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La defensa debe proponerse, en primer lugar, que el atacante tire a puerta y le marque un gol, y
segundo, debe tratar de conseguir el balón para construir posteriormente las acciones ofensivas.
Las tareas defensivas giran en torno a los esfuerzos de todos los jugadores permanentemente y
desarrollar un esfuerzo colectivo.
13.2. La fase de ataque
Esta fase comienza cuando se entra en contacto con el balón y después se busca progresar
rápidamente, sostenido, posicional o dinámicamente con la intención de conseguir un gol.
En esta fase la velocidad de las acciones, individual y colectiva, es supremamente importante. El
ataque se divide en 4 momentos:
a. Contraataque directo
b. Contraataque sostenido
c. Fase de ataque y
d. Ataque en sistema.
En este sentido tanto el ataque como la defensa imprimen a sus acciones ciertas intenciones, que
se concretan en cada fase de la siguiente manera:
o Ataque
Contraataque limitado (1ª oleada)
Contraataque colectivo (2ª y 3ª oleada)
Construcción ataque organizado (posicional o en circulación)
Finalización del ataque
o Defensa
Retrasar el contra ataque
Repligue colectivo de la defensa
Construcción de la defensa colectiva
Desarrollo de la defensa propiamente dicha.
13.3 Objetivos del balance ofensivo y defensivo
El pase rápido del ataque a la defensa y viceversa es fundamental. Esto quiere decir que cuando
estamos sin posesión del balón hay que pensar en que debemos pasar al rol de atacantes y por
tanto ha de existir una predisposición por parte de algunos jugadores hacia posiciones y
situaciones ofensivas que se deben desencadenar, así que el adversario debe lanzar el balón a
portería y prescindir del resultado del lanzamiento. A esta predisposición mental y material la
denominamos balance ofensivo.
Evidentemente otros compañeros esperan el resultado del lanzamiento para tratar de apoderarse
del balón después de un posible rebote producto de un rechazo del portero o de los palos.
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