El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA
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112 LORENZO ABAD CASAL<br />
Munda en veintisiete días (85). Esta es la ruta que indican los<br />
vasos de Vicarello arrojados en estas termas como exvotos por<br />
alguien que hizo el recorrido por este camino, desde Gades hasta<br />
Roma, en busca de una lograda salud (86).<br />
Los caminos más antiguos del valle del <strong>Guadalquivir</strong>, dice<br />
eollantes de Terán, debieron marchar paralelos al rio, próximos<br />
a su cauce los de la orilla derecha, bastante alejados los<br />
de la izquierda, pues mientras los primeros siguen las alturas<br />
próximas al río, los segundos serpentean por terr'enos bajos y<br />
fértiles, amenazados por las crecidas. Los caminos transversales,<br />
de los que no hay noticias en los tiempos anteriores al<br />
siglo 1, se pueden cifrar en tres: el primero cruzaría el río a<br />
la altura de Sevilla, tal vez unos kilómetros más arriba. <strong>El</strong><br />
segundo lo haría por el Vado de las Estacas, cerca de Alcalá<br />
del Río, donde el <strong>Guadalquivir</strong> es más transitable, y el tercero<br />
por Peñaflor. Es de destacar sobre todo la importancia del<br />
Vado de las Estacas, que debe haber sido transitado mucho en<br />
todo tiempo, ya que es el lugar donde el rio pUede ser atravesado<br />
con mayor facilidad (87). No encontramos citado este<br />
camino en el Itinerario de Antonino, lo que puede deberse al<br />
hecho de que los puentes construidos en otros lugares por los<br />
romanos hubieran reducido en gran parte la necesidad de un<br />
vado para cruzar el rio.<br />
Para la época <strong>romana</strong> imperial se conoce en general el<br />
estado y la distribución de los caminos de la Bética, aunque<br />
aún queden muchos puntos oscuros. Dos son los documentos<br />
prinCipales para su estudio: los Vascula Apollinaria o Vasos de<br />
Vicarello, que son cuatro vasos en cuyas paredes están grabados<br />
los nombres y las distancias de las estaciones de la via que<br />
desde Gades llevaba a Roma (1.841 millas <strong>romana</strong>s), y el Itinerarium<br />
Antoninianum o Itinerario de Antonino, que se cree escrito<br />
a comienzos del siglo IV, aunque su nombre, que hace referencia<br />
a Marco Aurelio Antonino, Caracalla, parece remontarse a una<br />
época anterior (fines del siglo II y comienzos del fi). Este es,<br />
aunque no cite todos los caminos, el itinerario más completo<br />
que poseemos, pues da once trayectos para la Bética (88). Se<br />
(85) Appiano: Civ., n, 103.<br />
(86) García y Bell!do, A.: La España del siglo I de nuestra Era. Madrid, 1947; pág. 13.<br />
(87) Collantes de Terán, F.: Contribuci6n al estudio de la topografía sevillana en la<br />
Antigüedad y en la Edad Media según los más recientes hallazgos arqueológicos. Tesis<br />
doctoral inédita. Sevilla, 1956; pág. 23.<br />
(88) Cuntz, O.: Itineraria Romana. Lipsiae, 1929; págs. 62-66. Mlller, K.: Itineraria<br />
Romana. Roma, 1%4; 0018. 145-150, 152-156, 158-162, 176-180, 183-185.