LA NIÑA QUE VINO DEL MAR

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LA NIÑA QUE VINO DEL MAR José Fermín Hernández Lázaro 1 “LA NIÑA QUE SE VA AL MAR” ¡Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¿Qué blancas tus manos, niña, que te vas sin suspirar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¿Qué blanco tu corazón y qué blanco tu mirar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! (Rafael Alberti)

<strong>LA</strong> <strong>NIÑA</strong> <strong>QUE</strong> <strong>VINO</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MAR</strong><br />

José Fermín Hernández Lázaro<br />

1<br />

“<strong>LA</strong> <strong>NIÑA</strong> <strong>QUE</strong> SE VA AL <strong>MAR</strong>”<br />

¡Qué blanca lleva la falda<br />

la niña que se va al mar!<br />

¡Ay niña, no te la manche<br />

la tinta del calamar!<br />

¿Qué blancas tus manos, niña,<br />

que te vas sin suspirar!<br />

¡Ay niña, no te la manche<br />

la tinta del calamar!<br />

¿Qué blanco tu corazón<br />

y qué blanco tu mirar!<br />

¡Ay niña, no te la manche<br />

la tinta del calamar!<br />

(Rafael Alberti)


I<br />

(Depósito de cadáveres de un viejo hospital. Los camastros representan losas<br />

sobre cada una de las cuales se hallan tres cuerpos cubiertos con sábanas blancas. Por<br />

las puertas laterales se accede a dos pasillos-corredores.<br />

Al abrirse el telón hay total oscuridad. Tan solo la luz que atraviesa los cristales<br />

sobre el quicio de la puerta de la izquierda, que da a un corredor, ilumina tenuemente<br />

la estancia.<br />

Al silencio inicial sucede un ruido de pasos. Se abre lentamente la puerta de la<br />

izquierda. Un enfermero invita a entrar mediante gestos a una pareja. El hombre y la<br />

mujer rondan los 60 años. Camina la mujer apoyada en su compañero.<br />

El enfermero levanta la sábana de la losa más cercana a la puerta de acceso. La<br />

mujer no mira. El hombre niega con la cabeza. El enfermero cubre el cuerpo con la<br />

sábana y los dirige hasta la losa del otro extremo. Levanta la sábana; el hombre se<br />

sobrecoge ligeramente. La mujer se estremece con un movimiento reflejo. Ambos se<br />

abrazan. El enfermero cubre el cuerpo y los tres vuelven lentamente sobre sus pasos.<br />

A punto se salir por la puerta la mujer corre a abrazarse al cuerpo que acaban<br />

de reconocer. Su acompañante la recupera y salen de la estancia.<br />

Pausa. Silencio. Se repite la situación. El enfermero entra con una mujer de<br />

unos treinta años. Le acompaña hasta la losa del centro. Se detienen ante ella. Él eleva<br />

la sábana y la joven queda inmóvil. Alarga luego su mano maquinalmente y hace gestos<br />

de caricias bajo la tela. Lo hace con ternura y a la vez con entereza. Se inclina sobre el<br />

cuerpo y le besa suavemente. Sale decidida seguida del enfermero).<br />

Pausa. Silencio. Oscuro)<br />

2


II<br />

(Se ilumina la escena. Amplia estancia de una casa de campo. La luz de<br />

amanecer entra por las dos ventanas del fondo. Durmiendo sobre unos catres, de<br />

izquierda a derecha se encuentran: Vittorio, Sofía y Franco. Por la puerta de la<br />

derecha se accede al resto de la vivienda, por la izquierda al exterior).<br />

SOFÍA<br />

-(Desperezándose) Buenos días. Arriba, arriba, ¿no me oís? Son las siete. (Habla<br />

mientras ordena el recinto) Pero bueno, seréis dormilones. (Zarandea al compañero de<br />

su derecha). Espabila, a llegado el día y es la hora.<br />

VITTORIO<br />

-(Lanzándole un manotazo) Ya vale, ¿no?<br />

SOFÍA<br />

-¡Ño! ... (Jocosa) poco ha faltado para que me despeines. (Como hablando para<br />

sí tras una pausa) Hoy me parece que tendremos un hermoso día, uno de aquellos que<br />

entristecían a Bailly, aquel antiguo alcalde de París. Es cierto. El sol reúne a las<br />

muchedumbres y la lluvia las dispersa. (Suspirando) Ay... ¡benditos sean los días<br />

nublados! (Pausa. Se dirige hacia la ventana y abre las cortinas continuando con sus<br />

reflexiones en alta voz) También nuestros jefes son sensibles a eso, ordenan matar más<br />

en verano que en invierno. ¡Qué maravilloso es junio! (Mira a través de la ventana y<br />

eleva la voz dirigiéndose a sus compañeros). ¿No me oís? Estamos a 27.<br />

(Ensimismándose de nuevo) Si vierais... viene el sol empujando la bruma con sus rayos<br />

azules. El día se despereza por detrás de los montes. Sólo falta el mar, (nostálgica) mi<br />

mar, el mar del sur siempre al norte de mis sueños... Me recuerda mi tierra cuando yo<br />

3


era niña, mi playa, mi horizonte... Todos los días eran emocionantes, románticos, fueran<br />

del color que fueran. Aquí todo es distinto. (Con tristeza) Mi madre no llegó a<br />

aclimatarse totalmente, murió al poco tiempo de llegar aquí y aquí quedó para siempre.<br />

Mi padre y mi hermana volvieron a nuestra tierra de origen. Allí gozan los dos de los<br />

sones corales del mar de los sueños, de distinto modo uno de otro, naturalmente. ¡Dios<br />

mío! qué hermosa luz malva, es... cómo explicarlo... como el abrir de ojos de un niño<br />

recién nacido. (Inclinándose sobre el camastro de la derecha) Tú Franco sabes muy<br />

bien, lo que es eso, ¿verdad? (Avanza hacia la puerta de la derecha) Hacía tres días que<br />

te habían internado en el hospital.<br />

(Oscuro)<br />

III<br />

(Fundido de transición. Al iluminarse de nuevo la escena representa la<br />

habitación de un hospital. Franco viste ropa blanca a modo de pijama. Tiene los ojos<br />

vendados. Sofía entra por la derecha desde un pasillo iluminado.)<br />

FRANCO<br />

-¿Quien es? ¿Quien está ahí? ¿Doctor Mattisse? (Descubre sus brazos y se<br />

incorpora ligeramente).<br />

SOFÍA<br />

-Soy yo, Franco. (Se acerca a él y le toma una mano) Franco.<br />

-Sofía.<br />

FRANCO<br />

4


-¿Cómo estás?<br />

-Ya ves. ¿Y tú ?<br />

-Bien.<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-¿Cómo va todo, qué dicen Italo y Salvatore?<br />

SOFÍA<br />

-Han atravesado el río no te preocupes, hay cambios, se ha aplazado el secuestro<br />

hasta la primavera. (Pausa) ¿Qué te han dicho los médicos?<br />

FRANCO<br />

-Que tuve mucha suerte, que fue un milagro que salvara la vida, que golpes<br />

como el mío suelen tener peores consecuencias, pero... Sofía, yo no veo. Peores<br />

consecuencias... tengo la esclerótica dañada. (Se cuelga de ella para incorporarse)<br />

Seguramente me operarán mañana.<br />

SOFÍA<br />

-Estupendo Franco, todo volverá a ser como antes, ya lo verás.<br />

5


FRANCO<br />

-No resisto más. Todo el día solo, en esta maldita habitación, con el temor de<br />

que en cualquier momento se abra la puerta, entre alguien y acabe conmigo. Sofía,<br />

vámonos, posiblemente te han seguido.<br />

SOFÍA<br />

-Nadie me ha seguido, nadie sabe quienes somos. Si ahora abandonamos el<br />

hospital levantaremos sospechas. Aún disponemos de tiempo, tranquilo. Volverás a ver,<br />

estoy segura, aguanta un poco más.<br />

FRANCO<br />

-Llevo aquí tres días, es demasiado, es peligroso, corremos menos riesgo al otro<br />

lado de la frontera.<br />

SOFÍA<br />

-No lo creas, desde que comenzaron allí los atentados contra los refugiados<br />

ningún lugar es seguro.<br />

FRANCO<br />

-Para nosotros sí, conocemos bien la zona, nadie nos considera extraños y<br />

dominamos el idioma. Vámonos, en diez minutos nos presentamos en la autopista, y en<br />

poco más, a salvo.<br />

SOFÍA<br />

-Estás nervioso, espera a que te operen, será cuestión de un par de días, los<br />

desprendimientos de retina por causa de un golpe son frecuentes y la operación es fácil.<br />

6


FRANCO<br />

-Sofía, los tenemos encima. (Le parece oír un ruido) Calla. Escucha.<br />

SOFÍA<br />

-No es nada, tranquilo. Sé lo mal que te sientes, confía en mí, no me moveré de<br />

aquí. Ahora es éste el lugar más seguro.<br />

-Sofía.<br />

-Dime.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-He tenido un sueño. Caminábamos los dos sobre la hojarasca de un bosque. Al<br />

pie de un árbol descubrimos una toalla blanca con una mancha de sangre, sangre viva,<br />

limpia. La cogiste con mimo como si hubieras encontrado algo tuyo y me miraste<br />

amorosa. De pronto aparecieron cuatro osos negros y tú corriste. Yo sabía que era un<br />

sueño y quería despertar, pero era imposible despegar los párpados. No podía. Cuando a<br />

punto estaban los osos de caer sobre mí, te volviste y me disparaste dos veces, ¿por qué<br />

Sofía, por qué?<br />

SOFÍA<br />

-Franco, los sueños son sueños, no te obsesiones. (Bromeando) En cuanto<br />

recobres la vista te resucito, ¿eh? Ánimo hombre, los sueños son como películas que<br />

nos pone Dios para que pasemos la noche entretenidos. Venga, acuéstate.<br />

7


-Sofía.<br />

-Qué.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-¿Es definitivo el reajuste de comandos?<br />

