa cantidad”. Distinguimos<br />

por tanto, al igual que hace Lizcano (1993), dos maneras de negatividad: la oriental, cuyo origen se<br />

encuentra en la civilización china, y la occidental, cuyo orígen se encuentra en la civilización griega<br />

y cuya evolución culminó con la construcción formal.<br />

3.1.1.- los números positivos y negativos en la matemática china<br />

China es, posiblemente, la primera civilización que usó cantidades negativas. Los primeros antecedentes<br />

se remontan al capítulo octavo de los “Nueve Capítulos del arte matemático” (“Jiu zhang<br />

suanshu”), cuya versión original es anterior a la dinastía de los Primeros Han (202 a. de C.). El<br />

origen se encuentra en prácticas antiguas de contabilidad y adivinación basadas en el manejo de<br />

palillos que se disponían sobre un tablero de cálculo o, simplemente, sobre un tapete. Uno de los<br />

propósitos de este tablero y del método de cálculo correspondiente (“fang cheng”) era la resolución<br />

manipulativa, mediante unas reglas de adición y sustracción basadas en las ideas de opuestos y<br />

de anulación, de lo que nosotros conocemos como sistemas de ecuaciones.<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

49<br />

• Palillos para representar cantidades<br />

Los nueve signos básicos se representaban disponiendo los palillos de la siguiente manera:<br />

| || ||| |||| ||||| | || ||| ||||<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9<br />

Las disposiciones de la fila superior se utilizaban para representar las unidades, las centenas y<br />

las posiciones impares, mientras que las de la fila inferior, se empleaban para las decenas, millares y<br />

posiciones pares; el cero se representaba mediante un hueco o espacio en blanco. Con este sistema<br />

posicional se podía expresar cualquier número o cantidad, como por ejemplo:<br />

18 ||| 27 ||<br />

1029 |||| 516 |||||<br />

Igualmente se utilizaban palillos de dos colores: rojos para los números o cantidades positivas<br />

(zheng) y negros para los números o cantidades negativas (fu), aunque a veces eran de un sólo<br />

color y la cantidad negativa se diferenciaba de la positiva mediante un palillo cruzado encima de la<br />

cantidad positiva correspondiente.<br />

• Planteamiento de un problema<br />

Mediante el sistema descrito y utilizando unas reglas y un método se resolvían problemas de varias<br />

ecuaciones con varias incógnitas. Para ello se establecían en el tablero tantas columnas de derecha<br />

a izquierda como relaciones lineales (ecuaciones) y tantas filas como “cosas” (incógnitas). En<br />

cada fila, de arriba a abajo, se situaban ordenadamente las cantidades (palillos) de cada cosa, siendo<br />

la última fila la que correspondía al total o término independiente de cada ecuación (shi). Veamos<br />

cómo se plantea el problema 1 del capítulo octavo.<br />

“Hay 3 manojos de cereal de calidad superior, 2 manojos de calidad media y 1 manojo<br />

de calidad inferior, resultando 39 como medida de grano (shi) ; 2 manojos de<br />

calidad superior, 3 manojos de calidad media y 1 manojo de calidad inferior dan 34<br />

(shi); 1 manojo de calidad superior, 2 manojos de calidad media y 3 manojos de calidad<br />

inferior dan 26 (shi). Encontrar la medida de grano contenida en un manojo de<br />

cada una de las tres calidades de cereal.”.<br />

que se resuelve mediante el sistema de ecuaciones: 3x + 2y + z = 39; 2x + 3y + z = 34; x + 2y +<br />

3z = 26, cuya disposición de palillos en el tablero es la siguiente:<br />

. C3 C2 C1<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


50<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

calidad superior<br />

calidad media<br />

calidad inferior<br />

shi<br />

• Reglas de adición y sustracción y método de resolución<br />

La resolución de los problemas se realiza manipulativamente, aplicando unas reglas aritméticas<br />

de autor anónimo y siguiendo un método (fang cheng) que persigue hacer ceros (eliminar los palillos)<br />

las cantidades situadas en el triángulo superior izquierdo del tablero (en este caso, las dos cantidades<br />

superiores de la columna C3 y la cantidad superior de la columna C2). Estas reglas indican<br />

como sumar y restar números zheng y números fu, tanto entre sí como de wu (hueco; cero). La<br />

regla de sustracción dice (entre paréntesis se indican las expresiones occidentales):<br />

“- Cuando los nombres son el mismo, efectuar la sustracción ((+ n) - (+ m) = + (n - m); (- n) -<br />

(- m) = - (n - m));<br />

- Cuando los nombres son diferentes, efectuar la suma ((+ n) - (- m) = + (n + m); (- n) - (+ m) =<br />

- (n + m));<br />

- Un número zheng emparejado con wu se hace fu (0 - (+ n) = - n);<br />

- Un número fu emparejado con wu se hace zheng (0 - (- n) = + n)”.<br />

La regla de adición es la siguiente:<br />

“- Cuando los nombres son diferentes, efectuar la sustracción ((+ n) + (- m) = + (n - m); (- n) +<br />

(+ m) = (n - m));<br />

- Cuando los nombres son el mismo, efectuar la suma ((+ n) + (+ m) = + (n + m); (- n) + (- m) =<br />

- (n + m));<br />

- Un número zheng emparejado con wu se hace zheng (0 + (+ n) = + n);<br />

- Un número fu emparejado con wu se hace fu (0 + (- n) = - n)”.<br />

Para eliminar los palillos del triángulo superior izquierdo se multiplican todos los elementos de<br />

una columna por un número adecuado y, mediante el empleo de las reglas anteriores, se restan de<br />

los elementos correspondientes de otra columna tantas veces como sea necesario. En la resolución<br />

del problema 1 se empieza por anular el elemento superior de la columna central (C2), para lo que<br />

se multiplica cada elemento de dicha columna por 3 y se les resta dos veces los correspondientes<br />

elementos de la columna C1. Las sucesivas transformaciones quedan como sigue:<br />

1 2 3 (paso 1) 1 3 (paso 2) 3 (paso 3) 3<br />

2 3 2 (3 C2 - C1 - C1) 2 5 2 (3C3 - C1 ) 4 5 2 (5 C3 - 4C2 ) 5 2<br />

3 1 1 3 1 1 8 1 1 36 1 1<br />

26 34 39 26 24 39 39 24 39 99 24 39<br />

La resolución se efectúa, directamente para z (z = 99/36) y mediante sustituciones para x e y (y<br />

= (24.36 - 99.1)/5.36 = 153/36; x = (39.36 - 99.1 -153.2)/3.36 = 333/36).<br />

Ejercicios<br />

3.1.1.a.- Representa con palillos las siguientes cantidades: 14, -32, 208, -510.<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

51<br />

3.1.1.b.- Resuelve, utilizando el método de cálculo en el tablero (fang cheng) y las reglas zheng<br />

fu de adición y sustracción, el siguiente problema (problema 8 del capítulo octavo del libro de los<br />

“nueve capítulos”): “Al vender 2 vacas y 5 cabras para comprar 13 cerdos, hay un superávit de<br />

1000 monedas. El dinero obtenido de vender 3 vacas y 3 cerdos da justo para comprar 9 cabras. Al<br />

vender 6 cabras y 8 cerdos para comprar 5 vacas, hay un déficit de 600 monedas. ¿cuál es el precio<br />

de una vaca, una cabra y un cerdo?.”.<br />

3.1.2.- El modelo hindú de bienes y deudas<br />

Quizás influenciados por la cultura china, los hindúes consideraban los negativos como entidades<br />

aisladas con su aritmética correspondiente, utilizaban e interpretaban las raíces negativas de las<br />

ecuaciones y resolvían problemas de tipo práctico. Brahmagupta, en el 628 d. de C., establecía los<br />

algoritmos para efectuar operaciones aritméticas con los “bienes”, las “deudas” y la “nada”, indicando<br />

que: “una „deuda‟ restada de cero se convierte en un „bien‟ y un „bien‟ restado de cero se<br />

convierte en una „deuda‟”.<br />

3.1.3.- Los negativos y positivos en la cultura “occidental”hasta su legalización como<br />

números enteros<br />

Paralelamente al desarrollo de las ideas anteriores se producía un proceso distinto, plagado de<br />

dificultades, que se inició en la civilización griega y culminó en la cultura europea del siglo XIX.<br />

En la civilización griega se asociaba la idea de número a la de cantidad de magnitud, bajo cuyo<br />

enfoque el número negativo no tenía sentido porque representaba una “cantidad menor que nada”.<br />

Así, para Diofanto (350-250 a. de C.) no existían los números negativos, ya que consideraba, entre<br />

otros motivos, que “es imposible sustraer un segmento de otro menor que él”.<br />

