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Cambia Tu Vida y Vuela A La Cima

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<strong>Cambia</strong> <strong>Tu</strong> <strong>Vida</strong> y <strong>Vuela</strong> A <strong>La</strong> <strong>Cima</strong><br />

AUTOR:<br />

ARISTIDES CERVANTES SALAS<br />

www.AristidesCervantes.com


TABLA DE CONTENIDO<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

DEDICATORIA<br />

SOBRE EL AUTOR<br />

PRESENTACIÓN<br />

1. MONTAÑA DE LAS EMOCIONES<br />

“Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que cuanto más duro trabajo, más suerte tengo.”<br />

Thomas Jefferson<br />

Controla tus emociones<br />

Actitud de cambio<br />

Vencer el miedo<br />

Nada logras con el miedo<br />

Haz lo suficiente<br />

Agradece<br />

Cuida tus relaciones y dispárate hacia el éxito<br />

Nuestro cerebro<br />

<strong>La</strong> motivación<br />

CONCLUSIONES<br />

2. MONTAÑA DE LA ESPIRITUALIDAD<br />

“Si pierde su riqueza, no ha perdido nada; Si pierde su salud, habrá perdido algo; Pero si pierde su paz<br />

interior, lo habrá perdido todo.”<br />

Pensamiento oriental.<br />

<strong>La</strong>s enseñanzas de Gandhi y Mandela<br />

Armonía y filosofía de vida<br />

Metas y armonía<br />

Siempre cuestionemos<br />

Un mensaje al espíritu<br />

Meditación y disciplina


Interior<br />

Cómo puedo ser feliz<br />

Camino a la felicidad<br />

CONCLUSIONES<br />

3. MONTAÑA SALUDABLE<br />

"El cuerpo sano es el hospedaje del alma; el cuerpo enfermo es su prisión." Francis Bacon<br />

I.<br />

Alimentación<br />

Come bien<br />

Contágiate<br />

Mezcla de alimentos<br />

Dieta diaria balanceada<br />

II.<br />

El sueño<br />

Etapas del sueño<br />

Buenos hábitos para el sueño<br />

III.<br />

<strong>La</strong> respiración<br />

Respirando<br />

IV.<br />

Actividad física<br />

Tranquilidad<br />

Entrénate<br />

CONCLUSIONES<br />

4. MONTAÑA DE CRECIMIENTO PERSONAL<br />

“Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música quien no encuentra gracia en sí<br />

mismo<br />

[…]Muere lentamente<br />

quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia<br />

de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta


o bien no conversa con quien no conoce.<br />

[…] ¡Vive hoy!<br />

¡Arriesga hoy! ¡Hazlo hoy! ¡No te dejes morir lentamente!”<br />

Martha Medeiros (2011).<br />

Sueña siempre<br />

Sigue aprendiendo<br />

Comunícate<br />

Lee siempre<br />

CONCLUSIONES<br />

5. MONTAÑA DE LA ABUNDANCIA Y LA PROSPERIDAD<br />

"Una persona sabia tiene el dinero en su mente, pero no en su corazón."<br />

Jonathan Swift<br />

Abundancia<br />

¿En dónde te ubicas?<br />

Aprendamos<br />

Independencia financiera<br />

CONCLUSIONES<br />

REFLEXIÓN FINAL<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

CODIGO ISBN


AGRADECIMIENTOS<br />

A Patricia Nieto, por avalar y acompañar el proceso editorial de <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima.<br />

Patricia Nieto es profesora de la Universidad de Antioquia y magíster en Ciencia Política de la misma<br />

institución educativa. A partir de los talleres de escritura De su puño y letra, con víctimas del conflicto<br />

armado en Medellín, ha publicado los libros Jamás olvidaré tu nombre (2006), El cielo no me abandona<br />

(2007) y Donde pisé aún crece la hierba (2010). Es autora del libro Llanto en el Paraíso (2008), con el cual<br />

ganó el Premio Nacional de Cultura Universidad de Antioquia. También escribió los libros Relatos de una<br />

cierta mirada, el acontecimiento, la fotografía y el sentido (2011) y Los escogidos (2012).<br />

Ha sido ganadora de los premios: Premio <strong>La</strong>tinoamericano de Periodismo José Martí de la Agencia Prensa<br />

<strong>La</strong>tina – 1992, Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar – 1996 y Premio Nacional de Cultura<br />

Universidad de Antioquia en la Categoría Crónica y Reportaje – 2008.<br />

Se desempeña como profesora asociada de la Universidad de Antioquia donde, ha sido editora del periódico<br />

De la Urbe.


DEDICATORIA<br />

Con profundo amor para mi padre, quien ya no está en nuestro mundo, pero que igual lo siento y sé que me<br />

acompaña en mi diario vivir.<br />

Gracias, padre.


SOBRE EL AUTOR<br />

Arístides Cervantes Salas, es médico de profesión y emprendedor en<br />

diferentes líneas de negocios, entre ellas el marketing por internet y el<br />

desarrollo de productos digitales, en donde desarrolla información<br />

valiosa apalancado en las nuevas tecnologías y aplicaciones en la web.<br />

Desde hace varios años está sintonizado con las leyes universales, y el<br />

crecimiento personal lo que ha estado aplicando en su vida. Por este<br />

motivo ha decidido compartir con todos su experiencia y como deben<br />

aplicar sus técnicas en la vida para alcanzar los objetivos, sueños<br />

materiales y espirituales.<br />

Aristides, ha pasado por muchas etapas con relación a sus creencias, la<br />

realidad es que puedes o no creer en las leyes universales, sin embargo no te puedes librar de que sean<br />

aplicables a tu vida. Es por eso que es de la escuela de hombres como Napoleon Hill, Randy Gage, Jim Rohn,<br />

Anthony<br />

Robbins, <strong>La</strong>rry Winget, Brian Tracy, autores y empresarios orientados a la acción.<br />

Escritor del libro “<strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima”, donde encontrarás todas las herramientas para renovar<br />

tu vida y tomar acción. Escalarás todos los días las montañas que te llevarán a cambiar en las emociones, el<br />

espíritu, la salud, el crecimiento personal y la abundancia. Creador del producto “Como <strong>Cambia</strong>r mi vida”<br />

donde te guía paso a paso a crear un plan para alcanzar tus metas y sueños, y así puedas crear hábitos que<br />

te ayuden a llegar donde quieres.<br />

Aristides, quiere dejar un legado basado en su experiencia y conocimiento. Su gran motivación ahora es<br />

ayudar y guiar a los soñadores que quieren tener un futuro exitoso en todos sus ámbitos, para que logren<br />

llegar a la cima.


PRESENTACIÓN<br />

Si quieres lo que hoy no tienes, ponte a hacer lo que nunca has hecho. Los principios y fórmulas que<br />

necesitas para alcanzar el éxito están en <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima. <strong>La</strong> riqueza no la medimos en<br />

pesos ni dólares, sino en cinco montañas que toda persona debe alcanzar para vivir en abundancia. El<br />

secreto está en seguir con dedicación todas las enseñanzas que a mí me sirvieron para mejorar en cinco<br />

aspectos de mi personalidad y que estoy seguro de que funcionarán en ti.<br />

En este libro encontrarás todas las herramientas para renovar tu vida y tomar acción. Para ello, escalaremos<br />

todos los días las montañas que te llevarán a cambiar en las emociones, el espíritu, la salud, el crecimiento<br />

personal y la abundancia.<br />

Millones de personas en el mundo asocian la felicidad con el dinero. En el último Índice Mundial de la<br />

Felicidad (HPI, en inglés) encontré que los países latinoamericanos son los más felices del mundo. Pero<br />

¿cómo es posible, me pregunté, si en Centro y Suramérica hay altos índices de pobreza, desempleo e incluso<br />

violencia, como en mi país, Colombia?<br />

Uno de los investigadores del HPI afirmó que si bien tener riqueza dejará más satisfechas a las personas, el<br />

poseer más dinero no necesariamente conducirá a “disfrutar la vida”.<br />

Este estudio se basó en tres puntos básicos: el bienestar de las personas, cómo viven; expectativa de vida,<br />

cuánto viven; y la huella ecológica, es decir, el costo que le genera al planeta una vida. <strong>La</strong> encuesta se hizo a<br />

más de 136 mil personas de 132 países. El resultado general arrojó que vivimos en un planeta infeliz, pues<br />

ningún país alcanzó los niveles de bienestar esperados y tan solo nueve se acercaron al objetivo. De ellos, 8<br />

son de <strong>La</strong>tinoamérica. Se esperaba que las personas más felices estuvieran en Estados Unidos y en Europa,<br />

en donde se encuentran los países con mayor desarrollo e ingresos en el mundo, pero los resultados fueron<br />

inesperados.<br />

Los sentimientos positivos, el habitar en un medio ambiente en el que se pueda disfrutar de la naturaleza, y<br />

el disfrute personal son algunos de los principales factores que revelan la felicidad. Fueron estos resultados<br />

una de las razones que me llevaron a escribir <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima, porque si bien crecí en medio<br />

de una cultura alegre y vivaz, la alegría debemos buscarla día a día en el fondo de estas cinco montañas. No<br />

estamos persiguiendo una fortuna, buscamos el crecimiento personal para vivir en armonía.<br />