-Hay rumores.<br />

-¿Y qué?<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-Dicen que tú y yo iremos con Vittorio y François, pero pasarán meses antes de<br />

que eso suceda, como siempre.<br />

FRANCO<br />

-¡Cambios, cambios! apenas tenemos tiempo de formar equipos fuertes,<br />

compenetrados. En dos años he tenido nueve compañeros distintos. Así no vamos a<br />

ninguna parte.<br />

SOFÍA<br />

-Eso significa que algo sucede por las altas esferas, la situación se complica día a<br />

día: o no saben qué hacer o pretenden algo que nos ocultan.<br />

8


FRANCO<br />

-Eso es lo que temo, ya no podemos confiar en nadie, así que (Cambiando el<br />

tono salta de la cama. Muy nervioso) vamos Sofía, ya estoy bien, seguir aquí es correr<br />

un riesgo innecesario, salgamos de aquí cuanto antes. Vamos. Me operaré al otro lado<br />

de la frontera, allí tendremos menos que temer.<br />

SOFÍA<br />

-Salir ahora de este hospital es delatarse Franco ¿no te das cuenta? Escúchame,<br />

no hagas locuras, primero has de ver. Contigo ciego no podremos movernos. Espera a<br />

mañana, (Suplicante) por favor.<br />

FRANCO<br />

-Tengo miedo Sofía. (Habla precipitadamente) Además mira, puedo defenderme<br />

¿ves? ya veo. Estás preciosa como siempre. Veo el horizonte del mar en tus ojos, de ese<br />

mar que llevas tan dentro de ti, ese mar de tus recuerdos y de tus nostalgias. (La suelta y<br />

va hacia la ventana con los brazos un poco extendidos) Ves? ya veo. ¡Vamos Sofía!<br />

(Se vuelve, avanza rápido, tropieza y cae aparatosamente. Ella le ayuda a<br />

levantarse y le acompaña lentamente hasta la cama. Oscuro)<br />

IV<br />

(De nuevo el escenario de la casa de campo. Luz de día. Sofía en la situación<br />

anterior continúa ordenando la estancia. Al oído de Franco)<br />

9


SOFÍA<br />

-Fue un mal sueño Franco, ya pasó, ahora hemos de darnos prisa, François nos<br />

espera dentro de hora y media. (Va hacia Vittorio cantando operísticamente) Vittorio,<br />

hermosa criatura... vamos ¡arriba!<br />

VITTORIO<br />

-Qué coñazo, tía, qué coñazo. (Imitándola en tono afeminado) Vittorio, hermosa<br />

criatura... vamos arriba... ¡Joder con la generala ! (Se levantan los dos)<br />

FRANCO<br />

-(Afeminando la voz para imitar a Sofía) Los catres en orden eh?, cada cual el<br />

suyo. ¿Han oído los señoritos?<br />

-(Despectiva) Graciosos.<br />

SOFÍA<br />

(Sale por la derecha. Pausa. Comienzan a recoger)<br />

-¿Cómo estás?<br />

-Bien. Seguro que todo sale bien.<br />

-¿Lo tienes listo?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

10


-Sí.<br />

-Ya sabes, cuatro días.<br />

-¿Qué?<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Que debemos permanecer al otro lado de la frontera cuatro días.<br />

-Ya, y ¿luego?<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-A esperar. Unos días de descanso y a esperar. (Pausa) ¿A dónde irás?<br />

-No lo sé.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Si te apetece te vienes conmigo, aunque es mejor que no nos vean juntos.<br />

¿Volverás a casa a ver a tu madre?<br />

-No lo sé.<br />

VITTORIO<br />

11


-Estará esperando tu visita.<br />

-No lo sé.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Joder Vittorio, no lo sé, no lo sé, ayúdame ¿quieres? Ayúdame a ayudarte. Si<br />

quieres no te pregunto. No andes con misterios, todo va bien ¿no?<br />

VITTORIO<br />

-Te he dicho que no sé lo que haré, además... (Modificando el semblante,<br />

poniéndose serio) déjame. Tú a lo tuyo; cada cual a lo suyo.<br />

FRANCO<br />

-Hace varias semanas que te comportas de un modo extraño. ¿Qué te preocupa?<br />

¿es por Sofía? Es por lo de la televisión, ¿no es cierto? o quizá por lo que le sucedió a<br />

Salvatore? Creo que de eso ya hemos hablado lo suficiente, hice cuanto pude por tu<br />

hermano; lo que tú me pediste.<br />

VITTORIO<br />

-Deja de preguntarme ya, hostias. Te he dicho que no pasa nada. Quieres<br />

dejarme en paz de una puta vez? Todo marcha perfectamente, vale? (Bajando el tono de<br />

voz) Perdona, olvídalo, nos espera faena dentro de... (Mirando el reloj) poco más de una<br />

hora. (Se dirige a la puerta de la derecha).<br />

12


FRANCO<br />

-Vittorio. (Se vuelve éste) Todos hemos visto alguna vez nuestro nombre en el<br />

periódico. Siempre hay una vez que es la primera. ¿Y qué?, es una... (Pensando cada<br />

palabra) posibilidad latente; un riesgo que nace el día en que se entra en esto. ¿Qué<br />

creías?, ¿que íbamos a conseguir lo que hemos conseguido sin salir del anonimato o<br />

con absoluta impunidad?<br />

VITTORIO<br />

-Pero es que Sofía nos era muy útil cuando nadie la conocía.<br />

-(Conclusivo) ¡Sabía que era eso!<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Era una colaboradora legal desconocida, pero ahora todo el mundo conoce su<br />

rostro. No estaba fichada ...<br />

FRANCO<br />

-Ninguno de nosotros lo estábamos. Siempre hay una primera vez. Para todo.<br />

VITTORIO<br />

-Un legal en un comando es imprescindible, facilita las acciones. Sofía ya no<br />

podrá dar ni un paso sin mirar atrás, como muchos de nosotros, como casi todos ya.<br />

FRANCO<br />

-Hay que contar con los imprevistos.<br />

13


hermano.<br />

VITTORIO<br />

-No los tuvisteis ni ella ni tú cuando formabais comando con Italo y con mi<br />

FRANCO<br />

-¿Acaso tenemos nosotros la culpa de eso? Las cosas se han complicado.<br />

Entonces eran otros tiempos, otras circunstancias; todo era distinto.<br />

VITTORIO<br />

-Sí, muy distinto, pero ya lo ves, en un momento crucial aparece su imagen en<br />

los periódicos. ¡Dios! tenía que tocarme a mí.<br />

FRANCO<br />

-No seas catastrofista Vittorio, tendremos apoyos, reestructurarán los comandos,<br />

todo tiene remedio. La de hoy será la más importante misión de los últimos cuatro<br />

años. No me digas que después de tantas y tan peligrosas acciones como hemos llevado<br />

a cabo ahora tienes miedo.<br />

VITTORIO<br />

-No es eso, es que me duele que hayamos perdido tanta capacidad operativa.<br />

(Vittorio se dirige a tomar asiento en una silla de la derecha cuando un papel se<br />

le escapa del bolsillo. Franco acude a recogerlo con naturalidad pero Vittorio se<br />

precipita a por él. Franco se sorprende del gesto de su compañero. Se miran en<br />

silencio. Entra Sofía)<br />

SOFÍA<br />

-El café está caliente, aunque... (Abatida) me parece que ya no hay prisa.<br />

14


VITTORIO<br />

-¿Qué quieres decir conque no hay prisa?<br />

SOFÍA<br />

-La radio. Desde anoche a las 12 hay huelga de camioneros. La frontera está<br />

bloqueada, y controlada naturalmente. No creo que François haya podido pasar.<br />

FRANCO<br />

-De todos modos nosotros a las 9 hemos de estar en el lugar convenido. Si él no<br />

aparece ya sabemos lo que hemos de hacer: nada. Pero hemos de estar allí.<br />

SOFÍA<br />

-(Elevando la mirada) Y si lo consigue nuestro problema será escapar después<br />

de la ofensiva. Pasar la frontera con un bloqueo de camioneros será otra odisea. Tengo<br />

un terrible presentimiento, y la sospecha de que la misión de hoy será inútil, inútil y<br />

muy peligrosa.<br />

(Se produce un silencio)<br />

VITTORIO<br />

-(Gravemente) Sofía. (Pausa. Con suspicacia) ¿Hemos cambiado de aparato de<br />

radio? ayer no funcionaba.<br />

SOFÍA<br />

-No. La he conectado y funciona, no sé, quizá... no sé... funciona perfectamente.<br />

FRANCO<br />

-(Enfrentándose a Vittorio) Pero qué pasa ahora con la radio? ¿Qué insinúas?<br />

Joder qué líos por nada. No funcionaba y ahora funciona... cosas de la edad coño, o de<br />

15


los nervios, no la enchufarías bien anoche, qué se yo, venga, vamos a tomar el café y a<br />

la calle. ¡La madre que... ! (Sale por la derecha)<br />

(Quedan solos Sofía y Vittorio)<br />

SOFÍA<br />

-¿Qué te ocurre Vittorio? Desconfías de mí, no me miras a la cara. Tú sabes que<br />

te aprecio. Y sabes lo peligroso que es para nuestra organización que dos de sus<br />

miembros se lleven mal. Y más dentro del mismo comando.<br />

VITTORIO<br />

-No sé nada ni me importa. Solo sé cuál es mi cometido y lo llevaré a cabo.<br />

Todo saldrá perfectamente si cada cual hacemos lo que nos corresponde. Déjame en<br />

paz. Tú a lo tuyo, cada cual a lo suyo.<br />

SOFÍA<br />

-(Bajando el tono) Es por lo de Salvatore ¿verdad? Siempre has creído que fui<br />

yo la culpable de su muerte.<br />

-(Abatido) Déjalo ya Sofía, déjalo.<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-¿Por qué Vittorio, por qué he de dejarlo? Es por aquello, ¿no es cierto? Eres<br />

injusto, bien conocías nuestra relación y nuestros sentimientos. Éramos más que<br />

compañeros. Yo le amaba, Vittorio.<br />

VITTORIO<br />

-Era mi hermano, tú estabas con él. Nadie más. Y murió.<br />

16


SOFÍA<br />

-(Apartándose de él) Tanto como tú sentí perderlo yo, y más de aquel modo.<br />

Estábamos cercados por la policía en aquella casa. Solo Franco y yo tuvimos suerte. Y<br />

tú y los tuyos que estabais fuera del edificio.<br />

VITTORIO<br />

-Ni tú ni Salvatore debíais estar allí aquella noche. Pertenecías a otro grupo.<br />

-Bien sabes por qué fuimos.<br />

-Ya.<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-La labor de tu hermano siempre estuvo relacionada con sus estudios, era un<br />

brillante psicólogo, era clave en algunos momentos de tensión... y un hombre<br />

excepcional.<br />

-Ya.<br />

VITTORIO<br />

17


SOFÍA<br />

-Olvídalo, fue un duro golpe para todos. Hemos de ser fuertes, yo le quería, y a ti<br />

también te quiero, de otro modo pero te quiero, tienes algo de él, os parecíais mucho,<br />

sobre todo en los ojos.<br />

-Ya.<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-Vittorio (Le golpea en la sien con un dedo), quítatelo de ahí, hicimos lo que<br />

debíamos hacer. Nosotros fuimos allí porque Franco nos lo pidió.<br />

oscuridad)<br />

pie).<br />

(Fundido. Vittorio, sentado a la derecha del escenario, desaparece en la<br />

V<br />

(Piso franco 1. Franco se halla sentado en el sofá de la izquierda. Sofía de<br />