En la civilización árabe se ignoraban los negativos como raíces o resultados de ecuaciones; se<br />

operaba con ellos como restas indicadas y no como entes aislados. Al mismo tiempo, en la época<br />

medieval europea (aprox. s. VI - s. XIII) se agudizaron los problemas anteriores, llegándose, incluso,<br />

a un rechazo generalizado de los números negativos en todas sus facetas. Esta situación empieza<br />

a cambiar con la llegada del Renacimiento (s. XVI), abriéndose una nueva etapa que perdura<br />

hasta la formalización de los números enteros en la segunda mitad del s. XIX. En el cuadro siguiente<br />

se incluyen algunos de los principales autores y hechos relevantes de esta época.<br />

Autor Años Concepción y hechos relevantes H<br />

e<br />

c<br />

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o<br />

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n<br />

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Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


52<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

Stiffel 1544 admite los negativos como coeficientes; opera con ellos pero; los<br />

considera “numeri absurdi”<br />

Cardano 1501-1576 no admite los negativos como coeficientes; admite raices negativas<br />

como “ficticias”; enuncia la regla de los signos.<br />

Viéte 1540-1603 no admite los negativos ni como coeficientes ni como raíces.<br />

Stevin 1548-1620 acepta los negativos como raíces y como coeficientes; transformaba<br />

ecuaciones con raíces negativas en ecuaciones con raíces positivas<br />

(“las raíces negativas de una ecuación son las raíces positivas de su<br />

transformada”); no tiene interpretabación para el número negativo<br />

aislado.<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba<br />

t<br />

e<br />

s<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

53<br />

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Didáctica de la Matemática<br />

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54<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

b<br />

Girard 1590-1639 admite las raíces negativas de las ecuaciones por su utilidad. H<br />

a<br />

s<br />

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a<br />

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González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

55<br />

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Didáctica de la Matemática<br />

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56<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

D‟Alembert . . . Define las cantidades negativas como “menores que nada y precedidas<br />

del signo menos”; al mismo tiempo dice que no se puede concebir<br />

una cantidad menor que nada. En ecuaciones . . .<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba<br />

u<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

57<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

González Marí, J. L.<br />

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a<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

59<br />

e<br />

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.<br />

McLaurin 1698-1746 . . . . . .<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

Euler 1707-1783 . . . . . .<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

Carnot 1753-1823 . . . . .<br />

Cauchy 1789-1857 . . . . . .<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

.<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


60<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

Ejercicios<br />

3.1.3.a .- Completa la tabla anterior utilizando la información contenida en el capítulo 2 de<br />

González y otros (1990).<br />

3.1.3.b.- Ante el siguiente problema: “Hallar el valor de un número que añadido a 5 dé 2”, ¿qué<br />

observaciones harían D‟Alembert, Viéte y Stevin y cómo lo resolverían, en su caso?.<br />

• Los diversos intentos de justificación de la regla de los signos<br />

En la época que estamos considerando, sobre todo en los últimos años, había una preocupación<br />

especial por encontrar una justificación a lo que hoy conocemos como “regla de los signos” para la<br />

multiplicación (que a veces se confunde con la regla de los paréntesis ( + (+ a) = + a; - (+ a) = - a;<br />

+ (- a) = - a; - (- a) = + a)): “el producto de dos números de distinto signo es negativo y el producto<br />

de dos números del mismo signo es positivo”; familiarmente se resume en las expresiones: (+ x<br />

+ = +), (+ x - = -), (- x + = -), (- x - = +).<br />

Se sabía que dichas reglas tenían que ser así, porque aparecían en la resolución de problemas y<br />

en las manipulaciones algebraicas, pero no se disponía de una explicación satisfactoria y menos aún<br />

de una demostración matemática. Posteriormente, con motivo de la construcción formal de los<br />

números enteros, se vió que no es posible una demostración de la regla, resultando ser una convención<br />

arbitraria para preservar el formalismo del cálculo (tiene que ser así si queremos que los números<br />

enteros sean una extensión de los números naturales). A pesar de todo, se dieron durante esta<br />

época numerosos intentos de justificación lógica o demostración matemática, pero todas encerraban<br />

algún problema o dependían de la suposición arbitraria o convencional de alguna propiedad,<br />

como ocurría con la propiedad distributiva del producto respecto de la suma.<br />

Ejercicios y problemas<br />

3.1.3.c.- Completa la siguiente tabla sobre intentos de justificación de la regla de los signos utilizando<br />

la información contenida en el capítulo 2 de González y otros (1990).<br />

3.1.3.d.- En la justificación de Stevin, a, b, c y d son longitudes. Si se sustituye a = 0 y b = 0 resulta<br />

que (- b) (- d) = + bd; ¿está con ello “demostrada” la regla - x - = +?; ¿donde está el error?<br />

(examinar las condiciones en las que la igualdad (a-b)(c-d) = ac-bc-ad+bd es válida; en caso necesario,<br />

consultar: Klein (1927, págs. 24-31)).<br />

Autor Años Justificación<br />

Stevin 1548-1620 mediante la igualdad: (a-b)(c-d) = ac-bc-ad+bd basada en un razonamiento<br />

geométrico sobre las áreas de la figura:<br />

a<br />

MacLaurin<br />

Euler<br />

c<br />

b<br />

1698-1746 a - a = a + (- a) = 0; n (a - a) = n a + n (- a) = n 0 = 0; de donde:<br />

n (- a) = - n a; igualmente: - n (a - a) = - n a + (- n) (-a) = 0; de donde:<br />

(- n) (- a) = n a.<br />

1707-1783 b (- a) = - b a, ya que 3 deudas de a escudos es una deuda de 3a escudos;<br />

- a b = (- a) (+ b) por conmutatividad; igualmente, (- a) (- b) = a b,<br />

ya que, por eliminación, no puede ser negativo.<br />

d<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

61<br />

Laplace 1749-1827 . . . . . . . .<br />

Cauchy 1789-1857 . . . . . . . .<br />

3.1.4.- Resultado final: Legalización y construcciones matemáticas del sistema de los números<br />

enteros<br />

La ampliación de las nociones numéricas entró en el siglo XIX en un terreno formal, puramente<br />

matemático, en el que fué posible la admisión y legalización de los números negativos. Esto se consiguió<br />

mediante el principio de permanencia de las leyes formales (Peacok (1791-1858), Hankel<br />

(1867); citados y comentados en González y otros, 1990, págs. 48-49), que de forma simplificada y<br />

particular dice lo siguiente: todas las reglas que se verifican para los números naturales deben<br />

seguir verificándose para los nuevos campos numéricos, de manera que se conserven las definiciones<br />

en el campo menos amplio como casos particulares de las nuevas definiciones en los campos<br />

ampliados sin que exista contradicción.<br />

La ampliación requiere identificar los números naturales con los positivos, añadir a estos los negativos<br />

como opuestos para la adición en una estructura de orden total sin primer ni último elementos<br />

y definir la multiplicación de manera que el producto de números positivos verifique las mismas<br />

propiedades que el producto de números naturales y se cumpla la propiedad distributiva de la multiplicación<br />

con respecto a la adición. Sobre esta idea general se construyen varias teorías a finales<br />

del siglo XIX. Una de ellas, la conocida como teoría de los pares ordenados de Dedekind (1813-<br />

1916), es la que se suele utilizar hoy día (una exposición clara de esta construcción, brevemente<br />

comentada en el apartado 3.2, se puede encontrar en Godement (1967) y en Condamine (1971);<br />

desarrollos más didácticos son los de Richardson (1976, pp. 107-115), Colectivo Periódica Pura<br />

(1982, págs. 149-159), Nortes (1993, págs. 131-146) o González y otros (1990, págs. 105-122)).<br />

Ejercicios<br />

3.1.4.a.- Enumerar y resumir brevemente las diversas teorías matemáticas sobre los números enteros<br />

que surgieron después de su legalización (utilizar, entre otros, el contenido del capítulo 2 de<br />

González y otros (1990)).<br />

3.1.4.b.- Completar lo incluído en el apéndice I de Colectivo Periódica Pura sobre la historia de<br />

los signos + y -. Discutir la credibilidad de las distintas versiones.<br />

3.2. Breves notas sobre la construcción formal usual del sistema de los números enteros<br />

La ampliación de N a Z se realiza a partir del conjunto NxN (pares ordenados de números naturales),<br />

entre cuyos elementos se establece una relación de equivalencia R llamada “equisustractividad”<br />

(restas iguales), definida de la siguiente manera:<br />

si (a, b) y (c, d) NxN, (a, b) R (c, d) si, y sólo si, a + d = b + c (o su equivalente: a - b = c - d)<br />

Esta relación establece una partición en NxN en clases o conjuntos de pares ordenados, de tal<br />

forma que en cada clase están todos los pares relacionados entre sí por R. El conjunto de todas las<br />

clases o conjunto cociente NxN/R es el conjunto de los números enteros. Cada número entero es<br />

pues una clase formada por todos los pares de naturales cuya diferencia ordenada (1ª menos <strong>2ª</strong><br />

proyección) es la misma; ejemplos: la clase [(0, 3), (1, 4), (2, 5), (3, 6), . .] representa al número<br />

entero -3; la clase [(0, 0), (1, 1), (2, 2), . .] representa al número entero 0.<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


