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El Milagro del Sol

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<strong>El</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> proclama el<br />

Reinado Universal de María<br />

por el Dr. Peter Chojnowski<br />

Nota <strong>del</strong> Editor: Este pasado 13 de octubre fue el 90º aniversario <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> en<br />

Fátima. He aquí una disertación fascinante sobre el tema, dada por el Dr. Peter Chojnowski<br />

en la conferencia Fátima: el único camino para la Paz Mundial en Brasil, en agosto de 2007.<br />

Agradezco la invitación para hablar sobre un evento que tiene gran significado para<br />

el mundo entero y para mí personalmente. Lo que siempre me sorprende de este gran<br />

milagro, tal vez el mayor milagro desde la Resurrección, es cuan poco conocido es en el<br />

mundo en general. Este milagro debería sacudir al mundo mismo. Debería sacudir a<br />

nuestros gobiernos; debería sacudir a nuestros medios de comunicación; debería sacudir a<br />

nuestras propias almas.<br />

Y, ¿para cuantos tiene este milagro un efecto profundo? Para citar al famoso<br />

racionalista y escéptico francés Renán, “Los milagros no ocurren donde deben ocurrir. Un<br />

milagro en París ante tantos cultos podría poner fin a tantas dudas. Pero ay, eso nunca<br />

ocurre. Ningún milagro jamás ocurrió ante aquellos que podrían discutirlo y hacer juicios<br />

críticos sobre él”. A ese desafío y a esa duda, podemos ofrecer el <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> en Fátima<br />

el 13 de octubre de 1917.<br />

Es por eso que este milagro es tan importante. No solo este milagro refuta a Renán;<br />

también es una prueba absoluta de la autenticidad y de la importancia <strong>del</strong> Mensaje de<br />

Nuestra Señora de Fátima. Es en este punto que podemos mencionar nuestra tesis. Este<br />

milagro específico –Dios, por supuesto, no hace nada “en general”– está destinado<br />

únicamente para nuestros tiempos; para nuestros tiempos “modernos”. Este milagro es el<br />

único antídoto para la enfermedad intelectual específica de nuestros tiempos.<br />

Al fin de esta conferencia mencionaré las enfermedades intelectuales específicas<br />

para las que este milagro es el antídoto. Esas enfermedades son: el escepticismo filosófico,<br />

la ambigüedad teológica, y el secularismo político.<br />

No hay ninguna duda que este milagro fue destinado a ser una prueba absoluta <strong>del</strong><br />

Reinado Universal de Nuestra Señora. Quiso ser la iniciación <strong>del</strong> Reinado Universal de<br />

Nuestra Señora como Reina de todo el mundo.<br />

Pero, como católicos que valoramos y comprendemos la validez de la razón y la<br />

evidencia, debemos preguntarnos, ¿qué otorga credibilidad a este <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong>? Cuando<br />

nos hacemos esta pregunta y comenzamos a hacer la investigación, quedamos asombrados<br />

ante cuanta evidencia hay para apoyar la validez de la significación de este milagro. Hay<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

1


tantos testimonios contemporáneos. Puedo mencionar sólo algunas de las fuentes básicas<br />

que testifican la verdad de este milagro.<br />

La prensa contemporánea es la primera de estas fuentes. En realidad, fue la prensa<br />

anticlerical masónica de Portugal la primera en informar de este milagro.<br />

1917: Relato periodístico sobre el <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong><br />

La prensa masónica testifica a la autenticidad <strong>del</strong> milagro<br />

