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Por la crisis, se disparan las tasas crediticias

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17-c.qxd 10/05/2009 10:33 p.m. Page 1<br />

La P<strong>la</strong>ta, lunes 11 de mayo de 2009 17<br />

DESCUBREN SECRETOS DE LOS DESAJUSTES DEL RELOJ BIOLOGICO<br />

Cerca de <strong>la</strong> cura del “jet <strong>la</strong>g”<br />

Un grupo de investigadores de<br />

<strong>la</strong> Universidad de Washington,<br />

liderados por un argentino,<br />

descubrieron qué pasa entre <strong>la</strong>s<br />

neuronas producto de los cambios<br />

en los husos horarios. Con los<br />

resultados, podrían desarrol<strong>la</strong>r<strong>se</strong><br />

tratamientos para terminar con<br />

<strong>la</strong>s con<strong>se</strong>cuencias que trae e<strong>se</strong><br />

desajuste<br />

Se lo conoce como jet <strong>la</strong>g, pero también<br />

como descompensación horaria o<br />

síndrome de los husos horarios. Básicamente,<br />

es un de<strong>se</strong>quilibrio que <strong>se</strong> produce<br />

entre el reloj interno de una persona<br />

(que marca los períodos de sueño<br />

y vigilia) y el nuevo horario que <strong>se</strong> establece<br />

al viajar en avión <strong>la</strong>rgas distancias,<br />

a través de varias regiones horarias.<br />

Trastornos del sueño, dolor de cabeza,<br />

fatiga, falta de concentración e irritabilidad<br />

son algunos de los síntomas que este<br />

desajuste puede causar.<br />

El tema es desde hace tiempo objeto<br />

de numerosos estudios científicos que<br />

buscan de<strong>se</strong>ntrañar los <strong>se</strong>cretos de este<br />

mecanismo cerebral y, en este <strong>se</strong>ntido,<br />

un grupo de investigadores con miembros<br />

argentinos logró demostrar por<br />

primera vez en el <strong>la</strong>boratorio que el jet<br />

<strong>la</strong>g <strong>se</strong> produce por una falta de sincronía<br />

entre dos regiones del reloj<br />

biológico del cerebro; una de el<strong>la</strong>s regu<strong>la</strong><br />

el sueño profundo y otra el sueño<br />

El dato<br />

No hace falta viajar<br />

Los cambios de horario que<br />

<strong>se</strong> implementan en algunas<br />

provincias de nuestro país<br />

durante el verano, con el<br />

propósito de ahorrar energía<br />

y aprovechar más <strong>la</strong> luz del<br />

sol, producen una especie de<br />

“mini jet <strong>la</strong>g”.<br />

REM (sig<strong>la</strong>s en inglés que significan<br />

Movimiento Ocu<strong>la</strong>r Rápido) durante el<br />

cual <strong>se</strong> sueña.<br />

Los resultados del trabajo podrían<br />

usar<strong>se</strong> para restablecer <strong>la</strong> comunicación<br />

entre esas áreas del cerebro, y también<br />

para tratar los síntomas derivados de<br />

esa descompensación.<br />

Falta de sincronía<br />

Lo que hasta ahora estaba c<strong>la</strong>ro era<br />

que el cambio de husos horarios <strong>se</strong> traducía<br />

en un desajuste en el reloj biológico<br />

de <strong>la</strong>s personas, pero <strong>se</strong> desconocían<br />

<strong>la</strong>s causas de e<strong>se</strong> fenómeno. Ahora,<br />

un estudio dirigido por un investigador<br />

argentino, el doctor Horacio de <strong>la</strong><br />

Iglesia, y publicado en <strong>la</strong> revista científica<br />

Current Biology, parece haber encontrado<br />

<strong>la</strong> respuesta.<br />

“Todos los organismos, desde bacterias,<br />

hongos y p<strong>la</strong>ntas hasta mamíferos,<br />

incluyendo al <strong>se</strong>r humano, tienen relojes<br />

biológicos con un ciclo dotado de un<br />

período de más o menos 24 horas. Estos<br />

relojes le dan <strong>la</strong> hora a procesos<br />

fisiológicos y del comportamiento de<br />

modo que los mismos ocurran a <strong>la</strong> hora<br />

adecuada en forma de ritmos que <strong>se</strong> repiten<br />

diariamente”, explica De <strong>la</strong> Iglesia,<br />

egresado de <strong>la</strong> Facultad de Ciencias<br />

Exactas y Naturales de <strong>la</strong> UBA e investigador<br />

del departamento de Biología de<br />

<strong>la</strong> Universidad de Washington.<br />

En el caso de los mamíferos hay un<br />

reloj biológico central dentro del hipotá<strong>la</strong>mo<br />

del cerebro l<strong>la</strong>mado núcleo supraquiasmático<br />

(NSQ). “El NSQ es un<br />

grupo de célu<strong>la</strong>s nerviosas que <strong>se</strong> comunican<br />

