B. Mulet Sociología del género y la sociedad del bienestar ...

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13.09.2013 Views

B. Mulet Sociología del género y la sociedad del bienestar. Enmascaramiento de una desigualdad. Introducción Se trata de intentar explicar sociológicamente el impacto de la modernización y la sociedad del bienestar en la construcción social del género, a nivel macro y micro. Con la humilde pretensión de intentar conocer la vigencia en la sociedad actual o sociedades actuales de la discriminación por razones de clase, género o etnia como hecho sociocultural, fenómeno vivido según el contexto donde se vive, y no como fenómeno natural ineludible. Si bien es verdad que en el sistema educativo, especialmente el escolar, se han hecho muchos pasos adelante (escuela mixta y coeducación); también es una realidad que la cultura funcional del papel de los sexos en la sociedad aún incide mucho y el progreso queda un poco alejado de una igualación de papeles y funciones del género (sexos). Es conveniente en este tipo de discriminación profundizar y contextualizar, en el marco de la sociedad actual que la propaganda oficial nos hace ver que los pasos dados son muy largos y que caminamos hacia un proceso de igualdad en todos los sentidos. Pero la discriminación por razones de clase, género y etnia persiste unas veces de manera manifiesta y otros de manera más sutil. 1. Pervivencia de la desigualdad de género y educación. Las “mujeres” en el contexto de la jerarquización social y construcción social del género. 2. Enmascaramiento de una socialización sexista y de una desigualdad histórica presentada en la sociedad dominante desde el punto de vista histórico. 3. Mujer, inmigración y reproducción de desigualdades ocupacionales. Limitación de los derechos humanos. 4. Reproducción de las desigualdades de género en la mass-mediatización del deporte. Civilización del ocio y del espectáculo.

B. <strong>Mulet</strong><br />

<strong>Sociología</strong> <strong>del</strong> <strong>género</strong> y <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong>. Enmascaramiento de una<br />

desigualdad.<br />

Introducción<br />

Se trata de intentar explicar sociológicamente el impacto de <strong>la</strong> modernización y <strong>la</strong><br />

<strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong> en <strong>la</strong> construcción social <strong>del</strong> <strong>género</strong>, a nivel macro y micro. Con <strong>la</strong><br />

humilde pretensión de intentar conocer <strong>la</strong> vigencia en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual o <strong>sociedad</strong>es<br />

actuales de <strong>la</strong> discriminación por razones de c<strong>la</strong>se, <strong>género</strong> o etnia como hecho<br />

sociocultural, fenómeno vivido según el contexto donde se vive, y no como fenómeno<br />

natural ineludible.<br />

Si bien es verdad que en el sistema educativo, especialmente el esco<strong>la</strong>r, se han hecho<br />

muchos pasos a<strong>del</strong>ante (escue<strong>la</strong> mixta y coeducación); también es una realidad que <strong>la</strong><br />

cultura funcional <strong>del</strong> papel de los sexos en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> aún incide mucho y el progreso<br />

queda un poco alejado de una igua<strong>la</strong>ción de papeles y funciones <strong>del</strong> <strong>género</strong> (sexos).<br />

Es conveniente en este tipo de discriminación profundizar y contextualizar, en el marco<br />

de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual que <strong>la</strong> propaganda oficial nos hace ver que los pasos dados son muy<br />

<strong>la</strong>rgos y que caminamos hacia un proceso de igualdad en todos los sentidos. Pero <strong>la</strong><br />

discriminación por razones de c<strong>la</strong>se, <strong>género</strong> y etnia persiste unas veces de manera<br />

manifiesta y otros de manera más sutil.<br />

1. Pervivencia de <strong>la</strong> desigualdad de <strong>género</strong> y educación. Las “mujeres” en el<br />

contexto de <strong>la</strong> jerarquización social y construcción social <strong>del</strong> <strong>género</strong>.<br />

2. Enmascaramiento de una socialización sexista y de una desigualdad histórica<br />

presentada en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> dominante desde el punto de vista histórico.<br />

3. Mujer, inmigración y reproducción de desigualdades ocupacionales.<br />

Limitación de los derechos humanos.<br />

4. Reproducción de <strong>la</strong>s desigualdades de <strong>género</strong> en <strong>la</strong> mass-mediatización <strong>del</strong><br />

deporte. Civilización <strong>del</strong> ocio y <strong>del</strong> espectáculo.


El papel de <strong>la</strong> mujer en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual tiene los condicionantes históricos propios de<br />

una <strong>sociedad</strong> occidental compleja que evoluciona a base de cambios acelerados, pero<br />

asimétricos, con fenómenos contradictorios. Es decir, hab<strong>la</strong>mos de una <strong>sociedad</strong><br />

jerarquizada en su estructura social y estratificación, en <strong>la</strong> que se reflejan una serie de<br />

desigualdades que afectan simultáneamente de manera asimétrica a <strong>la</strong>s mujeres y a otras<br />

capas de pob<strong>la</strong>ción o grupos sociales, como <strong>la</strong> desigualdad étnica. Básicamente<br />

democrática en lo formal, pero basada en re<strong>la</strong>ciones de poder poco transparentes. Aunque<br />

también debemos considerar los elementos propios con elementos propios de cada <strong>sociedad</strong><br />

o cultura locales. Aunque creamos que vivimos en una <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong>, de <strong>la</strong><br />

globalización y culturalmente estadarizada o homogeneizadora, siempre teniendo en cuenta<br />

que hab<strong>la</strong>mos de una <strong>sociedad</strong> multicultural y multiétnica.<br />

Aunque sea sutilmente y desde el punto de vista <strong>del</strong> políticamente correcto,<br />

normalmente se aceptan como muy positivos los avances globales en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> occidental<br />

de muchos de los aspectos que definían, tradicionalmente, <strong>la</strong> desigualdad por razón de sexo<br />

y etnia, y de manera ahistórica, como un avance propiciado por el progreso humano,<br />

aunque se afirme a continuación que hay una estratificación de <strong>género</strong> que se refiere a <strong>la</strong><br />

“distribución desigual de riqueza, poder y privilegios entre los dos sexos”, sostenga que <strong>la</strong>s<br />

mujeres, en el conjunto <strong>del</strong> mundo, disponen de menos recursos que los hombres.<br />

(Macionis, J.J. 2007, p. 310) como si esta desigualdad dependiera más de <strong>la</strong> condición<br />

humana por razones naturales que por una evolución social desigual y desigua<strong>la</strong>dora,<br />

condicionada por <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de poder.<br />

Hoy el <strong>género</strong> es tratado como un elemento que ha de tener muy presente ante el tema<br />

de desigualdad social y educativa, juntamente con <strong>la</strong> de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se social y <strong>la</strong> etnia, en el<br />

marco de los factores de <strong>la</strong> estratificación social, como uno de los elementos de <strong>la</strong><br />

estructura social desigualitaria, a pesar de que se vislumbren cambios significativamente<br />

importantes. (Minguélez y otros, 1991, PP. 147-166)<br />

El <strong>género</strong> como elemento objeto de análisis sociológico diferenciador y discriminador:<br />

Discriminación sexista, (tradicionalmente se ha vivido en <strong>la</strong> falsa creencia que el sexo<br />

masculino es superior) es el concepto más utilizado para definir esta situación, una re<strong>la</strong>ción<br />

de poder c<strong>la</strong>ramente a favor <strong>del</strong> hombre, en especial cuando se hace referencia a culturas<br />

patriarcales. El sistema esco<strong>la</strong>r (contemporáneo ha sido una fuente de discriminación de <strong>la</strong><br />

2


mujer, a pesar de que el avance de <strong>la</strong> feminización <strong>del</strong> sistema esco<strong>la</strong>r resulta innegable,<br />

esta situación es va corrigiendo progresivamente. La cultura burguesa estandarizada<br />

fomenta un papel francamente discriminante y <strong>la</strong> mujer es tratada con un tono paternalista.<br />