Cuando buscamos fuentes seguras respecto a eventos históricos, siempre es mejor<br />

consultar aquellas que no tienen “tendencias” o “intereses creados” en los hechos. Si estas<br />

testifican la verdad <strong>del</strong> hecho histórico, el hecho es inmensurablemente respaldado. Sin<br />

embargo, si los testigos son profesionalmente hostiles e incluso testifican la verdad de la<br />

pretensión de sus oponentes, el testimonio es de incalculable valor. Tenemos esa clase de<br />

testimonio en el relato de Avelino de Almeida, Editor en Jefe de O Seculo, un diario liberal,<br />

anti-clerical y masónico de Lisboa. <strong>El</strong> Señor de Almeida fue, de hecho, un testigo de los<br />

hechos en la Cova da Iria.<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

2


A este testimonio de los anti-católicos, agregamos el testimonio de la Iglesia. La<br />

investigación oficial <strong>del</strong> milagro en si comenzó en noviembre de 1917. Monseñor Vidal,<br />

quien estaba a cargo de la diócesis de Lisboa, instruyó al párroco para que emprendiera una<br />

inmediata investigación sobre el caso. Así, la Iglesia desde el principio, estuvo<br />

investigando las declaraciones y entrevistó a los testigos. Esa investigación fructificó<br />

cuando el Obispo de Fátima, Mons. José Correia da Silva aprobó oficialmente las<br />

apariciones como dignas de fe. Eso no pudo resultar difícil, ya que, a diferencia de muchos<br />

hechos históricos, los hechos <strong>del</strong> 13 de octubre en Fátima tuvieron innumerables testigos,<br />

cuyos testimonios concordaron, y dejaron incontables documentos.<br />

Estos relatos innumerables de los hechos de ese día de octubre fueron<br />

meticulosamente documentados desde el principio hasta nuestro propio tiempo. Estos<br />

relatos de los hechos se reunieron en las décadas en que los testigos presenciales aún<br />

estaban vivos, dejando abierta la posibilidad que los relatos fueran refutados por los<br />

testigos presenciales. <strong>El</strong>los pudieron hacer objeciones cuando se conocieron los relatos,<br />

pero ninguno lo hizo. En realidad, en el 60º aniversario <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> aún había unos<br />

30 testigos presenciales que entonces podían testificar sobre los hechos de ese día.<br />

Lo que también se agrega a la veracidad de la reivindicación <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> es<br />

el hecho que el milagro mismo fue presenciado ese día por unas 70.000 personas. Su<br />

testimonio es unánime. Sin embargo, ¿quienes fueron esos testigos, además de nuestro<br />

periodista masónico Avelino de Almeida? ¿Fueron solamente campesinos católicos<br />

portugueses que asistieron al milagro anticipado?<br />

He aquí la respuesta: por supuesto que no. <strong>El</strong> historiador portugués Leopoldo<br />

Nuñes, quien estuvo presente en el lugar el 13 de octubre dice, “En el momento <strong>del</strong> gran<br />

milagro estaban allí presentes algunos de los más ilustres hombres de las letras, de las artes<br />

y de las ciencias, y casi todos eran incrédulos que fueron por curiosidad, llevados por la<br />

predicción de los videntes. Aun estaba allí el Ministro de Educación <strong>del</strong> gobierno<br />

masónico”.<br />

Así, vemos aquí como queda refutado Renán, porque los hombres que él dijo que<br />

no están presentes en los milagros, estuvieron presentes en Fátima en el momento <strong>del</strong><br />

milagro. Aquí tenemos a Nuestra Señora, a pedido de Lucía, que obró para probar la<br />

autenticidad de Su Mensaje de Fátima a los incrédulos.<br />

Otra vez, volvemos al relato de los sucesos milagrosos <strong>del</strong> día 13 de octubre que<br />

nos diera Avelino de Almeida, el testigo auto declarado anticatólico. Es digno de notar que<br />

los editores de los otros periódicos anticlericales atacaron a de Almeida por su informe.<br />

Pero incluso frente de tales críticas de sus camaradas, él no se retractó de su testimonio. En<br />

realidad, 15 días después de su relato original <strong>del</strong> milagro, él publicó otra historia sobre los<br />

hechos, esta vez ilustrándola con 12 fotografías tomadas de la multitud durante el <strong>Milagro</strong><br />