En mi búsqueda personal de la felicidad, fue un libro el que me transformó desde que paseé por sus páginas,<br />

y el segundo motivo que me llevó a escribir esta obra que ahora lees. En él encontré las respuestas que<br />

necesitaba para cambiar y escribir mi propósito de vida y las metas que iba a perseguir diariamente hasta<br />

llegar a la cima.<br />

Aquel libro transportaba mi cuerpo hacia el sitio en el que quería estar, y al tiempo que iba leyendo y hacía<br />

un viaje imaginario, me daba cuenta de que mi mundo estaba cambiando de arriba a abajo. Decisión y<br />

dedicación recibí hace tres años cuando leí Piense y hágase rico, de Napoleón Hill. En ese tiempo estaba<br />

ansioso por encontrar respuestas, y ese libro fue la palanca que me empujó hacia una vida nueva y a la<br />

resolución de mis preguntas.<br />

Desde aquel tiempo me dije que estaba dispuesto a hacer lo necesario para desarrollar mi potencial, a la vez<br />

que sentí la necesidad de dar lo mejor de mí, no solo para el bienestar propio, sino para los míos y para<br />

aportar además una parte al desarrollo de la humanidad.<br />

Soy Arístides Cervantes Salas, un médico colombiano, y en mi libro <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima te<br />

presento todas las lecciones y enseñanzas que he adquirido y que me han llevado al éxito en todas las<br />

facetas de mi vida. El texto es una oportunidad única que tienes en tus manos para también lanzarte a<br />

crecer en cualquier ámbito y vivir en felicidad.


Desde que me dispuse a trabajar en mí, empezaron a manifestarse situaciones, circunstancias y<br />

oportunidades que me han ayudado a conseguir las metas que escribí en mi agenda o a avanzar en ellas. El<br />

propósito de vida me sirvió para saber hacia dónde me dirigía. Con solo escribir ya empecé a recorrer el<br />

camino para vivir en felicidad. Así, mientras me lees, tienes en tus manos una gran posibilidad de renovarte.<br />

Al notar los primeros cambios cuando leí a Napoleón Hill, no quise quedarme con ellos y empecé a socializar<br />

con amigos, personas cercanas y a difundir mensajes alentadores por medio de las redes sociales, y así creé<br />

mi propia página. Sin saberlo, ya estaba empezando a escribir mi libro. Muchas personas respondían con<br />

mensajes alentadores y de agradecimiento a las reflexiones que dejaba y que aún escribo todas las<br />

mañanas. Algunas se inspiraron en mi nuevo estilo de vida para cambiar aspectos de su personalidad y en mí<br />

volvieron a surgir preguntas.<br />

En determinado momento no sabía qué hacer para llegar a más personas con mi mensaje, y fue en medio de<br />

esas reflexiones y más y más libros que devoraba cuando decidí escribir <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima.<br />

Un par de días después de esta decisión, en una madrugada cualquiera de mayo del 2012 salté de la cama<br />

directo a mi agenda. Desperté con una avidez tal para escribir, que las ideas fueron fluyendo de tal manera<br />

que nacieron tantas letras que finalmente terminé escribiendo diez páginas, de aciertos, tachones, y más y<br />

más ideas. Empecé a darle una estructura a lo que quería hacer y de esas notas este libro tomó vida y, con<br />

él, todos los elementos que apliqué para cambiar diferentes aspectos de mi ser. Así que todas las<br />

herramientas que te entrego en la mano no son ideas sueltas, sino la prueba de que sí se puede vivir en<br />

abundancia y alcanzar el éxito.<br />

Estas páginas tienen su luz propia, están enriquecidas hasta un punto que nunca pude imaginar. En alguna<br />

ocasión mientras escribía <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima y leía a Eduardo Galeano, me encontré con un<br />

párrafo bellísimo: “Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay<br />

fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera<br />

del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni<br />

queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se<br />

acerca, se enciende” (Galeano, 2008).<br />

Luego de mirar ese texto, entendí que este libro, como cualquier persona, tiene un fuego propio, de esos<br />

que cuando te acercas te enciende, pues en estas líneas está la chispa que puede encender la mente de<br />

personas como tú, para llevarte a otra dimensión y cambiarte la vida.<br />

Me convertí en un escalador dispuesto a cambiar, que se aventura a alcanzar las montañas más altas del<br />

planeta, los riscos más peligrosos y difíciles. Así fue como decidí que tanto tú y yo escalaremos juntos cinco<br />

montañas que nos llevarán a la felicidad.<br />

El manejo de nuestras emociones nos permite fijarnos metas, vencer los miedos, así como imprimirles<br />

pasión a nuestros sueños y a los retos que nos trazamos para alcanzar la cima. Con el crecimiento espiritual<br />

nos encaminamos hacia la felicidad mediante una filosofía y propósito de vida. En la montaña saludable<br />

están todos los elementos para cuidar nuestro cuerpo y así poder disfrutar de los triunfos y personas que<br />

nos rodean. En el crecimiento mental y personal tendrás toda la motivación para entrenar tu cerebro y así<br />

nunca dejar de aprender para hacerte más valioso personal e intelectualmente. Y, por último, en la montaña<br />

de la abundancia y la prosperidad están las herramientas necesarias para alcanzar el éxito económico, solo si<br />

aplicas los pilares de la abundancia. Tienes todo en tu mano. Te invito a la acción, únicamente necesitas<br />

voluntad y capacidad para mejorar en todos los aspectos de tu vida. <strong>La</strong> fórmula es muy sencilla: trabajo<br />

diario en ti.<br />

Todas las montañas hacen parte de una gran cordillera, como el Himalaya. Hay unos picos más altos que<br />

otros, así como unos fáciles y otros más complicados. Todo depende de tu estado actual. Evalúate y<br />

comprueba en qué campo de tu vida estás más fuerte o más débil. Solo tenemos esta vida, y frente a<br />

nosotros, la gran oportunidad de trascender y mejorarnos.


En <strong>Cambia</strong> tu vida y vuela a la cima te garantizo que está la chispa para revolucionar tu desarrollo en<br />

cualquier área o en todas a la vez. Yo lo hice y cambié mis días, por eso tengo la certeza de que en estas<br />

páginas hay un sinfín de respuestas a las preguntas que tantas veces te has hecho. <strong>La</strong> única condición es que<br />

estés dispuesto a cambiar y a actuar con determinación y perseverancia.<br />

El ejercicio de escalar montañas me parece retador, es el parangón perfecto para el recorrido que hacemos<br />

en la vida. Siempre que vayamos a crecer lo debemos hacer paso a paso; luego, cuando ya estemos<br />

entrenados y logremos resultados, podemos ayudarles a otros a hacerlo. Son cinco montañas porque le<br />

apuestan al desarrollo integral del ser. Podrían ser más o menos, sin embargo, estoy seguro de que<br />

escalándolas, vas a desarrollarte de manera integral y podrás definir y marcar tu propia ruta, tu propia<br />

cadena de montañas y darles el orden y la prioridad de acuerdo con tu grado de desarrollo.<br />

Te invito, entonces, a abordar este viaje con mente abierta. Estás amparado por mis propios resultados, por<br />

testimonios de autores relevantes y reconocidos mundialmente, y en principios, valores y fundamentos<br />

universales vividos por personajes como Mandela, Gandhi, Buda y el mismísimo Cristo.<br />

Lo más importante es que apliques y evalúes los aportes que te pueden catapultar a la cima de la montaña<br />

más alta, mediante el desarrollo de la persona más importante del universo, tú. ¡Acompáñame y volemos<br />

hacia la cima!


