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El dolor de ir y volver - Juventud Rebelde

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04 NACIONAL JUEVES 04 DE SEPTIEMBRE DE 2008 juventud rebel<strong>de</strong><br />

Ante los estragos <strong>de</strong> Gustav, en el territorio pinero solo es posible <strong>ir</strong> <strong>de</strong>l asombro al <strong>de</strong>sconcierto,<br />

hasta terminar en un <strong>dolor</strong> sin fondo. Fotos: Ismael Francisco González<br />

Casi nada en la Isla <strong>de</strong> la <strong>Juventud</strong> pudo resist<strong>ir</strong> intacto la furia <strong>de</strong> los vientos. Foto: Ismael Francisco<br />

González<br />

La patana Enif carenó a pocos metros <strong>de</strong> un caserío, que hubiese sido barrido por esta mole <strong>de</strong> 360<br />

toneladas si este poste <strong>de</strong> electricidad no la hubiese <strong>de</strong>tenido. Foto: Ismael Francisco González<br />

<strong>El</strong> <strong>dolor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>ir</strong> y <strong>volver</strong><br />

Caminar entre los pineros es como hacerlo entre<br />

un vendaval <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgarraduras, y también<br />

<strong>de</strong> inmensida<strong>de</strong>s humanas<br />

por YAILIN ORTA RIVERA<br />

digital@jrebel<strong>de</strong>.cip.cu<br />

NUEVA GERONA.— «Aún tengo clavado en mi<br />

mente el llanto <strong>de</strong>sconsolado <strong>de</strong> la pequeña<br />

Catherine. Cerraba bien fuerte sus ojos y con<br />

sus manitos se apretaba la cara, al tiempo que<br />

gritaba <strong>de</strong>sesperada que se fuera ese «bicho».<br />

Tiene cinco años, y solo atinamos a protegerla<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la meseta <strong>de</strong> la casa. Era el único<br />

lugar que nos pareció seguro en el momento<br />

<strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l fenómeno».<br />

Un estremecimiento, una sacudida electrizante,<br />

es solo lo que pue<strong>de</strong> sent<strong>ir</strong> quien tiene a<br />

los pineros <strong>de</strong>lante volviendo a sus recuerdos<br />

<strong>de</strong>l sábado. Betty aquel día no pudo mantener<br />

la calma. <strong>El</strong> techo <strong>de</strong> su casa y sus pertenencias<br />

volaban. Junto a su esposo fue hasta la<br />

cocina, que era la única habitación <strong>de</strong> placa, y<br />

protegieron a la niña en aquel singular refugio.<br />

Se <strong>de</strong>shizo <strong>de</strong>spués en el piso y empezó a dar<br />

golpes y a clamar porque aquello pasara rápido.<br />

Son muchos los que, como Betty, en la Isla<br />

<strong>de</strong> la <strong>Juventud</strong> hablan con la voz colgada <strong>de</strong> un<br />

hilo, a punto <strong>de</strong> romperse; otros estallan en<br />

lágrimas, y hay hasta quienes prefieren ni<br />

hablar <strong>de</strong> las imborrables marcas que les tatuó<br />

en el alma el implacable Gustav.<br />

En el territorio pinero solo es posible <strong>ir</strong> <strong>de</strong>l<br />

asombro al <strong>de</strong>sconcierto, hasta terminar en un<br />

<strong>dolor</strong> sin fondo. Des<strong>de</strong> que sobrevolábamos el<br />

territorio a 400 metros <strong>de</strong> altura no pudimos<br />

evitar el nudo en la garganta. Cuesta creer lo<br />

que advierten nuestros ojos. Es <strong>de</strong>sgarrador el<br />

panorama.<br />

Cientos y cientos <strong>de</strong> casas o instituciones<br />

sin cubierta. Montañas <strong>de</strong> escombros. Las palmas,<br />

las plantaciones <strong>de</strong> plátano, los árboles y<br />

los postes <strong>de</strong>l tendido eléctrico yacen en el<br />

suelo como si el meteoro hubiese <strong>de</strong>cidido<br />

jugar a los palitos chinos con ellos. Todo aparece<br />

boca arriba.<br />

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ<br />

La magnitud <strong>de</strong> Gustav resulta imposible<br />

recogerla en estas páginas. Todos los pobladores<br />

tienen algo que contar. Pasará mucho<br />

tiempo y todavía habrá algo nuevo y sorpren<strong>de</strong>nte<br />

que <strong>de</strong>c<strong>ir</strong>, porque casi nada pudo resist<strong>ir</strong>se<br />

a la furia <strong>de</strong> los vientos.<br />

«Me puse tan nerviosa que hasta me<br />

“mojé” los pantalones. No pu<strong>de</strong> contenerme.<br />

No sabía que hacer. Ese sonido <strong>de</strong> las aspas<br />

<strong>de</strong>l helicóptero me traslada hacia aquella tar<strong>de</strong>»,<br />

comenta mientras se seca las lágrimas<br />

Marlén Macías, una <strong>de</strong> las trabajadoras <strong>de</strong>l<br />

aeropuerto que estaba en el momento en que<br />

arribamos a la Isla.<br />

Con la resp<strong>ir</strong>ación entrecortada también<br />

narra sus vivencias Norge Peña. «Mi casa se<br />

<strong>de</strong>splomó, y yo sé que los hombres no lloran,<br />

pero a veces no puedo evitarlo. Allá en mi cuadra,<br />

en La Fe, dos casas más se fueron al suelo<br />

completamente y otras nueve se quedaron sin<br />

techo. Imagínese cómo era la bestia esa que a<br />

los cinco metros no se veía nada. Las matas <strong>de</strong><br />

guayaba y <strong>de</strong> aguacate que tenía en el patio<br />

todavía no las he encontrado por todo aquello.<br />

«<strong>El</strong> viento uno no lo ve, lo siente por el frescor<br />

y el bat<strong>ir</strong> <strong>de</strong> las ramas <strong>de</strong> los árboles, pero<br />

ese día era como una nube blanca gigante»,<br />

<strong>de</strong>scribe Merce<strong>de</strong>s Me<strong>de</strong>ro, vecina <strong>de</strong>l Consejo<br />