<strong>del</strong> <strong>Sol</strong>. A lo largo de este artículo, de Almeida solo siguió repitiendo, “Yo vi... yo vi... yo<br />

vi”.<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

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Testimonio <strong>del</strong> Dr. Almeida Garret<br />

Sigamos el relato de Avelino de Almeida, agregándole el de otro testigo presencial,<br />

el Dr. Almeida Garret, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Coimbra,<br />

obtenido por el Canónigo Formigão.<br />

Para de Almeida, la historia comienza el 12 de octubre de 1917, cuando él llega a<br />

Fátima para “ver” el no cumplimiento de la profecía de un milagro. Aquí el incrédulo –<br />

quien, es obvio, quedó impresionado con la fe de los creyentes, dice, “En el camino,<br />

encontramos los primeros grupos que están en camino hacia el lugar santo, unas buenas 13<br />

millas (20 km.)... Los hombres y las mujeres van descalzos en su mayor parte, estas últimas<br />

llevando sus zapatos en bolsas sobre la cabeza, mientras los hombres se apoyan en<br />

<strong>del</strong>gados palos y también están prudentemente armados de paraguas. Aparentemente<br />

indiferentes a lo que está ocurriendo a su alrededor, no parecen notar el paisaje ni a sus<br />

compañeros de viaje, pero murmuran el Rosario mientras van inmersos en sus<br />

pensamientos... Una mujer recita la primera parte <strong>del</strong> Ave María e inmediatamente sus<br />

compañeros continúan la segunda parte en coro. <strong>El</strong>los se mueven rítmica y rápidamente<br />

para alcanzar el lugar de las apariciones al anochecer. Aquí, ellos dormirán bajo las<br />

estrellas, guardando los primeros y mejores lugares cerca <strong>del</strong> pequeño árbol”.<br />

Qué relato conmovedor. <strong>El</strong> periodista ha sido profundamente tocado por lo que ve.<br />

Sólo podemos preguntarnos por su actitud. Tal vez era de compasión por lo que él pensó<br />

que eran patéticas esperanzas de la gente.<br />

Llovió toda la noche. Ese fue un cambio de tiempo de lo que solía ocurrir a<br />

principios de la estación <strong>del</strong> otoño. Fue como si Nuestra Señora estuviera manejando<br />

perfectamente la escena para enfatizar el milagro. La lluvia transformó los caminos<br />

polvorientos en cenagosos lodazales. ¿Qué dijo de Almeida sobre la respuesta de la gente a<br />

estas condiciones adversas? “<strong>El</strong>los no pierden la esperanza ni olvidan la causa por la que<br />

vienen”.<br />

Llegó el día 13 de octubre. De Almeida continúa, “A las 10 de la mañana el cielo<br />

estaba completamente oculto detrás de las nubes y la lluvia comenzó a caer en serio.<br />

Barrida por los fuertes vientos y golpeando los rostros de la gente, empapaba a los<br />

peregrinos, a menudo sin protección contra el agua, hasta la médula de los huesos... Pero<br />

ninguno se quejaba ni volvía atrás... Horas de espera... La gran masa de gente se congrega<br />

alrededor de la encina que, de acuerdo a los niños, es el pedestal de Nuestra Señora”.<br />

Lo que nos asombra <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> es la especificidad de Nuestra Señora, tal<br />

como Dios mismo es tan específico en todo lo que <strong>El</strong> hace. Dios no sólo crea, sostiene o<br />

guía en “lo general”. Nuestra Señora dijo en julio de 1917 que obraría un milagro a<br />

mediodía <strong>del</strong> 13 de octubre. Pero fue después <strong>del</strong> mediodía, ¿cómo podemos decir que la<br />

promesa de Nuestra Señora se estaba cumpliendo? Aquí es necesario decir que el gobierno<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

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portugués, debido a la beligerancia junto con Francia y Gran Bretaña durante la I Guerra<br />