1. MONTAÑA DE LAS EMOCIONES<br />

“YO CREO BASTANTE EN LA SUERTE. Y HE CONSTATADO QUE CUANTO MÁS DURO TRABAJO,<br />

MÁS SUERTE TENGO.”<br />

THOMAS JEFFERSON<br />

Mientras pasan los minutos, las horas, los días, los años, más me convenzo de que las palabras de Thomas<br />

Jefferson nunca tendrán caducidad. No mientras personas como tú o yo creamos que se puede cambiar el<br />

destino, que el pasado no determina el futuro y que su construcción en el presente, día a día, es el camino<br />

más indicado para sentirse a gusto con la vida.<br />

“Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”, también vaticinó Jefferson en el siglo XIX.<br />

Sus palabras estaban cargadas de sueños. Fue presidente de Estados Unidos entre 1801 y 1809.<br />

Me identifico con un soñador tan grande como él porque estoy seguro de que el resultado de nuestro futuro<br />

será la suma de lo que hagamos día a día. Por ejemplo, para construir una casa debemos hacerlo ladrillo por<br />

ladrillo. Así quiero que construyamos nuestro sueño, paso a paso. Si somos conscientes y perseverantes, esa<br />

casa puede llegar a ser la más grande y majestuosa. O la más lúgubre y deprimida, si no actuamos con<br />

dedicación.<br />

Concentrémonos en que es posible, en que sí se puede. Para empezar a escalar cualquier montaña, una de<br />

las primeras cosas que debes hacer es vencer tus temores. El miedo paraliza, te impide pensar de manera<br />

adecuada, te hace tomar decisiones inapropiadas. Todos tenemos diferente tipos de miedo. Te aseguro que<br />

la clave está en aprender a manejarlos y actuar con decisión.<br />

El hombre es un ser lleno de sentimientos y emociones. Los primeros son una especie de guía con los cuales<br />

se interpretan la vida, las experiencias agradables y dolorosas. Ellos nos llevan a reflexionar nuestras<br />

acciones y a orientar el camino que consideramos correcto, aunque muchas veces no sea la mejor elección.<br />

<strong>La</strong>s emociones, por su parte, son una especie de impulsos que generan reacciones en el hombre. En muchas<br />

ocasiones, un grito o un golpe son respuestas a un estímulo. Esto sucede porque algunas emociones<br />

generan una acción y la persona no se detiene a pensar ni a medir las consecuencias.<br />

<strong>La</strong>s emociones no se pueden controlar fácilmente. Es cierto. En un momento de rabia muchas veces no nos<br />

detenemos a reflexionar cuál debe ser nuestra reacción correcta. Controlarlas hace parte de la asertividad y<br />

la capacidad que tengas para resolver, y si aprendes a hacerlo quiere decir que adquiriste la suficiente<br />

madurez para darle la cara al mundo.<br />

También varían con la personalidad y las circunstancias en las cuales estamos inmersos. <strong>La</strong>s emociones se<br />

observan desde dos ámbitos: uno, cómo siente la persona en el momento; y dos, cómo observan esa<br />

reacción los otros.<br />

Afirma el novelista George Gissing: “Es la mente la que crea el mundo que nos rodea y aún cuando nos<br />

encontramos juntos, parados en la misma pradera, mis ojos nunca verán lo que los tuyos contemplan y mi<br />

corazón nunca se agitará con las emociones que conmueven al tuyo”.<br />

Por su parte, el reconocido psicólogo estadounidense Daniel Goleman, autor del libro <strong>La</strong> inteligencia<br />

emocional, hace una clasificación general de las emociones básicas: ira, temor, tristeza, placer, sorpresa,


disgusto y vergüenza. Estas, a su vez, incluyen otras secundarias como furia, ansiedad, felicidad, asombro y<br />

culpabilidad (2009).<br />

El teórico francés Théodule-Armand Ribot dice que hay emociones primarias y secundarias. Habla de la<br />

cólera, la alegría, el miedo y la tristeza entre las primeras, porque generalmente van acompañadas de una<br />

reacción física. Entre las segundas están el amor, la sorpresa, la vergüenza y la aversión.<br />

Nadie dice que el miedo no se pueda sentir. Tampoco la euforia, la ira o la tristeza. <strong>La</strong> pregunta es ¿qué<br />

hacemos con lo que sentimos? Ante el miedo, por ejemplo, debemos llenarnos de coraje y valentía para<br />

afrontar las situaciones. Los cantantes y los grandes oradores, por ejemplo, deben iniciar sus actuaciones<br />

con temor y nerviosismo. Con el paso de los minutos ya están inmersos en su rol y se desenvuelven con<br />

naturalidad. Enfrentan sus miedos sin titubeos. A veces, la dosis de adrenalina que produce esa emoción es<br />

útil para una acción decidida, como declararle el amor a una persona. Tienes dos opciones: te quedas<br />

paralizado o aprovechas, para actuar, ese impulso que te da el miedo.<br />

De otro lado, con la ira actuamos de manera atropellada y podemos llegar a ser hirientes con las palabras e<br />

incluso actuar de forma violenta. Lo peor de todo es que luego estaremos arrepentidos. Tomarse un tiempo<br />

y hacer actividades como beber un vaso con agua, respirar lentamente o dar una vuelta, y luego retomar de<br />

una manera más calmada esa situación, con un poco más de autocontrol, nos permite actuar con<br />

tranquilidad.<br />

Por la tristeza, otra de nuestras emociones más fuertes, nos dejamos arrastrar por situaciones adversas que<br />

pueden ser temporales y que nos pueden llevar a tomar decisiones inadecuadas con nuestra realidad. Por la<br />

euforia, de otra parte, podemos hacer promesas o compromisos por encima de nuestras posibilidades,<br />

dejarnos llevar por un estado de ánimo exaltado y luego arrepentirnos, y cumplir en contra de nuestra<br />

voluntad o quedar por debajo de los compromisos realizados.<br />

CONTROLA TUS EMOCIONES<br />

Si bien las emociones son expresiones innatas a la naturaleza humana, hay una muy particular que, en la<br />

mayoría de casos, impide que el hombre obtenga los logros que ha querido para su vida. Seguro ya lo<br />

estabas pensando. Sí, es el miedo. Este es una percepción que tenemos de un peligro que puede ser real o<br />

imaginado. Es una emoción que ha acompañado al hombre durante su existencia y ha sido fundamental en<br />

el proceso de adaptarse a la naturaleza y sobrevivir en ella.<br />

En la antigüedad, el miedo que sentían los hombres los impulsaba a huir de lo que consideraban peligroso,<br />

como algunos animales, para preservar su sobrevivencia. De igual forma, también los llevaba a reaccionar<br />

con ataques y agresiones hacia objetos o estímulos que les causaban temor.<br />

De otro lado, fue asociado a la clase proletaria porque entre sus supuestas características estaban ser<br />

temerosos, cobardes y sin valor, a diferencia de los guerreros y nobles, quienes no sentían miedo al hecho<br />

de morir (Delumeau, 1989).<br />

Te diré algo, hay unos miedos naturales, como la reacción al peligro, pero hay otros aprendidos que están<br />

marcados por experiencias que hemos vivido. Aquí es donde quiero que nos enfoquemos. Empecemos a<br />

subir esta montaña y a dominar esos miedos aprendidos que están metidos en nuestra mente como<br />

programas que siempre nos llenan de negativismo.<br />

Ellos son un sistema de creencias que cargamos, producto de la sumatoria de experiencias vividas hasta<br />

ahora. Desde antes de nacer, incluso, ya estábamos sujetos a estímulos que contribuyeron a moldear lo que<br />

hoy somos como personas. Es más, en tu personalidad influyó si el embarazo que dio por resultado tu<br />

nacimiento fue deseado o no. Si aquel fue un accidente y tu madre maldecía y decía que no quería que<br />

nacieras, que qué iba hacer, esa carga negativa hace parte de lo que hoy eres.