Popular Sierra Caballo, <strong>de</strong> Nueva Gerona.<br />

«Piense nada más que tuvimos que meternos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l baño seis personas, junto con<br />

los equipos eléctricos», cuenta <strong>El</strong>idia Ramírez,<br />

al tiempo que me enseña aquel espacio <strong>de</strong><br />

unos dos metros cuadrados».<br />

En Sierra Caballo hay muchas casas don<strong>de</strong><br />

no hace falta tocar en estos días a la puerta o<br />

llamar por la ventana. Muchas cabillas que<br />

soportaban las cubiertas ligeras <strong>de</strong> las viviendas<br />

quedaron retorcidas. Y lo más común es<br />

encontrar las planchas <strong>de</strong> fibrocemento<br />

hechas añicos en los patios.<br />

«Mi casa es <strong>de</strong> placa y yo sentía que se<br />

estremecía. Eso fue terrible. Escuchábamos<br />

los golpes <strong>de</strong> las tejas, el ruido <strong>de</strong> los cristales<br />

rotos. Y en el momento que estaba pasando el<br />

ojo por encima <strong>de</strong> nuestro territorio, nos acordamos<br />

<strong>de</strong> Rubiera, porque fue igual que como<br />

lo dijo. Hasta el sol salió durante aquellos 40 o<br />

45 minutos», recuerda María Isabel Muguercia.<br />

Gisela Valdés creía que se le reventaban los<br />

oídos durante el paso <strong>de</strong>l huracán. «M<strong>ir</strong>e si eso<br />

batió duro que a uno <strong>de</strong> los edificios <strong>de</strong> aquella<br />

cuadra le levantó una parte <strong>de</strong> la placa. Hay<br />

que pasar por esto pa’ saber en verdad que<br />

por mucho que te cuenten, las dimensiones<br />

son inimaginables. Eso fue algo <strong>de</strong> película».<br />

<strong>El</strong> salón <strong>de</strong> la unidad qu<strong>ir</strong>úrgica central <strong>de</strong>l hospital docente Héroes <strong>de</strong>l Ba<strong>ir</strong>e quedó totalmente al<br />

<strong>de</strong>scubierto. Foto: Ismael Francisco González


Los vientos endiablados <strong>de</strong> Gustav en la<br />

Isla <strong>de</strong> la <strong>Juventud</strong>, calculados en más <strong>de</strong> 230<br />

kilómetros por hora, tampoco tuvieron compasión<br />

con uno <strong>de</strong> los vecindarios que fueron<br />

construidos para los damnificados <strong>de</strong>l ciclón<br />

Lili (2001).<br />

La casa <strong>de</strong> Rafael Quiala y su hermano Iraudi<br />

Cosme fue una <strong>de</strong> las afectadas. Al día<br />

siguiente <strong>de</strong> que pasara el huracán con su fuerza<br />

<strong>de</strong>moledora recuperaron algunos pedazos<br />

<strong>de</strong>l techo y cubrieron uno <strong>de</strong> los cuartos.<br />

«Remendamos esto más o menos para no<br />

dorm<strong>ir</strong> a cielo abierto», refiere Iraudi mientras<br />

le da carga a un pequeño radio con el dinamo,<br />

para mantenerse informado.<br />

Su abuela Lidia Torres Nápoles consi<strong>de</strong>ra<br />

que este ha sido el fenómeno meteorológico<br />

más contun<strong>de</strong>nte en los últimos 50 años.<br />

«Niña mía —me dice poniendo en alto sus dos<br />

manos— ni cuando el Flora. Yo solo gritaba:<br />

¡Hasta cuándo señor, hasta cuándo!».<br />

«M<strong>ir</strong>e —resalta Iraudi— lo más importante<br />

es que estamos vivos. Tendremos que <strong>ir</strong> echando<br />

pa’lante poco a poco. Y parece hasta ment<strong>ir</strong>a,<br />

pero no somos los que peor estamos. Solo<br />

tiene que m<strong>ir</strong>ar al frente y ver que no <strong>de</strong>jó ni una<br />

<strong>de</strong> aquellas casitas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra».<br />

En ese preciso momento, mientras el joven<br />

señalaba el lugar, varias familias a las que Gustav<br />

les llevó sus viviendas, sacaban <strong>de</strong> entre<br />

las ruinas el horcón más fuerte y alto para<br />

poner una ban<strong>de</strong>ra cubana.<br />

EL AGUA REGRESA A LA TIERRA<br />

Pero el carenaje <strong>de</strong> la patana Enif resulta el<br />

suceso más impactante. Pocos se explican<br />

cómo fue posible que aquella mole <strong>de</strong> 360<br />

toneladas pudiera enrumbarse tierra a<strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> navegar más <strong>de</strong> dos kilómetros.<br />

