informe sobre las migraciones en el mundo 2008 - IOM Publications

INFORME SOBRE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO 2008
parejas de los migrantes que retornan. En el Caribe, la gran prevalencia del VIH refleja el elevado nivel de movilidad de la
población y representa un grave problema para el control de la epidemia (Borland et al., 2004).
Es común que las necesidades en materia de salud de los trabajadores migrantes estén desatendidas y que su acceso a los
servicios de salud esté afectado por su condición de migrante. Algunos de los obstáculos del ámbito de la salud que con
mayor frecuencia mencionan los migrantes latinoamericanos en los Estados Unidos son la situación de irregularidad y el
temor a la deportación (Brown et al., 2002; Cunningham, et al., 2000), la insuficiencia de los medios económicos, la falta
de seguro de salud y de la posibilidad de atender a necesidades básicas (por ejemplo, vivienda, alimentos y transporte)
así como factores relativos a idioma, cultura y estigma (Solorio, et al., 2004). De conformidad con un informe de 2006 del
Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York, los adultos nacidos en el extranjero, con ingresos bajos, tienen menos
probabilidades de acceso al plan de seguros Medicaid que los nacidos en los Estados Unidos (el 29 por ciento y el 42 por
ciento, respectivamente), y los adultos nacidos en el extranjero, menores de 65 años, que sólo hablan español tienen casi el
doble de dificultades para recibir atención médica cuando la necesitan que las personas que hablan inglés (el 15 por ciento
y el 8 por ciento, respectivamente). También es menos probable que utilicen medidas preventivas, y las posibilidades de que
los migrantes de bajos ingresos de Nueva York se hayan sometido a exámenes de detección del virus del VIH durante el año
anterior son muy escasas (Kim et al., 2006).
Debido a la mayor vulnerabilidad a la infección por el virus del VIH de los migrantes y otras poblaciones móviles, se ha
iniciado una serie de iniciativas al respecto en toda la región. Así, desde 2001, el proyecto sobre el VIH/SIDA para poblaciones
móviles de América Central, México y los Estados Unidos, ejecutado bajo los auspicios del Instituto Nacional de Salud Pública
de México y el proyecto IMPSIDA 1 de las Naciones Unidas, desarrollan sus actividades en 11 cruces transfronterizos en toda
Mesoamérica, aplicando iniciativas de educación, distribuyendo condones gratuitamente y prestando servicios de examen y
asesoramiento sobre el VIH (Bronfman-Pertzovsky y Leyva, 2000). También se puso en marcha este tipo de iniciativas en El
Salvador, concretamente, en el cruce fronterizo de San Cristóbal, ofreciendo información sobre medios de prevención a las
poblaciones móviles, así como folletos, carteles y otros medios para sensibilizar a la población y la información sobre el VIH
y el SIDA entre las poblaciones móviles (Bortman et al., 2006).
Otro ejemplo de práctica eficaz en la región es la Ley Nacional de SIDA de 1990 de la Argentina, que garantiza el pleno
acceso a la atención de la salud y el tratamiento, independientemente del estatuto del migrante (Art. 8) 2 , y diversos
programas, servicios y orientaciones que se ofrecen y aplican en respuesta a ese mandato político (Vásquez et al., 2005).
Entre los ejemplos positivos de ejercicios de prevención entre las poblaciones con alto grado de movilidad figura un programa
innovador en el Brasil, destinado a los camioneros. Mientras aguardan a que se completen los procedimientos de despacho
de aduana en la frontera entre el Brasil, la Argentina y el Paraguay, dos educadores les entregan material educativo y los
invitan a ingresar en un vehículo en el que se ofrecen servicios de salud, incluidos exámenes y asesoramiento en relación
con el VIH y la sífilis, así como tratamiento de síndromes de infecciones de transmisión sexual. También, se les hace un
control de la presión arterial y un examen de detección de diabetes y se les pide que regresen a una visita de control dos
semanas después. Antes de poner en marcha el programa se efectuaron entrevistas con una muestra aleatoria de 1.775
camioneros, y con otros 2.408 unos dieciocho meses después. De los camioneros entrevistados durante el período posterior
a la intervención, la mitad había participado en el programa, una tercera parte de ellos había participado en los exámenes
y asesoramiento sobre el VIH y sólo alrededor del 13 por ciento no tenía conocimiento del proyecto. Unos 2.000 camioneros
participaron en las actividades de asesoramiento sobre el VIH y la sífilis anteriores a los exámenes. De los 1.795 a quienes
se realizaron análisis de sangre, el 83 por ciento regresó para participar en el asesoramiento posterior a los exámenes y los
resultados. Sólo el 0,3 por ciento arrojó resultados positivos en relación con el VIH, y el 4,7 por ciento en relación con la
sífilis.
Sin embargo, los ejemplos de iniciativas que dan buenos resultados son escasos y poco frecuentes, y no hay servicios
de gran escala en materia de exámenes, prevención, atención y tratamiento del VIH/SIDA, ni información sistemática y
fiable para las poblaciones móviles, en particular para los migrantes en situación irregular, sobre la forma de tener acceso
a los servicios o, en el mejor de los casos, la situación al respecto es muy desigual en el Caribe, América Latina y América
del Norte. Con el fin de luchar contra la propagación del VIH/SIDA, los gobiernos y los encargados de la formulación de
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