Por otro <strong>la</strong>do Stolcke considera estos tres aspectos (c<strong>la</strong>se, <strong>género</strong> y etnia) de <strong>la</strong> realidad<br />

social capitalista atados entre sí, concatenados con una estructuración de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de<br />

poder. Donde el racismo y el sexismo como mentalidad constituyen elementos importantes<br />

de <strong>la</strong> desigualdad de c<strong>la</strong>se (Stolcke, V. 1992, PP. 105). Nos encontramos ante <strong>la</strong> necesidad<br />

de situar el tema a través de <strong>la</strong> expresión sexo y <strong>género</strong> en <strong>la</strong> educación (Subirats, M. 1990,<br />

PP. 217-242) y socialización con <strong>la</strong> intención de diferenciar los aspectos biológicos de los<br />

sociales y culturales. Naturales y socioculturales.<br />

Teniendo presente <strong>la</strong> virtualidad de <strong>la</strong> aplicación de los derechos humanos de última<br />

generación, que son los colectivos, teniendo presente los diferentes mo<strong>del</strong>os de <strong>sociedad</strong><br />

que condicionan <strong>la</strong> estructuración de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>. Neocapitalismo, <strong>sociedad</strong> tecnológica y<br />

de <strong>la</strong> información, mass-mediatica, tecnocrática, de <strong>la</strong> globalización, etc. Nos encontramos<br />

ante una <strong>sociedad</strong> de <strong>la</strong> apariencia i <strong>la</strong> virtualidad. Donde <strong>la</strong>s culturas dominantes son<br />

impulsadas artificiosamente a través de los mecanismos que ofrecen el marketing, <strong>la</strong><br />

publicidad, el consumismo, el mercantilismo y <strong>la</strong>s tecnologías de última generación.<br />

<strong>Sociología</strong> de <strong>la</strong>s ocupaciones y división social <strong>del</strong> trabajo. Sobre todo considerando el<br />

uso y el marco de <strong>la</strong> feminización de ciertas ocupaciones, consideradas en ocasiones, como<br />

semiprofesiones, según el papel asignado por los contextos <strong>la</strong>borales de <strong>la</strong> mujer, donde <strong>la</strong><br />

mujer todavía tiene que compaginar un doble trabajo el l<strong>la</strong>mado productivo y el <strong>del</strong> hogar,<br />

precariedad <strong>la</strong>boral, humanización <strong>del</strong> trabajo, ocio y tiempo libre.<br />

<strong>Sociología</strong> de <strong>la</strong> Desigualdad Cultural, en el sentido de estilos de vida, valores y<br />

costumbres, racionalidad, pensamiento (<strong>la</strong>s culturas subalternas y minorizadas,<br />

transculturación mundializada, impacto cultural de <strong>la</strong> estandarización cultural en el marco<br />

de los derechos humanos de segunda y tercera generación: calidad de vida, educación,<br />

derecho a <strong>la</strong> cultura donde <strong>la</strong> mujer juega un papel importante de activista desinteresada,<br />

liberación de los pueblos, humanización de <strong>la</strong>s culturas)<br />

3


Características de <strong>la</strong> Sociedad “Moderna” y de <strong>la</strong> “globalización”.<br />

Estandarización cultural y transnacional (transcultural).<br />

Estructuración de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de poder.<br />

Procesos de<br />

Institucionalización<br />

formal, familiar y<br />

esco<strong>la</strong>r/aprendizaje<br />

sociocultural.<br />

Niveles de pervivencia de <strong>la</strong><br />

Discriminación sexista en el marco<br />

de socialización y educación en <strong>la</strong><br />

<strong>sociedad</strong> postmoderna y <strong>del</strong><br />

<strong>bienestar</strong>. En el marco de <strong>la</strong><br />

apariencia y virtualidad.<br />

Acción social<br />

colectiva e<br />

individual.<br />

Ambiente de los<br />

contextos vividos.<br />

Contextos<br />

dominantes como <strong>la</strong><br />

massmediatización.<br />

Aprendizaje<br />

cultural de<br />

funciones y roles<br />

sociales. Tanto<br />

micro como macro<br />

socialmente.<br />

Asimi<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />

modernidad en <strong>la</strong><br />

vida cuotidiana.<br />

Asunción de <strong>la</strong>s<br />

desigualdades.<br />

Fuente: E<strong>la</strong>boración propia Bartomeu <strong>Mulet</strong> (2009)<br />

Procesos socializadores y<br />

educacionales paralelos o<br />

no dec<strong>la</strong>radamente<br />

formales o informales.<br />

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1. Pervivencia de <strong>la</strong> desigualdad de <strong>género</strong> y educación. Las “mujeres” en el contexto<br />

de <strong>la</strong> jerarquización social y construcción social <strong>del</strong> <strong>género</strong>.<br />

Los avances conseguidos en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> en general y en <strong>la</strong> occidental en particu<strong>la</strong>r, no<br />

deben ser un inconveniente para hacer notar que <strong>la</strong> desigualdad de <strong>la</strong> mujer en una <strong>sociedad</strong><br />

donde <strong>la</strong>s desigualdades se acentúan no es una excepción, por tanto no está resuelta en<br />

términos de igualdad, ni de diversidad democrática, que todavía hay mucho camino para<br />

andar, no sin dificultades de origen histórico, económico, sociocultural y político. Y a pesar<br />

de <strong>la</strong> sutileza de los argumentos de lo políticamente correcto que nos sitúan, sutilmente, en<br />

una <strong>sociedad</strong> estructurada de una manera que se nos vende como <strong>la</strong> menos ma<strong>la</strong> y desigual<br />

posible.<br />

El estudio de <strong>la</strong> realidad sociocultural lo que nos refleja es el cambio de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> con<br />

nuevos protagonismos de <strong>la</strong> mujer, que resulta una pieza significativa <strong>del</strong> capital humano<br />

para generar el cambio social, que <strong>la</strong> requiere como elemento estructurador imprescindible.<br />

Pero <strong>la</strong> mujer en general, y trabajadora en particu<strong>la</strong>r se viene instrumentalizado mediante<br />

<strong>la</strong>s estructuras de poder, especialmente <strong>la</strong>s económicas, que teóricamente buscan<br />

rentabilidad, eficacia, rapidez, y una racionalidad no participativa en <strong>la</strong> toma de decisiones.<br />

Como dice Consuelo Flecha al presentar el libro de Sandra Acker (1994, p. 9) y al seña<strong>la</strong>r<br />

que: “Las re<strong>la</strong>cionas sexo/<strong>género</strong> en educación, y podemos decir que en cada uno de los<br />

ámbitos sociales, sean marcando los mo<strong>del</strong>os y referencias que mujeres y hombres utilizan<br />

para <strong>la</strong> construcción de su identidad”(o individualidad), esta realidad nos empuja a<br />

satisfacer <strong>la</strong> necesidad de seguir acelerando un camino sólido hacia <strong>la</strong> igualdad, aunque no<br />

exento de contradicciones y conflictos.<br />

Este progreso es confundido a menudo con desarrollo material y capitalista (enriquecedor<br />

de una “calidad de vida” material y consumista), a <strong>la</strong> vez que jerarquizador y generador de<br />

desigualdades. No tan solo mediante los desequilibrios norte-sur que se generan en el<br />

sistema económico mundial, sino mediante los condicionantes en que se sumen los grupos<br />

y <strong>la</strong>s personas a partir de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de poder desequilibradas y asimétricas, tanto<br />

estructurales como dinámico-internas de los micro sistemas, que en el<strong>la</strong> se fomentan,<br />

además de los contextos históricos que puedan perdurar, con muchos riesgos psico-sociales<br />

en re<strong>la</strong>ción a los estilos de vida que se propagan, no exentos de intereses dominantes, en el<br />

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marco de unos patrones culturales y de acción social estandarizados, fomentado <strong>la</strong> división<br />

<strong>del</strong> trabajo y de <strong>la</strong>s ocupaciones.<br />

Cuestiones que reflejan también <strong>la</strong> educación cuando se analiza como un subsistema de <strong>la</strong><br />

<strong>sociedad</strong>, tanto desde el punto de vista macro sociológico como en sus efectos en <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones microsociales, imbuidos mediante <strong>la</strong> presión de los mo<strong>del</strong>os individualistas,<br />

competitivos, reproductivos, consumistas de los estándares dominantes de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>.<br />