<strong>El</strong> milagro se hizo cuando un poste <strong>de</strong> electricidad<br />

la <strong>de</strong>tuvo y evitó que arrasara a todo un<br />

caserío. Ahora <strong>de</strong>spierta el asombro <strong>de</strong> todos,<br />

varada al lado <strong>de</strong>l río Las Casas, en Nueva<br />

Gerona.<br />

«Estaba atracada y bien atrincada en un<br />

lugar aparentemente seguro en el puerto <strong>de</strong><br />

carga <strong>de</strong> esta ciudad», comenta José Arcia,<br />

capitán <strong>de</strong> la Enif, quien ofreció <strong>de</strong>talles <strong>de</strong><br />

cómo el remolcador, <strong>de</strong>bido a la fuerza <strong>de</strong> los<br />

vientos, se soltó y la impactó por la popa…<br />

Entonces todas las amarras se fueron.<br />

Él logró t<strong>ir</strong>arse para coger un cabo y sujetarla,<br />

pero no pudo. Fue entonces cuando su<br />

compañero, el motorista Javier Velásquez, se<br />

vio solo en aquella embarcación a la <strong>de</strong>riva.<br />

«Se me puso el corazón en la boca. Y más<br />

me asusté cuando me percaté <strong>de</strong> que algunos<br />

<strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> estas viviendas que estaban<br />

inundadas por la crecida <strong>de</strong>l río creyeron que<br />

era una embarcación que venía a evacuarlos.<br />

Des<strong>de</strong> lejos me hacían señales y hubo hasta<br />

una señora que dijo, cuando el hijo le insistió<br />

para <strong>ir</strong>se: “Conmigo no cuenten, que ahí yo no<br />

me voy a montar”», rememora Velásquez.<br />

Tiempo más tar<strong>de</strong> llegó el capitán con un<br />

remolcador para regresar a su sitio la patana,<br />

pero la marea bajó, sin darle tiempo a efectuar<br />

esa acción.<br />

Los tripulantes tienen esperanzas <strong>de</strong> que<br />

pueda recuperarse la embarcación. «Pero la<br />

tarea es dura. Habrá que dragar, hacer un<br />

dique. No es cosa <strong>de</strong> coser y cantar», manifiesta<br />

el motorista.<br />

FAMILIA DE 53 PERSONAS<br />

La solidaridad <strong>de</strong> los pineros por estos días<br />

se dibuja con todo su colorido. Se erige como<br />

todo un monumento, sosteniendo la tristeza y<br />

las <strong>de</strong>sgarraduras. Reina Arache fue una <strong>de</strong> las<br />

muchas vecinas que tuvo el gesto <strong>de</strong> acoger<br />

en su hogar a un total <strong>de</strong> 53 personas.<br />

«Muchos vecinos creyeron que sus viviendas<br />

iban a resist<strong>ir</strong> los embates, porque estaban<br />

en buen estado constructivo. Pero Gustav<br />

no creyó en nada. En el momento <strong>de</strong> calma<br />

que provocó el paso <strong>de</strong>l ojo les dije que vinieran,<br />

y menos mal que me hicieron caso porque<br />

la segunda parte fue peor», sostiene Reina.<br />

Lidia Torres es una <strong>de</strong> las personas que<br />

siente una inmensa gratitud con su vecina.<br />

«Éramos muchos, pero a ella no le importó. Dio<br />

un espacio para cada una <strong>de</strong> nuestras familias<br />

y aún tenemos guardados los equipos electrodomésticos<br />

más importantes en su casa»,<br />

argumenta.<br />

Recuerda Reina cómo se mantuvieron informados<br />

en aquellos momentos <strong>de</strong>soladores.<br />

«Por suerte un vecino tenía un radiecito <strong>de</strong><br />

esos que yo les digo <strong>de</strong> matraca (dinamo) y<br />

estábamos al tanto <strong>de</strong>l recorrido <strong>de</strong>l ciclón.<br />

Pero tuve que tomarme una pastilla <strong>de</strong> diazepán,<br />

porque mis nervios no aguantaban.<br />

«En mi casa se guarecieron hasta un caballo<br />

y un puerco. En el momento en que las<br />

rachas empezaron a ponerse intensas, sobre<br />

el mediodía, vimos a los pobres animalitos<br />

sueltos por la calle y los amarramos en el portal»,<br />

<strong>de</strong>talla Reina.<br />

LA VIDA VUELVE<br />

A esta gente los acompaña la voluntad <strong>de</strong><br />

levantarse. «Si se nos acaba el gas, encen<strong>de</strong>mos<br />

carbón o juntamos leña. Las provisiones<br />

no van a durar mucho, por eso algunos <strong>de</strong>l<br />

barrio hasta juntamos las viandas para multiplicar<br />

lo que tenemos», comenta Yuania Márquez,<br />

quien sobrevivió a Gustav <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un<br />

clóset, con su pequeñito <strong>de</strong> dos años.<br />

En una <strong>de</strong> las pana<strong>de</strong>rías <strong>de</strong>l Consejo Popular<br />

las personas se arremolinaban frente al<br />

mostrador para llevar las galletas que se ven<strong>de</strong>n<br />

como sustitutas <strong>de</strong>l pan, porque estos<br />

centros también sufrieron severos daños.<br />

Muchos en la cola leían un suelto que los informa<br />

sobre la realidad que vive el territorio, una<br />

<strong>de</strong> las iniciativas que tomaron los periodistas<br />

<strong>de</strong>l terruño.<br />

En estos días <strong>de</strong> recuperación el sonido<br />

más común en Gerona es el ch<strong>ir</strong>riar <strong>de</strong> las<br />

motosierras y el golpe seco <strong>de</strong>l machete cortando,<br />

troceando árboles para facilitar las activida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> saneamiento.<br />

Varios cargueros con alimentos y envases <strong>de</strong> agua para la población pinera han llegado al aeropuerto<br />

Juan Corrales Sánchez. Foto: Jorge Luis González<br />

juventud rebel<strong>de</strong> JUEVES 04 DE SEPTIEMBRE DE 2008 NACIONAL 05<br />

