25.10.2012 Views

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

Saramago, Jose - Ensayo sobre la ceguera

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

38<br />

que el otro, Y qué importa el coche ahora, dijo <strong>la</strong> mujer del médico,<br />

cuando se lo robaron tampoco podía servirse de él, Pero era mío, y<br />

este <strong>la</strong>drón se lo llevó no sé adónde, Lo más probable, dijo el médico,<br />

es que su coche esté en el sitio donde este hombre se quedó ciego,<br />

Tiene usted razón, doctor, se nota que sabe, allí estará sin duda, dijo<br />

el <strong>la</strong>drón. El primer ciego hizo un movimiento como para soltarse de<br />

<strong>la</strong>s manos que lo sujetaban, pero sin forzar, como si hubiese<br />

comprendido que ni <strong>la</strong> indignación, por justificada que estuviese, iba a<br />

devolverle el coche, ni el coche iba a devolverle <strong>la</strong> vista. Pero el <strong>la</strong>drón<br />

amenazó de nuevo, Si crees que no te va a ocurrir nada, te equivocas,<br />

sí, fui yo quien te robó el coche, pero tú me has robado a mí <strong>la</strong> vista de<br />

mis ojos, a ver quién de los dos es más <strong>la</strong>drón, Acaben de una vez,<br />

protestó el médico, todos aquí estamos ciegos y no nos quejamos, ni<br />

acusamos a nadie, Mucho me importa a mí el mal de los otros, dijo el<br />

<strong>la</strong>drón, desdeñoso, Si quiere irse a otra sa<strong>la</strong>, dijo el médico al primer<br />

ciego, mi mujer podrá llevarlo, el<strong>la</strong> se orienta mejor que yo, He<br />

cambiado de idea, prefiero quedarme aquí. El <strong>la</strong>drón se burló, El niño<br />

tiene miedo a estar allí solito, no se le vaya a aparecer un<br />

sacamantecas que yo sé, Basta, gritó el médico, impaciente, Mire,<br />

doctorcillo, rezongó el <strong>la</strong>drón, aquí todos somos iguales, a mí no me<br />

da usted órdenes, No le estoy dando órdenes, sólo le digo que deje a<br />

ese hombre en paz, Sí, sí, pero cuidadito conmigo, que no se me<br />

hinchen <strong>la</strong>s narices, que pronto se me acaba <strong>la</strong> paciencia, que, a<br />

bueno, no hay otro como yo, pero a <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s nadie me gana. Con<br />

gestos y movimientos agresivos, el <strong>la</strong>drón buscó <strong>la</strong> cama donde había<br />

estado sentado, empujó <strong>la</strong> maleta debajo y dijo luego, Me voy a<br />

acostar, y por el tono fue como si dijese Vuélvanse, que me voy a<br />

desnudar. La chica de <strong>la</strong>s gafas oscuras le dijo al niño estrábico, Tú<br />

también tienes que meterte en cama, ponte aquí, a este <strong>la</strong>do, y si de<br />

noche necesitas algo, me lo dices, Quiero hacer pipí, dijo el niño. Al<br />

oírlo, todos sintieron unas súbitas y urgentes ganas de orinar,<br />

pensaron, con éstas o con otras pa<strong>la</strong>bras, A ver cómo se resuelve eso<br />

ahora, el primer ciego palpó debajo de <strong>la</strong> cama, buscando un orinal,<br />

pero, al mismo tiempo deseando que no lo hubiera porque le daría<br />

vergüenza orinar en presencia de otras personas, que no podrían<br />

verlo, desde luego, pero el ruido es indiscreto, indisimu<strong>la</strong>ble, los<br />

hombres, al menos, pueden usar un truco que no está al alcance de<br />

<strong>la</strong>s mujeres, en eso tienen más suerte. El <strong>la</strong>drón se había sentado en<br />

<strong>la</strong> cama, y decía ahora, Mierda, a ver dónde se mea en esta casa, Ojo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!