Propiciando una <strong>sociedad</strong> desmovilizada desde un punto de vista de cuestionamiento de los<br />

mo<strong>del</strong>os dominantes de el<strong>la</strong>: Sociedad tecnológica, tecnocrática o burocrática, <strong>del</strong><br />

conocimiento, de <strong>la</strong> información, <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong>, <strong>del</strong> consumo, posmoderna, de lo efímero, de<br />

<strong>la</strong> apetencia, <strong>del</strong> espectáculo, etc, convertidos en tópicos que también <strong>la</strong>s mujeres aceptan<br />

sin emerger críticas de los riesgos de control y dominación de los poderosos, que en gran<br />

parte siguen siendo hombres<br />

Las mujeres en el contexto de <strong>la</strong> jerarquización y construcción social en el marco <strong>del</strong><br />

que podemos l<strong>la</strong>mar impacto de <strong>la</strong> modernización y <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong> en <strong>la</strong><br />

construcción social <strong>del</strong> <strong>género</strong>, a nivel macro (globalización) y micro (localización) de <strong>la</strong><br />

<strong>sociedad</strong>. Sin olvidar que <strong>la</strong> explicación debe ser interdisciplinaria y contextualizada<br />

históricamente.<br />

La discriminación sexista se el concepto más utilizado para definir una re<strong>la</strong>ción de<br />

poder c<strong>la</strong>ramente a favor <strong>del</strong> hombre, en especial en el ámbito de <strong>la</strong> civilización occidental<br />

(también capitalista, post-industrial, urbana, etc), sin escapar de ello el sistema esco<strong>la</strong>r<br />

contemporáneo (<strong>la</strong> formación inicial de los “maestros” en <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s normales de<br />

magisterio estaban ideadas para formar hombres que debían cultivarse en <strong>la</strong> cultura urbana<br />

y nacional (estado español) (una so<strong>la</strong> patria, una so<strong>la</strong> lengua un solo mercado), <strong>la</strong> educación<br />

de <strong>la</strong> decimonónica debía dirigirse, fundamentalmente, a cuidar los hombre, los hijos y el<br />

hogar. El hombre debía ser el activo, fuera trabajador o burgués. (En el colectivo de<br />

maestras <strong>la</strong>s había “analfabetas”. Verdadero Mariano Fernández Enguita 1997, p.110)<br />

(Semi-profesión también mediante el tipo de formación inicial asignada al colectivo<br />

tradicionalmente, como básica y de segunda categoría) (Acker, S. 1995 y Simpson, R.L. y<br />

Simpson, Y.H. 1968-1999)<br />

La problemática de <strong>la</strong> desigualdad en <strong>la</strong> cultura de <strong>la</strong> modernidad (en el ámbito de <strong>la</strong><br />

estructuración estratificada de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>), no exime en ningún caso a <strong>la</strong> desigualdad de<br />

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<strong>género</strong> (o sexo), que persiste en su vigencia, aunque de algún modo maquil<strong>la</strong>do por medio<br />

de unos estilos de vida encajados en una diversidad estandarizada llena de identidades<br />

culturales artificiosamente construidas desde <strong>la</strong> influencia de un patriarcado capitalista y<br />

burgués, aunque reconociendo los avances conseguidos en el marco de <strong>la</strong>s reivindicaciones<br />

y realidades sociales, así como el protagonismo adquirido por <strong>la</strong>s mujeres en el contexto de<br />

<strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> moderna y <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong> (mercantilista, consumista, c<strong>la</strong>sista, jeraquizante, etc<br />

con viejas y nuevas formas de exclusión social, que prioriza el <strong>bienestar</strong> material e<br />

individual frente al colectivo y solidario. Movimientos sociales y de mujeres, diversos<br />

feminismos, etc.)<br />

La <strong>sociedad</strong> sigue siendo, en gran medida, masculinizada (sino machista), aunque se<br />

reconozca, desde una mentalidad social o políticamente correcta, que <strong>la</strong> cultura masculina<br />

y <strong>la</strong> cultura universal no son <strong>la</strong>s únicas posibles. (Subirats, Marine. 1998, p. 91-94).<br />

2. Enmascaramiento de una socialización sexista y de una desigualdad histórica<br />

presentada en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> dominante desde el punto de vista ahistórico<br />

Enmascaramiento que dificulta <strong>la</strong>s aspiraciones reales educacionales y ocupacionales de <strong>la</strong>s<br />

mujeres cuando están en edades de deber, según <strong>la</strong> estructuración de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>, decidir su<br />

camino en el contexto de <strong>la</strong> vida real (Sandra Acker, 1994, p. 57). A <strong>la</strong> sociología le cupo<br />

desenmascarar <strong>la</strong> realidad aparente, en el sentido de hacer visible <strong>la</strong> instrumentalización<br />

que hace el neo-capitalismo a través de <strong>la</strong> nueva economía de <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong> igualdad de<br />

<strong>género</strong>, para cumplir sus objetivos no para fomentar el derecho a toda persona a disfrutar de<br />

un trabajo digno.<br />

<strong>Sociología</strong> de <strong>la</strong> Desigualdad social, <strong>género</strong>, ética y c<strong>la</strong>se social (marginación y exclusión<br />

social, pobreza, con sus nuevas formas de exclusión social, acentuándose <strong>la</strong>s diferencias<br />

entre el norte y el sur. Equidad en el trabajo y a <strong>la</strong> movilidad pob<strong>la</strong>cional, derecho a <strong>la</strong>s<br />

minorías étnicas. Teniendo como principal víctima <strong>la</strong> mujer y <strong>la</strong> infancia, humanización de<br />

<strong>la</strong> convivencia social).<br />

En gran parte de <strong>la</strong>s culturas nos referirnos a <strong>la</strong> desigualdad cultural de <strong>género</strong> como el<br />

androcentrismo (simbólicamente agresivo y autoritario) y sus fundamentos siguen siendo<br />

androcéntricos y el patriarcado como una forma más de discriminación y exclusión cultural,<br />

muy especialmente en el mundo occidentalizado (algunas culturas indígenas como <strong>la</strong><br />

mapuche se jerarquizan y el hombre se convierte en el longo o cacique).<br />

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La grieta entre <strong>la</strong> cultura masculina y <strong>la</strong> femenina se acentúa de forma diferente según el<br />

tipo de <strong>sociedad</strong> y aunque <strong>la</strong> mujer pueda acceder, para triunfar socialmente, a <strong>la</strong> cultura<br />

masculina, el proceso a <strong>la</strong> inversa no se da, entendiéndose <strong>la</strong> cultura de <strong>la</strong> “mujer” como<br />

marginal y subalterna, se decir que se entiende desde <strong>la</strong> dominancia masculina que <strong>la</strong> única<br />

cultura posible se el creado por el hombre una educación formal (Marina Subirats, 1998,<br />

p.91-94), contenido creado por los hombres, donde <strong>la</strong> mujer no se <strong>la</strong> principal protagonista<br />

sino se ignorada como impulsora de <strong>la</strong> historia social y cultural, verdadero esquema de <strong>la</strong><br />

evolución de <strong>la</strong> <strong>Sociología</strong> de <strong>la</strong> Educación: Marx, Durkheim, Wéber), informalmente<br />

sexista, manifestándose hoy en día en el currículo oculto. (Lenguaje utilizado asignado<br />

papeles según sea uno mujer u hombre, formas de re<strong>la</strong>ción micros social diferenciado por<br />

cuestiones de papel y simpatía de sexo, incluso en <strong>la</strong> au<strong>la</strong>).<br />

Una realidad construida y valorada por los hombres desde los mecanismos y resortes<br />