Mundial, decidió que los relojes debían ser a<strong>del</strong>antados en 90 minutos para que Portugal<br />

pudiera estar en la misma zona de tiempo que sus pares beligerantes. <strong>El</strong> 13 de octubre de<br />

1917, a la 1:30 p.m. era verdaderamente mediodía, hora solar.<br />

La hora <strong>del</strong> milagro se aproximaba. La presencia de los videntes es anunciada poco<br />

antes de la hora fijada para la aparición y el milagro; ellos llegaron aproximadamente<br />

media hora antes. Las pequeñas Jacinta y Lucía, coronadas de flores, fueron llevadas al<br />

lugar donde se había erigido una plataforma. Cuando Lucía les pidió, no, les ordenó que<br />

cerraran sus paraguas en medio de la lluvia que los empapaba, algo que va contra la<br />

intuición, la orden es transmitida y ejecutada de inmediato sin resistencia. Luego ellos<br />

esperan. ¿Qué ocurriría si no había ningún milagro? Pero lo hubo.<br />

Cerca de la 1:30 p.m., un sacerdote que estaba al lado de los niños y había estado<br />

esperando desde el atardecer, comenzó a ponerse impaciente. “Mirad, es mediodía. Nuestra<br />

Señora no miente. Bueno. Bueno”. Después de unos pocos minutos sin que nada ocurriera<br />

excepto la lluvia que caía a cántaros sobre los miles descubiertos, el sacerdote miró<br />

nuevamente su reloj y dijo, “Mirad, es mediodía. Nuestra Señora no miente. Es pasado el<br />

mediodía. Ustedes ven que esto es todo un engaño. Váyanse. Desaparezcan. Es un engaño.”<br />

En respuesta a este escepticismo y duda, Lucía rechazó irse. Era mediodía, así el sacerdote<br />

comenzó a empujar a los niños fuera <strong>del</strong> lugar. Entonces obró la fe simple de Lucía. <strong>El</strong>la<br />

comenzó a llorar diciendo, “Si alguien quiere irse, yo me quedaré aquí donde estoy.<br />

Nuestra Señora dijo que vendría. <strong>El</strong>la vino las otras veces y <strong>El</strong>la vendrá también esta vez”.<br />

En ese momento, Lucía miró hacia el este y dijo a Jacinta, “Jacinta, arrodíllate.<br />

Nuestra Señora está viniendo. Yo vi el relámpago”. De acuerdo al relato de la Hermana<br />

Lucía, el sacerdote impaciente no dijo una palabra más y los niños nunca volvieron a verlo.<br />

Fue en ese momento que comenzó el milagro. Aquí están las etapas <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong>:<br />

Para la lluvia<br />

Lo que es verdaderamente asombroso sobre este milagro es que Nuestra Señora<br />

“dirigió” todos los pasos <strong>del</strong> evento. Cada aspecto <strong>del</strong> milagro fue dirigido para acentuar la<br />

naturaleza milagrosa <strong>del</strong> fenómeno. <strong>El</strong> Dr. Almeida Garret relata, “<strong>El</strong> cielo, que había<br />

estado cubierto todo el día, aclara repentinamente, la lluvia para y luce como si el sol fuera<br />

a llenar con su luz el campo que la mañana invernal había puesto tan deprimente.” <strong>El</strong><br />

cambio repentino <strong>del</strong> tiempo sorprendió a todos los asistentes. <strong>El</strong> Dr. Pereira Gens relata<br />

simplemente, “La lluvia paró repentinamente”; “paró repentinamente,” por supuesto, en el<br />

momento exacto que había sido predicho para que tuviera lugar el milagro.<br />

La visión <strong>del</strong> sol<br />

¿Por qué “la visión <strong>del</strong> sol”? Porque en ese momento, contrariamente al fenómeno<br />

normal, todos, y este es un testimonio unánime, sin contradicción, pudieron mirar el sol<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

