informe sobre las migraciones en el mundo 2008 - IOM Publications

• Acuerdos bilaterales que abarcan distintos
grupos de migrantes y se ocupan de cuestiones
transfronterizas:
a. Acuerdos destinados a prevenir la migración
irregular, incluidos arreglos de readmisión
y la gestión de amenazas para la seguridad
(por ejemplo, ayuda en la elaboración de
documentos de identidad seguros, campañas de
información sobre los riesgos relacionados con
la migración irregular, y cooperación para el
retorno de los migrantes en situación irregular
al país de origen.
b. Acuerdos transfronterizos (aplicables a las
personas que residen en zonas fronterizas, y
que abarcan cuestiones como el transporte, el
empleo, la tributación y otras cuestiones de
interés).
c. Acuerdos de facilitación de visados que
requieren, sobre la base de la reciprocidad,
la emisión de visados para estancias breves
(por ejemplo, 90 días dentro de un período
de 180 días) para determinadas categorías de
personas (por ejemplo, científicos, periodistas
o miembros de tripulaciones internacionales). 65
• Acuerdos bilaterales que facilitan (o se ocupan
de las consecuencias de) la movilidad, pero
no se ocupan de cuestiones transfronterizas
internacionales:
a. Acuerdos de reconocimiento mutuo sobre los
criterios y procedimientos para la convalidación
de diplomas, o el derecho a practicar una
profesión o actividad comercial en otro país.
b. Acuerdos sobre seguridad social y doble
tributación (por ejemplo, la portabilidad
de las pensiones, la prevención de la doble
tributación).
65 Es éste, por ejemplo, el caso de los acuerdos de facilitación de visados
concertados entre la UE y la Federación de Rusia, Ucrania y los países de
los Balcanes Occidentales, respectivamente.
INFORME SOBRE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO 2008
La diversidad de instrumentos disponibles por lo
general supone la participación de una amplia
gama de agentes en la cooperación bilateral relativa
a la migración laboral. Las principales funciones
en las negociaciones y deliberaciones suelen ser
desempeñadas por uno o varios ministerios (por
ejemplo, el ministerio de trabajo y asuntos sociales,
o el ministerio del interior o de relaciones exteriores,
o el ministerio de inmigración o emigración,
cuando existen esas entidades concretas). Las
administraciones e instituciones bajo su supervisión
(por ejemplo, las agencias de empleo públicas y las
universidades) también pueden iniciar acuerdos
bilaterales de ámbito local o nacional. Algunos
acuerdos son concertados entre entidades privadas
y autoridades extranjeras públicas o privadas. A ello
se agrega el hecho de que las autoridades encargadas
de la negociación de un acuerdo no suelen ser las
mismas que tienen a su cargo la aplicación.
Habida cuenta de esas complejidades, uno de los
principales retos consiste en lograr coherencia
en la elaboración de las políticas bilaterales de
migración laboral, especialmente en su relación
con la identificación de los objetivos económicos y
sociales y su consecución mediante la formulación
y aplicación de las políticas. Ello requiere un grado
de coordinación nacional relativamente alto por
parte de los países de origen y de destino, que por
lo general no existe debido a la incapacidad real o
percibida para conciliar los objetivos en conflicto
que persiguen las distintas partes interesadas
públicas y privadas en diversos niveles (por ejemplo,
entre diferentes ministerios; por parte de los
establecimientos comerciales; y los representantes de
los empleadores, los trabajadores y la sociedad civil),
y/o la falta de capacidad institucional y recursos
financieros (especialmente si se trata de países en
desarrollo).
El carácter tan informal, la diversidad de los objetivos
y la variedad de agentes que intervienen hacen que
sea aún más difícil seguir el rastro de la dinámica de
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