<strong>del</strong> poder (realidad estructurada de forma desigual i asimétrica) Donde <strong>la</strong> mujer triunfa al<br />

estilo de una mo<strong>del</strong>o o cantante indígena sudamericana o negra que entra en el mundo<br />

accidentalizado e culturalmente imperialista en el sentido que le da James Petras al<br />

concepto de imperialismo americano)<br />

Desde <strong>la</strong> cultura social, el patriarcado no siempre ha sido vigente, por ejemplo el<br />

matriarcado romano se mucho conocido, pero <strong>la</strong> realidad se que <strong>la</strong> educación y <strong>la</strong><br />

socialización modernas se caracterizan, por ejemplo, por asignar <strong>la</strong> rosa a <strong>la</strong> niña y el azul<br />

al niño. Vemos que con esta filosofía históricamente se asignan ro<strong>la</strong>s específicos a <strong>la</strong> mujer,<br />

por ejemplo profesiones determinadas, como <strong>la</strong> de enfermera, <strong>la</strong> de maestra y, en general,<br />

educadora y paciente.<br />

El patriarcado no siempre ha estado vigente socioculturalmente, por ejemplo el matriarcado<br />

romano se conocido, pero <strong>la</strong> realidad se que <strong>la</strong> educación y socialización modernas se<br />

caracterizan por asignar <strong>la</strong> rosa a <strong>la</strong>s niñas y el azul al niño, no se una simple curiosidad,<br />

pero vemos que con esta filosofía históricamente se le han asignado ro<strong>la</strong>s específicos a <strong>la</strong><br />

mujer como por ejemplo profesiones determinadas como <strong>la</strong> de maestra y en general<br />

educadora. Farmacéutica, telefonista, jornalera, criada, monja, prostituta, cajera de grandes<br />

almacenes, camareras de habitación de hoteles sieso los tópicos, etc., asignados a <strong>la</strong> mujer<br />

para ejercer su función social, funcionas que en nuestra época entran en conflicto con <strong>la</strong>s<br />

aspiraciones de <strong>la</strong> mujer cuando se p<strong>la</strong>nea vivir en una <strong>sociedad</strong> más igualitaria. Pero aun se<br />

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una forma de justificar <strong>la</strong>s ocupaciones más valorado por los hombres. Y cuando consigue<br />

una ocupación docente se una candidata a ocupar los lugares de menor responsabilidad,<br />

auque dato <strong>la</strong> pau<strong>la</strong>tina superación <strong>del</strong> tema en <strong>la</strong> educación y el elevado grado de<br />

feminización a <strong>la</strong> profesión docente ha catapultado <strong>la</strong> mujer a una mejor consideración,<br />

pero también queda expuesta a <strong>la</strong> proletarización, dato <strong>la</strong> disminución de prestigio de <strong>la</strong><br />

profesión docente en su conjunto, especialmente <strong>la</strong> <strong>del</strong> maestro/a (Apple, M. 1989. pp. 41)<br />

y además en una <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong> <strong>la</strong> mujer inmigrante cumple <strong>la</strong>s funcionas no<br />

querido por <strong>la</strong>s de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> de acogida: prostituta, cuidadora de ancianas/hueso,<br />

limpiadora de edificios recién construidos y de mantenimiento, peón de obras públicas, etc.<br />

La estratificación social va más allá que <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se social, como <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong><br />

discriminación de <strong>la</strong> mujer, como a <strong>la</strong> minorización o de una etnia, sieso fruto de <strong>la</strong><br />

jerarquización social y provocan una situación de desigualdad educativa de salida. Cuestión<br />

que se fruto de una desigualdad social que difícilmente <strong>la</strong> educación puede corregir dado<br />

que después <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> se encarga de discriminar según <strong>la</strong> su propia dinámica estructural.<br />

A pesar <strong>la</strong> democratización y los avanzas que ha tenido <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong> discriminación de<br />

<strong>la</strong> mujer. Para Mariano Fernández Enguita <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se, el <strong>género</strong> y <strong>la</strong> etnia sieso <strong>la</strong>s formas de<br />

división social que más atención han recibido en re<strong>la</strong>ción en el análisis de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong><br />

(Fernández Enguita, M. 1990. p. 43) aunque esta se presente a menudo como una<br />

institución no discriminatorio por motivos sociales, por contrario <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> puede verse<br />

como una institución que reproduce o refleja <strong>la</strong>s divisiones sociales preexistentes.<br />

Para Isabel Romero <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> patriarcal fundamentada en <strong>la</strong> división sexual <strong>del</strong><br />

trabajo: <strong>la</strong>s mujeres asumen los trabajos <strong>del</strong> hogar y el cuidado de los hijos, mientras que<br />

los hombres el trabajo productivo. (Romero, I. junio 1989. pp. 14-15) Esto que se verdad<br />

como un templo, parece que en el mundo <strong>del</strong> sistema esco<strong>la</strong>r se va corrigiendo por presión<br />

de <strong>la</strong> mujer y por el grado de feminización existente, pero se que esto se posible también<br />

amelgo en esta división <strong>del</strong> trabajo sexual <strong>la</strong> mando de <strong>la</strong> mujer se considerada como que<br />

cumple una función de servicio a los otros, amelgo cuando se trata de una ocupación de<br />

más responsabilidad o de toma de decisiones <strong>la</strong> mujer no lo tiene fácil.<br />

Por otra parte, nos encontramos que le tema <strong>del</strong> <strong>género</strong> y mujer en el marco <strong>del</strong> turismo<br />

“Alternativo” (Agroturismo, turismo rural, turismo cultural, turismo deportivo, entre otros)<br />

por el grado de diversificación que tiene hoy en día el turismo en sus diversas concreciones,<br />

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cosa que puede ayudar a incorporar <strong>la</strong> mujer a nuevos mercados <strong>la</strong>borales y ocupacionales.<br />

El grado de diversificación puede fomentar <strong>la</strong> ocupación de <strong>la</strong> mujer de manera<br />

considerable y ampliar el abanico de ofertas, más si tenemos presente que, en nuestro caso,<br />

<strong>la</strong> característica de empresa familiar <strong>la</strong> mujer puede aportar su capacidad de decisión y<br />

autonomía de que puede disfrutar, donde el papel de <strong>la</strong> mujer puede resultar c<strong>la</strong>vo y<br />

diferente <strong>del</strong> turismo tradicional, <strong>la</strong>s características de una pequeña o mediana empresa.<br />

Probablemente, desde <strong>la</strong> punto de vista formal <strong>la</strong> economía tiene aspectos igualitarios, pero<br />

su igualitarismo no lo se en sentido positivo, sino negativo (Fernández Enguita, M., 1990,<br />

p. 55), ya que <strong>la</strong> mujer sufre un trato discriminatorio, gana sa<strong>la</strong>rios más bajos, tiene menos<br />

oportunidades y se debe limitar a ocupar los lugares a menudo asuntos como<br />

complementarios para su economía familiar, incluso a tiempo parcial.<br />

La mujer todavía ocupa pocos lugares de toma decisiones, aunque en <strong>la</strong> economía familiar<br />

sea <strong>la</strong> que decida y actúo, el matriarcado mediterráneo se diluye en una doble ocupación de<br />

<strong>la</strong> mujer, <strong>la</strong> de trabajadora externa al hogar y <strong>la</strong> de cuidado <strong>del</strong> hogar, economía domestica ,<br />

cuidado de hueso hijos, y otras ocupaciones no remuneradas, de economía completaría.<br />

Pero todavía se una manera de justificar <strong>la</strong>s ocupaciones más valorado por los hombres. Se<br />

generalizada <strong>la</strong> constatación que el magisterio se una profesión feminizada. Asignándole un<br />

papel solidario y vocacional.<br />

Sieso un ejemplo, entre otros, que marcan <strong>la</strong>s grandes contradicciones de <strong>la</strong> modernización<br />

de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual y <strong>la</strong> situación de <strong>la</strong> mujer en este mo<strong>del</strong>o de <strong>sociedad</strong>.<br />

Promueve el sedentarismo, corazas familiares como <strong>la</strong> casa, <strong>la</strong> te<strong>la</strong>, el vídeo, el ordenador<br />

en una <strong>sociedad</strong> que confunde <strong>la</strong> calidad de vida y el progreso con el <strong>bienestar</strong> material y el<br />

desarrollo de <strong>la</strong>s comunicaciones y <strong>la</strong> tecnología<br />

Las ocupaciones de <strong>la</strong> mujer en <strong>la</strong> vida urbana actual tienen determinadas características<br />

ligadas a <strong>la</strong> instrumentalización que se hace de <strong>la</strong> condición femenina en el mercado<br />