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claramente, directamente, y sin pestañear ni cerrar los ojos. Ninguno necesitó volver los<br />

ojos. Esto es lo que dice el editor de O Seculo, “Entonces ellos vieron un espectáculo único,<br />

[un] espectáculo increíble para ninguno que no lo presenciara. Desde el camino... uno pudo<br />

ver la inmensa multitud volverse hacia el sol, el cual apareció libre de nubes y en su zenit.<br />

Parece un disco de plata pálido, y es posible mirarlo sin la menor molestia”. <strong>El</strong> Dr. Garret,<br />

sin embargo, hizo esta observación, “Yo... lo vi [al sol] como un disco con el contorno<br />

recortado limpio, luminoso y brillante, pero que no lastimaba los ojos. No concuerdo con la<br />

comparación que escuché que se hizo en Fátima – la de un disco de plata pálido. Tenía un<br />

color claro, rico, brillante, teniendo algo <strong>del</strong> brillo de una perla... Lo sentí como si fuera un<br />

cuerpo viviente... Brillaba como una rueda de vidrio hecha de madreperla... Fue un hecho<br />

remarcable que uno pudiera fijar los ojos en este brasero de luz y calor sin ningún dolor en<br />

los ojos o ceguera de la retina”.<br />

La danza <strong>del</strong> sol<br />

Uno podría pensar que eso sería suficiente, poder mirar el sol sin necesidad de<br />

volverse, pero Nuestra Señora quiso demostrar su poder de una manera más convincente.<br />

Así, ese sol que todos los presentes pudieron observar sin irritación, “danzó”. Eso fue<br />

llamado por muchos <strong>del</strong> común de la gente presente, “La danza <strong>del</strong> sol”. De Almeida dice<br />

respecto a esta “danza”: <strong>El</strong> sol tembló, el sol hizo increíbles movimientos repentinos fuera<br />

de todas las leyes cósmicas – el sol “danzó de acuerdo a la expresión típica de la gente. Se<br />

sacudió y tembló, pareció como una rueda de fuego”.<br />

<strong>El</strong> Dr. Garrett agrega, “<strong>El</strong> disco <strong>del</strong> sol no permaneció inmóvil. No tenía la luz<br />

brillante de un cuerpo celestial pues daba vueltas sobre si mismo, como un torbellino”.<br />

También “giró como una rueda de fuego, tomando todos los colores <strong>del</strong> arco iris... Parecía<br />

una bola de nieve revolviéndose sobre si misma”. De acuerdo a Ti Marto, el padre de<br />

Francisco y Jacinta, “En un cierto momento el sol pareció detenerse y luego comenzó a<br />

moverse y a danzar... Sin embargo, el sol se detuvo, sólo para comenzar su extraña danza<br />

nuevamente después de una breve interrupción, girando sobre si mismo, dando la<br />

impresión de aproximarse o retroceder.” Esta “danza”, que fue vista por los 70.000 testigos,<br />

fue repetida tres veces durante el curso de los 10 minutos <strong>del</strong> largo milagro.<br />

Todos los colores <strong>del</strong> arco iris<br />

Con la danza <strong>del</strong> sol comenzó a ocurrir algo más. <strong>El</strong> paisaje, y todo en él, comenzó<br />

a tomar, en sucesión, todos los colores <strong>del</strong> arco iris. <strong>El</strong> Dr. Garrett testifica, “Durante el<br />

fenómeno solar...hubo cambios en el color de la atmósfera... Miré primero en los objetos<br />

más cercanos y luego extendí la mirada más allá, tan lejos como hasta el horizonte, y vi<br />

todo de color amatista. Los objetos a mi alrededor, el cielo y la atmósfera, estaban <strong>del</strong><br />

mismo color... Pronto escuché a un campesino que estaba cerca gritar con tono de<br />

estupefacción: ¡MIRAD, ESA SEÑORA ESTA TODA AMARILLA! Y en realidad todo,<br />

lo cercano y lo lejano habían cambiado al amarillo. La gente pareció como si estuviera<br />

sufriendo de ictericia... Mi propia mano estaba <strong>del</strong> mismo color”. <strong>El</strong> mismo exacto informe<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

