El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA

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EL GUADALQUIVIR, VíA FLUVIAL ROMANA 117 mes y almagre. Además se hace no poca salazón de pescado ... Antes ha venido de Turdetania también mucha tela para vestidos, pero hoy (viene) sólo lana" (103). Los principales articulos de exportación (104) eran el aceite, el trigo y el vino. El aceite, de excelente calidad, era el principal producto de la región y el más solicitado por Roma. Su cultivo se extendia por todo el valle del Guadalquivir y los de sus afluentes, siendo Astigi e Hispalis los centros de su distribución; la primera ciudad recogía toda la producción del valle del Singilts, mientras la segunda ordenaba todo el tráfico para la exportación. La mayor parte del comercio se hacia siguiendo el curso de los ríos. Desde las zonas de producción, asnos y mulos cargados con odres descendían hacia las orillas de los rios. AlU el aceite era vertido en ánforas, construidas la mayoría de las veces en hornos situados en los embarcaderos, a orillas de los ríos navegables, donde el aceite se envasaba para su ulterior expedición a los puertos principales. Aquí, una vez cumplidos los trámites fiscales y aduaneros, serian cargadas en naves mayores y exportadas (105). La forma de estas ánforas es la veinte de la clasificación de Dressel, de cuello corto y forma redondeada. El otro artículo más exportado era el vino. Han llegado hasta nosotros algunas inscripciones referentes al aceite y al vino, así como a los que comerciaban con estos productos (106). Parece probable que la zona productora de más y mejor vino fuera la de Jerez, que contaría además con la facilidad de la exportación gracias a las mareas que inundaban los estuarios. Así lo deduce C. Pemán (107), qUien observa que todos los yacimientos de restos de ánforas descubiertos en esta zona se encuentran situados en las faldas de las suaves lomas que campean directamente sobre las marismas y esteros del bajo curso del Guadalquivir. Parece que el ánfora vinaria, número veintisiete de Dressel, es la que predomina en esta zona. Articulos importantes de exportación eran también las diversas clases de cereales, principalmente el trigo. Este podía (103) Idem: III, 2, 6. (104) el. Balil, A.: "Economía de la Hispania Romana", en Estudios de economÚl antigua de la Pent7l$ula Ibérica. Barcelona, 1968; págs. 303-306. (lOS) Thouvenot: Op. cit., pág. 269. (106) Un ánfora con vino gaditano en el Testacclo; GIL, XV, 4S70. (107) Pemán, C.: "Alfares y embarcaderos romanos en la provincia de Cádlz". AEArq, XXXII, 19S9; pág. 169.

118 LORENZO ABAD CASAL ser envasado en ánforas o sacos de lino, por lo cual han quedado menos testimonios de su comercio. Regiones trigueras por excelencia eran Carmona, los aledaños de Córdoba y, en general, todas las tierras bajas y fértiles del valle del Guadalquivir, donde alternaba con vides y olivos. También las industrias de salazón del pescado tenian ánforas especiales para el envase del garum y de sus otros productos, muy importantes para la exportación, pero no trataremos de ellas, ya que su emplazamiento estaba en la costa, lejos del Guadalquivir y de su valle (108). El principal mercado para los productos de la Bética lo constituía la ciudad de Roma. "Se manifiesta la abundancia de la exportación de Turdetania por el tamaño y el número de los barcos", dice Estrabón, "porque de all1 salen buques de carga muy grandes para Dikaiarchia y Ostia, el puerto de Roma" (109). La vitalidad del comercio se manifiesta en el hecho de que se construyan barcos tan grandes como sea pOSible: Scitis, magna navis magnam fortitudinem habet, dice Trimalción (110). Las mercancías que se iban a exportar baj aban en barco desde Hispalis, costeaban el litoral español, pasaban el Estrecho de Gibraltar y entraban en el Mediterráneo rumbo a Italia. Anteriormente podían haber hecho escala en Cádiz. El viaje desde esta ciudad a Roma duraba una semana (111). Si los barcos llegaban a Ostia ya de noche o con mal tiempo, un faro situado en la boca del Tiber les iluminaba la entrada, aunque Plinio observa que era frecuente confundir en la distancia su luz con la de una estrella (112). La progresiva disminución de calado de la desembocadura del Tiber hizo que los barcos tuvieran que anclar a distancia de la costa y transbordar sus mercancías a scaphae o lintres, que remontaban el río hasta el puerto situado en la misma Roma, cerca de la ladera del Aventino (113). Otro punto de destino de las mercancías béticas lo constituian las fronteras del Imperio, sobre todo el limes germanicus, (108) Ponslch y Tarradell: Op. cit., págs. 109-111; lám. XXIIT. (109) Estrabón: m, 2, 6. (110) Petronlo: Satiricón, 76. (lB) Pllnio: XIX, 1, 3. (112) Idem: XXXVI. 18, 1. (113) Toutaln: Op. cit., pág. 412.