62<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

La suma de dos números enteros se define mediante la suma de dos pares ordenados representantes<br />

de cada una de las clases:<br />

para y = (a, b), z = (c, d) números enteros, y + z = (a, b) + (c, d) = (a + c, b + d)<br />

Se demuestra que es compatible con la relación de equivalencia (el resultado es el mismo sean<br />

cuales fueren los pares elegidos) y que verifica todas las propiedades de la estructura de grupo<br />

conmutativo, es decir: es una ley de composición interna (la suma de dos enteros siempre es un<br />

entero), es asociativa (se pueden sumar más de dos números enteros), posee elemento neutro (la<br />

clase formada por todos los pares que tienen su primera y segunda proyección iguales), todo número<br />

entero tiene simétrico para la adición (el que sumado con él da como resultado el elemento neutro)<br />

y verifica la propiedad conmutativa.<br />

A continuación se identifican los enteros positivos con los naturales, extendiéndose el orden natural<br />

a Z, se demuestra que ambos conjuntos (N y Z+) son isomorfos para la suma (se comportan<br />

igual y tienen las mismas propiedades) y se define la multiplicación de dos números enteros mediante<br />

pares ordenados, de tal forma que la multiplicación de enteros positivos se comporte exactamente<br />

igual que la multiplicación de naturales, lo que se consigue haciendo:<br />

para y = (a, b) y z = (c, d) números enteros, y x z = (a, b) x (c, d) = (a x c + b x d, a x d + b x c)<br />

Se demuestra que la operación así definida es una ley de composición interna, asociativa, conmutativa,<br />

que posee elemento neutro (el número entero +1) y que se verifica la propiedad distributiva<br />

del producto con respecto a la suma, con lo que se conservan las propiedades de N.<br />

Otras operaciones y conceptos relacionados con los números enteros<br />

A partir de la construcción formal se pueden definir otras operaciones aritméticas de uso frecuente,<br />

tales como: la división, que se define como operación inversa a la multiplicación y que no<br />

es una ley de composición interna (no todos los cocientes de números enteros dan como resultado<br />

un número entero); la potenciación de exponente natural, que no es más que un producto reiterado<br />

de la base tantas veces como indica el exponente y que es posible en todos los casos gracias a la<br />

propiedad asociativa de la multiplicación; la radicación de índice natural, operación inversa a la<br />

potenciación y cuyo resultado no siempre es un número entero.<br />

Del mismo modo, la aparición del doble signo da lugar a un nuevo concepto asociado, como es<br />

el de valor absoluto de un número entero, que se define de la siguiente forma: para cualquier a Z,<br />

| a | = a si a > 0; | a | = 0 si a = 0 y | a | = - a si a < 0.<br />

Ejercicios<br />

3.2.a.- Efectuar, utilizando las definiciones formales, las siguientes operaciones:<br />

(-3) + (+5); 0 - (-2); (+4) x (-5); (-6) : (-2).<br />

3.2.b.- Demostrar las propiedades de la suma y el producto de números enteros así como la<br />

propiedad distributiva del producto con respecto a la suma.<br />

3.2.c.- Utilizando la definición por pares ordenados, demostrar que se cumple la regla de los<br />

signos para la multiplicación.<br />

3.2.d.- Partiendo de la definición en N, establecer la extensión del orden a Z y comprobar, mediante<br />

el estudio de los casos que se pueden presentar, que dicho orden es total.<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

63<br />

3.2.e.- La suma y la resta en una sola operación: adición algebraica. Justificar, utilizando la definición<br />

y las propiedades de la adición de números enteros, que la suma y la resta se reducen en<br />

realidad a una sola operación. ¿Qué es lo que hace esto posible?; ¿porqué no ocurre así con los<br />

números naturales? (una forma de hacerlo es demostrar el teorema siguiente: si a y b son números<br />

enteros cualesquiera, entonces a - b = a + (- b), lo que se consigue sumando b a ambos miembros y<br />

aplicando algunas propiedades de la adición).<br />

3.2.f.- Limitaciones de la división y la radicación de índice natural con números enteros: establecer<br />

en qué casos el cociente de dos números enteros o la raiz de índice natural de un número entero<br />

es otro número entero; ¿porque no ocurre esto en todos los casos?; ¿qué habría que hacer para<br />

poder dividir cualquier par de números enteros o extraer la raiz de índice natural de cualquier<br />

número entero?. Justificar las respuestas.<br />

3.2.g.- Mediante el estudio de los casos que se pueden presentar y aplicando la definición de valor<br />

absoluto, demostrar que si a y b son números enteros cualesquiera, se verifica: | a x b | = | a | x |<br />

b |. ¿Qué otras propiedades verifica el valor absoluto?.<br />

3.3. Modelización y representación de los conceptos y procedimientos<br />

La construcción o definición matemática formal es un recurso didáctico inviable para iniciar el<br />

proceso de enseñanza y aprendizaje de los números enteros cuando es necesario hacerlo, entre<br />

otros motivos porque los alumnos no tienen los conocimientos ni el nivel de reflexión matemática<br />

formal necesarios para ello. Además, dicha construcción es el resultado final de un proceso complejo<br />

en el que, por un lado, tienen cabida métodos y modelos no formales, semiconcretos o en<br />

contextos matemáticos, que son más intuitivos que la construcción rigurosa para comprobar la<br />

necesidad de la ampliación de los números naturales y para acceder a los números enteros, y, por<br />

otro, han intervenido aplicaciones concretas que son buenos modelos parciales del original y que<br />

tienen hoy día un uso extendido y una apreciable importancia social y cultural. En definitiva, para<br />

iniciar la enseñanza de los números enteros en el momento oportuno es prácticamente obligado<br />

utilizar, separadamente o de forma combinada, los dos tipos de modelos y representaciones que<br />

hemos mencionado; ambos constituyen aproximaciones “informales” que culminarán, si es necesario,<br />

en la construcción formal, de acuerdo con el siguiente proceso:<br />

a) prolongación “natural”, aunque limitada, de N, abarcando sus principales aplicaciones concretas<br />

(tipo 1) y/o ampliación no formal de N en contextos semiconcretos y matemáticos (tipo 2);<br />

los primeros atienden a necesidades sociales, culturales y de motivación didáctica inicial y los segundos,<br />

más abstractos, añaden coherencia y justificación matemática a los conceptos y procedimientos,<br />

completan las aproximaciones parciales y facilitan el despegue hacia lo formal;<br />

b) construcción formal motivada por el rigor y la validación matemática.<br />

En lo que sigue, abordamos los dos tipos de métodos y modelos del apartado a), en el bien entendido<br />

que se trata de una relación de la que sólo se podrá desarrollar una <strong>parte</strong> en el aula y que el<br />

orden de la exposición no tiene porqué ser el orden a seguir en el proceso didáctico.<br />

3.3.1.- Métodos y modelos no matemáticos (campo de la relatividad aditivo-ordinal) para<br />

comprender y utilizar en la práctica una <strong>parte</strong> de los números enteros<br />

“Todos los modelos (concretos o referidos a contextos no matemáticos) llegan a un punto en el<br />

que no se puede seguir con garantías. En este momento, los enteros deben haber llegado a ser<br />

números por sí mismos, obedeciendo a ciertas reglas que son independientes de los modelos utilizados.”<br />

(Leddy, 1977, pág. 28). Así, los modelos y representaciones de este apartado tienen limita-<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


64<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

ciones para ejemplificar, con la misma fidelidad y coherencia de principio a fin, la estructura completa<br />

de los números enteros, lo que no impide que, por su carácter intuitivo, su utilidad cotidiana y<br />

su potencialidad didáctica, sean utilizados también para ilustrar y trabajar la multiplicación, a pesar<br />

de los problemas formales o de coherencia derivados del desajuste en este punto con el original<br />

matemático. En lo que sigue, se incluye una breve exposición de algunos modelos, agrupados en<br />

las tres categorías que hemos utilizado en el apartado 1.3, epígrafe 1.<br />

Opuestos aditivos (adición)<br />

• Ganancias-pérdidas, haberes-deudas (tener-deber) o ingresos-reintegros bancarios, son algunos<br />

de los modelos más familiares de este grupo relacionados con el juego, la economía o los deportes.<br />

Todos tienen una estructura y unas propiedades similares; son buenos ejemplos para la adición<br />

de números con signo y se suelen complementar con otros aspectos o variables relacionadas,<br />

tales como los saldos o balances, con los que se pueden justificar de forma intuitiva los conceptos y<br />

propiedades de la adición y el orden (tercer tipo dentro de este apartado).<br />

• Cubos fríos y calientes<br />

Jencks y Peck (1977) proponen un modelo que se apoya en la mezcla de unidades o cubos<br />

