PORTADA

10
Un sólido golpe
Por: Enrique Peñaredonda Hidalgo
legar al campo, ver la majestuosidad de
la cancha, esos imponentes 18 hoyos
que te enfrentan a ti mismo y el control
que como jugador debes tener de tus
emociones. Tomar el drive y prepararte
en el tee de salida para hacer ese primer
golpe, el primer acercamiento al hoyo.
Tu mente en blanco sólo se enfoca en
la bola y en la técnica que debes usar
para que ese golpe tenga la potencia
y dirección suficiente para acercarla al
hoyo. De repente, el espacio se rompe,
y en un sólo segundo de silencio tu mirada
sigue el viaje marcado por la bola,
ese sólido primer golpe fue el inicio del
camino hasta el hoyo 18.
La bola aterrizó sin titubear en el fairway,
hiciste esa mañana, esa tarde, durante
un torneo o en una práctica con amigos,
un golpe que disfrutaste y te relajó.
Para quienes amamos este deporte, el
tener la oportunidad de acercarnos a él
con cualquier pretexto, significa disfrutar
de momentos muy gratos. Y es que
el golf se vuelve “enviciante” porque lo
vives no sólo en el campo de golf sino en
la vida diaria.
Conocido como un deporte de caballeros
por sus principios básicos de respeto,
cordialidad y una constante superación a
uno mismo, el golf te enseña que la vida
es como esos 18 hoyos que disfrutaste
hoy antes de llegar a tu oficina. Si inicias
cada actividad, cada nuevo reto o cada
nuevo proyecto con firmeza y decisión
estarás impulsándote a triunfar.
Habrá en el camino tropiezos, hoyos
complicados, obstáculos en el campo,
que te dificulten realizar el tiro y que impidan
que visualices correctamente hacia
dónde debes dirigir el siguiente golpe.
También habrá situaciones en las que
no sepas hacia dónde te llevará el golpe
ejecutado y puede que el mismo golpe
sea una decisión que reniegues. Sin embargo,
siempre al final, si no pierdes la
objetividad ni dejas que tu visión se nuble,
un golpe certero te hará llegar al final
del camino con una sonrisa en el rostro.
La sonrisa puede no ser porque hayas
ANÓNIMO