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150 LORENZO ABAD CASAL plantea ningún problema. Romula fue el nombre oficial que dieron los romanos a una eiudad indigena llamada (H)ispal(is). En este último encontramos la supervivencia del nombre antiguo frente al nuevo y oficial (27). También encontramos en el yacimiento de Villar de Brenes la marca ISCALlF (fig. 16, v), en tres ocasiones. En dos de ellas la A y la L van ligadas y el asa se rompe a continuación. En la tercera se lee ISCAL.lF. Esta marca está atestiguada en Roma y Colchester (28), pero hasta el momento era desconocida en Espafia. Se podría escindir en ls y Caltt y aplicarle el mismo razonamiento que a las anteriores, pero no lo hemos hecho porque no existe, o al menos no conocemos, ningún ejemplar en el que sólo se lea CALlF, sin IS. otra marca, de la que nos ha llegado un solo ejemplar en muy mal estado, es C.VV. Puede comprender la marca entera, pero parece que faltan letras, ya que está rota por delante y por detrás. Se la puede poner en relación con la FC.\4. encontrada en Newstead (29) o con la C.V.VA de Roma (30), que la mayoría de las veces presenta enlazadas las dos últimas letras en la forma C.V. \4.. Ambas son ánforas globulares hispánicas de mediados del siglo II d. C. Otras dos marcas encontradas nos proporCionan el sello CAL ll'SlvS (fig. 16, r, s). En una se lee completo, mientras que en la otra sólo se conservan las últimas letras. En ella se lee: SIVSF. Esta marca está en relación con una encontrada en Corbridge (31) en la que se encuentra la misma variante: CAL l LlSlvS F. Todas ellas parecen pertener a un común denominador CALLlsTVS F. Se han encontrado en Roma, Corbridge, Trápani, Saalburg y Peña de la Sal (Arila). De este último lugar procede una CAIlSl F (32) que muy bien pUdiera ser una variante de la que estamos tratando. Callender le atribuye un origen bético y la fecha en la segunda mitad del siglo II. Encontramos en este sello un nombre completo en nominativo. Es algo extrafio y dificil de interpretar. La F que sigue a Callistus (27) Es el mismo caso que aparece en una inscripción de Mérida: Decuriones et municipes Ma~tienses, qui antea Ugienses fue~nt (Emerita, XVI, 1948, pág. 48). Cf. D'Ors, A.: Epig~afia jurldica de la España Romana. Madrid, 1953; pág. 462, Y Vittinghoff: R6mische Kolonisation und Bü~ge"echtspolitik, pág. 74, n. 4. (28) Callender: Op. cit., pág. 143, núm. 756. (29) Idem: pág. 131, núm. 618 b. (30) Idem: pág. ll8, núm. 506 b. (31) Idem: pág. 89, núm. 233; pág. 287, plate 4, núm. 39. (32) Bonsor: Op. cit., lám. XXXVII, núm. 255.

EL GUADALQUIVIR, víA FLUVIAL ROMANA 151 deber1a indicar fecit, pero entonces secontradiria con el nombre, pues parece ser no el del ceramista, sino el del propietar1o. En cambio, si la F indicara fíglina, el nombre anterior debería ir en genitivo. La marca CFsCvFN (fig. 16, q, u) también presentó problemas. Se encuentra dos veces, y mientras en la pr1mera se lee C FsCVFN,en la segunda no tenemos más que las letras CVFS, a las que falta la parte inferior. Es una marca frecuentísima en el Testaecio y presenta muchas variantes (33). También las encontró Bonsor, la primera en La Dehesilla y la segunda en el Castillejo (34). A pesar de todas sus variantes, esta marca presenta como característica principal la presencia de dos grupos de letras: LFC o GFC, que parecen ser los tria nomina de un individuo cuyo cognomen era CRESCENS y que poseía una figlina llamada CVFIENSIS. Al menos así parece deducirse de la lectura LF CRES CVFI, LF CRESC CVF. Debió ser un rico propietario que, además de manufacturar y llenar sus propias ánforas, las compraba a otras figlinae. Las letras extrafias se interpretan como marcas de los diversos alfares o alfareros (35). Todas las ánforas estudiadas hasta este momento corresponden al tipo normal de la globular hispánica, forma veinte de Dressel. En cambio, las que a continuación vamos a estudiar parecen apartarse de este tipo. No nos ha llegado ningún fragmento de tamafio mediano, ni tampoco borde alguno, pero en 10 que las asas nos permiten observar, el barro parece de peor calidad, rojizo y más deleznable que el de las ánforas anteriores. La forma deja de ser redonc1eada y se hace más rectilinea. Presenta una curvatura muy pronunciada en su parte super10r y el resto del asa cae hacia abajo casi en línea recta. Son más largas, aunque del mismo grueso que las anteriores. Todos los síntomas, pues, coinciden en demostrar que la marea PORPAH (figs. 17 y 18), de la que ahora estamos tratando, ha supuesto un cambio en la materia, o al menos en el modo de tratarla, del ánfora. En Villar de Brenes la encontramos ocho veces; siete como tal y una en su variedad PORPAHS. Es una marca que aparece en Londres, Roma, Orleáns, Heronbridge, Richborough, Wroxeter y St. Romain, pero que hasta el mo­ (ll) Callender: Op. cit., pág. 1,54, nÚID. 851. (34) Bonsor: Op. cit., lám. XXXI, 14, 23. (l5) Callender: Op. cit., pág. 154.