<strong>la</strong>boral: camareras de hotel, cajeras de grandes almacenes, maestras, o el papel que aun se<br />

le asigna a <strong>la</strong> publicidad.<br />

Lentamente <strong>la</strong> democratización de <strong>la</strong> vida colectiva ha cambiado algunas de <strong>la</strong>s<br />

perspectivas más machistas de <strong>la</strong> vida diaria, por ejemplo <strong>la</strong> incorporación de <strong>la</strong> mujer en el<br />

mundo de <strong>la</strong> educación, aun que no siempre <strong>la</strong>s sea fácil conseguir los cargos de más<br />

responsabilidad, incluso podemos encontrar mentalidades que defienden <strong>la</strong> feminización de<br />

10


<strong>la</strong> educación como fruto de <strong>la</strong> consideración social de una semi-profesión, un complemento<br />

de <strong>la</strong> economía familiar.<br />

En <strong>la</strong> vida cuotidiana le tema de <strong>la</strong> igualdad de <strong>la</strong> mujer se viene afectado a por cuestiones<br />

de mo<strong>del</strong>o de <strong>sociedad</strong>, de c<strong>la</strong>se, de división <strong>del</strong> trabajo, de cultura patriarcal, etc y de<br />

rutinas, costumbres y hábitos cuotidianos, que no acaban de superarse desde una<br />

perspectiva de igualdad de <strong>la</strong> mujer.<br />

A menudo se hab<strong>la</strong> de <strong>la</strong> necesidad de <strong>la</strong> reforma <strong>la</strong>boral, de flexibilización de <strong>la</strong><br />

ocupación, de <strong>la</strong>s exigencias <strong>del</strong> mercado en general de hacia el mercado <strong>la</strong>boral, en poca<br />

presión por parte de los sindicatos por desviar estás tendencias neoliberales y no van más<br />

allá que <strong>la</strong> conservación de los puestos de trabajo desde una perspectiva conservadora,<br />

piden estabilidad, piden corrección <strong>del</strong> paro, dicen no a <strong>la</strong> precariedad de <strong>la</strong> ocupación<br />

<strong>la</strong>boral, pero no actúan contra de los defectos estructurales <strong>del</strong> capitalismo, más bien se<br />

encuentran en una dinámica pactista como mucho entorno <strong>del</strong> ámbito de una crítica social,<br />

no de confrontación a los intereses de los capitalistas ni de un cambio socio<strong>la</strong>boral que<br />

realmente sea favorecedora de una estructura económica más igualitaria. Favoreciéndose el<br />

consumismo, el productivismo, el desarrollismo. Una <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>bienestar</strong> fundamentada<br />

en los servicios y que se dirige a cubrir <strong>la</strong>s necesidades que se van generando. Ahí cabe<br />

pensar en <strong>la</strong> educación como un bien de consumo y de inversión: cultural, económica,<br />

social e ideológica.<br />

3. Mujer, Inmigración y reproducción de desigualdades ocupacionales. Limitación de<br />

los derechos humanos.<br />

Le tema <strong>del</strong> genero e inmigración viene marcado por el aumento de <strong>la</strong> feminización de<br />

los flujos inmigratorios, sea por <strong>la</strong> reagrupamiento familiar sea por <strong>la</strong> iniciativa personal de<br />

<strong>la</strong> mujer. Esto incide directamente en que los trabajos remunerados <strong>del</strong> inmigrante masía<br />

ocupados sea, el cuidado de niños/as, de enfermos, servicio domestico, limpieza de hoteles,<br />

edificios, mantenimiento, agricultura.<br />

A pesar de <strong>la</strong>s migraciones sueño una constando histórica, en nuestro caso hay que<br />

contextualizarlo a <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s Baleares que hemos pasado de una emisora a una <strong>sociedad</strong><br />

receptora a partir de los años 60 y a remolco o acondicionado por <strong>la</strong>s características de <strong>la</strong><br />

evolución <strong>del</strong> mercado capitalista y de los flujos migratorios y los cambios en Europa y el<br />

11


papel <strong>del</strong> Estado nación, así como los cambios socioculturales sufridos tanto en el marco de<br />

<strong>la</strong> globalización como en el marco local, en especial <strong>del</strong> Mediterráneo. Eso contemp<strong>la</strong>do en<br />

el papel de <strong>la</strong> mujer a <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual. El que nos debe servir por saber hasta cuál punto<br />

hay que renovar los estudios y <strong>la</strong>s actitudes <strong>del</strong>ante de <strong>la</strong> problemática de <strong>la</strong> mujer en un<br />

mundo postmoderno como el actual.<br />

Las ofertas de trabajo para los inmigrantes no son únicamente el trabajo domestico, sino<br />

por ejemplo, otras ocupaciones remuneradas que no desean o no satisfagan <strong>la</strong>s aspiraciones<br />

de colectivos de mujeres autóctonas.: camareras de habitaciones en el sector hotelero,<br />

limpieza de edificios, de cuidado de enfermos/as y ancianas/hueso, empleadas y cajeras de<br />

supermercados, entre otras, que provocan un tipo de reproducción ocupacional que canaliza<br />

<strong>la</strong> <strong>la</strong>s mujeres ecuatorianas a dedicarse a trabajos considerados como marginales.<br />

En su conjunto esta situación conlleva a <strong>la</strong>s ecuatorianas afro-americanas e indígenas-<br />

mestizas a que una de <strong>la</strong>s preocupaciones que se detectan a través <strong>del</strong> cuestionario el cual<br />

hemos e<strong>la</strong>borado y ha sido contestado por el<strong>la</strong>s, sea su trabajo y situación económica en<br />

general, para el<strong>la</strong>s mismas y sus hijos/as, debido a que le tema esta en el origen de su<br />

emigración <strong>del</strong> Ecuador provocada principalmente por dos aspectos: su situación<br />

económica, que sin ser de marginalidad era difícil, al mismo tiempo unida a problemas<br />

personales. (Separaciones en el ámbito <strong>del</strong> matrimonio). Nivel de estudios que predomina<br />

se el de secundaría.<br />

Otra de <strong>la</strong>s preocupaciones se <strong>la</strong> educación (<strong>la</strong> escue<strong>la</strong> en particu<strong>la</strong>r, que se uno de los<br />

principales vínculos que tiene con <strong>la</strong> cultura de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> de acogida) de sus hijos. No sin<br />

vislumbrar dificultadas de adaptación a un nuevo sistema esco<strong>la</strong>r y de re<strong>la</strong>ción educativa.<br />

También se detecta un <strong>la</strong> intención de mantener una ligazón con su tierra, con un<br />

sentimiento de ambivalencia identitaria: con un sentimiento difuso de identidades<br />

compartidas, a algarrobil<strong>la</strong>s, ante <strong>la</strong> necesidad de convivir y de adatarse a <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> que<br />

cotidianamente han de vivir.<br />

Ante <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong> situación <strong>del</strong> origen y motivo una de <strong>la</strong>s respuestas que pueden<br />

sintetizar le tema se: “El motivo de venir en Mallorca se para que mí hijos tengan por<br />

medio de mí trabajo ahí, una educación culminan sus carreras para que tengan un futuro en<br />

mí país Ecuador ya que ellos están allá”. (Aunque enfermera, trabaja en un supermercado).<br />

12


O <strong>la</strong> situación que reflejan <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras siguientes: “para mejorar el futuro de de <strong>la</strong> vida de<br />

mí hijo y el mío, ayudar a mí familia”. Otra situación reflejada puede ser estás pa<strong>la</strong>bras:<br />