De igual forma, influye en nosotros el tipo de parto que tuvieron nuestras madres. Se cree que los niños que<br />

nacen por cesárea son más facilistas, que no asumen tantos riesgos. Con todo esto no quiero decir que estás<br />

destinado a tener una personalidad conformista o emprendedora. Absolutamente todo beneficia o<br />

perjudica nuestra forma de ser y en nosotros está la decisión de cambiar los aspectos que consideramos<br />

negativos. Para ello hay un método sencillo que podemos utilizar, como te lo dije en un principio, y es el<br />

método del esfuerzo y la constancia.<br />

En los miedos aprendidos se incluyen preceptos que nos inculcaron nuestros padres, familiares, amigos, los<br />

maestros y compañeros de escuela, con quienes compartimos nuestra infancia y adolescencia, y que<br />

además nos instalaron algunos temores que se reproducen en la adultez.<br />

En el sistema de creencias están todas las circunstancias que han rodeado nuestra vida y que se cultivaron<br />

en nuestra infancia, cuando teníamos poca o nula capacidad de elección: “No podrás ganar la escuela, no la<br />

necesitas”, “Eres un bueno para nada, un fracasado”, “Serás un don nadie”.<br />

ACTITUD DE CAMBIO<br />

Por lo general, las personas que han estado en nuestro entorno lo han hecho de buena fe, pero nos<br />

transmitieron las cargas arrastradas por ellas, muchas veces repletas de grandes dosis de negativismo, de<br />

gran desconfianza, de desesperanza y de miedos.<br />

Entonces, si no nos decidimos a cambiar, seguiremos teniendo actitudes poco apropiadas para obtener<br />

logros sobresalientes. Te llenarás de conformismo de poca entrega, de desconfianza y de creer que no se<br />

puede progresar sin grandes cantidades de dinero, sin amistades influyentes, sin ayudas políticas. Todo esto<br />

porque esos miedos aprendidos ─ ese sistema de creencias que está en tu cerebro instalado como un<br />

software ─ parecen una etiqueta pegada en tu frente con el letrero “No puedes”.<br />

¿Estás seguro de que no tienes la capacidad? Lo interesante es que siempre se puede cambiar si se quiere.<br />

Debemos empezar, por ejemplo, asumiendo la responsabilidad de nuestros actos, ejecutando de manera<br />

coherente las buenas ideas que generamos y no posponiendo porque aún no está el plan perfecto o porque<br />

no tenemos la certeza de que todo va a salir bien.<br />

Estoy seguro de que podemos crear un nuevo sistema de creencias basado en la abundancia, en el poder<br />

que tiene el ahora, en no seguir cargando con el peso de un pasado que ya se fue, en no angustiarnos por un<br />

futuro incierto. Ese futuro lo podemos construir viviendo intensamente el presente, agradeciendo,<br />

disfrutando y haciendo lo que nos corresponde para llegar a ese progreso.<br />

Sé que no es fácil. Tú también lo entiendes y eres consciente de que lo bueno cuesta. <strong>La</strong> recompensa por<br />

todo el empeño y perseverancia nos traerá excelentes resultados. Cree en tus capacidades para que puedas<br />

ejecutar a cabalidad tu plan, no dejes que nada ni nadie te detenga, solo tú puedes lograr todo lo que<br />

desees. Pero, antes de que continuemos, ten presente que esos sistemas de creencias, al igual que el<br />

software, también se pueden desinstalar. Y es un requisito para continuar subiendo en esta montaña.<br />

Desaprende tus miedos y convéncete de que nuestro destino aún no está escrito.<br />

El mayor fracaso del hombre es dejar de hacer las cosas por miedo a fracasar. Así que vamos a poner los pies<br />

en la tierra y miraremos de frente esta emoción, que es la primera cima de esta cadena montañosa que<br />

vamos a escalar. Para controlar el miedo tenemos que eliminar muchas creencias, aprender a equivocarnos,<br />

y, además, a no derrumbarnos. Reconoceremos nuestros errores sin sentirnos humillados.<br />

Juan José Méndez es un ciclista discapacitado español de 48 años y uno de los mejores del mundo. Dos<br />

décadas atrás sufrió un accidente en una motocicleta que lo tuvo al borde de la muerte. Hubo un momento<br />

en el que lo taparon con una manta porque lo dieron por fallecido. En el accidente perdió el brazo izquierdo<br />

y la pierna izquierda se la tuvieron que amputar. Estuvo tres semanas en coma artificial para poder soportar<br />

los dolores. Cuando despertó fue su esposa la que le contó lo que le había sucedido y cómo había quedado<br />

su cuerpo. Coincidencialmente, en el hospital, mientras se recuperaba, vio por televisión los Juegos


Paralímpicos, y no se imaginó que se convertiría en uno de los mejores ciclistas con discapacidad en todo el<br />

mundo.<br />

De joven había sido ciclista aficionado y con el accidente que le había “arruinado” la vida decidió retornar a<br />

la bicicleta. "El accidente me cambió la vida y, aunque intentaba moverme, engordé un montón y llegué a<br />

pesar 100 kilos. Hasta que un día dije: ‘Tengo que salir adelante, tengo ganas de vivir, una gran familia y muy<br />

buenos amigos’” (Garai, 2012).<br />

Y así fue, después de un largo proceso de aprender a mantener el equilibrio en la bicicleta, de esforzarse el<br />

doble porque únicamente podía pedalear con una pierna, hoy es un reconocido campeón mundial en varias<br />

pruebas de ciclismo de pista y corre en la categoría de más discapacidad. El aspecto de su cuerpo hoy no lo<br />

afecta, pues supo reponerse y levantarse con más fuerza.<br />

"Soy de los más afectados de mi categoría y en cierto modo corro en inferioridad, porque si ves una foto de<br />

un podio, por ejemplo, ves que los demás están enteros, aunque pueden tener parálisis cerebrales, pero no<br />

me quejo. Yo salgo siempre a ganar, para pasear me quedo en casa", dice.<br />

Este hombre aprendió a levantarse pese a un accidente tan trágico, ¡y con una pierna! Aunque ha caído<br />

varias veces, ha regresado cada vez con más fuerza hasta ser uno de los mejores ciclistas paralímpicos del<br />

mundo. Veinte años después de su accidente, corre en los Juegos Paralímpicos, como los ciclistas que vio<br />

una vez por televisión.<br />

En realidad, cuesta y pesa más el fracaso sin aprendizaje que el que se paga por transitar hacia la ruta del<br />

éxito, porque, según Wess Roberts, “cualquiera que no esté cometiendo errores es que no está intentándolo<br />

lo suficiente” (2011).<br />

VENCER EL MIEDO<br />

A los 73 años, Tamae Watanabe escaló el monte Everest, la montaña más alta del mundo, a 8.848 metros de<br />

altitud. Ella rompió su propio récord diez años después de coronarlo por primera vez, y hoy se enorgullece<br />

de ser la mujer con más años en llegar al pico más alto del Himalaya.<br />

Watanabe logró una hazaña y no desfalleció hasta cumplir su meta. Y tampoco lo hizo Fiko Funahashi, otra<br />

mujer japonesa que, a sus 72 años, también intentó llegar a la cima del Everest y debió renunciar por<br />

problemas de salud. Y no es la primera vez que lo hace, porque sigue intentando conseguir escalar su<br />

montaña.<br />

¿Acaso la edad es un impedimento para llegar a una meta por la que se ha luchado? Sería perfecto que nos<br />

diéramos cuenta de que no es así cuando aún estamos jóvenes, sin embargo, no siempre sucede de esa<br />

forma. Los logros sobresalientes se obtienen cuando nos damos cuenta de que nada está escrito y de que sí<br />

podemos conseguir los retos propuestos. Y aún es más satisfactorio cuando rompemos nuestros<br />

paradigmas, cuando nos demostramos que cada aspecto que deseemos modificar está sujeto a un cambio.<br />

No hay edad, nunca es tarde.<br />

Conozco un matrimonio de origen campesino que después de 25 años de perseverar cumplió sus sueños. <strong>La</strong><br />

pareja perseguía dos sueños diferentes que fueron cultivando durante su convivencia. <strong>La</strong> mujer soñaba con<br />

que sus hijos fueran unos profesionales, mientras el hombre añoraba tener su propio camión para recorrer<br />

el país.<br />

Ella, día a día, año a año, se esmeró en inculcar en sus hijos la pasión por estudiar para que se convirtieran<br />

en excelentes profesionales. Después de cinco lustros esos dos pequeños, con quienes se sentaba en el<br />

comedor a enseñarles el alfabeto, ya eran unos triunfadores, eran la victoria más grande de la mamá.<br />

¿Saben por qué era su sueño? Ella no pudo terminar de estudiar en el colegio. En su tiempo, su padre, un<br />

próspero comerciante, consideraba que no era necesario estudiar para conseguir fortuna, e hizo creer a sus<br />

hijos que el destino estaba en el negocio familiar y no en una actividad diferente.