FRANCO<br />

-Tenéis que acudir, no hay otro remedio, compréndelo. Salvatore y tú sois<br />

especiales, la fuerza del último instante de cualquiera... No podéis faltar esa noche.<br />

SOFÍA<br />

-No me digas que necesitáis animadores...<br />

18


FRANCO<br />

-No, realmente no es eso, es que necesitamos cobertura para la retirada esa es la<br />

verdad, somos pocos para una operación tan complicada.<br />

SOFÍA<br />

-No está previsto, tendremos problemas con la dirección, ya lo verás.<br />

FRANCO<br />

-Seguro que no, otra vez se habla de que van a reajustar los comandos. Así<br />

precipitamos la decisión, si han de hacerlo que lo hagan cuanto antes. A ver si de una<br />

puñetera vez encuentran una estructura definitiva.<br />

SOFÍA<br />

-Franco, si la policía aparece ni Salvatore ni yo tenemos ensayado el plan de<br />

huída, no estamos preparados, no conocemos bien los alrededores, pertenecemos a otro<br />

comando, es un suicidio, además... (Silencio).<br />

-¿Qué ?<br />

-Nada.<br />

-Nada no, ¿qué ibas a decirme?<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

19


SOFÍA<br />

-Nada, no es nada, si crees que es importante que estemos allí, estaremos.<br />

FRANCO<br />

-Habla, qué ocultas, qué ibas a decirme. Tienes que soltarlo, te quema y tienes<br />

que soltarlo. Qué es eso de además... qué es Sofía ?<br />

SOFÍA<br />

-Es que... hace tiempo que Salvatore y yo queremos dejarlo, o cambiar de<br />

cometido. Queremos vivir otra vida, nuestra propia vida, una vida distinta, más nuestra,<br />

sobre todo más nuestra.<br />

FRANCO<br />

-¿Me estás diciendo que vais a abandonar, que queréis saliros? ¿Es que habéis<br />

perdido la memoria? ¿Es que vais a pasar ahora por encima de nuestros muertos?<br />

realmente.<br />

SOFÍA<br />

-La vida que llevamos es la vida de los demás, no es nuestra vida, no vivimos<br />

FRANCO<br />

-¡Seréis capaces de dejar a medias el rescate de las palabras que nos han<br />

secuestrado, de renunciar al derecho de libertad que nos han robado! Sois unos cerdos.<br />

SOFÍA<br />

-No hablamos de abandonar, hablamos de cambiar de responsabilidad dentro de<br />

la organización, pasar a información, actuar de submarinos o de correo, lo que sea pero<br />

no esto. Sencillamente.<br />

20


-(Escéptico) Sencillamente...<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-Compréndelo Franco. Tú, si quieres, puedes echarnos una mano, Humberto está<br />

en la cúpula y tienes con él muy buenas relaciones, no sé...puedes hablarle.<br />

FRANCO<br />

-Tú también puedes hacerlo, los tres comenzamos al mismo tiempo y trabajamos<br />

juntos durante casi veinte meses.<br />

-Pero vosotros erais muy amigos.<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-¡Tú estás loca! Pues no me pide ayuda... Escucha, ni lo haré ni conseguiría<br />

nada si lo intentara, el principio de autoridad y disciplina de nuestra organización está<br />

por encima de recomendaciones y amistades, y tú lo sabes.<br />

SOFÍA<br />

-Salvatore está pasando por el peor momento de su vida, nos necesita.<br />

-Todos nos necesitamos.<br />

FRANCO<br />

21


SOFÍA<br />

-Quizá haga falta gente para montar algaradas, ya no hay comandos que sepan<br />

instigar a la población. Hay que hacerlo bien: lanzar una piedra en el momento<br />

oportuno, dar un grito preciso, iniciar una canción... enseguida todos te siguen. Luego<br />

todos creen que fue algo espontáneo, pero tú sabes por qué funcionó.<br />

FRANCO<br />

-Es increíble. En “el día D” cuando a punto está de caernos encima “la hora H”,<br />

a escasos minutos de entrar en acción, los señoritos se van. Se van, y no solo se van,<br />

sino que quieren abandonar con el beneplácito de (Irónico tocándose el pecho con las<br />

manos) aquel al que dejan en la estacada. ¡Increíble!<br />

SOFÍA<br />

-Tengo experiencia Franco, tuve esa responsabilidad durante casi dos años, y<br />

Salvatore está muy compenetrado conmigo.<br />

FRANCO<br />

-¿Olvidas que tienes un rostro conocido? ¿que eres una persona buscada?<br />

SOFÍA<br />

-Eso es cosa mía, yo lo arreglaré. No podemos más Franco, no podemos seguir<br />

acumulando más angustia. Salvatore no podrá. Por favor, le pesan demasiado los<br />

muertos, esos muertos que en realidad son responsabilidad de quienes nos mandan<br />

matar.<br />

FRANCO<br />

-¿Qué? Eso sí que no, Sofía, no nos engañemos, los muertos son de cada cuál:<br />

los tuyos, tuyos y los míos, míos. Somos nosotros los que disparamos o hacemos<br />

22


explosionar las cargas. Nuestros jefes tienen la responsabilidad de transmitirnos la<br />

emoción de las ideas, de excitar nuestros impulsos, de hacer que seamos capaces de:<br />

¡pum! ¡pum! ¡pum! accionar nuestro dedo sobre el gatillo.<br />

SOFÍA<br />

-Algo fundamental ha cambiado, al principio nos decían que las<br />

responsabilidades eran compartidas, ahora parece que no.<br />

FRANCO<br />

-Según y cuáles Sofía. A los jefes hay que pedirles cuentas de su astucia y de su<br />

habilidad para... (Buscando la palabra) estimular nuestros instintos pero nada más.<br />

Digan lo que digan, ellos no son responsables de la violencia o de los crímenes que<br />

nosotros podamos cometer. Suyos son los honores de la estrategia; nuestro el valor.<br />

-O la cobardía.<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-Llámalo como quieras, pero yo creo que es cuestión de valor.<br />

SOFÍA<br />

-¡Pues Salvatore y yo lo hemos perdido! La lucha armada nos pesa. Él lleva<br />

encima demasiados muertos. Ha sufrido mucho los últimos meses, no es ya el joven<br />

alegre que era, no habla, solamente mira al suelo, vive atormentado.<br />

FRANCO<br />

-Eso nos sucede a todos de vez en cuando, o acaso crees que yo no siento miedo.<br />

¿Crees que es fácil para mí apretar el gatillo de mi “magnun” después de medir los<br />

23


pasos de alguien, ignorando incluso al niño que camina junto a él? ¿Crees que a mí no<br />

me gustaría gozar de la vida de otro modo? Yo preferiría cualquier otra cosa antes que<br />

abrirle un boquete en la tapa de los sesos a alguien a quien no conozco y que<br />

seguramente será mejor que yo.<br />

SOFÍA<br />

-No es cierto lo que dices, tú vives lo que haces, tú puedes seguir y Salvatore no.<br />

La noche de los multicines cambió su vida. Estalló la bolsa antes de tiempo y se vio<br />

envuelto en aquel caos. No puede olvidarlo, ni yo tampoco. Le vi salir en medio de<br />

aquella humareda entre cadáveres andantes que se desplomaban a su alrededor. Olía a<br />

carne quemada, a cada paso tropezaba con los miembros desprendidos de aquellos<br />

cuerpos destrozados...<br />

-Olvídalo y listo.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-Qué fácil es decirlo. A veces pienso como él, que fue una matanza tan<br />

monstruosa como inútil, hubo más de cuarenta muertos, casi todos jóvenes como<br />

nosotros. Salían del cine deformados, completamente negros, sin pelo, con rosetones<br />

sanguinolentos entre jirones de tela, clamando al cielo con los brazos en cruz y los ojos<br />

en blanco.<br />

FRANCO<br />

-Calla Sofía. La mayoría eran burgueses acomodados, sumisos perros de presa.<br />

Cualquiera de ellos hubiera acabado contigo si alguien les hubiera dado una sinrazón.<br />

-(Concluyente) Como las nuestras.<br />

SOFÍA<br />

24


FRANCO<br />

-Las nuestras son razones, tienen sentido.<br />

SOFÍA<br />

-¿Estás seguro, de verdad lo crees así?<br />

FRANCO<br />

-Cómo no. Mírame a mí. Soy hijo de Luigi, un barbero, y de Francesca, nací en<br />

un pequeño pueblo junto a la frontera. ¿De qué vivieron mis padres? ¿y mis abuelos?:<br />

del esplendor del estraperlo primero y del contrabando de café y de tabaco después. Allí<br />

solo había contrabandistas y carabinieris. Una mañana mi hermano mayor apareció<br />

muerto en una cuneta. Tenía 15 años. Venía de recoger una mercancía. Nunca llegó<br />

donde mi padre le había citado.<br />

SOFÍA<br />

-La venganza es una sinrazón. Tu hermano y tu padre no luchaban por un ideal,<br />

buscaban subsistir que no es poco, y tu has aprovechado su muerte para justificar el<br />

haberte metido en esto.<br />

FRANCO<br />

-(Yendo violento hacia ella)¿Qué quieres decir?<br />

SOFÍA<br />

-La verdad, tú sabes por qué estás aquí, y sabes por qué estoy yo. Yo entré por<br />

Salvatore, estaba loca por él. Cuando mi familia se asentó en esta tierra me encontré<br />

sola, vacía incluso de esperanzas. Éramos una pequeña familia de soñadores con pocas<br />

posibilidades económicas para vivir. La vida de mi padre era una vida de sobresaltos y<br />

25


emergencias diarias, limpiaba la playa, apilaba jara, lavaba botellas en las bodegas...<br />

(Soñadora) y tocaba la mandolina. Era un artista en todos los sentidos, escribía versos,<br />

creaba sueños... tuvimos que dejarlo todo... incluso el mar, nuestro mar del sur. Mi<br />

madre murió seis meses después de llegar aquí. Al poco tiempo mi padre se enamoró<br />

apasionadamente de una joven licenciada en filosofía y letras que lo dio todo por él<br />

durante dos años. Pronto advirtió que era un hombre singular. Un día, sin que se supiera<br />

cómo ni por qué, ella desapareció de su vida y él se llenó de silencios y de tristeza.<br />