"fríos" y "calientes" que añadidos o retirados de un caldero modifican la temperatura de la mezcla.<br />

Para la multiplicación se utiliza el recurso de “añadir o quitar tantas veces un número determinado<br />

de cubos frios o calientes” (multiplicación externa o adición reiterada).<br />

• Cargas positivas y negativas o partículas cargadas<br />

Cotter (1969) y, posteriormente, Battista (1983) utilizan el modelo de partículas cargadas, en el<br />

que, al igual que en el anterior, se trata de relacionar las operaciones con números dirigidos con<br />

alguna interpretación física,. Las acciones "aditivas" son coherentes con las operaciones aritméticas<br />

de adición y sustracción de números enteros, mientras que las acciones "multiplicativas" requieren,<br />

como siempre, de significados distintos para el multiplicando y el multiplicador, si bien se trata de<br />

un modelo que puede ser más convincente que otros (nótese que la partícula neutra (0) posee las<br />

dos cargas opuestas, con lo que tienen sentido expresiones como: 0-(-1)=+1 o 0-(+1)=-1; igualmente,<br />

de un campo cargado con un número conveniente de partículas neutras, cuya carga sigue<br />

siendo cero, se pueden efectuar substracciones como: 0-(-6) o 0-(+14)).<br />

+3 + -5 +3+(-5)=-2 +2 + -2 0<br />

+-<br />

+ + - - - +- +- + + - - +-<br />

+ - - - - +-<br />

-1 - +2 -1-(+2)=-3 0 +4<br />

+- - +- +- + +<br />

- +- + + - - +- +- + +<br />

+- -2x-2 +-<br />

(quitar 2 veces 2 cargas negativas)<br />

• Fichas de colores<br />

propuesto por Papy (1964) y por Dienes (1970), referenciados en González y otros (1990, págs.<br />

130 y sigtes.).<br />

• Ábaco<br />

Es un modelo similar al anterior basado en la división de la recta numérica en dos <strong>parte</strong>s “disjun-<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

65<br />

tas” (estructura que denominamos “natural relativa” (González, 1998, caps. 7 y 8)). Las dos <strong>parte</strong>s<br />

se representan por separado, como si fuera un ábaco vertical de dos varillas marcadas con los signos<br />

+ y - sobre las que se sitúan las cantidades y se realizan las operaciones.<br />

-5 +5<br />

-4 +4 -2 nivel<br />

-3 +3 cero<br />

-2<br />

-1<br />

+2<br />

+1<br />

- + - +<br />

modelo<br />

ábaco<br />

La novedad se encuentra en la utilización de una línea auxiliar horizontal (nivel cero) que marca<br />

la posición en la que se anulan por oposición las cantidades de signos contrarios emparejadas por<br />

debajo de ella. El resultado será la cantidad de fichas o marcas que quedan sin emparejar en la varilla<br />

positiva o en la negativa. Cuando no queda ninguna el resultado es cero.<br />

Escala numérica (orden)<br />

• Deplazamientos<br />

Existen numerosos modelos basados en desplazamientos sobre la recta numérica. Las interpretaciones<br />

que se utilizan suelen ser las siguientes: dar pasos hacia adelante o hacia atrás (sumandos<br />

positivos y negativos) y mirar a la derecha o a la izquierda (operaciones de suma o resta); para<br />

la multiplicación se utiliza el mismo recurso ya mencionado (Ejemplo: (+2)x(+3) significa “dar tres<br />

pasos hacia adelante, dos veces en la dirección positiva”). En definitiva, como ocurre en la mayoría<br />

de estos modelos se utilizan significados diferentes para los elementos en juego. Modelos similares<br />

son: escalera (Grupo albuquería, 1989) y“flipper” o saltador (Ettline y Smith, 1978),<br />

• Globo<br />

Janvier (1985) propone un modelo basado en un globo de aire caliente al que se le atan sacos de<br />

arena y/o globos de helio que le hacen bajar o subir.<br />

+1 +5 +5<br />

+5 +3 +2 +2<br />

(-2)x(-3)<br />

+3 -4 +2<br />

-4 -2 -3 -3 -5 -5<br />

Se combinan por tanto las subidas y bajadas del globo (desplazamientos en la recta) con las acciones<br />

de añadir o quitar elementos para configurar un sistema intuitivo en el que se siguen mezclando<br />

significados y operaciones de diferente naturaleza, aún incluso dentro de la estructura aditiva.<br />

En la figura se ilustran algunos ejemplos, si bien los globos y sacos podrían ser también de diferentes<br />

tamaños de acuerdo con los números.<br />

• Medidas en la naturaleza<br />

Las alturas sobre el nivel del mar, las medidas relativas sobre planos y mapas, la localización so-<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


66<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

bre la esfera terrestre (longitudes, latitudes, meridianos, husos horarios) o las representaciones cartográficas<br />

son contextos similares que constituyen modelos de la recta numérica entera.<br />

• Cronología<br />

Tanto la edad como el tiempo horario en sus distintas facetas así como las diferentes cronologías,<br />

en particular la occidental basada en años anteriores o posteriores al nacimiento de Cristo,<br />

constituyen ejemplos de aplicación de la estructura de orden de los números enteros.<br />

• Otros: temperaturas; ascensores; bolsa; balanza de pagos, etc.<br />

Grupo aditivo y ordenado (adición y orden)<br />

• Saldos bancarios<br />

• Puntuaciones en el juego del golf<br />

Ejercicios y trabajos<br />

3.3.1.a.- Completar la relación de modelos utilizando la biliografía recomendada.<br />

3.3.1.b.- Construir las lineas generales de un secuencia didáctica para trabajar los números positivos<br />

y negativos utilizando el modelo de las fichas de dos colores.<br />

3.3.1.c.- Elegir un modelo de cada uno de los grupos indicados y analizar qué <strong>parte</strong>s, operaciones<br />

y propiedades se ajustan plenamente al concepto matemático de número entero y cuáles plantean<br />

algún problema. Indica alguna alternativa didáctica para resolver dichos problemas.<br />

3.3.1.d.- Utilizando un modelo de desplazamientos representa las siguientes operaciones: (-<br />

2)+(+3); (-1)-(+4)+(-2); (-3)x(+2); (-2)x(-4). Comprueba mediante casos que se verifica la propiedad<br />

conmutativa para la suma y la multiplicación así como la propiedad distributiva de la multiplicación<br />

con respecto a la suma.<br />

3.3.1.e.- Completa e ilustra mediante ejemplos los modelos de escala numérica de los grupos:<br />

medidas en la naturaleza, cronologías y otros. Utiliza para ello algunos libros de texto del nivel<br />

correspondiente así como la bibliografía recomendada.<br />

3.3.1.f.- Trabajo de investigación (individual o en grupo): Tomar una muestra adecuada de libros<br />

de texto y realizar un estudio descriptivo sobre los modelos y métodos no matemáticos utilizados<br />

en el desarrollo del tema de los números enteros.<br />

3.3.2.- Métodos y modelos no formales en contextos matemáticos para la extensión de N a Z<br />

de acuerdo con el principio de permanencia de las leyes formales<br />

(Para una información más amplia, consultar González y otros (1990, caps. 4 y 6))<br />

Existen, entre otros, los siguientes métodos y modelos simbólicos y semiconcretos no formales,<br />

agrupados de acuerdo con las tres principales vías matemáticas de acceso a los enteros (contexto<br />

fenomenológico 2, apartado 1.3): aritmética, algebraica y geométrica.<br />

• Extensión aritmética por el método inductivo experimental (extrapolación inductiva)<br />

El procedimiento consiste en construir tablas en las que se incluye un número suficiente de casos<br />

ya conocidos y nuevos casos cuyos resultados se obtienen por inducción o generalización de las<br />

regularidades observadas (extrapolación inductiva (Freudenthal, 1973, 1983)). Se <strong>parte</strong> de los<br />

números naturales (que se van a considerar como positivos) y de la operación de sustracción, es<br />

decir, de la insuficiencia de N para dar validez a expresiones como 0-1, 3-4, etc. Los enteros negativos<br />

se introducen mediante tablas de restas con números naturales como la siguiente:<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

