Edição Especial - Faap

los avances significativos en materia de usos alternativos de combustibles para
el transporte automotor del etanol, del gas natural comprimido y del biodiesel.
No debería perderse la oportunidad, que implica desde el punto de vista
de la complementación productiva y del transporte los avances alcanzados a
uno y otro lado de la frontera.
Paradójicamente a pesar de los avances logrados y del potencial existente,
los dos países se encuentran con la capacidad instalada cercana al límite,
afrontando eventuales racionamientos de consumo y su consecuente impacto
en los costos.
Por otra parte, según señala Cepal, las inversiones necesarias en el rubro
energético para la región son del orden de los 20.000 millones de dólares para
los próximos 5 años.
Estas cifras, que enmarcan la importancia del esfuerzo a realizar para
atender la demanda energética aunado a lo señalado anteriormente, corroboran
las posibles ganancias de sinergia actuando conjuntamente.
Son visibles las fuertes oportunidades que brindaría la interconexión de los
sistemas existentes, pero ese potencial no se ha concretado: existen diferencias
de precios significativas, asimetrías regulatorias y de tratamiento tributario y
aduanero en el funcionamiento y organización de las industrias de electricidad
y gas, implicando todo ello barreras a las transacciones bilaterales y regionales.
La Argentina en particular, tiene en este sentido asimetrías profundas en lo
que se refiere a sus precios y tarifas tanto en lo relativo a gas boca de pozo,
consumo domiciliario de energía y gas y de combustibles líquidos con respecto
a los que rigen en el resto de la región.
Los subsidios al consumo, en la medida que los mismos se han acentuado,
implican una dificultad adicional para la tarea en común a emprender. La propia
dinámica del proceso, en la medida que los precios internacionales del petróleo
y gas marcan una tendencia al alza permanente, obligará en un futuro a la
revisión del régimen de subsidios actualmente vigente 1.
Esta afirmación es resultado del análisis de las cuentas públicas y de su
superávit, vis a vis las necesidades de inversión que indican la imposibilidad
estatal de encarar las necesidades de inversión necesarias; en este sentido si bien
por vía legislativa se ha aprobado la posibilidad de cargos tarifarios a los
consumos, para afrontar nuevos desembolsos en obras de infraestructura, los
mismos no cubrirían el mínimo indispensable.
Es por ello, si tal como surge de las proyecciones de la demanda, se va a
requerir además del aporte público y el de organismos internacionales de
crédito, la participación de actores privados, un sistema integrado –
interconectado – con marcos regulatorios comunes serían clave para su ingreso.
Por otra parte, y no menos importante, la atracción de inversiones hacia la
región recibiría un impulso adicional en la seguridad de abastecimiento y
confiabilidad de la matriz energética de la misma.
Por último, la tarea a desarrollar para articular y coordinar los esfuerzos
1 A la fecha, el precio del gas oil a público es equivalente al precio de un litro de petróleo del barril a U$S
70. WTI.
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Revista de Economia & Relações Internacionais, vol.5(edição especial), 2006