Volvió a nuestra tierra y un atardecer de otoño se bebió el mar. Mi hermana también<br />

regresó a ocupar nuestro espacio original. Allí vive hoy unida a la ausencia de todos<br />

nosotros. Yo tuve la suerte de encontrar a Salvatore. Comencé acompañándole. Pronto<br />

me identifiqué con sus ideas. Luché con él y con él llegué a matar. Hoy los dos somos<br />

conscientes del gran engaño en el que estamos envueltos. Por eso vamos a abandonar.<br />

(Pausa) Te digo que está destrozado, sufre mucho.<br />

FRANCO<br />

-¿Y yo? ¿y los demás? No podemos pensar sólo en nosotros Sofía, no debemos<br />

pensar sólo en nosotros, somos parte de un todo que se llama libertad, y la libertad ni<br />

teme, ni admite dudas ni resquicios por los que puedan escaparse los ideales de un<br />

pueblo.<br />

SOFÍA<br />

-¿Los ideales de un pueblo? Los pueblos no tienen ideales, los ideales son<br />

patrimonio de las personas, lo que llamamos ideales de un pueblo son los intereses de<br />

unos pocos ambiciosos que no arriesgan nada propio para alcanzar sus objetivos.<br />

FRANCO<br />

-No lo sabemos, no estamos dentro de ellos.<br />

26


SOFÍA<br />

-Discúlpalos, sí, discúlpalos. Seamos sinceros Franco, es una paradoja pero yo<br />

soy terrorista por amor a un hombre, y tú porque quieres vengar la muerte de tu<br />

hermano, una muerte que fue tan estúpida como injusta. Yo creo en las personas no en<br />

los pueblos, yo creo en ti y en mí que tenemos nombre y rostro; en ti y en mí que somos<br />

capaces de emocionarnos; en ti y en mí ¿comprendes? y no en esos que se<br />

autoproclaman dioses para dirigir nuestras conciencias o para condenar nuestras<br />

acciones desde el bando contrario.<br />

FRANCO<br />

-(Provocador) ¿Que crees en qué? ¿en qué dices que crees? Tanto Salvatore<br />

como tú no habéis creído en nada ni en nadie. (Agresivo) Sois sencillamente activistas<br />

de ocasión, circunstanciales, de conveniencia, esto ha sido para vosotros la barra de un<br />

bar en la que os habéis conocido; un espacio y un tiempo aprovechado para daros unos<br />

revolcones.<br />

SOFÍA<br />

-Sabes que no es así, eres cruel y embustero; estás nervioso.<br />

FRANCO<br />

-Vosotros y alguno como vosotros sois los culpables de la situación en que se<br />

encuentra nuestra organización.<br />

SOFÍA<br />

-Exageras. Me recuerdas a los políticos de plaza mayor. Tú sabes cuánto hemos<br />

hecho cada uno, y lo que cada cuál hemos sufrido. A veces asaltan dudas, ¿acaso tú no<br />

has estado tentado de dejarlo todo y volver a casa? Nos están engañando Franco, nos lo<br />

han robado todo, incluso el alma.<br />

27


FRANCO<br />

-(Con rabia) Creo en lo que digo Sofía, lo creo firmemente. Y creo sobre todo<br />

en la libertad, en esa yegua de la libertad que resopla a nuestro paso.<br />

SOFÍA<br />

-(Ensimismada) Nos han convertido en robots. Somos lo que somos, pero<br />

estamos obligados a actuar como si fuésemos lo que los demás creen que somos.<br />

¡Sociedad asquerosa! No vemos más allá de nuestras narices, han conseguido que<br />

hagamos de los medios fines, matar es el fin, matar y matar; arriesgar y volver a matar.<br />

(Franco le mira fijamente en silencio. Se crea una extraña tensión )<br />

FRANCO<br />

-(Con gravedad insinuante) Sofía, no lo sé... pero ¿realmente eres uno de los<br />

nuestros o una infiltrada? ¿qué ocurre entre nosotros?<br />

SOFÍA<br />

-Sería igual, todos actuamos más o menos según las circunstancias.<br />

FRANCO<br />

-No debemos olvidar a nuestros muertos.<br />

SOFÍA<br />

-No los olvido, pero tampoco quiero olvidar que yo estoy viva, quiero vivir<br />

¿comprendes? quiero vivir. Crearon en nosotros una adicción que van alimentando<br />

según las necesidades y el carácter de cada cuál. Así mantienen nuestra esclavitud.<br />

Salvatore es el mejor ejemplo de ello.<br />

28


FRANCO<br />

-Aunque fuera cierto lo que dices no podemos tirar por tierra lo conseguido hasta<br />

ahora. Tenemos una gran responsabilidad, debemos seguir luchando, entregándonos por<br />

nuestro pueblo como otros lo hicieron antes. Lo único que poseemos es lo que damos a<br />

los demás.<br />

SOFÍA<br />

-Eso es demagogia, es verdad pero es demagogia. Aprendiste una lección que<br />

nada tiene que ver contigo. Sé sincero: tu credo es la venganza, la herida que dejó la<br />

muerte de tu hermano.<br />

FRANCO<br />

-(Agarrándola furioso) ¡No nombres a mi hermano, no lo nombres! Lo mataron<br />

y remataron en una cuneta, teníamos que comer (Agitando su cuerpo) ¿lo entiendes?<br />

teníamos que comer.<br />

SOFÍA<br />

-(Asustada) Franco, suéltame, por favor, suéltame, no he querido herirte. (Le<br />

suelta y se sienta abatido con la cabeza entre las manos. Ella sigue hablando) Qué bien<br />

lo hacen. Forman comandos de personas distintas. Tú y yo somos distintos, todos somos<br />

distintos, ya se preocupan de que lo seamos, como en las sectas. Entre los anarquistas<br />

de Lyon del siglo pasado había místicos, soñadores, ignorantes, delincuentes y obreros<br />

que leían mucho y no entendían nada, tampoco faltaban locos mezclados en el grupo<br />

con gran regocijo de sus dirigentes. Una torre de “babel” fácil de controlar. Como la<br />

nuestra.<br />

FRANCO<br />

-De todos modos Sofía, la única opción es ir hacia adelante, hacia atrás no hay<br />

salida, no hay salida.<br />

29


SOFÍA<br />

-Ha de haberla y hemos de encontrarla. Basta ya de alimentar más tiempo esta<br />

mentira, no tiene sentido. Los objetivos de antaño nada tienen que ver con nuestras<br />

expectativas de hoy. Estamos luchando por una libertad que ese pueblo que tú dices no<br />

hecha en falta. El pueblo quiere paz, no muertos.<br />

-Cómo hemos cambiado.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-Perdóname. Salvatore y yo nos queremos más que a nadie en el mundo, más<br />

incluso que al ideal que aquí nos trajo y aquí se quedará con vosotros (Con firmeza)<br />

porque nosotros nos vamos Franco, decididamente Salvatore y yo nos vamos. (Silencio.<br />

Pausa) Y te pido que nos ayudes.<br />

FRANCO<br />

-Está bien, ya veremos, no te prometo nada, de acuerdo pero... ¿esa noche...?<br />

SOFÍA<br />

-(Hace una pausa) Estaremos allí, lo haremos por ti, será nuestra última misión,<br />

lo haremos porque tú nos lo pides, esa noche estaremos en el puerto, luego Dios dirá.<br />

FRANCO<br />

-(Conclusivo) Salvatore no puede faltar.<br />

-Allí estará, yo me encargo de ello.<br />

SOFÍA<br />

30


FRANCO<br />

-De acuerdo. Si todo sale bien verás como se te disipan esas dudas. Tenemos<br />

mucho que hacer Sofía. La libertad cuenta contigo y yo (Con ternura), yo también.<br />

(Oscuro)<br />

VI<br />

(Casa de campo. La iluminación vuelve al momento anterior. Sofía de pie,<br />

Vittorio sentado en una silla de la derecha)<br />

pidió.<br />

SOFÍA<br />

-No podíamos negarnos. Acudimos al puerto aquella noche porque Franco nos lo<br />

VITTORIO<br />

-De acuerdo, lo hicisteis por él, está bien, dejémoslo así, se hace tarde. ¿De<br />

cuánto tiempo disponemos?<br />

SOFÍA<br />

-(Mirando el reloj) Una hora. (Rectificando) Cincuenta minutos.<br />

FRANCO<br />

-(Apareciendo por la derecha) La mermelada se acabó, todo se acaba, menos<br />

mal que es nuestro último día aquí.<br />

31


VITTORIO<br />

-El coche está listo, la furgoneta también, anoche llené los depósitos, el<br />

explosivo está preparado dentro de la bolsa de deporte. Si os parece repasamos el plan<br />

de acción.<br />

FRANCO<br />

-De acuerdo. (Se acomodan en la mesa de la derecha) Ya sabéis, a las diez<br />

menos veinte el embajador entra en el garaje y coge el coche. Tú Vittorio entregarás la<br />

bolsa de deporte a François a las nueve y diez en la cafetería del Hotel Danieli. François<br />

necesita 15 minutos para adherir el artefacto bajo el vehículo y salir. Le daremos cinco<br />

minutos más para imprevistos. Así que a las nueve y media todo estará listo. Él habrá<br />

entrado en el garaje del edificio con la llave que tú Sofía le diste. ¿Se la diste? (Ella<br />

asiente con un gesto) Sofía y yo nos habremos sentado a desayunar poco antes de las<br />

nueve en la cafetería del hotel. En cuanto veamos que François tiene la bolsa en su<br />

poder, saldremos y nos dirigiremos hacia la frontera. Tú Vittorio esperas para recoger a<br />

François a la salida del garaje, serán como digo las nueve y media, subís a la furgoneta<br />

que ya está aparcada junto al Cine Rialto y os dirigís hacia la autopista por el cruce del<br />

Sanatorio de San Telmo. De allí a la frontera, hora y cuarto. Allí nos vemos. (A Vittorio)<br />

¿Has comprobado el artefacto? ¿cómo lo has programado?<br />

VITTORIO<br />

-El temporizador admite intervalos para la explosión de cero a veinte minutos,<br />

François tiene instrucciones de programarlo, una vez instalado en los bajos del coche, al<br />

límite máximo, o sea que a las diez menos diez, en plena ruta, ¡zumba!<br />

FRANCO<br />

-(Dirigiéndose a Sofía) ¿Está confirmado lo del temporizador?<br />

32


SOFÍA<br />

-Sí, yo le di a François las instrucciones que Vittorio me dio. Escritas, junto con<br />

la llave del garaje. Utilicé el correo de la tienda de discos. Supongo que todo está bien.<br />

FRANCO<br />

-¿Cómo que supones que todo está bien?<br />

SOFÍA<br />

-No... nada, todo está bien... seguro. Es que... me ha venido a la memoria el día<br />

de los multicines. Fue tan horrible.<br />

VITTORIO<br />

-Sofía, aquello fue imprevisible, los materiales eran defectuosos, el explosivo se<br />

precipitó antes de tiempo por... qué sé yo por qué. No volverá a suceder.<br />

-De acuerdo, vale, ¿qué más?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Parece que el único problema estará en la huída. Bloqueada la frontera con...<br />

