El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA

El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA

27.12.2013 Views

56 LORENZO ABAD CASAL la Céltica. También aparece la misma referencia en la Ora Marítima (vv. 296-97), lo que puede -considerarse como un testimonio de antigüedad referido a su fuente. Menos alusiones encontramos en lo que respecta a otra de las leyendas, que también debió estar muy difundida: la de que el río arrastraba oro y plata. Del oro sólo tenemos una referencia, la del mismo Escimno, quien dice que la cantidad de oro Y bronce que el río llevaba era superior incluso a la de estafio. El aspecto legendario de esta condición del río se muestra aquí claramente: puede ser que arrastre oro, pero el bronce es un producto artifical y no existe en estado natural. Difícilmente pOdría arrastrarlo. En cuanto a la plata, no tenemos ningún testimonio directo, pero contamos con el de Estesícoro, recogido en Estrabón (108), que se refiere al Tartessos como río . de raíces argénteas. Con esto hay que poner en relación el posible emplazamiento de un Mons Argentarius o Sierra de la Plata en la cabecera del río (109). Cuando el país es mejor conocido, cesan estas leyendas de un río que arrastra minerales preciosos en cantidad fabulosa, pero entonces se hacen cargo los poetas de su canto y exaltación. El Baetis, un río que figura entre los clarissima Ilumina in orbe terrarum, es placidum, aequoreum, ingens (110-111), personifi-cación de la provincia e incluso de toda Espafia (112). A él, coronado de olivo, se dirige Marcial para que reciba amistosamente al nuevo procónsul de la Bética (113). Sus aguas tenían la propiedad de conferir a la lana de las ovejas que bebían en ellas, ese color de oro que tan célebre la hizo en el mundo romano (114). Son sus orillas verdes, ricas en cereales y aceite (115). Todo ello lo cantan los poetas no una, sino muchas veces, lo que da i,dea de la importancia del río y de lo conocido que era en el mundo romano. (l08) Estrabón: 111, 2, 11. (109) Véase pág. 47. (110) Lucio Ampelio: X, 6, 8. (111) Marcial: IX, 61. Ausonio: 293, 2. Calpurnio: Bucol. 4, 41. (112) M. Anneo Lucano: 11, 588. (113) Marcial: XII, 98. (114) Ibídem. Juvenal: Sal. XII, 40. (115) Claudio Claudiano: Fescennina, 11, 21-32. Silio Itálico, 111, 402.

[JI. La navegación •

56 LORENZO ABAD CASAL<br />

la Céltica. También aparece la misma referencia en la Ora Marítima<br />

(vv. 296-97), lo que puede -considerarse como un testimonio<br />

de antigüedad referido a su fuente.<br />

Menos alusiones encontramos en lo que respecta a otra de<br />

las leyendas, que también debió estar muy difundida: la de que<br />

el río arrastraba oro y plata. Del oro sólo tenemos una referencia,<br />

la del mismo Escimno, quien dice que la cantidad de oro Y<br />

bronce que el río llevaba era superior incluso a la de estafio. <strong>El</strong><br />

aspecto legendario de esta condición del río se muestra aquí<br />

claramente: puede ser que arrastre oro, pero el bronce es un<br />

producto artifical y no existe en estado natural. Difícilmente<br />

pOdría arrastrarlo. En cuanto a la plata, no tenemos ningún<br />

testimonio directo, pero contamos con el de Estesícoro, recogido<br />

en Estrabón (108), que se refiere al Tartessos como río<br />

. de raíces argénteas. Con esto hay que poner en relación el posible<br />

emplazamiento de un Mons Argentarius o Sierra de la Plata<br />

en la cabecera del río (109).<br />

Cuando el país es mejor conocido, cesan estas leyendas de<br />

un río que arrastra minerales preciosos en cantidad fabulosa,<br />

pero entonces se hacen cargo los poetas de su canto y exaltación.<br />

<strong>El</strong> Baetis, un río que figura entre los clarissima Ilumina<br />

in orbe terrarum, es placidum, aequoreum, ingens (110-111),<br />

personifi-cación de la provincia e incluso de toda Espafia (112).<br />

A él, coronado de olivo, se dirige Marcial para que reciba<br />

amistosamente al nuevo procónsul de la Bética (113). Sus aguas<br />

tenían la propiedad de conferir a la lana de las ovejas que<br />

bebían en ellas, ese color de oro que tan célebre la hizo en el<br />

mundo romano (114). Son sus orillas verdes, ricas en cereales<br />

y aceite (115). Todo ello lo cantan los poetas no una, sino muchas<br />

veces, lo que da i,dea de la importancia del río y de lo<br />

conocido que era en el mundo romano.<br />

(l08) Estrabón: 111, 2, 11.<br />

(109) Véase pág. 47.<br />

(110) Lucio Ampelio: X, 6, 8.<br />

(111) Marcial: IX, 61. Ausonio: 293, 2. Calpurnio: Bucol. 4, 41.<br />

(112) M. Anneo Lucano: 11, 588.<br />

(113) Marcial: XII, 98.<br />

(114) Ibídem. Juvenal: Sal. XII, 40.<br />

(115) Claudio Claudiano: Fescennina, 11, 21-32. Silio Itálico, 111, 402.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!