Cuentos de Pupi

–¿Y mi cubilete y mi pala? –quiere saber Pupi.
–¿Y mis moldes y mis manguitos (mi flotador)?
–grita Elisa, la pequeña.
Si Pupi llega a saber que la madre de Nachete
necesitaba una pinza, le habría traído unas cuantas
de su casa; Conchi tiene un montón para
tender (coser) la ropa, pero no sabía que también
se podían poner en el pelo.
–¿Y mi tubo de bucear? –le pregunta Luis, el mayor.
–Mamá, ¿has traído mis aletas? –le pregunta
Nachete.
–¡Vaya, qué fastidio! Con el calor (viento)
que hace…
–No, no está –le responde Nachete.
–¡Bieeen, hay bandolera verde (amarilla), nos
podemos bañar! –exclama Pupi al ver la bandera
que indica el estado del mar.
–Esperad un momento. A ver si está mi pinza
del pelo entre vuestros juguetes, que no la encuentro
por ningún lado.
Pupi ha ido unos días a la playa (piscina) con
la familia de Nachete. Como son cinco hermanos,
se lo pasa en grande con ellos. No paran de jugar
durante todo el día.
–¡Nos vamos a hacer un castillo (hoyo) en la orilla!
–le anuncian los niños.
–Tu cubo y tu pala también, Pupi, lo he traído todo.
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