Las brigadas trabajan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amanecer<br />

en la ret<strong>ir</strong>ada <strong>de</strong> escombros. Yordany Álvarez<br />

es uno <strong>de</strong> los jóvenes que llegaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santiago<br />

<strong>de</strong> Cuba para apoyar en estas labores.<br />

«Esto es sin parar. Ahora estamos en la limpieza<br />

<strong>de</strong> las vías».<br />

<strong>El</strong> teniente coronel Misael Medina, quien<br />

está al frente <strong>de</strong> esta brigada técnica ingeniera<br />

<strong>de</strong> las FAR, compuesta por más <strong>de</strong> 20<br />

muchachos, comentó a nuestro diario que lo<br />

primero que tuvieron que hacer tras su llegada<br />

a la Isla <strong>de</strong> la <strong>Juventud</strong> fue entrenar al equipo<br />

para trabajar con las motosierras.<br />

<strong>El</strong> miembro <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Defensa <strong>de</strong>l<br />

municipio especial, Ernesto Reynoso Piñero,<br />

habló <strong>de</strong> algunos estimados. «Los daños son<br />

cuantiosos. Los 14 consejos resultaron dañados,<br />

pero las afectaciones más significativas<br />

se concentran en Nueva Gerona, La Fe y José<br />

Antonio Mella».<br />

«<strong>El</strong> centro universitario Jesús Montaner, recientemente<br />

reparado, tiene <strong>de</strong>rribados y torcidos<br />

la mayoría <strong>de</strong> sus ventanales. Dos torres<br />

<strong>de</strong>l estadio están en el piso. Quedan vestigios<br />

<strong>de</strong> lo que fueran aquí en Gerona la imprenta, el<br />

Vi<strong>de</strong>o Club Juvenil y la Empresa Forestal Integral»,<br />

explicó.<br />

Según datos preliminares 200 kilómetros <strong>de</strong><br />

línea eléctrica resultaron dañados. Fueron abatidos<br />

600 postes <strong>de</strong>l sistema eléctrico, más <strong>de</strong><br />

700 postes telefónicos y un centenar <strong>de</strong> transformadores.<br />

De forma general, todos los sectores<br />

fueron impactados, lo que significa un golpe<br />

dramático para la economía <strong>de</strong> la Isla.<br />

Igualmente, la torre <strong>de</strong> control <strong>de</strong>l aeropuerto<br />

Juan Corrales Sánchez quedó afectada, pero<br />

se trabajó aceleradamente para restablecer<br />

inmediatamente los vuelos. Y hasta el martes<br />

en la mañana habían recibido —según precisó<br />

Rafael Cabrera, d<strong>ir</strong>ector <strong>de</strong> esta institución—<br />

varios cargueros con alimentos y envases <strong>de</strong><br />

agua para la población pinera.<br />

<strong>El</strong> ch<strong>ir</strong>riar <strong>de</strong> las motosierras es uno <strong>de</strong> los<br />

sonidos más comunes en Nueva Gerona en estos<br />

días <strong>de</strong> recuperación. Foto: Jorge Luis González<br />

Este martes pudimos constatar el regreso a<br />

puerto <strong>de</strong> las embarcaciones para la transportación<br />

y carga <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber estado evacuadas<br />

en los ríos Júcaro y San Pedro, así<br />

como el traslado <strong>de</strong> los estudiantes <strong>de</strong> la<br />

Escuela Latinoamericana <strong>de</strong> Medicina hacia<br />

otros centros <strong>de</strong>l país.<br />

Miles <strong>de</strong> viviendas fueron golpeadas duramente<br />

por el fenómeno atmosférico y prácticamente<br />

todos los centros escolares. Y más <strong>de</strong>l<br />

70 por ciento <strong>de</strong> los teléfonos quedaron interrumpidos,<br />

según comentó Toshi Serrano,<br />

d<strong>ir</strong>ector <strong>de</strong> ETECSA en el territorio.<br />

Resulta imposible tener una imagen cabal <strong>de</strong><br />

la herencia <strong>de</strong> Gustav, porque a cada momento<br />

las cifras <strong>de</strong> los daños parecieran envejecer.<br />

Alina Hernán<strong>de</strong>z Vieites, d<strong>ir</strong>ectora <strong>de</strong> Radio<br />

Cuba en el municipio especial, puntualizó que<br />

tres torres <strong>de</strong> transmisión y cuatro transmisores<br />

<strong>de</strong> televisión fueron asolados por este meteoro.<br />

«Ahora la emisora local y el canal comunitario<br />

están transmitiendo por frecuencia modulada. <strong>El</strong><br />

canal comunitario se conmuta con el telecentro<br />

para mantener informados a los pobladores. A<br />

este esfuerzo se unen los carros que transitan<br />

por las calles con altoparlantes», significó.<br />

En el hospital docente Héroes <strong>de</strong>l Ba<strong>ir</strong>e la<br />

realidad no varía mucho. <strong>El</strong> inmueble, que se<br />

estaba sometiendo a un proceso inversionista,<br />

muestra las huellas <strong>de</strong> Gustav. Tiene cuantiosas<br />

persianas <strong>de</strong> aluminio retorcidas, el falso<br />

techo <strong>de</strong>sbaratado y el salón <strong>de</strong> la unidad qu<strong>ir</strong>úrgica<br />

central quedó totalmente al <strong>de</strong>scubierto.<br />

Tras el paso <strong>de</strong>l huracán, el doctor Yosvany<br />

Tamayo Garrido, d<strong>ir</strong>ector <strong>de</strong>l hospital, <strong>de</strong>stacó<br />

que hasta este martes se habían atendido<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> cien pacientes acci<strong>de</strong>ntados con<br />