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vino de otro testigo. María do Carmo, “<strong>El</strong> sol tomó todos los colores <strong>del</strong> arco iris. Todo<br />

tomó esos mismos colores: nuestros rostros, nuestras ropas, la tierra misma”.<br />

La caída <strong>del</strong> sol<br />

Ahora vamos a una parte <strong>del</strong> milagro que hizo creer a muchos de los presentes en la<br />

escena de la Cova da Iria que el mundo se estaba terminando – tal fue el espanto de la<br />

experiencia. Esa fue claramente la advertencia de Nuestra Señora que el Mensaje de Fátima<br />

no era solo un “mensaje” sino también, una muy grave advertencia. Lo que ocurrió en esa<br />

etapa <strong>del</strong> milagro es llamada la “caída” <strong>del</strong> sol. “Luego, repentinamente, uno escuchó un<br />

clamor, un grito de angustia alzándose de toda la gente. <strong>El</strong> sol, girando frenéticamente,<br />

pareció desprenderse <strong>del</strong> firmamento y avanzar amenazadoramente sobre la tierra como si<br />

fuera a aplastarnos con su masa enorme y ardiente. La sensación durante esos momentos<br />

fue terrible”.<br />

Nuevamente, “<strong>El</strong> sol comenzó a moverse y a danzar hasta que pareció que iba a<br />

separarse <strong>del</strong> cielo y a caer sobre nosotros. ¡Fue un momento terrible! Pareció como una<br />

rueda de fuego que iba a caer sobre la gente”. Alfredo de Silva Santos informa, “<strong>El</strong> sol<br />

comenzó a moverse y en un cierto momento pareció que iba a desprenderse <strong>del</strong> cielo y a<br />

precipitarse sobre nosotros como una rueda de fuego”. Aunque muchos miles estaban<br />

esperando la muerte inminente haciendo sus últimos preparativos para ese caso, el milagro<br />

no fue el fin <strong>del</strong> mundo, sino una advertencia y una señal de la misericordia de Dios y <strong>del</strong><br />

poder intercesor de la Madre de Dios – porque el sol volvió a los cielos.<br />

Las ropas de todos estaban secas<br />

Entonces el final <strong>del</strong> milagro; la última manifestación <strong>del</strong> íntimo conocimiento y <strong>del</strong><br />

amor que Dios y Su Santísima Madre tienen por la humanidad y los fieles piadosos. Padre<br />

Lourenço: “Esa enorme multitud estaba empapada, pues había estado lloviendo<br />

incesantemente desde el amanecer. Pero –pienso que esto puede parecer increíble– después<br />

<strong>del</strong> gran milagro todos se sintieron cómodos, y encontraron sus ropas completamente secas,<br />

cuestión de general maravilla... La verdad de este hecho ha sido garantizada con la mayor<br />

sinceridad por docenas y docenas de personas de absoluta honradez, a quienes yo conocía<br />

íntimamente desde la niñez, y quienes están todavía vivas [1937]” También tenemos esto<br />

<strong>del</strong> Dr. Pereira Gens que, “Todavía recuerdo la <strong>del</strong>iciosa sensación que esta cálida caricia<br />

que el sol me daba... [Sentí] mis ropas casi secas ahora, cuando habían estado totalmente<br />

mojadas hacía unos pocos momentos”.<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

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Jacinta sacada <strong>del</strong> campo después <strong>del</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong>.<br />