67<br />

2-0=2 2-1=1 2-2=0 2-3= 2-4= 2-5= 2-6= . . .<br />

1-0=1 1-1=0 1-2= 1-3= 1-4= 1-5= 1-6= . . .<br />

0-0=0 0-1= 0-2= 0-3= 0-4= 0-5= 0-6= . . .<br />

En estas tablas se simbolizan y definen nuevos números (números negativos), estableciéndose a<br />

continuación un orden entre ellos, también por extrapolación inductiva; este orden será generalizado<br />

posteriormente a partir de la definición de orden en N (a < b si y sólo sí existe un número c tal<br />

que b = a + c).<br />

Las operaciones se definen también generalizando las regularidades que se observan en tablas<br />

como las siguientes para la suma y la resta:<br />

. . . 2+(-1)=1 2+0=2 2+1=3 . . . . . . 1-(-1)=2 . . .<br />

. . . 1+(-1)=0 1+0=1 1+1=2 . . . . . . 0-(-1)=1 . . .<br />

. . . 0+(-1)= 0+0=0 0+1=1 . . . . . . (-1)-(-1)=0 . . .<br />

. . . (-1)+(-1)= (-1)+0= (-1)+1=0 . . . . . . (-2)-(-1)=-1 . . .<br />

. . . (-2)+(-1)= (-2)+0= (-2)+1= . . . . . . (-3)-(-1)=-2 . . .<br />

en la que se pueden comprobar relaciones como: (- a) + (- b) = - (a + b); a + (- b) = (- b) + a =<br />

a - b; (- a) - b = - (a + b); a - (- b) = a + b; (- a) - (- b) = (- a) + b = b - a, que proporcionan las definiciones<br />

generales de suma y resta de cualquier par de números enteros.<br />

Con la multiplicación se utilizan, igualmente, hechos ya conocidos, dando lugar a tablas como la<br />

siguiente, en la que se pueden completar los huecos y generalizar los resultados:<br />

2.(-2)= 2.(-1)= 2.0=0 2.1=2 2.2=4<br />

1.(-2)=-2 1.(-1)=-1 1.0=0 1.1=1 1.2=2<br />

0.(-2)=0 0.(-1)=0 0.0=0 0.1=0 0.2=0<br />

(-1).(-2)= (-1).(-1)= (-1).0=0 (-1).1=-1 (-1).2=<br />

(-2).(-2)= (-2).(-1)= (-2).0=0 (-2).1=-2 (-2).2=<br />

Posteriormente, se pueden construir tablas de doble entrada como la siguiente, para comprobar<br />

las relaciones: (-a).(-b) = a.b y (-a).b = a.(-b) = -(a.b) y extender la multiplicación a cualquier par<br />

de números enteros. La división se define como la operación inversa de la multiplicación.<br />

-12 -9 -6 -3 3 6 9 12<br />

-8 -6 -4 -2 2 4 6 8<br />

-4 -3 -2 -1 1 2 3 4<br />

4 3 2 1 -1 -2 -3 -4<br />

8 6 4 2 -2 -4 -6 -8<br />

12 9 6 3 -3 -6 -9 -12<br />

• Extensión algebraica<br />

La ecuación x + a = b tiene solución en el conjunto de los números naturales para a ≤ b. Para<br />

que tenga siempre solución hemos de definir nuevos números (números negativos). Así, -1 es la<br />

solución de la ecuación x + 1 = 0; -2 es la solución de x + 2 = 0; etc.; es decir, -1 es el número que<br />

sumado a 1 da cero, -2 el que sumado a 2 da cero, etc. Por tanto, para cualquier número natural a<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


68<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

se verifica que (- a) + a = 0, siendo a y - a números opuestos. En este nuevo conjunto numérico,<br />

que incluye a los naturales (números positivos), se han de definir las operaciones y una relación de<br />

orden de manera que se mantengan los resultados y propiedades anteriores.<br />

La suma de dos enteros positivos (números naturales) esta ya definida, por lo que sólo es necesario<br />

considerar los siguientes casos:<br />

a) Suma de un número positivo (a) y un número negativo (- b)<br />

a es solución de la ecuación x - a = 0 y -b es solución de la ecuación y + b = 0; sumando ambas<br />

ecuaciones se tiene: (x - a) + (y + b) = 0, o su equivalente: (x + y) + (b - a) = 0 si a ≤ b, y (x + y) -<br />

(a - b) = 0 si a > b. En resúmen:<br />

- Si a ≤ b, a + (- b) = - (b - a); solución de la ecuación (x + y) + (b - a) = 0;<br />

- Si a > b, a + (- b) = a - b; solución de la ecuación (x + y) - (a - b) = 0.<br />

b) Suma de dos números negativos (-a y -b)<br />

- a es solución de la ecua-ción x + a = 0 y - b es solución de la ecuación y + b = 0, por lo que (x<br />

+ y) + (a + b) = 0, de donde se deduce que (- a) + (- b) = - (a + b).<br />

La novedad que se introduce es que todo elemento posee simétrico respecto a la suma, es decir,<br />

cualquiera que sea el número entero a, existe el número - a tal que a + (- a) = 0. Esta relación dota<br />

de significado al signo que antepone a estos números, pues - 3 es el opuesto respecto a la suma de<br />

3 y viceversa, pudiéndose escribir: - (- 3) = 3. Este doble signo debe de entenderse como simétrico<br />

u opuesto respecto de la suma y no como símbolo de restar o como - x - = +.<br />

La resta se define a partir de la suma, ya que para cualesquiera números enteros a y b (positivos<br />

o negativos), a - b = a + (-b), siendo -b el simétrico de b respecto a la suma. El análisis de los casos<br />

es similar al que hemos realizado para la suma.<br />

Al igual que en la suma, la multiplicación de dos enteros positivos está ya definida, por lo que<br />

sólo es preciso considerar el caso de un número positivo por uno negativo y el de dos números<br />

negativos. Para ello se utiliza la propiedad distributiva y la relación a + (-a) = 0:<br />

1) b (a + (-a)) = 0 = b a + b (-a); de donde b (-a) = - b a;<br />

2) (-b)((-a) + a) = (-b) 0 = 0 = (-b)(-a) + (-b)a = (-b)(-a) + (-ba); de donde (-b)(-a) = b a<br />

Por último, es necesario definir una relación de orden que sea ampliación del orden en N. Si a y<br />

b son enteros positivos, a < b si, y sólo si, existe un número positivo c tal que a + c = b, o lo que es<br />

lo mismo, tal que (b - a) sea un número positivo (natural). Esta misma definición se puede extender<br />

a Z y analizar cada caso. Así, todo número negativo es menor que cero, pues: 0 - (- n) = n para<br />

cualquier n, por lo que cualquier número negativo es menor que cualquier número positivo. ¿Que<br />

ocurre si ambos son negativos?. Según la definición: (-b) < (-a) si, y sólo si, (-a) - (-b) = (-a) + b es<br />

positivo, lo que ocurre cuando a < b, por lo que (-b) < (-a) si, y sólo si, a < b.<br />

• Extensiones geométricas<br />

Los números negativos surgen en un marco geométrico para ampliar la semirrecta de los naturales<br />

(escala numérica) ó como objetos en sí mismos (vectores o “números dirigidos”).<br />

Ampliación de la escala numérica natural<br />

Para describir la posición de un punto sobre una recta se necesitan: un punto de referencia, dos<br />

sentidos y una unidad de medida que nos permita considerar distancias entre puntos.<br />

A partir del cero se construyen dos semirrectas, en una de las cuales se sitúan los números naturales<br />

de la forma ya conocida. Sobre la otra semirrecta se sitúan puntos simétricos a los anteriores<br />

(misma distancia a cero), a los que se les puede asociar unos nuevos números (negativos) que denotan<br />

distinto sentido al de los naturales o positivos. Se ha establecido así una escala en la recta y<br />

un nuevo conjunto numérico que es una ampliación del conjunto de los números naturales. A partir<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

69<br />

de aquí será necesario definir las operaciones aritméticas y una relación de orden.<br />

La adición se define como una aplicación de la escala o recta en sí misma, es decir, como una<br />

traslación a la derecha tantas unidades como indique el número a sumar, si es positivo, o como una<br />

traslación a la izquierda, si es negativo. Ejemplo: al sumar -3 o +2, tendremos las aplicaciones:<br />

+(-3): x x + (-3) ; +(+2): x x + (+2), que se pueden representar de la siguiente manera:<br />

-7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 +1 +2 +3 +4 +5 +6 +7 +8<br />

+(-3) +(-3) +(+2)<br />

-7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 +1 +2 +3 +4 +5 +6 +7 +8<br />

0+(-3) +4+(-3) +6+(+2)<br />

Si utilizamos dos reglas que se deslizan, la suma es un cambio de origen; así, para sumar +3 situamos<br />

el cero de una recta frente al elemento +3 de la otra:<br />

-6 -5 -4 -3 -2 -1 0 +1 +2 +3 +4 +5 +6 +7 +8<br />

+3<br />

-3 -2 -1 0 +1 +2 +3 +4 +5 +6 +7 +8 +9 +10 +11<br />

0+3 (+5)+3<br />

De la definición dada para la suma se pueden extraer las siguientes relaciones:<br />

(-a) + (-b) = - (a + b); a + (-b) = a - b (si a > b o a = b); a + (-b) = - (b - a) (si a < b)<br />

La resta se puede definir de forma análoga a la suma: traslaciones a la izquierda si se resta un<br />

número positivo y a la derecha si restamos un número negativo. Se puede observar fácilmente que<br />

la resta es la operación inversa de la suma, puesto que a - b = a + (-b) (restar b es sumar -b).<br />