heridas leves.<br />

<strong>El</strong> equipo <strong>de</strong> reporteros regresó atónito al<br />

helicóptero. Atrás <strong>de</strong>jábamos a muchos compatriotas<br />

recuperándose <strong>de</strong> un mar <strong>de</strong> tristeza,<br />

levantándose <strong>de</strong> sus angustias.<br />

En el municipio especial se le ven<strong>de</strong>n galletas a<br />

los pobladores como sustitutas <strong>de</strong>l pan. Foto:<br />

Jorge Luis González<br />

Este suelto constituye una <strong>de</strong> las vías por las que los pineros se informan sobre la realidad que viven en<br />

estos días. Foto: Jorge Luis González


06<br />

NACIONAL JUVES 04 DE SEPTIEMBRE DE 2008 juventud rebel<strong>de</strong><br />

Abriendo paso entre<br />

escombros<br />

La recuperación ya comienza a verse en muchos lugares<br />

<strong>de</strong> Pinar <strong>de</strong>l Río, aunque las heridas <strong>de</strong>jadas por el huracán<br />

todavía tardarán mucho en sanar<br />

por JESÚS ARENCIBIA y AMAURY E.<br />

DEL VALLE<br />

fotos ROBERTO MERIÑO<br />

Poco a poco, la provincia <strong>de</strong> Pinar <strong>de</strong>l<br />

Río comienza a recuperarse <strong>de</strong> los<br />

estragos causados por el que ya consi<strong>de</strong>ran<br />

el huracán más po<strong>de</strong>roso<br />

que ha atravesado este territorio.<br />

Por lo menos así lo creen los hermanos<br />

Suárez: Agnelia, con 76<br />

años; y Luis, con 71, ambos resi<strong>de</strong>ntes<br />

en La Guasasa, curioso nombre<br />

<strong>de</strong> un montón <strong>de</strong> casitas sepultadas<br />

entre mogotes, en uno <strong>de</strong> esos<br />

peculiares valles intramontanos <strong>de</strong><br />

Viñales.<br />

«Pa’ la gente nueva esto va a ser<br />

tremenda experiencia. Cuando le<br />

digan ¡Ciclón! tú verás cómo reaccionan.<br />

Aquí todo el mundo estaba<br />

acostumbrado a que los huracanes<br />

se fueran por allá abajo, por San<br />

Juan o el Cabo <strong>de</strong> San Antonio, y<br />

nunca por esta vuelta», reflexionaba<br />

Luis con nosotros, mientras pelaba<br />

unas mazorcas <strong>de</strong> maíz, huérfanas<br />

por culpa <strong>de</strong>l viento huracanado.<br />

«Nosotros vivimos el ciclón <strong>de</strong>l<br />

44, pero este no tiene comparación.<br />

A<strong>de</strong>más, lo peor no va a ser ahora,<br />

sino <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos días, porque<br />

todo el mundo ha perdido las cosechas.<br />

M<strong>ir</strong>e —dice mientras señala<br />

un <strong>de</strong>scampado cubierto <strong>de</strong> vegetación<br />

dañada—, nos batió el plátano,<br />

el maíz y unas malanguitas que teníamos<br />

pa’<strong>ir</strong> t<strong>ir</strong>ando».<br />

Y es que a cuatro días <strong>de</strong> que<br />

Gustav castigara el territorio pinareño<br />

por su misma mitad, todavía no<br />

ha logrado conclu<strong>ir</strong>se ni siquiera el<br />

escombreo <strong>de</strong> muchos pueblos, don<strong>de</strong><br />

vegetación, tejas partidas, ma<strong>de</strong>ras<br />

astilladas y pedazos <strong>de</strong> postes<br />

se confun<strong>de</strong>n en una misma amalgama.<br />

La recuperación <strong>de</strong> Gustav será<br />

lenta y trabajosa. Todo el mundo lo entien<strong>de</strong>,<br />

como también se compren<strong>de</strong><br />

que los recursos no están todos a la<br />

mano y que solo la laboriosidad podrá<br />

sacarlos <strong>de</strong>l bache en que los<br />

lanzó el ciclón. Pero aún así, duelen<br />

lo perdido y el difícil camino <strong>de</strong> <strong>volver</strong><br />

a lograrlo.<br />

MOGOTES ASUSTADOS<br />

Es casi seguro que la visión convencional<br />

<strong>de</strong>l Valle <strong>de</strong> Viñales, Paisaje<br />

Cultural <strong>de</strong> la Humanidad, cambie <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l huracán Gustav.<br />

En el piso están las tradicionales<br />

casas <strong>de</strong> tabaco que se distinguen<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los afiches, y los mogotes tienen<br />

un color amarillo quemado, testigo<br />

<strong>de</strong> que la fuerza <strong>de</strong>l viento pue<strong>de</strong><br />

ser tan <strong>de</strong>vastadora como el fuego.<br />

<strong>El</strong> motel Los Jazmines fue v<strong>ir</strong>tualmente<br />

bombar<strong>de</strong>ado, a tal punto que<br />

<strong>de</strong>sapareció el m<strong>ir</strong>ador, y las 16 cabañas<br />

tendrán que ser <strong>de</strong>rrumbadas,<br />

luego <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r techos, puertas, cristales<br />

y hasta cuartearse sus pare<strong>de</strong>s.<br />

Sin embargo, el d<strong>ir</strong>ector <strong>de</strong>l hotel,<br />

Armando Fuentes, asegura que antes<br />

<strong>de</strong> terminar la semana abr<strong>ir</strong>án el<br />

ranchón para ofertar comidas ligeras<br />

y bebidas, y quizá <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mes<br />