Implicaciones para nuestras vidas y nuestros tiempos<br />

¿Qué ganamos con estas grandes manifestaciones de Dios? ¿Qué debería decirnos<br />

este milagro? ¿Qué verdades básicas confirman para nuestras mentes “modernas”? Yo diría<br />

esto: En primer lugar, que el Dios verdadero, Señor <strong>del</strong> Cielo y de la Tierra, mostró Su<br />

poder sobre la naturaleza. Él presentó a la mente moderna la idea simple que Dios es<br />

omnipotente y sin embargo que Él está presente con nosotros de una manera íntima y<br />

personal.<br />

¿Cuándo antes tuvimos un milagro que fue profetizado anticipadamente, hasta el<br />

detalle <strong>del</strong> mismo momento de su cumplimiento? Aun la Resurrección misma había sido<br />

profetizada, pero, tal vez sólo Nuestra Señora la estaba esperando. Con el <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong>,<br />

70.000 personas estaban de alguna manera esperando el milagro, el cual había sido<br />

profetizado durante tres meses consecutivos, julio, agosto y setiembre de 1917. En<br />

respuesta a los simples pedidos de la sincera Lucía, Nuestra Señora dijo en julio, “En<br />

octubre obraré un milagro para que todos puedan ver y creer”. Aquí tenemos, para el<br />

fantasma de Renán y para todos los hombres “virtuales” modernos, un milagro que apela a<br />

nuestros sentidos. Están ocupados nuestros sentidos obrando con la razón; nuestros<br />

sentidos obrando con la razón y hablándonos de la actividad de la Causa Suprema.<br />

No fue, sin embargo, sólo una manifestación de la omnipotencia <strong>del</strong> mismo Dios. <strong>El</strong><br />

<strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> ocurrió mientras Lucía y los otros niños estaban viendo la aparición. Lucía<br />

indicó que en la aparición, Nuestra Señora extendió Sus manos y fue la luz que venía de<br />

Sus propias manos la que se reflejó en el sol en el momento <strong>del</strong> milagro. <strong>El</strong> sol danzó para<br />

Nuestra Señora, el Arca de la Nueva Alianza, tal como David danzó frente al Arca de la<br />

Antigua Alianza. Este milagro habla de la intercesión todopoderosa de Nuestra Señora. La<br />

evidencia de este hecho es la razón por la que hay tal conmoción y abstracción cuando los<br />

testigos son interrogados “¿qué pensó usted en el momento <strong>del</strong> milagro?” Ti Marto<br />

contestó la interrogación diciendo, “¿Qué pienso yo? Que esto fue el poder de Dios. Y si<br />

usted me pregunta otra vez, ¿qué pienso ahora? Pienso lo mismo. ¡Cuan grande es Dios!”<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

8


Otro aspecto asombroso de este milagro fue la respuesta de los fieles. Durante el<br />

milagro estuvieron rezando, repitiendo el Acto de Contrición, suplicando a Nuestro Señor y<br />

a Nuestra Señora misericordia por sus pecados, porque ellos creyeron, tal vez, que ese era<br />

el fin de sus vidas. <strong>El</strong>los lo vieron también, sin embargo, como un gran triunfo para ellos –<br />

un gran consuelo de Nuestra Señora. Frente a la persecución, frente a la burla de la prensa,<br />

<strong>del</strong> gobierno, de los intelectuales de la Fe Católica, que la Fe fue afirmada de una manera<br />

milagrosa que ninguno podría negar. Ésta fue la confirmación de todas sus esperanzas.<br />

Quedamos conmovidos cuando leemos de la conmoción que sintieron los fieles<br />

después que ocurriera el milagro, cuando vieron que algunos de los otros testigos tenían la<br />

cabeza cubierta con sus sombreros. Eso fue un acontecimiento sagrado; de allí el ultraje.<br />