(Con intención mirando a Sofía) la huelga de camioneros... la misión pasa a ser de alto<br />

riesgo, (Se incorpora y se dirige hacia la puerta de la derecha) así que voy a ver, nos<br />

conviene estar atentos a la radio la media hora larga conque contamos.<br />

(Sofía se sobresalta, se levanta de la silla instintiva, mira a Franco y vuelve a<br />

sentarse lentamente mientras Vittorio, ajeno a su reacción, sale.)<br />

33


-Cómo hemos cambiado.<br />

-Sí.<br />

-Tenías razón, no es vivir.<br />

-No.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-Aquella noche os robé el futuro, a ti y a Salvatore os robé el futuro. No debí<br />

forzaros a acudir aquella noche.<br />

SOFÍA<br />

-No te culpo a ti. Me gustaría descubrir al culpable, al verdugo de nuestra vida y<br />

al culpable de la muerte de Salvatore, pero (Suspicaz como sospechando de Franco) no<br />

sabemos quién es ¿verdad Franco? ¿Quién es? De nosotros ninguno, ¿no es cierto?<br />

nosotros somos las víctimas, como tantos a quienes secuestramos o matamos.<br />

FRANCO<br />

-Sí, nosotros también morimos, vamos muriendo poco a poco. (Se hace un<br />

silencio) ¿Sabes una cosa? me gustaría salir de esto.<br />

34


-¿Sabes tú otra? Es muy difícil.<br />

SOFÍA<br />

(Silencio. Vittorio entra y se queda inmóvil en el quicio de la puerta)<br />

-(Serio) La radio. No funciona Sofía.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-La radio no funciona, nos quedamos sin mermelada... como digo, menos mal<br />

que es nuestra última jornada en esta casa.<br />

VITTORIO<br />

-Pero hace un rato sí funcionaba, ¿verdad Sofía? Tú lo has oído. Oíste lo de la<br />

huelga, hablaron del bloqueo de la frontera. ¿Seguro que hay huelga, Sofía? ¿Realmente<br />

hay problemas en la frontera o te pareció entender tal cosa?<br />

-¿Qué quieres decir?<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

-(Elevando el tono) Es mentira, confiésalo, te lo has inventado todo, la radio está<br />

inutilizada, no funciona. ¿Qué pretendes? ¿Cuál es tu juego? (Dirigiéndose a los dos)<br />

¿Qué estáis tramando contra mí? Queréis que pierda los nervios y la paciencia, queréis<br />

que me vuelva loco.<br />

35


frontera.<br />

SOFÍA<br />

-Lo he oído Vittorio, lo he oído en la radio. Podemos tener problemas en la<br />

FRANCO<br />

-Estás nervioso, tranquilízate, en estos momentos es necesario, siéntate, nos<br />

quedan escasos minutos. Sofía, inténtalo, conecta tú la radio por favor. Sácalo de dudas.<br />

(Sofía se dirige hacia la puerta de la derecha y sale).<br />

VITTORIO<br />

-Así no podemos continuar, quiero decir juntos. Tú mismo me lo has insinuado<br />

en alguna ocasión, hay demasiados misterios entre nosotros, demasiados secretos y<br />

demasiadas discrepancias. No podemos continuar así. En cuanto atravesemos la<br />

frontera, finitto, no va más.<br />

FRANCO<br />

-Eres tú Vittorio el que desconfías, tú el que dudas a pesar de que siempre<br />

contaste y cuentas con mi amistad y mi admiración. Desde que sucedió lo de tu<br />

hermano, dudas.<br />

(Vittorio saca una pistola, la manipula, mientras adopta una actitud arrogante)<br />

VITTORIO<br />

-Desde que él cayó nada es como era, nuestras relaciones han cambiado. Si<br />

Salvatore no hubiese muerto...<br />

-(Refiriéndose al arma) ¿Es nueva?<br />

FRANCO<br />

36


VITTORIO<br />

-Sí, una Royal 7,65. Comprada legalmente por supuesto. Me gusta más que el 38<br />

corto que es un buen revolver, aguanta golpes y tiene resistencia, incluso mantiene la<br />

precisión aunque lo maltrates, pero...esto es otra cosa. Además está comprada sin dejar<br />

rastros.<br />

-¿Cómo sin dejar rastros?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Viene de Africa del Sur. (Apunta directamente a la cabeza de Franco . Éste se<br />

mantiene impertérrito) Material nuevo, de gran calidad y precisión como ves. (Deja de<br />

apuntarle).<br />

FRANCO<br />

-Pero esa pistola no es de las nuestras.<br />

VITTORIO<br />

-Eso es lo bueno, es incontrolable, me la pasó... un conocido. (Como en un juego<br />

vuelve a apuntarle. Pausa. De nuevo baja la mano) Si Salvatore no hubiese muerto...<br />

FRANCO<br />

-Vittorio ¿te has olvidado de que fuiste tú, personalmente, quien dio el<br />

vistobueno a aquella operación? o ¿ya no lo recuerdas? No salieron las cosas como<br />

estaban previstas, eso fue todo. Eras tú quien mostrabas especial interés en que tu<br />

hermano estuviese allí aquella noche.<br />

37


VITTORIO<br />

-(Juguetea con la pistola) ¿Yo? Creo recordar que la propuesta fue tuya,<br />

(Insinuante) tú me soplaste su nombre.<br />

(Oscuro)<br />

VII<br />

(Piso franco 2. Luz de interior. Noche. La puerta de la derecha se supone que da a la<br />

calle. Franco entra caluroso con un paquete que deja en el suelo).<br />

otro.<br />

-Hola.<br />

-Hola ¿cómo ha ido todo?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Duro, ha sido un día criminal, y el coche cada día tira peor, habrá que conseguir<br />

-¿Traes el cable?<br />

VITTORIO<br />

38


FRANCO<br />

-(Señalando el paquete que acaba de dejar) Ahí lo tienes.<br />

VITTORIO<br />

-Será definitivo. La voladura en el puerto será el mayor golpe de efecto de los<br />

últimos años. Basta ya de estrategias de largo plazo y de tanta cúpula que vive a nuestra<br />

costa. Hemos de ser más operativos, más resolutivos. Yo sé cómo lograr el triunfo: con<br />

dos personas más de apoyo, como dijimos, todo saldrá como está previsto.<br />

FRANCO<br />

-Podemos tener problemas con la dirección si utilizamos gente de otro comando.<br />

VITTORIO<br />

-Descuida, nos felicitarán, ya lo verás. ¿Dijeron que sí o que no?<br />

-¿A quién te refieres?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-A Sofía y a Salvatore naturalmente, ibas a hablar con ellos ¿no?<br />

FRANCO<br />

-Ah, sí, dijeron que sí, pasé la tarde con Sofía, por lo visto tu hermano había ido<br />

al monte a... tomarse un respiro.<br />

39


-Guapa chica.<br />

-Sí.<br />

(Larga pausa)<br />

-¿Y...?<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-(Distraído) ¿Qué? (Reaccionando, con cierto temor) Ah, nada. Bueno... será su<br />

última acción, después de esa noche Sofía y Salvatore se van, abandonan la lucha<br />

armada definitivamente.<br />

consentir.<br />

VITTORIO<br />

-¿Cómo? ¿que abandonan? ¿con permiso de quién? acaso creen que se lo van a<br />

FRANCO<br />

-Tu hermano está francamente mal, es un desastre de persona, ese comando está<br />

moralmente deshecho. Si no fuera por ella... están muy unidos.<br />

-Mi hermano es un cobarde.<br />

VITTORIO<br />

40


FRANCO<br />

-Hablas por hablar, durante muchos años ha sido un modelo a seguir: el más<br />

atrevido, el más audaz, nadie ha tenido sus huevos, y nadie tiene más muescas que él en<br />

las cachas de su nueve corto.<br />

VITTORIO<br />

-Eso es historia, el presente es lo que cuenta, y ella tiene mucho que ver, es una<br />

zorra. Si acepto que Salvatore participe en esa operación es por ayudarle, quiero que<br />

vuelva a demostrar su valor, que sea el que fue, el que dicen que era cuando yo todavía<br />

no estaba en esto. Pronto se le ha olvidado cómo murió nuestro padre, sólo por<br />

protegerle, tiroteado, sin posibilidad de defensa, como un perro. Sofía tiene mucha<br />

culpa.<br />

FRANCO<br />

-No lo creas Vittorio, Salvatore ya es mayorcito y tiene criterio propio. Además<br />

aunque les digamos otra cosa, tienen derecho a elegir su propio camino.<br />

VITTORIO<br />

-¿A qué camino te refieres, a la vía muerta que emprendió mi hermano? Estás<br />

cambiando mucho Franco, antes defendías con mucha más firmeza nuestros ideales.<br />

FRANCO<br />

-La intransigencia no es camino de triunfos. Un día puede sucedernos a nosotros<br />

algo parecido. Quién sabe.<br />

VITTORIO<br />

-(Elevando la mirada) ¡Oh, Dios! ya creo en los milagros.<br />

41


FRANCO<br />

-Está bien Vittorio, déjalo ya, no empecemos de nuevo.<br />

VITTORIO<br />

-Sabes muy bien que llega un momento en el que no cabe retroceder. Sofía y<br />

Salvatore, como todos los demás, han de terminar lo que han empezado: la victoria o la<br />

muerte. No estamos en un cine de sesión continua en el que se entra y se sale a capricho.<br />

No creo que deban abandonar, no creo que puedan abandonar, ya sabes... (Con<br />

intención) hay gente preparada para solucionar... este tipo de decisiones.<br />

-Es tu hermano, no lo consentirás...<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Aquí no hay hermanos o lo somos todos. (Furioso) Salvatore fue siempre un<br />

cobarde, fue un cobarde antes, durante y después de la universidad. (Nostálgico) Si se lo<br />

hubiera propuesto hubiera sido un buen responsable del aparato de logística como tú...<br />

importa.<br />

FRANCO<br />

-Está bien, olvídalo. De momento esa noche acudirán al puerto, y eso es lo que<br />