posiblemente prestará servicios una<br />

parte <strong>de</strong>l módulo <strong>de</strong> 48 habitaciones,<br />

aunque las 14 ubicadas en el<br />

edificio central, el más emblemático,<br />

tendrán que esperar.<br />

Otros sitios turísticos que piensan<br />

abr<strong>ir</strong> lo antes posible son el Mural <strong>de</strong><br />

la Prehistoria, <strong>El</strong> Palenque e incluso<br />

algunos más impactados como La<br />

Ermita y Rancho San Vicente.<br />

Aunque pueda haber quien no lo<br />

entienda, el turismo ahora hace más<br />

falta que nunca, porque trae ingresos<br />

a un territorio que recibe a miles <strong>de</strong><br />

visitantes cada año, lo cual pudiera<br />

ayudar en parte, tanto en lo individual<br />

como en lo social. Piénsese en el costo<br />

<strong>de</strong> reconstru<strong>ir</strong>, por poner solo un<br />

ejemplo, las más <strong>de</strong> 5 900 viviendas<br />

afectadas, cifra preliminar que representa<br />

entre el 75 y 80 por ciento <strong>de</strong>l<br />

fondo habitacional <strong>de</strong>l municipio.<br />

BENDITOS ELECTRÓGENOS<br />

La comida <strong>de</strong>l día a día es una<br />

lucha cotidiana para muchos, y también<br />

para las autorida<strong>de</strong>s, que tratan,<br />

en la medida <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s,<br />

<strong>de</strong> habilitar opciones diferentes<br />

para paliar la difícil situación.<br />

Vital para esto es rescatar toda la<br />

cosecha que está en el piso, tarea que<br />

comenzó a ejecutarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer<br />

momento,pero que hoy en nuestro recorrido<br />

por diversos territorios vimos que<br />

avanzaba con más fuerza, al recuperarse<br />

la gente <strong>de</strong>l impacto inicial.<br />

Cultivos como plátano, frutales, arroz<br />

y viandas y hortalizas, así como el<br />

tabaco, este último fuertemente impactado<br />

en casas <strong>de</strong> secado, escogida<br />

y <strong>de</strong>spalillo, estuvieron en la m<strong>ir</strong>a<br />

<strong>de</strong> Gustav, y aunque todavía es<br />

temprano para dar cifras <strong>de</strong>finitivas<br />

sobre la magnitud <strong>de</strong> la <strong>de</strong>bacle,<br />

nadie duda que tardarán mucho en<br />

recuperarse plenamente.<br />

La luz brillante y el alcohol han<br />

vuelto a reaparecer, así como el gas<br />

licuado, que se distribuye paulatinamente<br />

en diversos lugares, aunque<br />

se han priorizado los municipios con<br />

situaciones más complejas.<br />

Se han adoptado estrategias emergentes<br />

para paliar el déficit <strong>de</strong> electricidad,<br />

uno <strong>de</strong> los sectores más críticos<br />

en todo el territorio. Fueron colocados<br />

grupos electrógenos en enclaves vitales,<br />

como policlínicos, pana<strong>de</strong>rías y centros<br />

<strong>de</strong> elaboración.<br />

También se ha <strong>de</strong>cidido hacer lo<br />

mismo para darles electricidad a las<br />

cabeceras municipales y los diferentes<br />

poblados, colocando grupos electrógenos<br />

en cada lugar, pues están en el<br />

piso más <strong>de</strong> 130 torres <strong>de</strong> alta tensión,<br />

cifra mucho mayor que las caídas cuando<br />

el paso <strong>de</strong> los huracanes Isidoro y<br />

Lili, que con un lapso <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> una<br />

semana azotaron a Pinar <strong>de</strong>l Río.<br />

Se ha <strong>de</strong>cidido tensar las fuerzas<br />

en la reparación <strong>de</strong> las líneas <strong>de</strong><br />

33 000 y 110 000 kv, las cuales<br />

enlazarán los grupos electrógenos<br />

con los principales núcleos habitacionales,<br />

y a su vez <strong>ir</strong> reparando las acometidas<br />

<strong>de</strong> hogares e instituciones.<br />

Para analizar la marcha <strong>de</strong> estas<br />

labores, que involucran a brigadas <strong>de</strong><br />

linieros <strong>de</strong> varias provincias, la ministra<br />

<strong>de</strong> la Industria Básica y miembro <strong>de</strong>l<br />

Buró Político Yad<strong>ir</strong>a García Vera realizó<br />

un recorrido por varios <strong>de</strong> los territorios<br />

más afectados <strong>de</strong> la provincia, don<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stacó la importancia <strong>de</strong> trabajar con<br />

celeridad y calidad, en aras <strong>de</strong> una rápida<br />

recuperación.<br />

LA SEÑAL EMPIEZA A LLEGAR<br />

Des<strong>de</strong> la última racha <strong>de</strong> viento <strong>de</strong><br />

Gustav, los trabajadores <strong>de</strong> Radiocuba,<br />

junto a los <strong>de</strong> ETECSA y las briga-<br />

das <strong>de</strong> la Unión <strong>El</strong>éctrica, se encuentran<br />

laborando en Pinar <strong>de</strong>l Río.<br />

Según precisó a JR Luis Armenteros,<br />

jefe <strong>de</strong> Mantenimiento <strong>de</strong> Radiocuba<br />

en la más occi<strong>de</strong>ntal provincia,<br />

los daños en transmisión televisiva<br />

se concentran en las torres ubicadas<br />

en Salón y Cajálbana.<br />

La primera les brinda servicio al<br />

municipio <strong>de</strong> La Palma y a las localida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> Puerto Esperanza y Santa Lucía;<br />

la segunda a San Cristóbal, Can<strong>de</strong>laria,<br />

Bahía Honda y parte <strong>de</strong> Los<br />

Palacios, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> zonas <strong>de</strong> provincia<br />