“Mí llegada en Mallorca fue motivado por buscar una estabilidad económica que me<br />

permitiera un futuro mejor que el que podía tener en mí país. Pasado el tiempo he<br />

alcanzado un trabajo permanente y una estabilidad media”. A pesar de lo que se dice en<br />

estás pa<strong>la</strong>bras el trabajo se duro y pleno de renuncias y sacrificios, según aseveraciones y<br />

vivencias de Emilia, con una sensación de cansancio constante, pero con muchos ánimos<br />

para seguir luchando. (Guerrero, Emilia. Entrevista. 2007)<br />

Ante todo se nos p<strong>la</strong>ntea lo amargo de esta situación que provoca un éxodo significativo, en<br />

este caso de Ecuador en Mallorca, seguramente facilitado por <strong>la</strong>s características de <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>cionas bi<strong>la</strong>terales entre Ecuador y España, en el contexto de una Latinoamérica<br />

dificultadas económicas, étnicas, sociales y políticas, en muchos casos por pertenecer a<br />

colectivos en <strong>la</strong>s exclusión y minorización, tanto en <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción afroamericana, como <strong>la</strong><br />

indígena y <strong>la</strong> mestiza.<br />

En re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> cuestión afroamericana en Ecuador se puede sintetizar como <strong>la</strong> historia de<br />

pueblo como <strong>la</strong> historia de una negación, ocultamiento, minimización, sumado a esto <strong>la</strong><br />

racismo que por su parte sirve de justificativo al propio colonialismo. Esto se<br />

particu<strong>la</strong>rmente cierto si tenemos en cuenta que todo acto de colonización implica a<br />

violencia, cambios profundos, crisis. En una pa<strong>la</strong>bra: pobreza, marginalidad y exclusión<br />

social, económica y cultura, efectos de una situación colonial, y necesidad de una<br />

reconstrucción identitaria. (José Chalá, 27 de marzo de 2001) Y de esc<strong>la</strong>vitud.<br />

4. Reproducción de <strong>la</strong>s desigualdades de <strong>género</strong> en <strong>la</strong> mass-mediatización <strong>del</strong> deporte.<br />

Civilización <strong>del</strong> ocio y <strong>del</strong> espectáculo.<br />

La <strong>sociedad</strong> mediática (<strong>del</strong> espectáculo, de lo efímero, de <strong>la</strong> publicidad, <strong>del</strong> marketing,<br />

de lo aparento y virtual) no ayuda nada a superar esta situación, ya que <strong>la</strong>s funcionas de <strong>la</strong><br />

mujer han cambiado más bien superficialmente, especialmente en <strong>la</strong> publicidad, que<br />

folcloriza le tema. A pesar de que los papeles entre el hombre y <strong>la</strong> mujer se intercambian, a<br />

menudo lo hacen como rec<strong>la</strong>mo comercial, no como elemento superador de <strong>la</strong>s diferencias.<br />

Se verdad que en el sistema educativo, especialmente el esco<strong>la</strong>r, se han dado muchos<br />

pasos a<strong>del</strong>ante, también se verdad que <strong>la</strong> cultura funcional <strong>del</strong> papel de los sexos en <strong>la</strong><br />

13


<strong>sociedad</strong> aun incide mucho y ralentiza el progreso de una igua<strong>la</strong>ción de papeles y funcionas<br />

de los <strong>género</strong>s. Diferenciación explicitas que a menudo, como dicen Marina Subirats y<br />

Cristina Brullet, prácticamente sieso inexistentes a <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s, pero hay un ámbito donde<br />

se mantienen <strong>la</strong>s diferenciaciones explicitas, que sieso en el que hacen referencia a<br />

cuestiones que guardan una re<strong>la</strong>ción con el cuerpo, como se el caso de los deportistas, los<br />

niños, por ejemplo juegan a fútbito o fútbol, <strong>la</strong>s niñas dedican, generalmente a <strong>la</strong> gimnasia<br />

rítmica. (Subirats, M. y Brullet, C. 1988 y Subirats, M. 1990. pp. 217-242) La <strong>sociedad</strong><br />

mediática no ayuda nada a superar esta situación, ya que <strong>la</strong>s funcionas de <strong>la</strong> mujer han<br />

cambiado más bien superficialmente, especialmente en <strong>la</strong> publicidad, a pesar de los papeles<br />

entre el hombre y <strong>la</strong> mujer se intercambian, aunque como rec<strong>la</strong>mo comercial, no como<br />

elemento igualitario.<br />

“Genero y los medios de comunicación”<br />

“Desde sus comienzos en los años cincuenta, <strong>la</strong> televisión ha hecho de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción<br />

masculina el centro de su atención. Las minorías étnicas y raciales estaban totalmente<br />

ausentes hasta <strong>la</strong> década de los setenta, y sólo en <strong>la</strong> última década los programas han dado a<br />

<strong>la</strong>s mujeres un papel prominente. Cuando aparecen los dos sexos, los hombres Interpretan,<br />

por lo general, a detectives bril<strong>la</strong>ntes, valientes exploradores o cirujanos expertos. Las<br />

mujeres, por el contrario, sean interpretando los personajes menos capaces, y a menudo su<br />

principal virtud reside en su atractivo sexual.<br />

Los cambios han sido especialmente lentos en <strong>la</strong> publicidad, púas esta trata de legar al<br />

público a través de pautas culturales muy arraigadas. Se frecuente por ello que <strong>la</strong> publicidad<br />

presente a los dos sexos a través de estereotipos. Tradicionalmente, los anuncios han<br />

presentado a <strong>la</strong>s mujeres en el hogar, empleando productos de limpieza, sirviendo <strong>la</strong><br />

comida, en tareas de costura o utilizando nuevos electrodomésticos. Los hombres, sin<br />

embargo, predominan en los anuncios de automóviles, viajes, servicios bancarios,<br />

compañías industriales, o bebidas alcohólicas”.<br />

El mito de <strong>la</strong> belleza<br />

La publicidad también tiende a perpetuar lo que Naomi Wolf l<strong>la</strong>ma «el mito de <strong>la</strong><br />

belleza». Esta autora defiende que <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> enseña a <strong>la</strong>s mujeres a medir el logro, <strong>la</strong><br />

satisfacción y <strong>la</strong> importancia personal en términos de apariencia física (Backman y Adams,<br />

1991). Curiosamente, sin embargo, este mito fija asimismo cánones de belleza<br />

14


inalcanzables para <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s mujeres (como el de <strong>la</strong> página central <strong>del</strong> P<strong>la</strong>yboy<br />

o el de <strong>la</strong>s <strong>del</strong>gadísimas top mo<strong>del</strong>os) de manera que en última instancia <strong>la</strong> búsqueda de <strong>la</strong><br />

belleza conduce a un callejón sin salida.<br />

La cultura de <strong>la</strong> imagen y <strong>la</strong> televisión como un elemento cultivador de <strong>la</strong><br />

estandarización que invade el ocio y le deporte. La aparición de <strong>la</strong> TV supone “uno de los<br />

fenómenos más importante de nuestra civilización. Se le atribuye un enorme poder y grande<br />

influencia sobre <strong>la</strong> gente, por eso los sistemas de regu<strong>la</strong>r<strong>la</strong> y contro<strong>la</strong>r<strong>la</strong> constituyen<br />

continuamente un objeto de polémica”. El hecho que <strong>la</strong> TV de información (sea veraz o<br />

manipu<strong>la</strong>da), y distraiga o entretenga al público resulta el que <strong>la</strong> da importancia. Esto se lo<br />

que provoco <strong>la</strong> emergencia de una masa entorno a el<strong>la</strong>. En el sentido que le de Joseph Picó<br />

«<strong>la</strong> masa se un pluralidad heterogénea de individuos que se desconocen entre ellos, que<br />

viven separados en el espacio y no interactúan entre sí, provienen de distintos estratos<br />

sociales y son distintos en edad y sexo». (Picó, Joseph, 1999) Precisamente ahí pude que se<br />

ubique el grande éxito de <strong>la</strong> televisión: medio con el que se ha conseguido sentar a millones<br />

de personas a un tiempo que nada tienen a verdadero unas con otras.<br />

Si nos limitamos a hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> TV, vídeos y juegos de ordenador, hay que ser concientes<br />

de que le tema va más allá, especialmente desde el boom de <strong>la</strong>s nuevas tecnologías, los<br />

multimedia, léase por ejemplo Internet. También los parques temáticos (Port Aventura,<br />

Tierra Mítica, Disney Paris), que aglutinan multitudes o masas y que ejercen el atractivo <strong>del</strong><br />

grande espectáculo o espacios de ocio como ciudad autónoma o clonada (Festival Park,<br />

Ocimax, , etc, en <strong>la</strong> caso de Palma de Mallorca), O En le deporte en concreto encontramos<br />