VITTORIO<br />

-¡Y demostraremos a la cúpula de lo que es capaz nuestro comando! Les<br />

daremos una lección, recién atracado el yate en el muelle volarán por los aires, caerán<br />

los que han de caer, sin víctimas civiles, como le gusta al pueblo. Será un golpe<br />

maestro.<br />

42


FRANCO<br />

-(Sentencioso) Vuelvo a recordarte que el comité de estrategias puede traernos<br />

complicaciones.<br />

VITTORIO<br />

-Al contrario, se rendirán ante la evidencia de los resultados. A ver si se enteran<br />

de una vez que los éxitos dependen de la capacidad organizativa.<br />

FRANCO<br />

-No es normal la participación de más de un comando en cada acción, y menos<br />

sin su consentimiento.<br />

VITTORIO<br />

-No será normal pero... así será, hay que aprovechar las ocasiones que permiten<br />

asestar golpes definitivos. (Con firmeza) Y Salvatore estará allí, ha de estar allí<br />

¿comprendes? (Como para sí) Fue una buena idea. (De nuevo con fuerza) Ha de estar<br />

allí, Franco, no debe faltar, asegúrate de ello.<br />

bolsa?<br />

FRANCO<br />

-Estará, coño, ya te lo he dicho. (Silencio. Cambiando el tono) ¿Tienes lista la<br />

VITTORIO<br />

-Una obra de arte. Le he añadido hidrocarburo parafínico para aumentar la<br />

velocidad de detonación. Y no quedarán rastros, no sabrán lo que hemos utilizado, he<br />

proporcionado perfectamente el nitrato de celulosa y el de glicerina para que la<br />

combustión sea total.<br />

43


FRANCO<br />

-Está bien, la zona la tenemos suficientemente pateada, y eso es importante. No<br />

te olvides de la casa de la lonja: es de ladrillo, tiene dos plantas, en la de abajo estarán<br />

Valeria y François cubriéndote con dos metralletas y una bolsa de munición Geco.<br />

Cuando oigas ráfagas detrás de ti no te asustes, son ellos. Su misión es romper la<br />

estrategia de los escoltas y sembrar de casquillos aquel rincón. Ese rastro les entretendrá<br />

durante 48 horas al menos, será la primera vez que utilicemos esta munición, ¿de<br />

acuerdo?<br />

-De acuerdo.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-A Sofía y a Salvatore los tendré cerca de mí en el antiguo edificio aduanero,<br />

también cubriendo tu retirada. Te veremos salir. En cuanto estalle la carga nos vamos a<br />

la parada de autobús y nos metemos en el centro de la ciudad. Nos encontraremos en el<br />

piso franco, Salvatore y Sofía se reunirán con los suyos y... como si nada.<br />

-Franco.<br />

-Qué.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-No sé por qué no me fío de ninguno de los dos. Si te ves obligado a tomar<br />

alguna medida drástica hazlo sin contemplaciones.<br />

44


Vittorio)<br />

(Oscuro)<br />

VIII<br />

(Casa de campo. Iluminación de día. Situación anterior. Franco se dirige a<br />

FRANCO<br />

-No salieron las cosas como estaban previstas, eso fue todo, pero yo hice todo lo<br />

posible por ayudarte, por ayudarle.<br />

SOFÍA<br />

-(Saliendo de la cocina) Nada, no hay forma, no funciona; realmente ese aparato<br />

no está bien, pero... yo lo he oído... Vittorio... lo han dicho por la radio.<br />

FRANCO<br />

-(Enérgico) Olvidémoslo, ¿vale? no disponemos de tiempo, tenemos diez<br />

minutos para salir de aquí y llegar al hotel. En marcha Vittorio, vamos Sofía.<br />

(Salen por la izquierda Franco y Sofía. Vittorio queda solo, saca un papel del<br />

bolsillo y lo introduce bajo las sábanas de su camastro. Cuando va a salir suenan dos<br />

disparos. Vittorio queda inmóvil. En la puerta aparece Sofía que le encañona con una<br />

pistola).<br />

VITTORIO<br />

-(Sorprendido) ¿Qué sucede Sofía, qué ha sido eso? Vámonos, rápido.<br />

45


SOFÍA<br />

-(Negando con la cabeza) No, no. No iremos a ningún sitio. Nos quedamos aquí,<br />

tú y yo, solos. Pon las manos sobre la cabeza. (Lo hace) Vuélvete (Se vuelve y ella le<br />

desarma. Luego da unos pasos hacia atrás) Siéntate, vamos siéntate. (Lo hace) ¿Quién<br />

eres Vittorio y qué pretendías?<br />

-¡Sofía!<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-Habla. Me vas a contar cosas ¿no es cierto? En cuatro años han muerto a tu<br />

alrededor cuatro compañeros, incluido tu propio hermano, todos en extrañas<br />

circunstancias. ¿A quién le tocaba hoy, a François, a mí, a los dos?<br />

VITTORIO<br />

-(Con mueca irónica) A Franco sin duda, por lo que acabo de oir.<br />

SOFÍA<br />

-Él era tu cómplice, aquella noche nos engañó para que fuésemos al puerto, y<br />

fuiste tú quien mató a Salvatore, tú mismo apretaste el gatillo.<br />

-Eso no es cierto.<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-Eres un cínico embustero, yo te vi, apoyaste el cañón de la pistola en su cuello y<br />

disparaste. Debías estar loco para hacer aquello.<br />

46


VITTORIO<br />

-(Con rabia) No debí perderte de vista.<br />

SOFÍA<br />

-Él estaba agachado bajo la ventana, llegaste decidido, disparaste y corriste<br />

escaleras abajo.<br />

-(Con frialdad) ¿Dónde estabas?<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-En un rincón al fondo del pasillo. Todavía no me explico mi reacción, pude<br />

acabar contigo allí mismo pero debía descubrirte, tenía que saber cuál era tu juego, de<br />

quién eras emisario o cuál era el móvil de tan horrible crimen... ¡tu propio hermano!<br />

-Era un cobarde.<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-No, no fue esa la razón por la que le mataste, algo encubres que vas a decirme<br />

antes de morir. Salvatore sospechaba, me lo advirtió, pero no creía que fueras capaz de<br />

tanto. Por eso decidimos apartarnos de la lucha armada. Él no quería enfrentarse a ti,<br />

tenía el presentimiento de que ese momento llegaría.<br />

VITTORIO<br />

-Lo hice por él, sufría por lo que nos hizo, tú lo sabes. Nuestro padre murió por<br />

su culpa, por esconderle, por protegerle. A partir de su ingreso en la organización<br />

47


nuestra familia dejó de vivir, nuestra madre perdió el sentido y yo decidí incorporarme<br />

para acabar con tanto sufrimiento.<br />

-Definitivamente claro.<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

-(Ensimismado) Por culpa suya ya nunca podré pasear con mi padre por los<br />

caminos que bordean nuestra casa, ni mi madre podrá recordarme, como si todavía<br />

fuese niño, que rece por la noche, nunca más; se quedó muda el día en que mataron a mi<br />

padre. Nada será ya como fue.<br />

SOFÍA<br />

-Ya ves lo que has conseguido: nada, únicamente muertos, más muertos. Y<br />

ahora vas a decirme qué es lo que nos tenías preparado hoy allí abajo.<br />

VITTORIO<br />

-La paz Sofía, simplemente la paz, el reposo, nada más y nada menos que el<br />

reposo definitivo para vosotros y para mí: para todos.<br />

SOFÍA<br />

-Eres un loco. Nunca encontrarás la paz que pretendes alcanzar. La muerte de tu<br />

hermano fue definitiva y acabó con esa posibilidad. Siento que vaya a ser tan breve tu<br />

sufrimiento por lo que hiciste. No tienes corazón, eres una bestia, matar a tu propio<br />

hermano... Si te quedara algo de conciencia tú mismo acabarías con tu vida, pero... lo<br />

haré yo Vittorio, voy a matarte ahora mismo. (Pausa) ¿Cómo lo ibas a hacer?<br />

48


-¿Qué quieres decir?<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-¿Cómo te ibas a deshacer de nosotros? Tengo curiosidad. ¿Me dispararías en el<br />

corazón, o lo harías por la espalda como acostumbras?<br />

VITTORIO<br />

-En vuestro coche hay instalada una bomba lapa programada para las diez en<br />

punto, en ese momento estaríais camino de la frontera. François habría volado por los<br />

aires mientras colocaba la carga bajo el coche del embajador.<br />

SOFÍA<br />

-Como el día de los multicines. Eres experto en jugar con los temporizadores,<br />

bien merecido tienes tu prestigio, por eso eras el encargado de preparar las cargas<br />

explosivas de casi todos los comandos. Tuviste paciencia y el día llegó, sabías que los<br />

multicines eran nuestros y que Salvatore era el responsable de colocar el artefacto.<br />

Pero... no eres perfecto, debiste precisar más, aquel día la explosión se retrasó unos<br />

segundos y... tu hermano se salvó. Qué disgusto verdad.<br />

VITTORIO<br />

-Tenía que acabar con él compréndelo, fue la ruina de nuestra familia; tenía que<br />

acabar con él y con todo lo que le rodeaba; y con vosotros que fuisteis sus verdaderos<br />

asesinos. No, no fui yo quien lo mató, fuisteis vosotros, vosotros y esos ideales vuestros<br />

que siempre dejan detrás un rastro de muerte.<br />

SOFÍA<br />

-¿Acaso tu fórmula para acabar con la muerte no ha sido matar?<br />

49


VITTORIO<br />

-Cuando Salvatore salió de casa era un buen chico, educado y discreto, el niño<br />

mimado de mi padre, fue a la universidad y, no lo sé... de pronto dejó de ser el hijo<br />

sumiso y callado que conocíamos, se volvió violento.<br />

SOFÍA<br />

-Allí le conocí, estábamos en segundo de carrera. Salvatore me ayudó a<br />

integrarme en esta sociedad, él fue mi refugio y mi reencuentro con la vida. (Romántica)<br />

Dejé en mi tierra un mar creyendo que aquí encontraría otro parecido pero no, tuve que<br />

vivir tierra adentro. Cuando me quedé sola apareció él. Él fue mi mar del norte,<br />

(Soñadora) mi orilla y mi horizonte, dibujaba en mi cuerpo las olas con sus manos y<br />

traía hasta mi boca la brisa de sus besos...<br />

VITTORIO<br />

-(Como sin escucharle) Le cambió el carácter. Un día publicaron su nombre en<br />

los periódicos como miembro de la banda armada. Le imputaban los dos últimos<br />

atentados y le definían como un auténtico criminal. Mis padres no querían creerlo.<br />