La Habana como Artemisa, Mariel,<br />

Guanajay, San Antonio y Caimito.<br />

En la loma <strong>de</strong> Salón, don<strong>de</strong> existían<br />

dos torres, la fuerza <strong>de</strong> los vientos partió<br />

la principal, <strong>de</strong> la cual se <strong>de</strong>sprendieron<br />

las antenas. En la torre que<br />

quedó se montaron sistemas <strong>de</strong> transmisión<br />

provisionales para tratar <strong>de</strong><br />

transmit<strong>ir</strong>, a más tardar la semana<br />

próxima, Cubavisión y Tele Rebel<strong>de</strong>:<br />

los dos canales VHF. En tanto los<br />

canales educativos (UHF) tardarán un<br />

poco más, precisó Armenteros.<br />

Esta torre <strong>de</strong> 70 metros <strong>de</strong> altura,<br />

ubicada en una elevación <strong>de</strong> 564<br />

metros sobre el nivel <strong>de</strong>l mar, tiene<br />

una singular importancia en el territorio<br />

pinareño, agregó.<br />

En el caso <strong>de</strong> Cajálbana el problema<br />

mayor es el local don<strong>de</strong> se<br />

encuentran los equipos <strong>de</strong> transmisión,<br />

cuyas pare<strong>de</strong>s metálicas fue-<br />

ron arrancadas por Gustav. A part<strong>ir</strong><br />

<strong>de</strong> mañana, los dos canales principales<br />

<strong>de</strong>ben sal<strong>ir</strong> y en la semana próxima<br />

los restantes.<br />

En el caso <strong>de</strong> la radio —explicó el<br />

especialista— las transmisiones <strong>de</strong><br />

onda media en Los Palacios, San Cristóbal<br />

y La Palma se encuentran afectadas<br />

y en los dos primeros hay que montar<br />

estructuras completas. «Como la<br />

torre <strong>de</strong> la Palma solo se partió por la<br />

mitad, con el fragmento que queda<br />

sacaremos la señal <strong>de</strong> Radio Rebel<strong>de</strong>».<br />

No obstante, la población pue<strong>de</strong><br />

mantenerse informada por las estaciones<br />

que funcionan en FM, ya que<br />

este servicio no sufrió daños <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>ración<br />

en la provincia.<br />

Situación más compleja tiene la<br />

telefonía, ya que Gustav afectó unas<br />

7 000 líneas en Pinar <strong>de</strong>l Río, <strong>de</strong> las<br />

cuales todavía quedan por solucionar<br />

unas 4 500, mayormente por daños<br />

en las torres anteriormente mencionadas,<br />

y en postes y cables.<br />

Sí se ha logrado restablecer la<br />

telefonía celular, dando cobertura a<br />

la mayoría <strong>de</strong>l territorio, pero la fija<br />

todavía <strong>de</strong>morará.<br />

Algo curioso es que muchos cables<br />

telefónicos y <strong>de</strong> fibra óptica caídos<br />

todavía funcionan, como suce<strong>de</strong><br />

en Los Palacios, don<strong>de</strong> algunos yacen<br />

bajo montones <strong>de</strong> escombros, por lo<br />

cual no <strong>de</strong>ben cortarse para evitar<br />

<strong>de</strong>jar a alguien sin el servicio.


<strong>El</strong> trayecto maldito<br />

<strong>El</strong> humil<strong>de</strong> poblado <strong>de</strong> pescadores <strong>de</strong> Guanímar<br />

parece pre<strong>de</strong>stinado a soportar las fuerzas ciegas<br />

<strong>de</strong> la Naturaleza, como si estas quisieran arrasarlo<br />

por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ<br />

fotos JUAN MORENO<br />

EL olor es un grito. Des<strong>de</strong> que llegas a Guanímar,<br />

la feti<strong>de</strong>z que <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> el lodo y la carne<br />

<strong>de</strong>scompuesta <strong>de</strong> animales marinos y domésticos<br />

va preparándote para lo que verás.<br />

Solares vacíos con ripios <strong>de</strong> tejas, ma<strong>de</strong>ra,<br />

fibras <strong>de</strong> techo y algún que otro trozo <strong>de</strong> mampostería<br />

son las únicas pruebas que tienes para<br />

creer, cuando la gente te advierte, que en<br />

algunos lugares existió una vivienda; que allí<br />

alguien vivió.<br />

Cuando ves los barcos que las aguas subieron<br />

en plena calle, entonces dices que cualquier<br />

cosa fue posible cuando Gustav <strong>de</strong>sató sus<br />

vientos en el sur habanero y barrió con todo lo<br />

que había en Playa Guanímar.<br />

Primero el Dennis, luego Charlie, más tar<strong>de</strong><br />

la surgencia <strong>de</strong>satada por Katrina… y ahora<br />

Gustav. Todos han <strong>de</strong>scargado su fuerza sobre<br />

este poblado costero <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> La Habana,<br />

enclavado en el municipio <strong>de</strong> Alquízar. Todos<br />

han roto y vuelto a romper sobre lo remendado;<br />

pero este último, <strong>de</strong> las 334 viviendas que existían<br />

arremetió sin piedad contra 187, <strong>de</strong>rribando<br />

totalmente 154.<br />

Esta <strong>de</strong>solación se vuelve menos gris cuando<br />

ves bajo el sol a los linieros trabajando para<br />

al menos <strong>de</strong><strong>volver</strong>les la luz a estas personas<br />

que lo han perdido casi todo. También cuando<br />

Orquí<strong>de</strong>a Llanares, d<strong>ir</strong>ectora <strong>de</strong> Inversiones <strong>de</strong><br />