<strong>la</strong> ejemplo de Mega deporte de Palma de Mallorca, mega gimnasio que ofrece una amplitud<br />

de servicios que van de <strong>la</strong> cultura física básica y de mantenimiento, practica deportiva<br />

intensa, entretenimiento y salud, hasta el favorecer <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionas sociales a partir <strong>del</strong> ocio y<br />

le deporte y de <strong>la</strong>s actividades en su conjunto que se celebran a en sus insta<strong>la</strong>ciones.<br />

En el contexto de <strong>la</strong> TV, Ordenador y de <strong>la</strong> máquina, nos encontramos que <strong>la</strong> imagen<br />

supera el tiempo y el espacio tradicionales, dado que retransmite en TV, se recibe y se<br />

igualmente visible en cualquier parte <strong>del</strong> mundo donde haya un televisor, da igual <strong>la</strong> lengua<br />

en que se presente o se difunda lo importante se el atractivo y su espectacu<strong>la</strong>ridad, en todas<br />

partes pueden verse <strong>la</strong>s carreras de formu<strong>la</strong> 1, copa <strong>del</strong> mudo de motociclismo o los<br />

partidos de fútbol (de <strong>la</strong> Copa <strong>del</strong> Mundo, <strong>la</strong> Eurocopa, por ejemplo) masía significativos.<br />

15


La globalización <strong>del</strong> deporte ha creado riqueza para un grupo pequeño de instituciones y<br />

medios de comunicación mundiales. Esta situación ha modificado sustancialmente el rol <strong>del</strong><br />

deporte y de los medios en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>. (Quiroga, Sergio R. 2000) La mercantilización <strong>del</strong><br />

deporte y <strong>la</strong> profesionalización han favorecida <strong>la</strong> movilidad de los profesionales <strong>del</strong> deporte<br />

incluso a nivel de empresariado. «Ha establecido una fuerte presión sobre los periodistas<br />

para servir a los intereses comerciales antes que al interés publico.<br />

Ha reforzado <strong>la</strong> concentración de poder en un pequeño conglomerado de medios y en<br />

autoritarias y exclusivas organizaciones deportivas.<br />

Ha negado <strong>la</strong> apertura de un abierto y público debatió en el mundo <strong>del</strong> deporte.<br />

En principio <strong>la</strong> cultura mediática, en los cuestionarios pasados entre 2003-2005, se<br />

reconoce como consumista, mercantilista y capitalista, por este orden, y utilizando mí<br />

lenguaje a continuación se viene como depredadora y superficial, el concepto imperialista<br />

resulta poco comentado, más bien se esquiva.<br />

En re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> Mujer y le deporte en el marco de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual<br />

La muestra era reducida dado que se pasó en el marco de una Asignatura optativa de<br />

Educación social y magisterio: <strong>Sociología</strong> <strong>del</strong> Ocio y Deporte. 50 alumnos<br />

De una franja de edad de entre 18 - 23---años Maestro y Educación Social (38 alumnos/as<br />

-de ellos 12 hombres)<br />

Entre dos cuestiones básicas una “Expresa alguno aspecto <strong>del</strong> deporte que interese en el<br />

marco de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual”. Cupo indicar que <strong>la</strong> preocupación más seña<strong>la</strong>da se el empleo<br />

que se puede hacer <strong>del</strong> deporte en el ámbito educativo y desde <strong>la</strong> punto de vista de <strong>la</strong><br />

socialización, en especial <strong>la</strong>s mujeres.<br />

En principio los más jóvenes aferran a lo positivo <strong>del</strong> deporte como <strong>la</strong> fuerza de voluntad y<br />

como agente socializador que ayuda a crear re<strong>la</strong>cionas sociales, e interiorizar normas.<br />

Abundan los conceptos como: amateurismo, compañerismo, integración social.<br />

La dedicación y <strong>la</strong> práctica al deporte se asimi<strong>la</strong> o identifica a:<br />

- Fuerza voluntad.<br />

- Buen agente socializador.<br />

- Diversión.<br />

- Estar forma y mejora de <strong>la</strong> condición física, mejorar <strong>la</strong> forma física<br />

- Mejora <strong>la</strong> salud o salud buena.<br />

- Deporte como actividad lúdica.<br />

- La practica adecuada se enriquecedora para los practicantes y el su ambiento<br />

sociofamiliar.<br />

16


- Mejora de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionas de grupo. (Hombre)<br />

- Escapo <strong>del</strong> trabajo.<br />

- Re<strong>la</strong>ción naturaleza deporte.<br />

Aunque también se hace referencia en aspectos negativos o inconvenientes <strong>la</strong> conversión<br />

<strong>del</strong> deporte industria y <strong>la</strong> influencia de los media ha generado: competitividad y <strong>la</strong><br />

mercantilización (el dinero) comercialización, consumo y violencia. Individualismo y<br />

competitividad.<br />

Otros elementos que se critican sieso: <strong>la</strong> desigualdad social y <strong>la</strong> división no todos se lo<br />

pueden permitir <strong>la</strong> práctica <strong>del</strong> deporte, el sedentarismo, La masculinización <strong>del</strong> deporte.<br />

La franja de edad de 24-30 años. (10-2 hombres/8 mujeres)<br />

Añade que a<strong>la</strong>ba lo que le deporte como practica aporto a <strong>la</strong> preparación física de <strong>la</strong>s<br />

personas.<br />

La práctica deportiva se entiende como un esfuerzo para compaginar competitividad<br />

diversión y ocio.<br />

La crítica va dirigida a <strong>la</strong> violencia que se genera en le deporte, también preocupan los<br />

riesgo que puede provocar <strong>la</strong> imitación de los más jóvenes a través de los medios de<br />

comunicación en especial, y que se convierta única y exclusivamente en espectáculo y<br />

garante de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>del</strong> consumo.<br />

Conserva parte de su influencia machista, donde el fútbol representa el significado de<br />

deporte para hombres.<br />

La 2ª cuestión fundamental p<strong>la</strong>nteada en el cuestionario era: ¿Que te sugiere el concepto<br />

mass-mediatización (cultura mediatizada) <strong>del</strong> deporte?<br />

A una pregunta compleja <strong>la</strong>s respuestas resultaron más complejas. Por ejemplo se indicaba<br />

que: Hoy le deporte se puede definir en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> vida personal de <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s, más que<br />

deporte se ha convertido en <strong>la</strong> “Ho<strong>la</strong>” <strong>del</strong> deporte, resaltándose <strong>la</strong> morbosidad de tal<br />

fenómeno.<br />

El deporte se hace depender en exceso de <strong>la</strong> Audiencias televisivas y de <strong>la</strong> Publicidad.<br />

Donde <strong>la</strong> profesionalización se liga a los famosos mediáticos: Ronaldo, Raul, Beckam,<br />

Messi, etc Fenómeno al que se culpabiliza a <strong>la</strong> publicidad y al Marketing mediático, en que<br />

<strong>la</strong>s figuras sieso <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s de los spots publicitarios no solo de <strong>la</strong>s federaciones sino<br />

fundamentalmente de <strong>la</strong>s marcas que patrocinan los deportes (coca co<strong>la</strong>, McDonalds) o que<br />

17


tiene intereses directamente en prendas deportiva y en <strong>la</strong> tecnología deportiva. (Reebok,<br />

Nike, Adidas).<br />

Está presente le deporte como espectáculo, especialmente el mediático.<br />

En <strong>la</strong> franja de edad 24-30 años cupo añadir: El Fútbol como monopolio mediático,<br />

implicando directamente a los media y le deporte <strong>la</strong> comercialización y consumo marcas<br />

capitalismo. Alguna prensa deportiva se va convirtiendo en <strong>la</strong> Ho<strong>la</strong> de deporte. (Por<br />

ejemplo el diario deportivo AS)<br />

El ser deportista da una imagen de joven y de saber estar en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual, en el marco<br />

de una <strong>sociedad</strong> de cultura de masas. Se viven deporte mediatizado en el sentido de que<br />

sino sa<strong>la</strong>s en los medios no existe.<br />

Por mí parte cabría añadir el impacto urbanístico, ecológico y cultural que causan y<br />

causarán <strong>la</strong> generación de deportes como el Golfo y los deportes náuticos (Puertos<br />