Apenas lo volvieron a ver. Aquella noche él estaba en casa, nos hicieron salir con los<br />

brazos en alto y abatieron a mi padre. A él no le descubrieron. A los dos días huyó por<br />

el monte.<br />

SOFÍA<br />

-Que bien me engañaste Vittorio, tú, el más convencido, el más fuerte, el más<br />

capaz y el más valiente; y sobre todo el mejor artificiero de la organización, el mejor<br />

instructor en los campos de tiro, estabas con nosotros por razones totalmente ajenas a<br />

nuestros objetivos.<br />

50


-De algo os serví, a mi pesar.<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-Y aquel día, aquella noche en la vieja aduana del puerto... Fue muy duro para<br />

mí no responder a tu crimen matándote por la espalda. Tenía que encontrar la razón de<br />

aquella atrocidad. Apretaste el gatillo en la nuca de tu propio hermano.<br />

-Calla, cállate.<br />

(Oscuro)<br />

VITTORIO<br />

IX<br />

(Aduana del puerto. Un spot ilumina a Sofía y a Franco, fondo negro, sin<br />

mobiliario ni atrezzo. Ambos agachados con armas en la mano)<br />

-¿Entendido Sofía?<br />

-Sí.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-No os mováis hasta que oigáis la explosión. ¿Salvatore está tranquilo?<br />

51


SOFÍA<br />

-Sí, míralo está allí al fondo del pasillo, junto a la ventana que mira al puerto.<br />

FRANCO<br />

-De acuerdo. No le pierdas de vista. ¿Y tú?<br />

SOFÍA<br />

-Estoy pensando que... ¿sabes que esta mañana han matado a Humberto?<br />

-Lo sé.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-Era uno de los de arriba, hace un mes abandonó la organización, tenía 32 años.<br />

¿Por qué Franco, por qué?<br />

-Dicen que se fue de la lengua.<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-No lo creo ni tú tampoco, fuiste compañero suyo durante muchos años. Todo<br />

menos eso, no lo creo.<br />

52


FRANCO<br />

-Está bien, olvídalo, falta poco tiempo y he de ocupar mi sitio abajo.<br />

-¿Y Vittorio?<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-Esta noche no le veremos, estará en la dragonera. En cuanto coloque la carga<br />

explosiva desaparecerá. Valeria y François cubrirán su retirada desde la lonja. Nosotros<br />

haremos el resto. En el momento de la explosión yo arrastraré a la policía hasta el coche<br />

cebo, vosotros descolgáis la bandera por la ventana, nos cubrís la retirada y a casa, ¿de<br />

acuerdo?<br />

-De acuerdo.<br />

-Somos los mejores Sofía.<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

SOFÍA<br />

-(Sin entusiasmo) Sí, pocos pero los mejores.<br />

FRANCO<br />

-Eso es, así me gusta, ¡esta es nuestra Sofía!<br />

53


triunfaremos.<br />

SOFÍA<br />

-(Incrédula) Aunque quedemos nosotros solos iremos hasta el final y<br />

FRANCO<br />

-(Golpea el aire con el puño) Eso es, la lucha es vida, pronto llegará el relevo,<br />

hay una juventud que empuja.<br />

SOFÍA<br />

-No creo que sirva, nuestros sucesores son demasiado intransigentes, demasiado<br />

dogmáticos y sectarios.<br />

FRANCO<br />

-Son distintos, será un cambio de fondo.<br />

SOFÍA<br />

-Y de forma Franco, y de forma, si cedemos a sus presiones el pueblo terminará<br />

perdiendo la fe en nuestros ideales. Lo que se consiga en el futuro será por nosotros,<br />

quiero decir por los que todavía estamos activos y organizados, aunque... no sé... (En<br />

tono de decepción) estamos entrando en el camino de la destrucción por la destrucción.<br />

FRANCO<br />

-El destino juega a nuestro favor, entre nuestros enemigos hay muchos a los que<br />

les interesa la violencia la ejerza quien la ejerza. En todos los partidos políticos tenemos<br />

colaboradores indirectos e incluso directos, y ya sabes que algunos periodistas están<br />

cobrando. Nos conviene seguir manteniendo el sentido económico para aprovechar<br />

todos los intereses en nuestro favor.<br />

54


-¡Maquiavelo!<br />

SOFÍA<br />

FRANCO<br />

-(Tomándole la barbilla cariñosamente) ¡Histérica! Venga, a lo dicho. No<br />

pierdas de vista a Salvatore que es tu referencia. Míralo, ni se mueve.<br />

(Sale Franco. Sofía respira profundamente y se mantiene atenta. Le parece ver a<br />

alguien y se sorprende. Le sigue con la mirada. De pronto se lleva la mano a la boca<br />

horrorizada y suena un disparo. Ella hace un gesto instintivo de disparar pero se<br />

contiene. Se encoge aterrorizada, mira hacia el fondo del pasillo con los ojos<br />

desorbitados y se apaga la luz).<br />

(Casa de campo. Luz de día. Posiciones de la secuencia anterior)<br />

X<br />

SOFÍA<br />

-Apretaste el gatillo sin piedad, gracias a Dios no llegó a verte, nunca llegó a<br />

saber que fue su propio hermano quien le disparó. Luego te arrodillaste, vi cómo le<br />

acariciabas. Con dos dedos cerraste sus ojos y corriste escaleras abajo. ¿Por qué<br />

Vittorio, por qué? Aún no lo comprendo. No lo hiciste por una razón política, ni<br />

ideológica, lo mataste por una cuestión personal ¿por qué?<br />

VITTORIO<br />

-La voz de la sangre Sofía, ya te lo he dicho, la voz de la sangre. Mi padre... mi<br />

madre... nos destrozó la vida. Tú desconoces el valor de la familia, no sabes lo que es<br />

tener un cuerpo sano, y ver como poco a poco se va desmembrando dolorosamente; tú<br />

no lo sabes.<br />

55


SOFÍA<br />

-Tuve padres. Mi madre era hija de la discreción y del sacrificio, mi padre un<br />

amoroso soñador cargado de ocultas energías. Yo le amaba, admiraba su sensibilidad.<br />

(Ensimismada) Un día me llevó a la cumbre de una montaña y llamó a la niebla que<br />

dormía en el valle para que nos envolviera. Cuando terminó de atravesarnos le miré y él<br />

era yo. (Larga pausa) ...Y tengo una hermana.<br />

VITTORIO<br />

-No debe ser lo mismo, no habéis crecido juntas, la familia es lo más importante<br />

de la vida, Sofía.<br />

SOFÍA<br />

-Vas a morir Vittorio, no conseguirás tu propósito, a punto has estado de lograrlo<br />

pero no lo conseguirás, quedaremos François y yo para contarlo.<br />

VITTORIO<br />

-No lo creo, la policía está avisada y llegará pronto. Si no estamos en la cafetería<br />

del hotel a la hora convenida se presentarán aquí. Todo lo sucedido lo encontrarán<br />

escrito. Y no me importa morir: si caéis vosotros misión cumplida.<br />

-¡Traidor!<br />

-Ilusos.<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

56


SOFÍA<br />

-¿Nosotros ilusos, Vittorio? Confiésalo, odiabas a tu hermano. Tú no viniste a<br />

salvarlo, viniste a ajusticiarlo pero no por lo que dices. ¿Qué te hizo?<br />

VITTORIO<br />

-Tú debes saberlo, dilo, por lo visto tú lo sabes mejor que yo.<br />

SOFÍA<br />

-Fue Franco quien te lo descubrió ¿verdad?, pocas semanas después de que se<br />

formara este comando: Cuando François y yo volvimos una tarde, te noté cambiado.<br />

(Oscuro)<br />

XI<br />

(Piso franco 1. Luz de interior. Vittorio, sentado en el sofá, sobre la mesa, manipula un<br />

artefacto, Franco le observa)<br />

FRANCO<br />

-Algún día volaremos con todo este material en casa.<br />

VITTORIO<br />

-No hay peligro, la goma aquí, el cebo aquí, el detonador aquí. Para que el<br />

explosivo reaccione necesita algo más.<br />

57


-¿Qué más necesita?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Pues una llama, un golpe, una chispa, otra explosión cercana... y que todo esté<br />

ensamblado. (De pronto da una palmada para asustar a Franco que se sobresalta).<br />

¡Bummm!<br />

de alcanfor.<br />

-Hostias, Vittorio.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-(Ríe) Dame el cuchillo. El cebo ha de ser potente para compensar la proporción<br />

-No entiendo nada.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Mira, cuanto más alcanfor pongamos más difícil es que se inflame la goma, esto<br />

nos permite trabajar con más seguridad mientras lo manipulamos, sin embargo hemos<br />

de aplicarle luego un cebo más potente para que se produzca la explosión,<br />

¿comprendes? Para eso tenemos aquí el fulminato de mercurio.<br />

-No te molestes, no es lo mío.<br />

FRANCO<br />

58


VITTORIO<br />

-Los secuestros tenían menos riesgo ¿no es cierto?<br />

FRANCO<br />

-Si, si ignoras mi accidente...estuve ciego varios días.<br />

-Y que tal.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Ahora bien, tengo una zona muerta aquí en la izquierda, pero bien.<br />

-El último fue un éxito, dio su fruto.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Pues sí, recuperamos 80 millones. (Se produce un silencio. Mientras Vittorio<br />

trabaja, Franco le observa) Fuimos uno de los comandos más operativos y mejor<br />

compenetrados. La combinación perfecta: tres hombres y una mujer: Sofía, Salvatore,<br />

Italo y yo, todo salió siempre a la perfección, quizá por eso a François y a mi nos<br />

trajeron contigo y con Valeria. Y no estuvo mal, que a tu hermano y a Sofía se les<br />

incorporaron esos dos fenómenos: Esteban el Chino y Mario, dos legales de 23 años. Ya<br />

sabes, renovarse o morir.<br />

-¿Qué tal te fue con Salvatore?<br />

VITTORIO<br />

59


-Nos hicimos muy amigos.<br />

-Un poco difícil de trato ¿no?<br />

-Necesita estímulos.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

-Se deprime con demasiada frecuencia.<br />

-Lleva un tratamiento.<br />

-¿Un tratamiento?<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-Sí, ya sabes, lo habitual en estos casos.<br />

