Diversidad y control biológico de insectos - CyberTesis UACh ...

depredadores de lepidópteros, en la época en la que estas especies tienen su máxima
actividad, las larvas de D. pallens prácticamente han completado su desarrollo y son varias
veces más grandes que los carábidos más numerosos. Si a lo anterior se agrega la
agresividad y fortaleza de las larvas de D. pallens, parece poco probable que las especies de
carábidos más abundantes en esa época del año sean depredadores relevantes de D. pallens.
Carábidos de mayor tamaño, tales como Calosoma vagans o Ceroglossus chilensis,
comenzaron a ser capturados sólo hacia el final del estudio y es difícil establecer si alguno
depreda D. pallens, en especial cuando algunas de estas especies tienen una digestión pre-
oral. Sin embargo, debe considerarse que el género Calosoma se conoce comúnmente como
“caza-lepidópteros” por su tendencia a depredar larvas de este grupo (French et al., 2004;
Toft y Bilde, 2002) y por ende no debe descartarse que C. vagans sea un depredador de D.
pallens.
En apoyo a lo anterior, cabe mencionar que en varias ocasiones larvas de D. pallens
cayeron en las trampas. Estas larvas fueron atacadas y consumidas por los carábidos,
quienes aparentemente compensaron la diferencia de tamaño con su mayor número
(observación personal). A pesar de ser una situación artificial y tal vez de difícil ocurrencia
en el campo, este antecedente merece ser tenido en cuenta y enfatizaría la importancia de
mantener altas poblaciones de estos depredadores.
Hasta el momento, la discusión se ha centrado en la depredación de las larvas maduras,
pero los huevos y las larvas neonatas de D. pallens son, desde el punto de vista de los
depredadores, recursos abundantes en la pradera durante algunos meses del año (desde
noviembre hasta marzo). Cada hembra adulta de D. pallens es capaz de producir hasta 2000
huevos que son “bombardeados” en la pradera en forma casi aleatoria. Estos huevos y las
larvas que de ellos nacen podrían ser depredados por alguno(s) de los taxa estudiado(s) y
este aspecto, a juicio del autor, merecería ser investigado y pone una nota de precaución
ante la pérdida o reducción de estos depredadores, al menos hasta que se aclaren las
relaciones tróficas presentes en la pradera. Estudios en curso (Carrillo, comunicación
personal) han demostrado, en primer lugar, que los huevos de D. pallens son abundantes en
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