Hubo un anciano quien pasó toda la aparición rezando el Credo. <strong>El</strong> se volvió hacia otro<br />

grupo de incrédulos que habían visto lo mismo que él había visto y protestó violentamente<br />

y les pidió que se sacaran sus sombreros ante tan extraordinaria manifestación de la<br />

existencia de Dios. Las mujeres creyentes respondieron en la misma forma a la sacrílega<br />

grosería de los incrédulos. <strong>El</strong>las gritaron, como si sofocadas con emoción, “que lástima,<br />

hay todavía hombres que no se descubren ante tan asombroso espectáculo”. Hasta nuestro<br />

amigo, Avelino de Almeida, editor de O Seculo se dejó sacudir en su incredulidad.<br />

<strong>El</strong> <strong>Milagro</strong> <strong>del</strong> <strong>Sol</strong> de Nuestra Señora en<br />

Fátima es una respuesta a los tres mayores<br />

errores de nuestros tiempos: escepticismo<br />

filosófico, ambigüedad teológica y<br />

secularismo político.<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf<br />

9


Antídoto para nuestros tiempos<br />

¿Cómo es este evento un antídoto para nuestros tiempos?<br />

a. Escepticismo filosófico: ninguno creyó, en el momento <strong>del</strong> milagro, en la mente<br />

autosuficiente de Emmanuel Kant. Todos reconocieron que podemos deducir de nuestra<br />

experiencia la realidad y la existencia de una causa trascendente. Para los nihilistas y<br />

los agnósticos, el Creador mostró que Él era todopoderoso y sin embargo estaba<br />

completamente presente para el hombre en sus cuerpos, en sus deseos y en sus<br />

esperanzas.<br />

b. Ambigüedad teológica: en el principio de un siglo conocido por su ambigüedad<br />

teológica, las doctrinas católicas fueron presentadas inequívocamente en Fátima. La<br />

necesidad de la gracia para obtener la salvación. La existencia de las cuatro Ultimas<br />

Cosas: el Cielo, el Infierno, la Muerte y el Juicio; la primacía <strong>del</strong> Papa; la existencia <strong>del</strong><br />

Purgatorio; la necesidad de la conversión a la Fe Verdadera; la Transubstanciación y el<br />

papel de Nuestra Señora como Mediadora de Todas las Gracias. Nosotros también<br />

aprendimos que el propósito de la Revelación Divina no es mistificar sino dejar en<br />

claro al hombre la imagen completa <strong>del</strong> Orden de las cosas, la única en la que él vive,<br />

tanto en el Orden Creado como en el Increado, y para indicarle su verdadero camino<br />

hacia su último fin y su última perfección.<br />

c. Secularismo político: ¿Cómo se dirige este milagro al secularismo político? <strong>El</strong> <strong>Milagro</strong><br />

<strong>del</strong> <strong>Sol</strong> fue destinado a dar fortaleza al Papa, quien fue instruido por Nuestra Señora y<br />

Nuestro Señor, a través de la Hermana Lucía, para entrar en los asuntos nacionales de<br />

un pueblo – Rusia. <strong>El</strong> debía usar un medio sobrenatural para entrar en la propia vida de<br />

esa nación, para que ésta pudiera alcanzar el rejuvenecimiento nacional por medio de la<br />

Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Esto traería la Paz, el<br />

Verdadero Orden, y la Estabilidad a todo el mundo. Esta consagración sería un gran<br />

triunfo para el papado, para Rusia y para la jurisdicción indirecta de la Iglesia en los<br />

asuntos de las naciones. Y el mundo se levantaría de asombro.<br />

Nuestra Señora estuvo allí. Recordemos Sus palabras. “En octubre obraré un<br />

milagro”<br />

<strong>El</strong>la obró el milagro para proclamar el Reinado Universal de Nuestro Señor<br />

Jesucristo y Su propio Reinado Universal. En ese acto, para asombro de todos, <strong>El</strong>la<br />

participó en la propia soberanía de Dios. <strong>El</strong> sol “volviéndose loco”, en humildad, danzó<br />

ante su Reina Soberana.<br />

10<br />

http://www.fatima.org/span/peaceconf/brazil_2007/transcripts/pc3.pdf

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