El hombre del matrimonio, pese a las condiciones de pobreza en las que creció, siempre soñó con tener su<br />

propio camión. Antes de casarse se convirtió en un obrero de una empresa textil, donde trabajó por 22<br />

años. En ese tiempo nacieron y crecieron sus hijos; y creció su sueño.<br />

Muchas noches se despertaba diciéndole a su esposa: “Vieja, soñé que bajaba al puerto manejando un<br />

camión”. Con un préstamo y el dinero que recibió cuando se retiró de la empresa, compró el camión que<br />

pintaba en sus noches mágicas. Su sueño no fue ser médico ni abogado. Su meta era transportar productos<br />

entre ciudades colombianas a bordo de su propio vehículo y conocer la geografía colombiana en él. A los 50<br />

años, no cree que haya sido tarde para sentarse en su camión. El fruto de su orgullo es el esfuerzo y el tesón<br />

que invirtió en su trabajo en un cuarto de siglo.<br />

Si te lo propones, como la pareja de esposos o como las dos mujeres japonesas, podrás volar a la cima de la<br />

montaña más alta, de la cual cada uno sabe su altura. Aquí quiero decirte que si escalamos la primera<br />

montaña, tendremos todas las capacidades para culminar las otras cuatro metas.<br />

Si vences el miedo, controlas tus emociones y eres resiliente, tendrás la preparación suficiente para escalar<br />

otras montañas y estar saludable, estable espiritualmente, en camino del crecimiento personal y con<br />

grandes posibilidades de lograr una prosperidad económica.<br />

<strong>La</strong>s personas resilientes son aquellas que tienen la capacidad de sobreponerse a momentos difíciles y que,<br />

incluso, cuando salen de esas situaciones están más fortalecidas para continuar su vida. Una especie de<br />

emprendedores dedicados a superar los obstáculos, a cumplir metas, a mejorar su vida, a intentar una y otra<br />

vez sin desfallecer.<br />

Muchas personas que se han visto tocadas por una enfermedad y la han superado, han salido más<br />

fortalecidas en su vida. Imaginemos alguien con cáncer. Muchos individuos que han superado esa<br />

enfermedad o que han muerto por ella, han decidido luchar para vivir con más intensidad sus días y ayudar a<br />

otras personas que la padecen. Esto es ser resiliente, alguien que ha afrontado sus dificultades con valentía.<br />

Más vale alguien que ayuda, que enfrenta sus situaciones, que otra persona que maldice su fortuna y se<br />

estanca en su condición.<br />

En alguna ocasión, Thomas Alva Edison, el inventor de la bombilla eléctrica y quien patentó más de 1.900<br />

instrumentos, dijo que el genio es 1% inspiración y 99% trabajo, transpiración, sudor. Te lo recuerdo, nada<br />

es fácil y eso nos lleva a esforzarnos por lo que consideramos que vale la pena en nuestra vida.<br />

Antes de la bombilla eléctrica, el hombre utilizaba el fuego y las velas para iluminar. Edison intentó una y<br />

otra vez, ensayó de diversas formas hasta inventar en 1879 la bombilla, que revolucionó el siglo XIX. Fue un<br />

genio, sin embargo, el resultado de sus inventos fue mucho más que dedicación y trabajo diario.<br />

A propósito, el español Mario Alonso Puig dice que “para llegar al futuro hay que ir construyendo en el<br />

presente. El pasado no tiene por qué predecir tu futuro. Te puede informar, pero no determinar” (2008).<br />

En el momento que estés dedicado a algo o a alguien, dale toda tu atención. Concéntrate, enfócate. No es<br />

fácil, sobre todo porque hoy en día estamos rodeados de tantos distractores como teléfonos "inteligentes" y<br />

redes sociales. Dedícale el tiempo a eso que crees tan importante para ti y que aporta elementos<br />

fundamentales para seguir escalando, perseverando.<br />

Muchas personas se deprimen cuando llega el invierno. Paran sus actividades, hacen menos actividad física,<br />

todo lo hacen con el mínimo de su potencial. Y otras, a pesar de cualquier circunstancia, siguen luchando<br />

por sus objetivos, como si todos los días fueran verano y el sol estuviera radiante sobre las montañas. Por lo<br />

tanto, los resultados dependen de ti. El poder de decisión y la capacidad de acción solo están en nosotros.<br />

Elige en cuál grupo te quieres ubicar, así los días amanezcan lluviosos y el pavimento teñido con un gris<br />

oscuro.


Como afirma el sabio Buda, “tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni<br />

tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada”.<br />

Por eso, la decisión de cambio depende de ti, independientemente de lo que hoy estés viviendo y de las<br />

circunstancias que te hayan rodeado. ¡Anímate! “Un campeón tiene miedo de perder. Los demás tienen<br />

miedo de ganar”, afirmó en alguna ocasión la tenista estadounidense Billie Jean King.<br />

Superar el miedo y empezar a perseverar es nuestra primera montaña y es muy importante identificar<br />

nuestros temores. Nada nos ganamos con reprimirlos u ocultarlos. Hay que hacer conscientes las situaciones<br />

que nos atemorizan y las razones que los detonan. Una vez identificadas las causas será más fácil atacarlas<br />

de raíz. Escríbelas. Es bien importante que te tomes el trabajo de anotarlas, así descargamos gran parte de lo<br />

que nos está ocurriendo. Carga un lápiz y una hoja de papel a la mano, que sean una especie de diario de<br />

campo, en donde vas siendo sincero contigo mismo y entendiendo lo que te sucede. Primero escribe tus<br />

temores, tus miedos más profundos. Léelos todos los días y evalúalos. ¿Estoy cambiando de pensamiento?<br />

¿Dedico todo mi potencial a lo que quiero? Nuestro camino a seguir depende de lo que identifiquemos. Leer<br />

todos los días nos permite visualizar nuestros temores y planear una estrategia para cambiar día a día.<br />

Según un estudio de Dave Kohl, profesor de la Universidad Virginia Tech, las personas que continuamente<br />

escriben sus metas tienen nueve posibilidades más de alcanzar los propósitos de su vida que las que no lo<br />

hacen. Dice, además, que el 80% de los estadounidenses no tienen sus metas definidas y solo el 16%<br />

tienen claros sus objetivos pero no los tienen escritos. El 4% restante sí los escriben y solo una cuarta parte<br />

de estos los revisan periódicamente. Son estas personas quienes tienen más posibilidades de ser más<br />

exitosas porque tienen metas para su vida en todos los aspectos.<br />

Por su parte, según un estudio mundial realizado por la Escuela Universal de la Universidad de Harvard, el 87<br />

% de las personas no tienen claras las metas de su vida. El 13 % tienen unas metas definidas, pero de estas,<br />

solo el 3 % escriben los logros que quieren alcanzar. Agrega el estudio que quienes anotan sus metas,<br />

obtienen de 50 a 100 veces más que las personas que no lo hacen.<br />

NADA LOGRAS CON EL MIEDO<br />

Ya lo sabes, el miedo paraliza de varias formas. No solo tu cuerpo, sino la mente y por ende la vida.<br />

¿Has visto personas que ante una situación en la que su vida corre peligro, como un asalto a mano armada,<br />

un accidente, un terremoto o una amenaza, entran en shock y no reaccionan? Muchas se quedan inmóviles.<br />

En esos casos el miedo te juega una mala pasada y pone en riesgo tu integridad porque no tienes la<br />

capacidad de canalizarlo de una forma más eficaz.<br />

Pero también hay otros miedos. Imagínate, por ejemplo, un hombre que quiere crear un negocio, sin<br />

embargo, le da temor emprender o siente pavor de que los vecinos o clientes no lo acepten y lo critiquen.<br />

Muchas personas se quedan esperando, esperando y esperando, y la posibilidad de que el negocio surja<br />

queda condenada al fracaso.<br />

Imagínate el siguiente ejemplo. Si crees que te incluyes en él, es hora de que empieces a meditar, porque no<br />

es saludable. Muchos sujetos por temor a ser rechazados tienden a ser solitarios, ermitaños, amargados y<br />

carentes de afectos. Todo esto se convierte en una coraza por temor a enfrentar el mundo exterior.<br />