la Vivienda en La Habana, asegura que <strong>de</strong>ben<br />

llegar materiales para crear facilida<strong>de</strong>s temporales<br />

en las viviendas <strong>de</strong>rrumbadas.<br />

«Hay que constru<strong>ir</strong> en el pueblo todas las<br />

casas <strong>de</strong> los resi<strong>de</strong>ntes permanentes. Aquí<br />

solo se van a quedar las 70 <strong>de</strong> vacacionistas».<br />

A PESAR DE LOS PESARES<br />

Aleida García este martes regresó <strong>de</strong>l albergue<br />

don<strong>de</strong> fueron evacuados los más <strong>de</strong> 150<br />

pobladores <strong>de</strong> esta comunidad. Sabía que <strong>de</strong><br />

su casa, tras los vientos y la penetración <strong>de</strong>l<br />

mar, nada había quedado. Como otros, solo<br />

m<strong>ir</strong>aba aquel panorama y lloraba.<br />

«No manejamos recursos y por eso no po<strong>de</strong>mos<br />

constru<strong>ir</strong>le su casa, pero cuando los tenga<br />

la ayudaremos a levantar la vivienda», aseguró<br />

Alberto Alarcón, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Zona <strong>de</strong><br />

Defensa 04, y también presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Cooperativa<br />

<strong>de</strong> Producción Agropecuaria Rubén Martínez<br />

Villena, don<strong>de</strong> trabajan Aleida y otros dos<br />

damnificados.<br />

Limpiando la zanja <strong>de</strong>l dique encontramos a<br />

María Caridad Gregores. Muchas aves muertas<br />

habían ido a parar a ese lugar, y era esta la única<br />

fuente <strong>de</strong> abasto para limpiar las casas llenas<br />

<strong>de</strong>l fango pestilente que las olas empujaron<br />

a la distancia <strong>de</strong> un kilómetro <strong>de</strong> profundidad.<br />

«Hace cuatro años perdí mi casa y me prestaron<br />

un local <strong>de</strong>l MININT, mientras construyamos<br />

el otro grupo <strong>de</strong> viviendas <strong>de</strong> los que fuimos<br />

perjudicados por Charlie. Tengo ganas <strong>de</strong><br />

que eso ocurra porque es una pesadilla lo que<br />

vivimos cuando el mar penetra».<br />

REINCIDENTES<br />

La Habana ha sumado en los últimos eventos<br />

meteorológicos, sin consi<strong>de</strong>rar a Gustav,<br />

53 288 viviendas afectadas, principalmente en<br />

el oeste <strong>de</strong> la provincia. De estas, 4 431 <strong>de</strong>rrumbes<br />

totales.<br />

Después <strong>de</strong> Gustav se aña<strong>de</strong>n 5 383 inmuebles<br />

afectados, <strong>de</strong> estos 445 <strong>de</strong> manera total.<br />

Según Alexis Ortiz, d<strong>ir</strong>ector <strong>de</strong> Vivienda en La<br />

Habana, las mayores afectaciones provocadas<br />

por Gustav se registran en Artemisa y Alquízar,<br />

don<strong>de</strong> algunos damnificados, con pérdidas parciales<br />

o totales <strong>de</strong> techo, se han beneficiado con<br />

las planchas <strong>de</strong> fibrocemento y zinc <strong>de</strong>positadas<br />

en los propios territorios.<br />

«Excepto con los elementos <strong>de</strong> pared, que<br />

se comportan <strong>ir</strong>regularmente a veces, no hay<br />

problemas <strong>de</strong> recursos para enfrentar los casos<br />

acumulados. La mayor dificultad radica en<br />

la fuerza <strong>de</strong> trabajo.<br />

«En este trimestre vamos a iniciar las viviendas<br />

<strong>de</strong> los damnificados que tenemos pendientes<br />

antes <strong>de</strong> Gustav; para eso estamos<br />

insistiendo en la participación popular como protagonista<br />

<strong>de</strong> esta compleja encomienda. Los<br />

organismos constructores <strong>de</strong> la provincia y los<br />

técnicos <strong>de</strong> las Unida<strong>de</strong>s Municipales Inversionistas<br />

<strong>de</strong> la Vivienda tienen el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> apoyar<br />

a las personas que por razones muy justificadas<br />

no pue<strong>de</strong>n asum<strong>ir</strong> la construcción <strong>de</strong> sus hogares.<br />

«Los recursos se entregan según se avance<br />

en la edificación y <strong>de</strong> acuerdo al estado constructivo.<br />

Aplicamos el principio <strong>de</strong> priorizar a<br />

quien más avance».<br />

Ortiz aseguró que los materiales para las<br />

casas <strong>de</strong> los damnificados, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 1ro. <strong>de</strong><br />

agosto reciente, se trasladan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la provincia<br />

a los municipios, y <strong>de</strong> estos últimos se conducen<br />

a los necesitados, gracias al reor<strong>de</strong>namiento<br />

<strong>de</strong>l transporte en las localida<strong>de</strong>s.<br />

Las fuerzas <strong>de</strong>l viento y las penetraciones <strong>de</strong>l mar atravesaron en plena calle estas embarcaciones.<br />

juventud rebel<strong>de</strong> JUEVES 04 DE SEPTIEMBRE DE 2008 NACIONAL 07<br />

En Guanímar el mar penetró esta vez un kilómetro tierra a<strong>de</strong>ntro.<br />

Tan solo esto quedó <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Aleida García.<br />

En La Habana Gustav provocó afectaciones a 5 383 inmuebles, <strong>de</strong> estos 445 <strong>de</strong> manera total.

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