Igualmente se pueden establecer resultados tales como: a - (-b) = a + b y (-a) - b = - (a + b).<br />

La multiplicación se puede definir como una dilatación (multiplicar por un número positivo) y<br />

como una dilatación seguida de una inversión (multiplicar por un número negativo).<br />

multiplicar por 4 (se amplía la escala 4 veces)<br />

-2 -1 0 +1 +2<br />

x(+4)<br />

-8 -7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9<br />

4.(-2) 4.(-1) 4.0 4.(+1) 4.(+2)<br />

multiplicar por (-4) (se amplia la escala 4 veces y se invierte)<br />

-2 -1 0 +1 +2<br />

x(-4)<br />

8 7 6 5 4 3 2 1 0 -1 -2 -3 -4 -5 -6 -7 -8<br />

(-4).(-2) (-4).(-1) (-4).0 (-4).(+1) (-4).(+2)<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


70<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

lo que se puede visualizar con dos reglas graduadas a distinta escala (una cuatro veces mayor<br />

que la otra), superpuestas y de tal forma que se pueda girar una sobre la otra 180 grados.<br />

Vectores o números dirigidos<br />

Dada una longitud entera a, existen dos vectores libres con el mismo módulo y sentidos opuestos,<br />

que simbolizaremos por +a (sentido a la derecha) y -a (sentido a la izquierda). De esta forma<br />

tenemos un conjunto de vectores libres que se designan por: .., -n, .., -2, -1, 0, 1, 2, ..., n, .. y que<br />

también se conoce como conjunto de números dirigidos.<br />

La suma se realiza poniendo el origen de un vector sobre el extremo del otro y encontrando el<br />

vector cuya longitud sea la suma de las longitudes y cuyo sentido sea el del mayor de los vectores<br />

sumandos. Los casos que se pueden presentar se ilustran en los siguientes gráficos;<br />

a)<br />

a<br />

-b<br />

b)<br />

-b<br />

a<br />

c)<br />

a+(-b)<br />

-b -a<br />

d)<br />

a<br />

(-b)+a<br />

b<br />

(-a)+(-b)<br />

a+b<br />

e)<br />

a<br />

f)<br />

a<br />

-b<br />

-a<br />

a+(-b)<br />

a+(-a)=0<br />

La resta se puede definir como la operación inversa a la suma, tal y como se ilustra en los siguientes<br />

ejemplos:<br />

a)<br />

-b<br />

a<br />

b)<br />

-a<br />

b<br />

a-(-b)<br />

(-a)-b<br />

De las definiciones anteriores se obtienen las siguientes relaciones en el campo numérico:<br />

(-a) + (-b) = - (a + b); a + (-b) = a - b (si a > b ó a = b, donde a y b son longitudes )<br />

a + (-b) = - (b - a) (si a < b); a + (-a) = 0; a - (-b) = a + b; etc.<br />

La multiplicación plantea los mismos problemas de siempre; se ha de acudir a experiencias concretas<br />

que admitan representación vectorial (subidas y bajadas, comparaciones, aumentos y disminuciones,<br />

etc ) y seguir un proceso análogo al utilizado en el modelo de la escala numérica.<br />

En lo que se refiere al orden entre vectores, es preciso establecer la relación en términos aritmético:<br />

“dados dos vectores cualesquiera x e y, diremos que “x es menor que y” si y sólo sí x - y es<br />

un número dirigido positivo”. De esta definición se extraen las siguientes conclusiones:<br />

• 0 < a , pues a - 0 = a para cualquier a;<br />

• b < 0, pues 0 - (-b) = b para cualquier b;<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

71<br />

• b < -c si y sólo sí c < b , pues (-c) - (-b) = (-c) + b > 0 si c < b<br />

Por último, es de señalar la similitud existente entre esta ampliación de N y la construcción formal<br />

de Z; ambas se basan en la igualdad de distancias y en el orden.<br />

Ejercicios<br />

3.3.2.a.- En el procedimiento de ampliación de la escala numérica, comprobar, con ejemplos<br />

concretos de cada uno de los casos que se pueden presentar, que la multiplicación es conmutativa.<br />

Igualmente, definir una relación de orden para los números enteros a partir de la definición en N,<br />

analizando los distintos casos y estableciéndo algunas de sus propiedades.<br />

3.3.2.b.- Completar los casos de substracción en el modelo de vectores e ilustrar mediante<br />

ejemplos que la substracción es igual que la adición del minuendo y el vector opuesto al sustraendo.<br />

3.3.2.c.- En el modelo vectorial, completar el proceso de construcción para la multiplicación de<br />

vectores y para la división como operación inversa a la multiplicación.<br />

4.- Aprendizaje y enseñanza de los números con signo<br />

En este apartado vamos a completar las consideraciones didácticas abordando algunas cuestiones<br />

sobre el diagnóstico y el tratamiento de los errores y las dificultades en el aprendizaje, los principales<br />

materiales y recursos para el desarrollo del tema y algunos juegos y pasatiempos que pueden<br />

contribuir a facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje.<br />

4.1. Aprendizaje y desarrollo cognitivo de los conceptos y procedimientos: Obstáculos,<br />

errores y dificultades<br />

La situación del aprendizaje y de los conocimientos sobre los números con signo se puede determinar<br />

de forma aproximada observando la realización de una muestra variada de tareas y analizando<br />

los errores y las dificultades que aparecen. Veamos algunas indicaciones para ello.<br />

Algunos ejemplos sobre la sustracción de enteros que ponen de manifiesto la distancia entre<br />

el conocimiento “común”, “intuitivo” y el conocimiento matemático<br />

(Fuente: Bruno, Martinon (1994))<br />

• Un edificio tiene 10 plantas por encima de la planta baja y 4 plantas de sótano. El ascensor estaba<br />

en la planta 8 y se movió hasta la planta 3 del sótano. ¿cuál fué el movimiento del ascensor?.<br />

Respuesta: -11<br />

- ¿cómo lo hiciste?: me imaginé el ascensor de mi bloque y utilicé la recta<br />

- hazlo con operaciones: -3 - 8 = -11 (no sabe explicarlo) (busca la operación que coincida<br />

con el resultado intuitivo).<br />

• La temperatura en Madrid es de 4 grados sobre cero y en Moscú de 7 grados bajo cero. ¿Qué<br />

debe ocurrir para que la temperatura en Madrid sea igual que la de Moscú?.<br />

Respuesta: tendría que bajar 11<br />

- ¿cómo lo hiciste?: conté la distancia entre los puntos en la recta<br />

- hazlo con operaciones: 4 - (- 7) = 11; pero . . me tiene que dar negativo: 4 - (- 7) = - 11;<br />

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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

no está bien pero yo le añado el signo menos y me da (comete conscientemente un error en<br />

cálculo para obtener el resultado correcto).<br />

• Juan empieza una partida con 6 canicas y termina la partida debiendo 5 canicas. ¿Qué le ha<br />

ocurrido a Juan en esa partida?.<br />

Respuesta: que perdió 11 canicas<br />

- ¿cómo lo hiciste?: al final debía 5 y al principio tenía 6, entonces 6 + 5 = 11<br />

- explícalo con operaciones: - 5 - 6 = - 11; perdió las 6 que tenía y perdió otras 5 que son<br />

las que debía, entonces perdió 11 (cambia la estructura del problema).<br />

• Una persona nación en el año 15 antes de Cristo y murió en el año 7 antes de Cristo. ¿Cuántos<br />

años vivió?.<br />

Respuesta: vivió 22 años; - 15 - 7 = - 22 y da negativo porque vivió en pasado y ya está<br />

muerta (traducción literal del enunciado; identificación del signo de restar con el signo del<br />

número).<br />

Ejemplos de errores en el campo de los números con signo y origen de los mismos<br />

Existen diferentes causas que pueden actuar conjunta o separadamente:<br />

Origen epistemológico<br />

Muchos errores son debidos a la complejidad y limitaciones del conocimiento matemático:<br />

- la amplitud y diversidad de puntos de vista en torno a los números con signo (aplicaciones<br />

concretas, aplicaciones y necesidades matemáticas, construcción formal, etc.)<br />

- la diferente naturaleza de los números positivos y negativos (naturales vs. números con<br />

signo); el carácter especial del 0 y el 1 (a.0 = a; a+1= a; a+0=0; etc.); la no aceptación de 0 ni de<br />

números negativos como soluciones válidas en los problemas;<br />

- la dificultad especial de la sustracción (mezcla de signos y comprensión de la suma y la<br />

resta como la misma operación), que se constata en situaciones como las siguientes:<br />

- ignorar el signo del primer entero y luego sumar los numerales sin signo si el segundo<br />

es positivo y restarlos si es negativo.<br />

- restar los numerales sin signo y determinar después el signo de la respuesta.<br />