¿Sabes qué más consecuencias tiene el miedo? Muchas personas se pasan la vida postergando los proyectos<br />

por él. Un ejemplo es la persona que quiere comprarse una casa o apartamento, que lleva una vida entera<br />

pagando arriendo, y quizá ya tiene para la cuota inicial, mas no se atreve a dar el siguiente paso porque le da<br />

pánico enfrentar una deuda. Y empieza a buscar excusas para no hacerlo: “¿Y si me quedo sin trabajo?”, “¿Si<br />

suben las cuotas?”, “¿Si el barrio no es tan bueno como parece?”. “Mejor sigamos aquí que estamos bien”,


se responde en últimas. Y, como consecuencia del miedo, esta persona nunca puede disfrutar de una casa<br />

propia.<br />

El miedo estanca, trunca y convierte a las personas en conformistas, las transforma en diseñadoras de<br />

sueños frustrados.<br />

HAZ LO SUFICIENTE<br />

Hay una enfermedad difundida mundialmente a manera de pandemia, que impide el progreso, riñe con el<br />

bienestar, opaca las acciones, nubla el horizonte, acaba con la energía, el ánimo y las buenas intenciones. Se<br />

las presento, su nombre es: excusitis.<br />

Lo peor es que tiende a contagiarse. Sus síntomas son: “No tengo dinero”, “No tengo tiempo”, “Tengo<br />

problemas de salud”, “<strong>La</strong> próxima semana empiezo el proyecto” y otra larga lista de síntomas para justificar<br />

falta de iniciativa y dilaciones. ¡No más excusas!<br />

¿Cuántas veces decimos: “No tengo, no tengo, no tengo”, “Mañana, otro día, después”?<br />

Si conoces a alguien así, ¡ojo!, ten cuidado, puede ser contagioso. Si tú la padeces, atácala, que no vaya a<br />

acabar con tus sueños y mejores propósitos. Si no la padeces, ten la seguridad de que no estás inmune. <strong>La</strong><br />

única cura es funcionar todos los días como un reloj, escalar con cautela como un montañista. ¡En marcha,<br />

que nada te detenga! ¡Ánimo!, tu futuro y la construcción de tu destino depende única y exclusivamente de<br />

ti. Te sugiero que te conviertas en un vigilante, no de esos que se duermen en las noches mientras ven<br />

televisión a la vez que los ladrones van hurtando lo que pueden. ¡Cuidado! Ten presente esto en tu vida,<br />

como lo aconsejó Mahatma Gandhi:<br />

Vigila tus pensamientos, porque se convierten en palabras.<br />

Vigila tus palabras, porque se convierten en actos.<br />

Vigila tus actos, porque se convierten en hábitos.<br />

Vigila tus hábitos, porque se convierten en carácter.<br />

Vigila tu carácter, porque se convierte en tu destino (Gandhi).<br />

Trabaja todos los días en ti. En la medida que mejoras tu ser, te vuelves más valioso en todo sentido. Si<br />

quieres más de todo lo que tienes y más de lo que quieres, esa es la vía. Reflexiona sobre esto y erradica de<br />

tu vida esta enfermedad. <strong>La</strong> excusitis no puede invadir tu cuerpo ni tu mente, es lo peor que te puede<br />

suceder.<br />

Existen ayudas como libros, retiros espirituales, cursos de programación neurolingüística (PNL), información<br />

en internet e historias de personas que salieron adelante a pesar de las adversidades en su vida. Identifícalas<br />

y copia su experiencia si es pertinente para ti.<br />

Todas esas herramientas, entre otras, son de gran utilidad para reforzar tu seguridad en la toma de<br />

decisiones y para seguir en el camino del crecimiento continuo. Y no solo eso. Leer, aprender más cada día<br />

te permite ser una persona más segura, con más conocimientos y mejores hábitos para erradicar el mal de la<br />

excusitis.<br />

AGRADECE<br />

Mira a tu alrededor, observa todo lo que el universo te ofrece. ¿Estás respirando? ¿Aún sonríes? ¿Amas y te<br />

aman? Agradece el hecho de que estés aquí, leyendo, reflexionando, dándote cuenta de lo afortunados que<br />

somos: tú por estar vivo y yo porque me estás leyendo.


¿Sabes que eres el resultado del espermatozoide más perseverante? El hombre en cada eyaculación expulsa<br />

de su cuerpo entre 200 y 400 millones de espermatozoides, y solo uno de ellos llega a fecundar un óvulo.<br />

¡Eres el resultado de un milagro! En otros términos, el desenlace del espermatozoide más veloz, oportuno y<br />

dedicado para poder entrar al óvulo.<br />

Vivamos cada día como si fuera el último. No sabemos cuándo vamos a morir; de lo que sí tenemos certeza<br />

es de que cada día que pasa es uno menos, independientemente del tiempo que nos quede. Por lo tanto,<br />

debemos erradicar el temor de nuestras vidas y entregarnos con amor, y hacer todo lo que podamos y<br />

debamos hacer en beneficio de nosotros mismos.<br />

El promedio de vida en el mundo está calculado en 68 años de edad. Esto varía de acuerdo con el continente<br />

y el país. Quiero decir que en promedio vivimos 3.536 semanas; si duermes ocho horas, réstale 1.178<br />

semanas a tu vida. El resultado son 2.358 semanas para vivir despiertos.<br />

Si, por ejemplo, hoy tienes 30 años de edad, te quedarían 1.317 semanas para vivir. Y lo peor es que en<br />

general decimos que el tiempo corre, que va muy de prisa y no nos alcanza para conseguir lo que estamos<br />

persiguiendo. Si es así, haz tus cálculos y decide cómo quieres seguir viviendo: si estás satisfecho en el sitio<br />

donde yaces ahora o si quieres vivir en la excelencia.<br />

No más dilaciones, no más aplazamientos en el cumplimiento de tus metas, no nos quedemos esperando un<br />

después que tal vez no llegará. ¿Cómo quieres mirar el vaso? ¿Medio vacío o medio lleno? Para Franklin D.<br />

Roosevelt, “sólo es cuestión de actitud. El único límite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas<br />

de hoy”.<br />

Te voy a ser sincero. Yo también estoy escalando una montaña a tu lado. <strong>La</strong> mía es disfrutar todos los días al<br />

máximo. Y, créeme, mi vida es mejor. Te cuento todo esto porque he superado retos, he vencido montañas.<br />

Otra de mis montañas es escribir este libro y contarte tantas cosas que pueden cambiar tu vida. Esto que<br />

lees es como una aguja escondida en un pajar. Te estoy cuestionando para que te alarmes. Mínimamente<br />

para que te cuestiones si es suficiente con lo que haces o si falta camino por recorrer.<br />

Cuando se actúa sin temor, decididamente en pro de nuestros objetivos, la muerte se convierte en nuestro<br />

aliado. Así, avanzaremos cada día en la conquista de la montaña de las emociones, del miedo, que es la base<br />

para el desarrollo feliz de todas las demás montañas.<br />

Para que eso funcione bien, hay que desaprender muchos de los miedos asimilados que son negativos para<br />

nuestra vida. Desaprendamos muchas de las programaciones de nuestros padres, amigos, profesores y<br />

familiares. Olvidémoslas. <strong>La</strong> buena noticia es que tenemos libertad para elegir, para cambiar muchos hábitos<br />

y vencer el miedo para izar en la cima la bandera de la victoria. Como dijo en alguna ocasión el informático<br />

estadounidense Alan Key, “el mejor modo de predecir el futuro es inventándolo” (2010).<br />

¿Recuerdas a Steve Jobs, quien fue cofundador y presidente de Apple? Este hombre fue un importante<br />

empresario y creador del sector informático y de la industria del entretenimiento en el mundo. En el 2004 se<br />

le diagnosticó un cáncer de páncreas y desde entonces hasta antes de su muerte en el 2011, nunca dejó de<br />

crear. Ese fue su mejor período porque el saber que iba a morir acabó con sus miedos y reforzó sus<br />

prioridades.<br />

Su visión en el campo de los computadores personales, la música digital y hasta en la telefonía móvil hizo<br />

cambiar los hábitos de millones de personas por más de cuatro décadas. Pese a su enfermedad, nunca dejó<br />

de crear, siempre halló motivos para hacer más exitoso su futuro.<br />

Vive en gratitud permanente. Busca siempre y encontrarás esos motivos y razones para agradecer que aún<br />

respiras y puedes cambiar tu destino. Esta es la base de la felicidad. Muchas veces posponemos nuestros<br />

proyectos y lo único que logramos es entender que se nos va yendo la vida enfrascados en amarguras,<br />

tristezas y depresiones.