con el resto del cerebro para<br />

dar <strong>la</strong> hora”, indica el experto.<br />

Debido a que los relojes biológicos<br />

po<strong>se</strong>en un período cercano pero no<br />

exactamente igual a 24 horas,tienen<br />

que <strong>se</strong>r “re<strong>se</strong>teados” o puestos en hora<br />

diariamente. “La forma en que el<br />

NSQ <strong>se</strong> pone en hora es mediante <strong>la</strong><br />

luz del día. Lo que sucede es que <strong>la</strong>s<br />

neuronas dentro de <strong>la</strong> retina del ojo<br />

<strong>se</strong> comunican directamente con algunas<br />

neuronas del NSQ. En ratas, estas<br />

neuronas están ubicadas en <strong>la</strong> parte<br />

ventral del NSQ. Otras neuronas dentro<br />

del NSQ, que en <strong>la</strong> rata <strong>se</strong> encuentran<br />

en <strong>la</strong> parte dorsal, no reciben comunicación<br />

directa desde <strong>la</strong> retina y<br />

por lo tanto dependen de <strong>la</strong>s neuronas<br />

ventrales para recibir información<br />

acerca de <strong>la</strong> luz”, afirma De <strong>la</strong><br />

Iglesia. Y agrega: “El jet <strong>la</strong>g <strong>se</strong> produce,<br />

en parte, por una falta de sincronía<br />

entre <strong>la</strong> parte dorsal y ventral<br />

de e<strong>se</strong> reloj biológico frente a los cambios<br />

de horario”.<br />

De<strong>se</strong>ntrañar esos mecanismos es el<br />

primer paso para poner<strong>se</strong> a <strong>la</strong> búsqueda<br />

de soluciones o tratamientos.<br />

<strong>Por</strong> lo pronto, los investigadores hab<strong>la</strong>n<br />

de recomponer rápidamente <strong>la</strong><br />

sincronización entre <strong>la</strong>s distintas neuronas<br />

para que <strong>la</strong> adaptación no demore<br />

tanto tiempo.<br />

La prueba con ratas<br />

Para llegar a los resultados finales, los autores<br />

del trabajo publicado en Current Biology<br />

expusieron a un grupo de ratas a ciclos<br />

de 22 horas que producían una desincronización<br />

entre el sueño profundo y el<br />

sueño REM.<br />

“Asimismo, sometimos a <strong>la</strong>s ratas a una<br />

simu<strong>la</strong>ción de jet <strong>la</strong>g, es decir a un retraso<br />

abrupto de 6 horas en el ciclo de luz oscuridad,<br />

que es lo que experimentaría una<br />

persona que viaja de París a Nueva York.<br />

Este tipo de tratamiento lleva al NSQ ventral<br />

a sincronizar<strong>se</strong> inmediatamente, dentro<br />

del primer día, al nuevo ciclo de luzoscuridad<br />

(el de Nueva York), mientras que<br />

el NSQ dorsal <strong>se</strong> queda en <strong>la</strong> hora de París<br />

y precisa de hasta 6 a 8 días para poner<strong>se</strong><br />

en hora con el nuevo ciclo”, describe el<br />

doctor de <strong>la</strong> Iglesia.<br />

Cuando los investigadores analizaron cómo<br />

<strong>se</strong> comportaban los distintos tipos de<br />

sueño en estos animales, confirmaron que<br />

mientras el sueño profundo <strong>se</strong> sincronizaba<br />

rápidamente a <strong>la</strong> nueva hora, el sueño<br />

REM precisaba entre 6 a 8 días para estar<br />

sincronizado a <strong>la</strong> nueva hora. “La con<strong>se</strong>cuencia<br />

de <strong>la</strong>s diferentes velocidades de<br />

sincronización es que estos animales muestran<br />

una <strong>se</strong>cuencia de tipos de sueño (profundo<br />

y REM) que es anormal durante al<br />

menos 5 días”, explica el investigador.<br />

Si bien hasta el momento <strong>se</strong> conocía <strong>la</strong> localización<br />

del reloj central de mamíferos y<br />

el hecho de que cuando <strong>la</strong>s personas sufren<br />

jet <strong>la</strong>g los ritmos pierden su sincronía normal,<br />

el trabajo del investigador argentino<br />

demuestra que <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> que algunos<br />

ritmos pueden adaptar<strong>se</strong> rápidamente, y<br />

otros precisan más días luego del viaje,<br />

puede radicar en que distintos tipos de<br />

neuronas dentro del reloj pre<strong>se</strong>ntan distinta<br />

capacidad de sincronización.

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