- ( - (- ) ) es + aplicado a cualquier sustracción: ( -8 - (-2) = 8 + 2).<br />

- confusión entre puntos y desplazamientos o entre espacios y puntos en la recta.<br />

- dificultad para entender que “restar una deuda es añadir una cantidad”.<br />

- la complejidad de la noción de valor absoluto.<br />

- la separación entre el conocimiento formal y el funcionamiento real de las aplicaciones.<br />

- la insuficiencia de recursos intuitivos aislados, como la recta numérica, para comprender la<br />

estructura y el funcionamiento de los números enteros.<br />

- las limitaciones y contradicciones derivadas de la ampliación numérica por el principio de<br />

permanencia de las leyes formales:<br />

- ausencia de demostración para la regla - x - = +;<br />

- / a + b / = / a / + / b / no es válida para números negativos; 00 y 0/0 están indeterminados;<br />

si a < b entonces a.c < b.c es válida para números naturales pero no para enteros.<br />

Origen curricular<br />

Hay errores que tienen su origen en las determinaciones curriculares y en el proceso educativo<br />

anterior: orientaciones, libros de texto, metodología, actuaciones del profesor, recursos, etc.:<br />

- la uniformidad de las definiciones y ejercicios propuestos pueden condicionar y limitar la<br />

riqueza y la complejidad de las concepciones asociadas a los números enteros;<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

73<br />

- la rigidez del currículo, los ejercicios-tipo repetitivos, la existencia de respuesta concreta y<br />

de respuesta única en la mayoría de los problemas, la evitación expresa de dificultades, la artificialidad<br />

de muchas tareas, la algoritmización excesiva así como el no conceder la importancia necesaria<br />

a la revisión de las tareas y a la verificación y análisis de la coherencia de las respuestas;<br />

- algunas de las causas citadas anteriormente son contractuales: el alumno sabe que se le piden<br />

unas respuestas determinadas que son las que sirven para la evaluación;<br />

Origen cognitivo y sociocultural (capacidades, actitudes, valores, creencias, etc.)<br />

- facilidad/dificultad especial para la visualización; diferencias en el nivel de desarrollo de la<br />

memoria; la capacidad de análisis y de síntesis o de comprensión verbal no es homogénea en todos<br />

los sujetos; la motivación o la situación anímica, familiar, etc.<br />

- el lenguaje común y su utilización en los problemas es causa de numerosos errores;<br />

Causas debidas a la existencia de “obstáculos”<br />

“Los errores son el efecto de un conocimiento anterior resistente al cambio (obstáculo)” (se<br />

pueden incluir aquí las causas enumeradas en los apartados anteriores).<br />

Glaeser (1981), en un estudio sobre el proceso histórico de los números enteros, encontró los<br />

seis obstáculos siguientes:<br />

1.- Incapacidad para manipular cantidades negativas aisladas;<br />

2.- Dificultad para dotar de significado a las cantidades negativas aisladas;<br />

3.- Dificultad para unificar la recta numérica (que se manifiesta por ejemplo en la consideración<br />

de la recta numérica como yuxtaposición de dos semirrectas opuestas);<br />

4.- Ambigüedad de los dos ceros (cero origen o relativo y cero absoluto o “natural”);<br />

5.- Deseo de un modelo unificado (búsqueda incesante de un modelo único para todas las<br />

situaciones y aplicaciones (concretas y matemáticas));<br />

6.- Dificultad para superar el sentido concreto atribuído a los números;<br />

que se pueden reducir, básicamente, a uno sólo: “el número representa cantidad en sentido absoluto”;<br />

modelo familiar que ha sido y es causa de errores (Bell (1986); Iriarte y otros (1989);<br />

González y otros (1990, pp.152-165)) que denotan que los conocimientos “inferiores” no funcionan<br />

en el nuevo campo (números enteros) y que afectan:<br />

a) al propio concepto de número: el número representa cantidad (¿qué puede significar<br />

o representar el número -(-2)?; ¿qué número sumado a 5 da 2?);<br />

b) a la conceptualización y ejecución de las operaciones aritméticas: la suma como<br />

aumento, la sustracción como disminución, la multiplicación hace más grande y la división más<br />

pequeño; la sustracción de números enteros como operación separada de la adición;<br />

c) al orden: traslado del orden natural a los negativos (-4 es mayor que -2); diferencias<br />

al cruzar el cero en el manejo de temperaturas; la secuencia temporal como fuente de errores;<br />

d) a la simbolización: identificación de los símbolos literales con números positivos<br />

(-a no puede ser positivo); ignorar el signo; signo denota región;<br />

e) otros: Errores en situaciones de listas y escalas: "subir es aumentar", "confundir<br />

posición y movimiento"; errores en la combinación de movimientos y en la inversión de relaciones.<br />

Algunas vias generales para la prevención y el tratamiento didáctico de los errores<br />

El principal problema cognitivo y didáctico que se nos plantea es el siguiente: superar las ideas<br />

consolidadas sobre el número natural, sus operaciones, propiedades y aplicaciones, ligadas a la<br />

realidad, a la evidencia inmediata y a la intuición primaria basada en la identificación de número y<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

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74<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

cantidad. Para ello se pueden adoptar alguna o varias de las siguientes medidas:<br />

a).- Aprendizaje-enseñanza por descubrimiento e investigación<br />

- de tipo empírico: trabajo personal siguiendo el método de extrapolación inductiva.<br />

- seguir el siguiente proceso: 1.- tarea simple; 2.- análisis de la tarea mediante ejemplos; 3.-<br />

generalización; 4.- descripción verbal y simbólica; 5.- justificación.<br />

b).- Enseñanza diagnóstica mediante:<br />

- tareas críticas que incorporen los conceptos erróneos conocidos (detectar errores y provocar<br />

discusiones); a continuación siguen problemas similares de consolidación.<br />

- elegir una tarea realista que incorpore los conceptos erróneos conocidos, empleo de diagramas,<br />

sustitución de números fáciles, juegos, invención de preguntas, calificación de tareas (inversión<br />

de roles), tareas colectivas y feedback inmediato.<br />

c).- Análisis crítico del currículo: orientaciones, recursos, manuales, etc.<br />

d).- Seguir el siguiente esquema metodológico general:<br />

1.- comprensión, utilidad y significados de los números con signo, mediante:<br />

I.- Situaciones fenomenológicas socioculturales (modelos de aplicación práctica)<br />

II.- Situaciones manipulativo-representativas (recursos y materiales)<br />

III.- Situaciones lúdicas (Juegos y pasatiempos)<br />

2.- validación, institucionalización, práctica y extensión del conocimiento, mediante:<br />

IV.- Situaciones de validación e institucionalización (modelos semiconcretos y consideraciones<br />

formales).<br />

V.- Situaciones de consolidación, práctica y extensión (ejercicios y problemas)<br />

Ejercicios<br />

4.1.a.- Trabajo de grupo; Tomar una muestra de ejercicios y problemas variados sobre números<br />

con signo (se pueden utilizar varios libros de texto), proponer su realización a varios niños con<br />

edades y conocimientos adecuados (la ejecución se ha de realizar por el método de la entrevista<br />

individual) y analizar los resultados desde el punto de vista tratado en este apartado.<br />

4.1.b.- Trabajo individual: Llevar a cabo una reflexión sobre las dificultades personales con los<br />

números con signo (tareas más difíciles, errores usuales, aspectos no comprendidos, etc.).<br />

4.2. Materiales y recursos para la enseñanza<br />

• regletas transparentes y opacas<br />

Se trata de una variante de las conocidas regletas encajables, en la que el número de regletas se<br />

duplica por la introducción de un nuevo elemento o propiedad que da lugar a la división entre “regletas<br />

opacas” (números positivos) y “regletas transparentes” (números negativos). Las reglas de<br />

composición se establecen de acuerdo con las reglas de las operaciones aritméticas con números<br />

enteros (las regletas opacas y transparentes se anulan mutuamente por superposición).<br />

• reglas deslizantes<br />

Dos reglas graduadas ordinarias, convenientemente deslizadas o desplazadas una sobre la otra,<br />

permiten la realización manipulativa de cálculos de adición y sustracción.<br />

• algunos recursos<br />

- autobús escolar: A lo largo de diferentes paradas en las que suben y bajan personas, se<br />

puede describir, con la ayuda de gráficos y números, lo que pasa en cada una de ellas y lo que ocurre<br />

el final del recorrido.<br />

- garaje: salidas y entradas de vehículos y su relación con el número de vehículos estaciona-<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