Deportivos). Así como <strong>la</strong> construcción de insta<strong>la</strong>ciones deportivas sin tener en cuenta el<br />

impacto medioambiental.<br />

Practican un deporte o más un 48 de los hombres y un 30 de <strong>la</strong>s mujeres. La influencia de<br />

los valoras y normas adquiridos durante el proceso de socialización se importante para este<br />

hecho. Se asocian al deporte valoras tradicionalmente considerados como masculinos<br />

(competer, ser el mejor, fuerza, potencia, tener éxito...) razón por <strong>la</strong> que muchas mujeres, si<br />

no han tenido una educación deportiva, no se sienten atraído por el mismo (Puig, 1986).<br />

Respecto al interés por el deporte, el de los hombres es un 20% superior al de <strong>la</strong>s mujeres<br />

(73 en re<strong>la</strong>ción a un 53). La imagen de los hombres frente al televisor embelesados por un<br />

partido de fútbol o baloncesto y <strong>la</strong> de <strong>la</strong>s mujeres no interesándose por el mismo y/o<br />

reivindicando otro aparato para verdadero lo que <strong>la</strong>s apetece se familiar se muchos hogares<br />

españoles. Todo puede cambiar cuando <strong>la</strong> retransmisión se de patinaje artístico o gimnasia<br />

rítmica deportes que requieren mayor expresividad, se acompañan de música y sieso, al<br />

menos en apariencia, menos competitivos. si nos fijamos en <strong>la</strong> competición o en <strong>la</strong> opinión<br />

que se tiene de <strong>la</strong> misma y si se hace o no en el momento de practicar alguno deporte<br />

vemos que se cuando se aprecian mayores diferencias entre hombres y mujeres. Un 28 de<br />

los hombres que practican deporte participan en competiciones mientras que el porcentaje<br />

de mujeres se de un 8. Lo mismo ocurre con <strong>la</strong> posesión de una licencia federativa (29 de<br />

hombres y 8 de mujeres) o <strong>la</strong> pertenencia a un club deportivo (26 y 17 respectivamente).<br />

18


Cuando se trata de deporte sin competer <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción se invierte: 50 de los hombres frente a<br />

un 82 de <strong>la</strong>s mujeres.<br />

Deportes más practicados según <strong>género</strong> en España (en respecto el total de practicantes)<br />

Según Nuria Puig<br />

Hombres :1. Fútbol 56 /.- 2. Ciclismo 30 / 3. Natación 28.-/ 4. Baloncesto 14 / 5.<br />

"Jogging" 13./6. Tenis 13./7. Atletismo 11./ 8. Excursión. 10./9. Pelota<br />

(frontón) 9<br />

Mujeres: Natación 42 Aerobic, rítmica, danza 27 Gimnasia Mantenimiento<br />

25 Ciclismo 22 "Jogging" 13 Tenis 11 Baloncesto 10 Balonvolea 7 Atletismo 9 Esquí 5<br />

Fuente: E<strong>la</strong>boración de Nuria Puig y de García Ferrando, 1996.<br />

Tab<strong>la</strong> 2.- Motivos para practicar deporte en España (en respecto el total de practicantes).<br />

Hombres Mujeres<br />

1. hacer ejercicio 51 hacer ejercicio 53<br />

2. diversión 50 salud 37<br />

3. le gusta 44 diversión 35<br />

4. amistades 26 le gusta 27<br />

5. salud 19 mantener <strong>la</strong> línea 23<br />

Fuente: E<strong>la</strong>boración de Nuria Puig y de García Ferrando, 1996.<br />

Lo que refleja gustos simi<strong>la</strong>res de los hombres y <strong>la</strong>s mujeres, aunque mantener <strong>la</strong> línea<br />

parece un dato a destacar de <strong>la</strong> mujer en re<strong>la</strong>ción al cultivo <strong>del</strong> cuerpo.<br />

Por otra parte, los últimos cuestionarios de que dispongo hacen referencia y que hacen<br />

referencia a estas cuestiones, contestados por los alumnos <strong>del</strong> grado de primaria de un total<br />

de 44 mujeres y 14 hombres <strong>la</strong>s mujeres son <strong>la</strong>s que en un tanto por ciento significativo<br />

siguen (29,5 %) sin practicar ningún tipos de deporte, aunque el deporte federado haya<br />

aumentado entre <strong>la</strong>s mujeres, mas allá que <strong>la</strong> diversión o el simple ejercicio. Destacando el<br />

basket, natación y el tenis en <strong>la</strong>s mujeres (22,7 %) y (50%) con fútbol destacado en el caso<br />

e los hombres (28,5%). Ejercicio y diversión es lo más destacado por <strong>la</strong>s mujeres.<br />

En algunos estudios recientes se asevera que los españoles son poco deportistas (Estudio de<br />

SportCultura: 2007. Fuente: Diario deportivo Deporte, 2 noviembre) y en el caso de <strong>la</strong>s<br />

mujeres sigue estando por debajo de los hombres en el índice de participación y valoración<br />

<strong>del</strong> deporte.<br />

Conclusión<br />

Aunque sea evidente que en el sistema educativo, especialmente el esco<strong>la</strong>r, se han dado<br />

muchos pasos a<strong>del</strong>ante para superar todo tipo de desigualdad, en concreto en términos de<br />

19


<strong>género</strong> (escue<strong>la</strong> mixta, coeducación, <strong>la</strong> profesionalización de <strong>la</strong> enseñanza); también es una<br />

realidad que <strong>la</strong> cultura funcional <strong>del</strong> papel de los sexos en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> aún incide mucho y<br />

el progreso queda un poco alejado de una igua<strong>la</strong>ción de papeles y funciones <strong>del</strong> <strong>género</strong>.<br />

Es conveniente en este tipo de discriminación profundizar y contextualizar, en el marco de<br />

<strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> actual que <strong>la</strong> propaganda oficial nos hace ver que los pasos dados son muy<br />

<strong>la</strong>rgos y que caminamos hacia un proceso de igualdad. Pero <strong>la</strong> discriminación por razones<br />

de c<strong>la</strong>se, <strong>género</strong> y etnia persiste, unas veces de manera manifiesta y otros de manera más<br />

sutil. Teniendo presente que también una de <strong>la</strong>s asignaturas pendientes sea de tipo<br />

sociocultural, como es <strong>la</strong> no superación de <strong>la</strong> desigualdad por razones de étnia i <strong>la</strong><br />

discriminación de culturas no dominantes, afectando también a <strong>la</strong> cuestión de<br />

discriminación por razones de <strong>género</strong>.<br />

A pesar <strong>del</strong> tono pesimista de mí observaciones creo que vale <strong>la</strong> pena pesar en perspectiva<br />

de siglo XXI y mantener <strong>la</strong> utopía de que le deporte sea un instrumento de democratización<br />

y de superación de los riesgos que nos ofrecen <strong>la</strong> modernidad y <strong>la</strong> postmodernidad,<br />

queriendo decir que vivimos en una <strong>sociedad</strong> que aspira a ser globalizada pero que aun<br />

tiempo vive con alternativas a <strong>la</strong> globalización salvaje, y desde <strong>la</strong>s culturas de comunidad<br />

se pueden trabajar alternativas a <strong>la</strong> mass-mediatización a su artificiosidad superficial.<br />

Una visión entre lo macro y lo micro de <strong>la</strong> cuestión <strong>del</strong> genero como desigualdad, nos hace<br />

reflexionar sobre el papel <strong>del</strong> genero en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> moderna, en el sentido que no esta tan<br />

superado como <strong>la</strong>s apariencias de <strong>la</strong> modernidad manifiestan. En el sentido de que<br />

pensamos seguramente como si de una igualdad conseguida se tratara y en <strong>la</strong> realidad tal<br />

como actuamos estamos condicionados por <strong>la</strong>s estructuras y formas de socialización<br />

incorporadas a nuestra personalidad, como elementos de una cultura patriarcal no superada<br />

todavía, en concreto en nuestra vida cotidiana como sujetos.<br />

Bibliografía<br />

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