Anexos - Facultad de Agronomía

1. Regular y estimular la formación de Recursos Humanos de calidad para un
Sistema acional de Investigación e Innovación sustentable
El PEDECIBA en su actual forma no apoya la formación de un sistema de Investigación
e Innovación sustentable. Más bien es un sistema de promoción de la investigación. Los
sistemas de Investigación e Innovación tienen la potencialidad de retroalimentarse
positivamente, de modo que juntos son más sustentables que aislados. Además, el
sistema de Investigación goza de mayor legitimidad social en tanto esté engranado con
el de Innovación.
Que el PEDECIBA ha pasado a ser un estrecho y pobre sistema de becas es una idea
bastante difundida, que se condice fundamentalmente con parte de la realidad del
programa, y sugiere la posible existencia de un problema de dimensionamiento interno
y/o inadecuación presupuestal. Lamentablemente, PEDECIBA no posee evaluaciones
técnicas de la demanda potencial ni de la demanda insatisfecha que este programa
presenta. Por lo tanto, no sabemos por ejemplo, cuántos de los potenciales estudiantes
inician estudios de posgrado y cuántos se pierden, por emigración o por otras causas.
Tampoco sabemos actualmente cuáles son los destinos, las actividades que desarrollan
ni la calidad del empleo de los egresados del programa, y menos se ha estudiado la
relación oferta-demanda de recursos humanos (RRHH) con las cualidades de éstos. Lo
antedicho no hace más que poner en relieve la necesidad de implementar un
Observatorio Interno de RRHH.
Los posdoctorados, el producto principal del programa, no tienen adecuada inserción
laboral. Cuando decimos inserción inadecuada hacemos referencia específica a escasa
plazas, con pobre proyección y fuera del circuito innovador. Existe una reducida
capacidad de absorción de los posdoctorados que afecta notoriamente al sector público y
privado de producción de bienes y servicios. Las razones para esta inadecuada inserción
tiene que ver al menos en parte con razones de naturaleza política, sociológica y
económica, pero principalmente ello se debe a que estos sectores son poco innovadores,
tanto cuanto se refiere a innovación tecnológica como organizacional. Las maestrías y
doctorados del PEDECIBA se realizan sin excepciones en el circuito académico. En el
sector académico, casi monopólico, es posible que muchos nichos de inserción estén ya
saturados (incluso ocupados por RRHH de peor formación) y que el desarrollo de
nuevos equipos de investigación independientes de los preexistentes esté fuertemente
inhibido al no encontrar financiación en las redes nacional e internacional.
Estos problemas se relacionan directamente con la llamada “fuga de cerebros”, en tanto
ambos implican la incapacidad de ocupar en actividades de ciencia y tecnología
eficientes a los jóvenes (y no tanto) uruguayos, cuya contra cara es el amplio
contingente (varios miles) de Uruguayos fuera del país que se desempeñan activamente
en sistemas de investigación e innovación más sustentables.
Aunque es obvio que en este campo el PEDECIBA no puede emprender acciones solo,
es algo esperable y deseable, además de una respuesta lógica al dilema ético de formar
para la frustración, que el PEDECIBA se haga cargo de esta realidad. Sin embargo, la
Comisión Directiva del PEDECIBA no ha sabido diseñar políticas, ni ha aprovechado
instancias propicias, para avanzar en soluciones a esta problemática. Este año, la
Dirección del programa propuso la generación de fondos centrales del PEDECIBA a
partir de la recuperación presupuestal del PROGRAMA, para apoyar la creación de un
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