evangelístico
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Alabar al Señor<br />
algunos historiadores señalan<br />
que la vida de los judíos allí en Babilonia<br />
era un cuadro muy triste. Estaban junto<br />
a los ríos de Babilonia y allí lloraban, una<br />
de las cosas que más torturó sus mentes<br />
y sus corazones eran los recuerdos de la<br />
gloria de Dios en Jerusalén.<br />
Dios utilizó el recuerdo para que el<br />
pueblo volviera a desear aquellos días<br />
de gloria. Ellos lloraban y hasta colgaron<br />
sus instrumentos de música, no<br />
podían cantar, ni tocar los instrumentos,<br />
estaban inactivos espiritualmente;<br />
pero había razones para sentirse tristes<br />
y sin gozo, la razón principal era que<br />
estaban en tierra de extraños, era tierra<br />
de cautiverio.<br />
Los babilonios decían: “Canten algunos<br />
cánticos de Sion”. El pueblo de<br />
Dios respondía: “No podemos cantar”.<br />
¿Por qué no? Si allí estaban las arpas<br />
y todo lo que necesitaban. En realidad<br />
no podían porque faltaba lo principal,<br />
y esa era la libertad, y si no hay libertad<br />
no se puede cantar.<br />
Dios quiere un pueblo libre, Él desea<br />
darle vida, y que experimenten la<br />
gloria de su poder.<br />
Se necesita la libertad para poder<br />
alabar, y glorificar el nombre de Dios.<br />
¿Por qué muchos no se sienten libres?<br />
Libres para<br />
Porque fueron llevados cautivos por<br />
su pecado, por su orgullo, su vanidad,<br />
egoísmo, por un pecado inconfeso que<br />
anidó en su corazón.<br />
Muchos vienen al templo y se quedan<br />
en el atrio y no pueden entrar al<br />
lugar santísimo porque para entrar<br />
hay que estar limpios de toda inmundicia,<br />
en comunión y armonía con las<br />
Sagradas Escrituras. Los que se quedan<br />
en el atrio hacen a<br />
Dios una oración de memoria,<br />
mecánica, por lo<br />
tanto no están adorando<br />
ni alabando a Dios. Pero<br />
los que entran al lugar<br />
santísimo, aquellos están<br />
en íntima comunión<br />
con Dios.<br />
Tenemos muchas razones<br />
para alabarle, Él nos ha salvado,<br />
nos ha sanado y bendecido; pero también<br />
tenemos que adorarle y amarle<br />
con profundo amor, de corazón, estar<br />
enamorados de Dios para poder desear<br />
estar en el lugar santísimo y levantar<br />
las manos y adorarle en espíritu y en<br />
verdad. No por lo que Él nos ha dado<br />
sino por lo que Él es. Él es Dios y nosotros<br />
sus criaturas por lo tanto le debemos<br />
adoración. Dios le bendiga u<br />
Rev. Gustavo Martínez<br />
Presidente Internacional<br />
del M.M.M.<br />
se necesita la libertad para<br />
poder alabar, y glorificar<br />
el nombre de dios. ¿por qué<br />
muchos no se sienten libres?<br />
porque fueron llevados<br />
cautivos por su pecado, por su<br />
orgullo, su vanidad, egoísmo,<br />
por un pecado inconfeso que<br />
anidó en su corazón.<br />
editorial<br />
julio 2013 3