Principio de discurso y democracia directa: Faktizität und ... - RUA
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A. Abad / J. Monserrat<br />
enten<strong>de</strong>r que el diálogo entre los ciudadanos variará según qué tipo <strong>de</strong> norma jurídica,<br />
hecho a codificar o estado <strong>de</strong> convulsión <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>terminada, y que, por tanto,<br />
no se pue<strong>de</strong> establecer un sometimiento general a principios <strong>de</strong>l <strong>discurso</strong> sin tener<br />
en consi<strong>de</strong>ración estos elementos.<br />
4. Democracia dualista<br />
La diferenciación entre ambos tipos <strong>de</strong> momentos políticos expuesta en el apartado<br />
anterior se enmarca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia dualista. La<br />
<strong>de</strong>mocracia dualista consiste en diferenciar entre las <strong>de</strong>cisiones tomadas por el pueblo<br />
mismo y las <strong>de</strong>cisiones tomadas por el gobierno. Por tanto, el concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia<br />
dualista <strong>de</strong>scansa sobre la diferencia entre momentos constitucionales y momentos<br />
normales antes introducida. La teoría dualista <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia se contrapone a la teoría<br />
monista. El monismo sigue la tarea <strong>de</strong> la teorización constitucional <strong>de</strong> reconciliar<br />
la autoridad <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos no electos, en especial en el sistema <strong>de</strong> división<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>res (po<strong>de</strong>r judicial). La solución monística es una presunción <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z legislativa<br />
(Po s n e r, 1992). La <strong>de</strong>mocracia monista consiste básicamente en la i<strong>de</strong>a que la<br />
<strong>de</strong>mocracia requiere que gobiernen aquellos representantes escogidos por el pueblo,<br />
a quienes se ha otorgado el pleno po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> dictar leyes, en tanto en cuanto esta elección<br />
ha sido libre. La consecuencia institucional más importante <strong>de</strong>l monismo es que<br />
durante el periodo que va <strong>de</strong> elección a elección cualquier control que intente recortar<br />
las atribuciones <strong>de</strong>l gobierno es visto como un acto anti<strong>de</strong>mocrático (Ac k e r m a n<br />
y Ro s e n k r a n t z, 1991, p. 19). La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l monismo es muy simple y atractiva para<br />
cualquiera que crea en la <strong>de</strong>mocracia y la representación popular y, en consecuencia,<br />
en el carácter antimayoritario <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones judiciales. Para el monismo no hay<br />
más autoridad <strong>de</strong>mocrática que un Parlamento <strong>de</strong>mocráticamente escogido. Para esta<br />
teoría, la distinción básica <strong>de</strong>l dualismo que diferencia entre las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l pueblo<br />
y las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los representantes <strong>de</strong>l pueblo no tiene sentido. El monismo no establece<br />
diferencias en cuanto a la legitimidad y vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> ambos tipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />
(Ro s e n k r a f t y Ac k e r m a n, 1991, p. 19).<br />
La introducción y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia dualista es uno <strong>de</strong> los aspectos<br />
f<strong>und</strong>amentales tratados a lo largo <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> B. Ac k e r m a n. El autor analiza qué<br />
tipo <strong>de</strong> actos y <strong>de</strong>cisiones políticas pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>rados como dualistas y cuando<br />
se producen este tipo <strong>de</strong> actos. Tal y como hemos mencionado anteriormente, los momentos<br />
constitucionales se dan raramente, cuando el pueblo habla <strong>directa</strong>mente; por<br />
otra parte encontramos los momentos normales, cuando sólo habla el gobierno.<br />
Ac k e r m a n nos recuerda que la <strong>de</strong>mocracia ha sido pensada para los ciudadanos<br />
y el sistema tiene que po<strong>de</strong>r permitir la participación <strong>directa</strong> <strong>de</strong> los ciudadanos. A lo<br />
largo <strong>de</strong> la historia, especialmente en los últimos dos siglos, la sociedad ha recuperado<br />
el término «<strong>de</strong>mocracia» para transformarlo en algo banal en una reconceptualización<br />
que ha <strong>de</strong>splazado la imagen <strong>de</strong> la polis griega como mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> gobierno popular, centro<br />
<strong>de</strong>l pensamiento y práctica <strong>de</strong>mocrática (Ac k e r m a n, 1993, p. 295; cfr. McIlwa n ,<br />
1947). Ejerciendo su <strong>de</strong>recho al voto, los ciudadanos privados no consi<strong>de</strong>ran que sus<br />
votos puedan significar un cambio f<strong>und</strong>amental en los principios. Para que tal posibili-