¡Oye! Sé feliz, disfruta lo que tienes, agradece nuevamente que estás vivo y no esperes a tener un imperio<br />

para vivir como te mereces. Tanto tú como yo, tenemos miles de motivos para ser felices. Eso no quiere<br />

decir que debes ser conformista. No. Agradecer es un punto de partida. Si no disfrutas tu día a día y no ves<br />

lo maravilloso del camino, tendrás muchas dificultades; si aprendes a observar y a emocionarte con los<br />

pequeños detalles de la naturaleza, como la lluvia, un atardecer, las conversaciones con tus amigos,<br />

familiares y tu pareja, aprenderás a vivir plenamente durante el recorrido del camino al éxito. Cualquiera<br />

que sea el reto que te hayas trazado, ten la certeza de que estás en la ruta de la felicidad, vas rumbo a<br />

mejorar tu existencia.<br />

¿Ya identificaste cuál es tu miedo? No lo tienes que nombrar, sé que está claro en tu pensamiento. Como sé<br />

que está ahí, empieza a cambiar tu lenguaje: el “no puedo”, por el “sí puedo”; “no soy capaz”, por “sí soy<br />

capaz”; “lo intentaré”, por “lo lograré”. Repítelo.<br />

Cuando cambiamos nuestra manera de pensar de negativo a positivo, se activa la ley de atracción y nos<br />

volvemos imparables si perseveramos. Cuando nos decidimos a ser exitosos, aprendemos a ver los fracasos<br />

como un aprendizaje y un motivo para estar más fortalecidos.<br />

Está demostrado que si tenemos pensamientos positivos y actuamos en consecuencia, construiremos<br />

nuestro destino y no dependeremos de las circunstancias. Hay que aprender a vivir en gratitud y así<br />

empezaremos a dejar los miedos y los pensamientos negativos, y una avalancha de oportunidades se<br />

precipitará sobre nosotros.<br />

Si quieres una casa, un carro, una carrera universitaria, un negocio, una pareja, piensa y visualiza claramente<br />

cómo la quieres. Hacerlo repetitivamente hace que tu cerebro le preste atención, se canalice. A esto se le<br />

llama cosas relacionadas, todo a la par de ejecutar acciones. Verás mejor y con más claridad las<br />

oportunidades.<br />

<strong>La</strong> ley de atracción dice que el hombre es una especie de imán que atrae las situaciones positivas o negativas<br />

de acuerdo con los sentimientos y emociones dominantes que vive. Es decir, si todos los días se piensa en<br />

positivo y se afrontan todas las situaciones con optimismo, así sean adversas, esos pensamientos positivos<br />

serán aliados. De igual forma sucede con los negativos. Algunos dicen que es coincidencia, pero yo estoy<br />

seguro de que todo lo que piensas con insistencia, llegará.<br />

El hombre es un ser lleno de pensamientos. Según estudios científicos, producimos alrededor de 60 mil<br />

pensamientos diarios. Estos en su mayoría son negativos y repetitivos, con una carga emocional grande y un<br />

sentimiento de convicción. Si esto es así, adivina cómo será tu día, tu vida. Siempre tenemos una respuesta y<br />

en este caso es que puedes modificar tus pensamientos y entrenar tu mente para que piense en positivo.<br />

Una ayuda clave es encontrar un gran propósito de vida, una excelente misión en la tierra y con esto trazar<br />

unas metas retadoras y llevarlas a un plan de acción que ejecutes diariamente, que sea tu pensamiento<br />

dominante. Así como escribiste tus temores, ahora redacta tus sueños, tus metas. Que con los días dejen de<br />

ser conscientes y que se conviertan en inconscientes, en hábitos de vida.<br />

Si tan solo a esos pensamientos repetitivos les hacemos una conversión en esta montaña y los volvemos<br />

positivos, cambiará el enfoque de tus emociones.<br />

Según John Schindler, autor del libro Cómo vivir 365 días al año, el 50 %de las enfermedades son problemas<br />

emocionales no resueltos, es decir, emociones mal manejadas, reprimidas, como la ira y la rabia (1971).<br />

Cuando una persona está triste y se deprime, bajan las defensas de su cuerpo y puede contraer una<br />

enfermedad más fácilmente porque el cerebro libera sustancias que dañan las células. El cáncer puede ser<br />

una consecuencia de momentos tristes, de emociones reprimidas. Lo contrario son algunas personas que<br />

tienen contacto con enfermedades infecciosas y no las contraen. Esto se debe a un sistema inmunológico<br />

muy fuerte, reforzado por buenos estados de ánimo.


Por eso, si manejamos bien las emociones y hacemos repetitivos nuestros pensamientos positivos,<br />

pondremos frente al cuerpo una especie de escudo, que nos blinda ante las adversidades físicas y mentales.<br />

CUIDA TUS RELACIONES Y DISPÁRATE HACIA EL ÉXITO<br />

Cuando te hablé de la mentalidad positiva no quise adelantarme a esto que te quiero contar: hay que<br />

cultivar buenas relaciones con las personas que nos rodean y hacer a un lado a quienes derrumban nuestros<br />

sueños.<br />

Es muy importante cultivar amistades sanas, armónicas y disfrutar de ellas.<br />

¿Por qué te lo digo? Hay relaciones nocivas y, por eso, te aconsejo que debes saber rodearte de buenas<br />

personas y cambiarlas cuando son mediocres, asesinas de sueños. Sé que el término es muy fuerte, pero<br />

debes estar rodeado de quienes te contagien de energía, entusiasmo, que alienten tus sueños, sin ahogarte<br />

en la victoria. O, por lo menos, si esto es imposible, que te blindes contra los pensamientos negativos.<br />

Cuando se piensa en positivo, se agradece y se sonríe, el cerebro segrega sustancias sin importar que las<br />

imágenes sean reales o imaginadas. Como médico, quiero contarte algunos aspectos básicos del<br />

funcionamiento del cerebro y su conexión con las relaciones de nuestras vidas.<br />

NUESTRO CEREBRO<br />

<strong>La</strong>s relaciones y los pensamientos varían entre hombres y mujeres, de acuerdo con el tipo de personalidad,<br />

con los diferentes canales de percepción, la cultura, el país o la región de donde se es originario. Todo está<br />

en la mente y el espíritu, y es el cerebro el órgano fundamental de percepción y control en el ser humano.<br />

El cerebro humano está compuesto por tres partes: reptil, límbico y neocórtex. Tienen funciones diferentes<br />

e inteligencia propia, aunque están interconectados por impulsos eléctricos y sustancias químicas.<br />

El reptil está ubicado en el tallo cerebral y en él se encuentra la inteligencia básica, denominada como<br />

inteligencia de rutinas, rituales y parámetros. Bajo este sistema los individuos actúan en atención a sus<br />

necesidades básicas, tales como comer, dormir y hacer el amor. Esta parte del cerebro trata especialmente<br />

el presente. No razona ni siente emociones, solo se representa en acción inmediata o impulsos. Es por esto<br />

que se le denomina reptiliano, porque es comparado con la reacción e intuición de los animales.<br />

El sistema límbico está ubicado sobre el reptil y se encarga de las emociones, la inteligencia afectiva y<br />

motivacional. Está relacionado con la capacidad de sentir y desear. Promueve la satisfacción y la<br />

productividad en el trabajo y en el aprendizaje. Además trabaja de la mano con el sistema reptil.<br />

En este sistema se dan procesos emocionales y estados de calidez como amor, gozo, depresión y odio. Son<br />

precisamente estos procesos los que se relacionan con nuestras motivaciones básicas. Además, el sistema<br />

límbico es capaz de poner el pasado en el presente y por tanto se produce aprendizaje y se activa cuando<br />

nos emocionamos.<br />

En síntesis, este segundo cerebro tiene como misión principal inspeccionar la vida emotiva y todo lo<br />

relacionado con los sentimientos, la regulación endocrina, el sufrimiento. El inverso de este cerebro son los<br />

estados de miedos, como la depresión, la agresividad, la ira y la pérdida de la memoria.<br />

El neocórtex es la parte del cerebro más avanzada, se ubica en la parte frontal y se divide en los hemisferios<br />

izquierdo y derecho. Aquí se determina el actuar de las personas, por ejemplo: si son flexibles o inflexibles,<br />

rígidas o permisivas, impositivas o participativas.