75<br />

dos en cada momento.<br />

- prensa: deportes, bolsa, etc (Fernández, Rico (1989)).<br />

- termómetro: medir temperaturas a diversas horas; medir temperaturas de mezclas, hielo,<br />

agua, etc.<br />

• Recursos especiales<br />

Los números enteros como transformaciones se pueden trabajar utilizando el micromundo computerizado<br />

del lenguaje Logo. La adición de enteros se considera como composición de transformaciones<br />

o movimientos sobre la recta y la negación como un operador sobre enteros.<br />

• Otros recursos:<br />

- calculadora gráfica: permite visualizar distintas representaciones en el plano de coordenadas<br />

y utlizar pares ordenados de números enteros para representar puntos.<br />

- programas informáticos para representaciones geométricas.<br />

Ejercicios<br />

4.2.a.- Completar la relación de materiales y recursos didácticos consultando la bibliografía recomendada.<br />

4.2.b.- La prensa como recurso didáctico: construye una secuencia de actividades y trabajos individuales<br />

y de grupo en los que se utilice el periódico (construcción de murales, lectura e interpretación<br />

de gráficos, etc.)<br />

4.3. Juegos y pasatiempos<br />

• ruletas<br />

Juego por equipos basado en dos ruletas en las que aparecen números (positivos y negativos) y<br />

operaciones indicadas (suma, resta, etc.). Los equipos mueven por turno las ruletas y anotan los<br />

resultados parciales. Gana el equipo cuya puntuación global esté más alejada del cero.<br />

• "guiso" o "tejo" con números enteros<br />

Se trata de utilizar el conocido juego para introducir o practicar las cuatro operaciones básicas<br />

con números enteros (en lugar de los números del 1 al 9 se utilizan números con signo).<br />

• cuadrados mágicos y cartas<br />

Son interesantes los clásicos juegos de construcción de cuadrados mágicos, aunque esta vez con<br />

números positivos y negativos, y los juegos de cartas, como el conocido juego de las siete y media<br />

u otros en los que se utilicen números con signo y fichas de dos colores.<br />

• dados de números naturales y dos colores<br />

Por parejas se utilizan dos dados de colores diferentes (positivos y negativos) y un papel donde<br />

se dibuja la semirrecta natural. Partiendo de un punto suficientemente elevado, cada jugador tira<br />

los dos dados por turno, resta los dos números y avanza o retrocede, dependiendo del color del<br />

número mayor, tantos lugares como indica el resultado. Llega un momento en que pueden aparecer<br />

resultados que “se salen” de la semirrecta, lo que se aprovecha para discutir la necesidad de ampliación,<br />

dar nombres a los puntos por debajo de cero y seguir jugando con ellos. Gana el jugador<br />

que consigue sobrepasar el número -10.<br />

Ejercicios<br />

4.3.a.- Completar la relación de juegos y pasatiempos utilizando la bibliografía recomendada; en<br />

particular: Colectivo Periódica pura (1982) y González y otros (1990, cap. 7).<br />

Univer-<br />

Didáctica de la Matemática<br />

sidad de Málaga


76<br />

Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

4.3.b.- Trabajo de grupo: Construir uno de los juegos citados, preparando el material necesario<br />

y estableciendo las reglas adecuadas, y desarrollarlo de forma práctica en clase. Exponer en común<br />

el resultado de la experiencia.<br />

5. Cuestiones y problemas<br />

1.- Realizar un estudio comparativo entre las reglas de adición y sustracción chinas (zheng fu) y<br />

el método de cálculo en el tablero (fang cheng) y la aritmética actual con números enteros.<br />

2.- Resuelve el problema: “El señor Ruiz tiene 56 años y su hijo 29. ¿Cuándo la edad del padre<br />

es doble de la del hijo?” (González y otros, 1990, pág. 161). Responde a las siguientes cuestiones:<br />

¿cuál sería la resolución y la interpretación del resultado por distintos autores y en épocas y culturas<br />

diferentes de la historia de los números negativos?; ¿cuál es la interpretación actual?; ¿a qué<br />

pueden ser debidas las diferencias?.<br />

3.- Utilizando el contenido del capítulo y las lecturas recomendadas responder razonadamente a<br />

los 12 interrogantes del apartado 1.1. Comparar los resultados con los del ejercicio 1.1.c.<br />

4.- Si admitimos que los números positivos y negativos representan cantidades en sentido absoluto<br />

(como los naturales) y una cantidad negativa es siempre menor que una positiva, ¿cómo explicar<br />

las siguientes expresiones: a) 1 / -1 = -1 / 1 b) -3 < 2 y, sin embargo, (-3) 2 > (2) 2 ?; ¿son razonables<br />

a la luz de dicho modelo?; ¿es necesario abandonarlo para admitir dichas expresiones como<br />

posibles?. Discutir en grupo y poner en común las conclusiones.<br />

5.- ¿Porqué no se puede definir la multiplicación de forma parecida a la suma, es decir: (a, b) x<br />

(c, d) = (a x c, b x d)?. ¿En qué falla esta definición?. Razonar la respuesta.<br />

6.- Al pasar de los naturales a los enteros hay una propiedad del valor absoluto que se pierde.<br />

¿Cuál es esta propiedad?; comprobar que se verifica con números naturales y que, sin embargo, no<br />

se verifica con números enteros en todos los casos.<br />

7.- Construye el esquema de una secuencia didáctica realista (que se pueda aplicar en un aula<br />

normal) para trabajar los números con signo desde el comienzo, excluyendo la construcción formal;<br />

elegir para ello el procedimiento, los modelos y los tipos de actividades más adecuados de acuerdo<br />

con el contenido del capítulo.<br />

6. Referencias y lecturas recomendadas<br />

Como información básica para conocer y comprender en detalle el contenido del capítulo así<br />

como para el desarrollo de la actividades propuestas, se recomienda la lectura completa de las referencias<br />

señaladas con dos asteriscos y sólo la de las <strong>parte</strong>s relacionadas con el tema en las referencias<br />

señaladas con un asterisco.<br />

Bartolini, P. (1981) Addition and subtraction of directed numbers. Mathematics Teaching, nº 98,<br />

págs. 34-36.<br />

Battista (1983). A complete model for operations on integers. Arithmetic Teacher, v. 30, págs. 26-<br />

31.<br />

**Bell, A. (1986).- Enseñanza por diagnóstico. Algunos problemas sobre números enteros. Enseñanza<br />

de las Ciencias; 4(3): pp. 199-208.<br />

*Bruno, A.; Martinón, A. (1994).- Contextos y estructuras en el aprendizaje de los números negativos.<br />

Suma 16/1994, págs. 9-18.<br />

*Bruno, A.; Martinón, A. (1994).- La recta en el aprendizaje de los números negativos. Suma<br />

González Marí, J. L.<br />

Segunda Prueba


Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />

77<br />

18/1994, págs. 39-48.<br />

**Colectivo Periódica Pura (1982).- Didáctica de los números enteros. Editorial Nuestra Cul-tura.<br />

Madrid.<br />

*Condamine, M. (1971).- Álgebre. Colección P. Vissio. Delagrave: París.<br />

Cotter, S. (1969).- Charged particles: a model for teaching operations with directed numbers. The<br />

Arithmetic Teacher, v. 16(5), págs. 349-353.<br />

*Dienes, Z. P. (1970).- La construcción de las matemáticas. Vicens-Vives: Barcelona.<br />

*Fernández, A.; Rico, L. (1989).- Prensa y Matemáticas. Madrid: Síntesis.<br />

*Freudenthal, (1983).- Didactical phenomenology of Mathematical structures. Dordrecht. Holland:<br />

D. Reidel Publishing Company.<br />

Glaeser, G. (1986).- Epistémologie des nombres relatifs. Recherches en Didactique des Mathématiques;<br />

2(3): pp. 303-346.<br />

*Godement, R. (1967).- Algebra. Tecnos: Madrid.<br />

**González y otros (1990).- Números enteros. Editorial Síntesis. Madrid.<br />

*González, J. L. (1998).- Números naturales relativos. Colección Mathema. Editorial Comares.<br />

Granada.<br />

**Grupo albuquería (1989).- Aproximación a los números enteros a partir de una escalera. Suma,<br />

nº 2, pp. 29-33.<br />

**Iriarte y otros (1989).- Obstáculos en el aprendizaje de los números enteros. Actas Congreso<br />

Enseñanza de las Ciencias. Santiago de Compostela; pp. 291-292.<br />

Janvier, C. (1985).- Comparison of models aimed at teaching signed integers. En: 9 Conference of<br />

the international group for the Psychology of Mathematics; Jul. 1985; 1/22-6: pp. 135 - 140.<br />

*Klein, F. (1927).- Matemática elemental desde un punto de vista superior. Madrid.<br />

*Lizcano (1993).- Imaginario colectivo y creación matemática. Editorial Gedisa. Barcelona.<br />

*Nortes, A. (1993).- Matemáticas y su Didáctica. Autor: Tema DM. Madrid.<br />

*Richardson, M. (1976).- Fundamentos de Matemáticas. CECSA. Madrid.<br />

Rossini, R. (1986).- A propos des nombres relatifs. Math. Ecole, 25(121), págs. 18 - 23.<br />

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