EL GUADALQUIVIR, víA FLUVIAL ROMANA<br />

151<br />

deber1a indicar fecit, pero entonces secontradiria con el nombre,<br />

pues parece ser no el del ceramista, sino el del propietar1o.<br />

En cambio, si la F indicara fíglina, el nombre anterior debería<br />

ir en genitivo.<br />

La marca CFsCvFN (fig. 16, q, u) también presentó problemas.<br />

Se encuentra dos veces, y mientras en la pr1mera se lee<br />

C FsCVFN,en la segunda no tenemos más que las letras CVFS,<br />

a las que falta la parte inferior. Es una marca frecuentísima en<br />

el Testaecio y presenta muchas variantes (33). También las encontró<br />

Bonsor, la primera en La Dehesilla y la segunda en el<br />

Castillejo (34).<br />

A pesar de todas sus variantes, esta marca presenta como<br />

característica principal la presencia de dos grupos de letras:<br />

LFC o GFC, que parecen ser los tria nomina de un individuo<br />

cuyo cognomen era CRESCENS y que poseía una figlina llamada<br />

CVFIENSIS. Al menos así parece deducirse de la lectura LF<br />

CRES CVFI, LF CRESC CVF. Debió ser un rico propietario que,<br />

además de manufacturar y llenar sus propias ánforas, las compraba<br />

a otras figlinae. Las letras extrafias se interpretan como<br />

marcas de los diversos alfares o alfareros (35).<br />

Todas las ánforas estudiadas hasta este momento corresponden<br />

al tipo normal de la globular hispánica, forma veinte<br />

de Dressel. En cambio, las que a continuación vamos a estudiar<br />

parecen apartarse de este tipo. No nos ha llegado ningún fragmento<br />

de tamafio mediano, ni tampoco borde alguno, pero en<br />

10 que las asas nos permiten observar, el barro parece de peor<br />

calidad, rojizo y más deleznable que el de las ánforas anteriores.<br />

La forma deja de ser redonc1eada y se hace más rectilinea.<br />

Presenta una curvatura muy pronunciada en su parte super10r<br />

y el resto del asa cae hacia abajo casi en línea recta. Son más<br />

largas, aunque del mismo grueso que las anteriores.<br />

Todos los síntomas, pues, coinciden en demostrar que la<br />

marea PORPAH (figs. 17 y 18), de la que ahora estamos tratando,<br />

ha supuesto un cambio en la materia, o al menos en el modo de<br />

tratarla, del ánfora. En Villar de Brenes la encontramos ocho<br />

veces; siete como tal y una en su variedad PORPAHS. Es una<br />

marca que aparece en Londres, Roma, Orleáns, Heronbridge,<br />

Richborough, Wroxeter y St. Romain, pero que hasta el mo­<br />

(ll) Callender: Op. cit., pág. 1,54, nÚID. 851.<br />

(34) Bonsor: Op. cit., lám. XXXI, 14, 23. <br />

(l5) Callender: Op. cit., pág. 154.

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