El hemisferio izquierdo está asociado a procesos de razonamiento lógico, funciones de análisis, síntesis y<br />

descomposición de un todo en sus partes. En el derecho, por su parte, se dan procesos asociativos,<br />

imaginativos y creativos. Se asocia con la posibilidad de ver globalidades y establecer relaciones espaciales.<br />

Del buen estudio, del buen funcionamiento, de la interconexión adecuada, va a depender la realidad de los<br />

estados mentales de las personas. Hay estados de felicidad, de alegría, de gozo, que liberan sustancian<br />

químicas como las endorfinas, que producen unos estados corporales agradables. Por otra parte, ante el<br />

estrés, la depresión y la ira, se liberan sustancias químicas llamadas corticoides, que actúan de manera<br />

contraria a las endorfinas.<br />

Claro está que, aunque humanos ambos, las emociones y el cerebro suelen funcionar de manera diferente<br />

en los géneros. Por lo general, los hombres y las mujeres sienten y actúan de maneras distintas, sobre todo<br />

en la adolescencia, más que en la edad adulta. En la vejez se tornan más similares los comportamientos. Los<br />

hombres por naturaleza son agresivos, buscan deportes de choque, en cambio las mujeres son más<br />

comunicativas, tienen la facultad para resolver conflictos, les dan sentido a las emociones, de ahí que se<br />

desarrolle el sexto sentido. Por eso les digo a ellas que no esperen que disfrutemos de horas y horas<br />

observando o haciendo compras en un centro comercial. Por más que insistan, esto es imposible. Los<br />

hombres no estamos hechos para eso, así como las mujeres difícilmente se van a emocionar hasta el éxtasis<br />

con un gol de nuestro equipo favorito.<br />

Hay maneras de ejercitar las interconexiones cerebrales, de estimular el buen desempeño del cerebro. Por<br />

ejemplo, comer o realizar actividades como el cepillado de dientes con la mano contraria, leer y aprender<br />

diariamente sobre temas diferentes, crear hábitos saludables. También hazle entender a tu cerebro que<br />

tienes el propósito de ser feliz todos los días.<br />

Sonríe siempre que puedas. El cerebro interpreta la sonrisa como un estado de felicidad, y por ello libera<br />

endorfinas, sustancias que te hacen sentir y actuar con bienestar.<br />

Además, mantente activo físicamente. Por ejemplo, dar saltos en el mismo puesto por un minuto refuerza<br />

tal situación de felicidad. Hazlo al despertar y cada vez que lo necesites. Yo lo hago conscientemente mínimo<br />

5 veces por día y me cae de maravillas. Así empiezo el día con buena disposición y energía. Cuando tengo<br />

una caída de ánimo, también lo aplico con buenos resultados.<br />

Igualmente, funciona el automotivarte con frases mientras te miras al espejo, diciéndote que puedes<br />

cambiar lo que te propongas, que eres un triunfador, que te amas y te aceptas como eres. Puede parecerte<br />

una tontería, pero hazlo, ¡no tienes nada que perder y mucho que ganar! Te sorprenderás de lo que algo tan<br />

simple puede lograr para el bien en tu vida.<br />

LA MOTIVACIÓN<br />

Para el mexicano Juan Antonio Razo, en Los hábitos para ganar, “la motivación, en sí, es el arte de crear<br />

condiciones para que cada uno realice las cosas lo mejor posible. <strong>La</strong>s personas motivadas tratan de<br />

encontrarle un sentido positivo a lo que hacen y a la vida misma. Es encontrarle un porqué a las cosas que<br />

suceden, por medio de una constante búsqueda hasta que nuestras neuronas dejen de existir” (2004).<br />

Muchas veces ese sentido positivo del que habla Razo llega porque una situación nos cambia de fondo la<br />

vida. <strong>La</strong>s personas tenemos la tendencia a mantenernos en nuestro sillón, en el mismo lugar, resistiéndonos<br />

al cambio. Hay tres formas que cambian de fondo el rumbo de la existencia, y a ello le damos el nombre de<br />

disparadores, porque nos lanzan o dirigen hacia un lugar o meta propuesta:


Uno, una situación desastrosa, como una enfermedad terminal, un evento traumático.<br />

Dos, una fuerte fuente de inspiración, que pueden ser una conversación, un libro, una canción, una película.<br />

Y tres, la menos usual, es una gran decisión repentina.<br />

Todos queremos cambiar, ¿cierto? Ojalá nos contagiáramos con las últimas dos opciones. De manera<br />

secreta queremos desarrollar nuestro potencial, pero día a día seguimos haciendo lo mismo (locura, según<br />

Albert Einstein, es hacer lo mismo todos los días y esperar resultados diferentes). Le tenemos miedo al<br />

proceso de cambiar, y este se exacerba por nuestras creencias, por todas nuestras vivencias, las cuales por<br />

largos años nos han dicho que “no servimos para nada”. Y gran parte de todo ha sido frustración,<br />

desesperanza.<br />

Relájate por uno o dos minutos respirando profundamente. Concentrándote en el aire que entra y sale. Calla<br />

la voz interior. En este momento imagina que padecemos una enfermedad incurable, algún tipo de cáncer,<br />

por ejemplo. Piensa, siéntelo. ¿Qué hemos hecho con nuestra vida? Haz un recorrido mental, desde los<br />

primeros recuerdos de tu niñez, y ve caminando. Van apareciendo el colegio, nuestros padres, los amiguitos,<br />

el primer amor, los buenos y malos momentos, el primer empleo. Para, seguro faltan más experiencias.<br />

Evaluemos, ¿Cómo lo hiciste? ¿Te entregaste al máximo o dejaste las cosas a medias?<br />

Respira nuevamente un par de minutos. Concéntrate en tu respiración. Ahora, no tienes una enfermedad<br />

terminal, estás sano, tienes posibilidades de elegir, de perdonar, de decidir. ¿Qué quieres hacer con tu vida?<br />

Plantea tu propósito de vida, tus metas, tus planes. ¿Ya los escribiste? Espero que sí, porque de lo contrario<br />

te estás demorando para alcanzar la cima y continuar escalando conmigo.<br />

Cuando te pedí que escribieras tus miedos, lo hice porque deseaba que fueras sincero contigo mismo, que<br />

pensaras cómo puedes empezar a cambiar tu vida. Pero, también, para que luego escribieras tus metas, tus<br />

sueños. Escribe en un papel tus metas, aquello que quieres lograr a corto, mediano y largo plazo. ¡¿Sabes?,<br />

con solo escribir tus metas ya tienes el 50 % logrado!<br />

Traza el plan de tu vida, porque de un esfuerzo coherente y obstinado recibirás tus frutos; de<br />

responsabilidad, dedicación, sueños y tolerancia surgirá un método para vencer el miedo.<br />

En palabras de uno de mis más grandes mentores, Napoleón Hill, “cada persona que vence en cualquier<br />

empresa debe estar dispuesta a quemar sus naves y eliminar todas las posibilidades de dar marcha atrás.<br />

Sólo así puede tener la seguridad de mantener ese estado mental conocido como deseo ardiente de ganar,<br />

esencial para el éxito” (1990).<br />

Si reflexionamos nos daremos cuenta de que los barcos se hicieron para flotar en altamar y no para estar<br />

amarrados a un puerto. El éxito no llega solo. <strong>La</strong> cultura del trabajo y la constancia deben convertirse en un<br />

hábito. El gran mérito que tienes al llegar al final de este capítulo sobre las emociones y el miedo, la primera<br />

gran montaña de este libro, es que te estás venciendo a ti mismo, estás adquiriendo y desarrollando hábitos<br />

que nunca te correspondieron y que los asimilaste para mejorar tu vida.<br />

Hay que seguir trabajando día a día. Leer una y otra vez las metas, hacerlas conscientes, cambiar el lenguaje<br />

negativo por uno positivo, pensar en que sí se puede. Porque el método sencillo del que te hablé no es solo<br />

leer este primer capítulo. De nada sirve que leas y no lo apliques a tu vida. Lo importante es que estés<br />

decidido a cuidar esta semilla que estoy sembrando en ti, a cambiar tu vida, a derrotar tus temores, a<br />

levantarte cada día dispuesto a cambiar tu mundo, a escalar tus montañas.


CONCLUSIONES<br />

El miedo es una emoción de la que depende nuestra vida. El cambio de actitud y la toma de decisiones<br />

constituyen dos pasos fundamentales en el camino de la felicidad y los primeros grandes retos en esta<br />

primera montaña de las emociones. Combatir los miedos aprendidos, escribir y planear nuestras metas de<br />

todos los días nos permiten perseverar y alcanzar el estado en el que queremos ubicarnos.<br />

No dejes que el miedo te paralice, puedes cambiar el mundo y tu ser, contagiar y servir de ejemplo a muchas<br />

personas. Escribe tus sueños y anhelos. Ellos serán vitales en tu camino y te reconducirán cuando te desvíes.<br />

No necesitas un plan muy elaborado, solo unas metas claras de las que te sientas convencido. Hazlo a mano,<br />

la caligrafía te conecta con tu cerebro, y este con el universo. Así se te facilitará ponerte en la ruta que<br />

deseas, y podrás evaluarte. Recuerda que no comete errores quien no lo intenta, los tropiezos hacen parte<br />

de la ruta hacia el éxito en esta primera montaña de las emociones.

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