-Heroína.<br />

-Es efectiva.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

60


(Vittorio da un puñetazo sobre la mesa que sobresalta a Franco)<br />

VITTORIO<br />

-Tenía que ser eso, Dios, tenía que ser eso, puta droga.<br />

FRANCO<br />

-La ansiedad en los momentos de tensión, tú lo sabes, dificulta su respiración. Su<br />

nerviosismo le lleva a la angustia. Más de un médico está de acuerdo en que la heroína<br />

es un sedante cardiovascular. A él le reconforta y le permite vivir en paz. Es su<br />

salvación.<br />

-Fantasías. La droga jamás salva.<br />

VITTORIO<br />

FRANCO<br />

-No digas eso Vittorio, tu hermano no es un drogadicto.<br />

VITTORIO<br />

-Tú dirás cómo puede denominarse a alguien que consume habitualmente<br />

estupefacientes.<br />

- No es el único.<br />

-Ni tú ni yo lo hacemos.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

61


FRANCO<br />

-Todos no somos iguales, cada cuál somos único e irrepetible.<br />

VITTORIO<br />

-Sí y la droga un mortal remedio con el que algunos pretenden suplir el valor, el<br />

coraje y las agallas que no se tienen.<br />

FRANCO<br />

-Si prescindiéramos en este momento de cuantos necesitan tratamiento dentro de<br />

nuestra organización, nuestros objetivos no podrían cumplirse.<br />

VITTORIO<br />

-No es un buen objetivo el que precisa de hombres de esa clase.<br />

FRANCO<br />

-No lo entenderás, se necesita mucho más valor para apretar un gatillo que para<br />

preparar un explosivo.<br />

VITTORIO<br />

-Yo he hecho las dos cosas cuando ha sido necesario y no me drogo.<br />

FRANCO<br />

-No todos tienen madera de héroe como tú.<br />

62


VITTORIO<br />

-Un drogadicto nunca será un héroe. Mi padre murió por culpa de un cobarde<br />

que se encubre a sí mismo tras la droga, no tras ninguna ideología política.<br />

FRANCO<br />

-Toda generalización es falsa, incluso esa.<br />

VITTORIO<br />

-¡Dios santo! Tenía que ser eso. Se volvió insensible, se vació de sentimientos, y<br />

yo... yo debo intentar que sea consciente del mal que causó a nuestra familia, debo<br />

hacerle despertar para que sufra lo que hemos sufrido, lo que estoy sufriendo por su<br />

culpa. Tienes que ayudarme Franco, tienes que ayudarme a sacarlo de ese infierno.<br />

no colabora.<br />

FRANCO<br />

-Será difícil, esas sustancias anulan la autoconfianza, poco podremos hacer si él<br />

VITTORIO<br />

-Lo sé, este tipo de gente hacen de la soledad una razón para vivir. Son nuestros<br />

auténticos criminales, ahora me explico su fama de sanguinario.<br />

-Es tu hermano, Vittorio.<br />

FRANCO<br />

VITTORIO<br />

- (Ausente de lo que dice su compañero) La probé un par de veces. Produce un<br />

ligero cansancio que de pronto se transforma en furiosa exaltación. En ese momento es<br />

cuando hay que matar. Maldita sea la droga y... (Con rabia) al infierno mi hermano.<br />

63


FRANCO<br />

-No digas eso Vittorio, a mí me gustaría que el mío viviera. Me hubiera gustado<br />

compartir mi vida con la suya, pero... (Pausa) Te echaré una mano con Salvatore,<br />

cuenta conmigo, tu hermano es uno de los mejores.<br />

VITTORIO<br />

-Uno de los mejores autómatas querrás decir. (Silencio) Seguramente al<br />

principio creyó en la causa, pero debe ser muy duro descubrir la inconsistencia de un<br />

ideal o el despertar de un engaño. Cuando eso sucede lo mejor es salirse, escapar, no<br />

suicidarse. No se lo perdono, no le perdono lo que nos hizo. Ayúdame Franco, ayúdame<br />

a liberarle.<br />

-Sabes que lo haré, cuenta conmigo.<br />

(Oscuro)<br />

FRANCO<br />

XII<br />

(Casa de campo. Luz de día. Situación anterior, Sofía encañona a Vittorio)<br />

VITTORIO<br />

-Sí, me lo dijo Franco al poco tiempo de incorporarse a este comando. Tú sabías<br />

que se drogaba, erais novios.<br />

SOFÍA<br />

-Le quería, con toda mi alma le quería.<br />

64


VITTORIO<br />

-¿Estás segura? Tú misma has dicho muchas veces que fue una especie de<br />

refugio para ti, un remedio para tus soledades, y a la vez sentías por él una mezcla de<br />

lástima y cariño maternal, ¿no es eso? No le amabas, no podías amarle porque había<br />

otro hombre en tu vida Sofía. Confiésalo, sé sincera, amabas a otro, es otro el hombre<br />

que ocupa tu corazón.<br />

SOFÍA<br />

-(Sin escucharle) Era bueno y cariñoso, decía que yo era su pequeña, una diosa<br />

venida para él desde otro planeta. Me quería.<br />

VITTORIO<br />

-Como yo te quiero Sofía, (Insinuante) como tú me quieres.<br />

-(Ausente) Es distinto.<br />

-(Con intención) ¿Estás segura?<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-(Sin escucharle) Se acurrucaba en mí buscando protección... ¡mi niño! ... me<br />

tomaba de los hombros, me llevaba hacía él con sus cálidas manos, con aquella suave<br />

firmeza que me hacía sentir tan segura... Y me hablaba, alentaba sus palabras junto a mi<br />

oído, atravesaba mis cabellos con sus versos hasta quedarnos dormidos. Y cada día<br />

siguiente me contaba sus sueños, sus fantásticos sueños. Tenía un algo de mi padre.<br />

65


VITTORIO<br />

-...como yo te quiero Sofía. (Hace mención de levantarse e ir hacia ella).<br />

SOFÍA<br />

-¡Quieto! he dicho que no te muevas.<br />

VITTORIO<br />

-Te quiero, siempre te quise, te lo dije, un día te lo dije y quisiste ignorarlo,<br />

conocías mis sentimientos, estaba loco por ti y tú lo sabías, estoy loco por ti y<br />

(Sentencioso) ¡tú me correspondes! aunque nunca lo dijiste tú me amas, lo sé.<br />

SOFÍA<br />

-(Incrédula) Quieto Vittorio, ni lo intentes, no te servirá de nada. No seas<br />

ingenuo, acabas de decirme que me habías preparado un regalito bajo el coche y ahora<br />

dices que me quieres. Eres increíble. No te muevas, he dicho que no te muevas, voy a<br />

acabar contigo. Quieto o disparo.<br />

VITTORIO<br />

-No es cierto lo del coche, te he mentido Sofía. Te amo. He esperado tanto para<br />

poder decírtelo. Te quiero desde el primer día en que te vi. Eras entonces una niña:<br />

Sofía Valero, “la niña que vino del mar”. Nos conocimos en una sacristía ¿te acuerdas?<br />

estábamos envueltos en penumbra y silencio, era verano, le esperábamos a él, y tú...<br />

estabas tan atrayente con aquel vestido de gasa estampado... el pelo mojado cayendo en<br />

bucles sobre tus hombros, tan cerca de mí. El calor de tu cuerpo quemaba mi piel, y tus<br />

piernas desnudas, redondas, como de niña a punto de hacerse mujer, despertaron mi<br />

pasión. Olías a hembra. (Cambiando el tono) Él no te convenía, era un drogadicto, por<br />

su culpa mataron a mi padre... (Se levanta y da un paso hacia ella, que adopta otra<br />

actitud)<br />

66


SOFÍA<br />

-¡Quieto! ¿Cuál es la verdad, Vittorio? ¿me mientes ahora o me has mentido<br />

antes? ¿Por qué he de creerte? Mataste a Salvatore.<br />

VITTORIO<br />

-Te amo, eso es todo, te amo, he sufrido mucho sin ti estando contigo. A<br />

Salvatore quise ayudarle, ya no valía nada, era una auténtica ruina, había causado<br />

demasiado daño. Yo quería rescatarte de él, siempre fue el niño mimado de todo el<br />

mundo, quizá por haber sido un niño enfermo lo tuvo todo, incluso a ti. Cuando te<br />

conocí se me apareció un ángel, un ángel que venía de su mano, maldita sea: todo fue<br />

siempre suyo, todo de su propiedad. Me enamoré de ti Sofía, he pasado la vida<br />

soñándote. Te quiero... (Va acercándose despacio mientras ambos clavan mutuamente<br />

sus miradas. Ella baja la pistola hacia el suelo) ...y te deseo. Creeme, ven, quédate<br />

conmigo, olvida el pasado, al fin y al cabo él era un enfermo, vámonos lejos, vámonos,<br />

construyamos ahora un futuro común.<br />

SOFÍA<br />

-(Suplicante) No, por favor, no me mires Vittorio, aparta tus ojos de mí, me<br />

recuerdan a él... (Da un paso atrás mientras él se acerca lentamente) sus ojos... no, por<br />

favor, no me mires, no te acerques.<br />

VITTORIO<br />

-Aún nos queda tiempo, olvídalo, él ya no está. (Llega junto a ella)<br />

-No, por favor, no...<br />

-Nunca más estará.<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

67


-No me mires Vittorio.<br />

-Tú y yo, Sofía...<br />

-No... por favor.<br />

-Te amo, te adoro.<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

VITTORIO<br />

SOFÍA<br />

-(Accediendo) Te lo suplico Vittorio, cierra los ojos, ¡oh!... ¡Salvatore!<br />

(Cae en sus brazos. Se abrazan apasionadamente. Las manos de ella, en una de<br />

las cuáles lleva la pistola, recorren la espalda de él).<br />

(En la puerta de la izquierda aparece herido Franco, vacilante, a punto de<br />

desplomarse, con un arma en la mano. Ellos no perciben su presencia. Sus cuerpos se<br />

agitan sensualmente).<br />

-Oh, Sofía...<br />

VITTORIO<br />

68


-Vittorio...<br />

SOFÍA<br />

(La mano en la que Sofía porta el arma se separa perceptiblemente de la<br />

espalda de él. Lentamente sin que él se percate de ello, sitúa el cañón de la pistola en la<br />

cabeza de Vittorio. A la vez Franco, moribundo, eleva la mano en la que porta su arma<br />

apuntando hacia la pareja.<br />

La escena queda congelada unos breves segundos.<br />

De pronto se hace la oscuridad.<br />

Sobre el oscuro suenan tres disparos. Primeramente uno y, con un intervalo<br />

atemperado, otros dos seguidos. )<br />

XIII<br />

(Depósito de cadáveres del hospital. Luz a la escena como al principio de la<br />

representación. La luz del corredor de la izquierda ilumina tenuemente el escenario,<br />

que representa la sala de cadáveres de un hospital, con los mismos tres cuerpos bajo<br />

las sábanas.<br />

Se abre la puerta de la izquierda y entra un enfermero llevando del brazo a una<br />

mujer de unos cincuenta años que camina con la mirada ausente como una autómata.<br />

Llegan hasta la primera losa de la izquierda, ella mantiene su rigidez corporal con la<br />

vista perdida en el vacío; el hombre levanta la sábana. La mujer muy lentamente<br />

inclina la cabeza. Inmóvil e inexpresiva mantiene la postura, luego vuelve a elevar la<br />

mirada hacia el vacío. El enfermero espera un instante y tira de su brazo para salir.<br />

La puerta se cierra tras ellos.<br />

Se hace la oscuridad total y FIN)<br />

69

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