EL GUADALQUIVIR, VíA FLUVIAL ROMANA<br />

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mes y almagre. Además se hace no poca salazón de pescado ...<br />

Antes ha venido de Turdetania también mucha tela para vestidos,<br />

pero hoy (viene) sólo lana" (103).<br />

Los principales articulos de exportación (104) eran el aceite,<br />

el trigo y el vino. <strong>El</strong> aceite, de excelente calidad, era el principal<br />

producto de la región y el más solicitado por Roma. Su cultivo<br />

se extendia por todo el valle del <strong>Guadalquivir</strong> y los de sus<br />

afluentes, siendo Astigi e Hispalis los centros de su distribución;<br />

la primera ciudad recogía toda la producción del valle del Singilts,<br />

mientras la segunda ordenaba todo el tráfico para la<br />

exportación. La mayor parte del comercio se hacia siguiendo<br />

el curso de los ríos. Desde las zonas de producción, asnos y<br />

mulos cargados con odres descendían hacia las orillas de los<br />

rios. AlU el aceite era vertido en ánforas, construidas la mayoría<br />

de las veces en hornos situados en los embarcaderos, a orillas<br />

de los ríos navegables, donde el aceite se envasaba para su<br />

ulterior expedición a los puertos principales. Aquí, una vez<br />

cumplidos los trámites fiscales y aduaneros, serian cargadas<br />

en naves mayores y exportadas (105). La forma de estas ánforas<br />

es la veinte de la clasificación de Dressel, de cuello corto y forma<br />

redondeada.<br />

<strong>El</strong> otro artículo más exportado era el vino. Han llegado<br />

hasta nosotros algunas inscripciones referentes al aceite y al<br />

vino, así como a los que comerciaban con estos productos (106).<br />

Parece probable que la zona productora de más y mejor vino<br />

fuera la de Jerez, que contaría además con la facilidad de la<br />

exportación gracias a las mareas que inundaban los estuarios.<br />

Así lo deduce C. Pemán (107), qUien observa que todos los yacimientos<br />

de restos de ánforas descubiertos en esta zona se<br />

encuentran situados en las faldas de las suaves lomas que<br />

campean directamente sobre las marismas y esteros del bajo<br />

curso del <strong>Guadalquivir</strong>. Parece que el ánfora vinaria, número<br />

veintisiete de Dressel, es la que predomina en esta zona.<br />

Articulos importantes de exportación eran también las diversas<br />

clases de cereales, principalmente el trigo. Este podía<br />

(103) Idem: III, 2, 6.<br />

(104) el. Balil, A.: "Economía de la Hispania Romana", en Estudios de economÚl<br />

antigua de la Pent7l$ula Ibérica. Barcelona, 1968; págs. 303-306.<br />

(lOS) Thouvenot: Op. cit., pág. 269.<br />

(106) Un ánfora con vino gaditano en el Testacclo; GIL, XV, 4S70.<br />

(107) Pemán, C.: "Alfares y embarcaderos romanos en la provincia de Cádlz". AEArq,<br />

XXXII, 19S9; pág. 169.

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