evangelístico
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g alguien del que emanan todos los derechos<br />
humanos rectamente entendidos, por lo cual<br />
es preciso prestarle atención no sea que nos<br />
desviemos a lo tortuoso.<br />
He aquí una relación de algunos de tales<br />
derechos:<br />
1. Dios tiene derecho a ser reconocido. Es<br />
propio de la criatura reconocer a su Creador<br />
y dado que no nos hemos hecho a nosotros<br />
mismos sino que nuestra existencia<br />
es un préstamo bondadoso que nos ha<br />
concedido, es de justicia que así lo reconozcamos<br />
y se lo agradezcamos.<br />
2. Dios tiene derecho a ser adorado y servido.<br />
La adoración es más que reconocimiento,<br />
porque supone el sometimiento<br />
y la entrega del corazón. Es la devoción<br />
más elevada en la que ninguna faceta de la<br />
personalidad queda exenta. El servicio es<br />
la consecuencia de tal devoción.<br />
3. Dios tiene derecho a ser amado. Hay personas<br />
que merecen una estima y consideración<br />
que se traduce en amor por causa<br />
de su posición y labor, tal como un padre<br />
o una madre. Del mismo modo, el Padre<br />
por excelencia merece el amor de quienes<br />
son objeto de su benevolencia.<br />
4. Dios tiene derecho a ser obedecido. No<br />
es una opción que se le pueda conceder o<br />
negar, sino una obligación ineludible por<br />
nuestra parte.<br />
5. Dios tiene derecho de soberanía. Al ser<br />
20 Impacto <strong>evangelístico</strong> fundamentos<br />
el autor de todas las cosas se sigue que<br />
su soberanía es absoluta sobre todas<br />
ellas, pudiendo disponer de las mismas<br />
según su beneplácito. Nadie más es soberano,<br />
por la sencilla razón de que las<br />
criaturas por definición son seres finitos<br />
y limitados.<br />
6. Dios tiene derecho de gobierno. Se desprende<br />
de su soberanía y no ha renunciado<br />
al mismo, siendo su propósito inmutable<br />
instaurar su dominio sobre todas las<br />
naciones y reinos.<br />
7. Dios tiene derecho de juzgar. Al ser la<br />
fuente de la justicia y amante de la misma<br />
detesta la iniquidad y sustenta lo recto.<br />
Por tanto, es razonable que remunere lo<br />
bueno y castigue lo malo.<br />
8. Dios tiene derecho de legislar. Por eso<br />
promulga leyes, que son la expresión de<br />
su justicia, para que vivamos conforme<br />
a ellas.<br />
9. Dios tiene derecho de salvar. Gracias al<br />
ejercicio del mismo es por el que todos<br />
aquellos que vienen a Jesucristo en arrepentimiento<br />
y fe reciben perdón y salvación.<br />
Al igual que los derechos humanos,<br />
rectamente entendidos, son inalienables,<br />
así lo son también los derechos de Dios. Es<br />
decir, si no hay potestad que pueda legítimamente<br />
despojar a ningún ser humano de<br />
los derechos que le son propios por naturaleza,<br />
tampoco hay ninguna potestad que<br />
legítimamente pueda despojar a Dios de los<br />
suyos.<br />
Si toda negación de los derechos humanos<br />
legítimos es una agresión contra la dignidad<br />
de la persona, cualquier negación de<br />
los derechos de Dios es una agresión contra<br />
su honor y gloria. Si la transgresión de los<br />
derechos humanos merece ser castigada por<br />
ser una violación de algo natural, la transgresión<br />
de los derechos de Dios merece castigo<br />
por ser una violación de algo sagrado.<br />
Lo que caracterizó a los profetas es que<br />
predicaron celosamente los derechos de<br />
Dios, siendo subsidiarios de los mismos los<br />
derechos humanos, y denunciaron invariablemente<br />
su desprecio por parte de los gobernantes<br />
y el pueblo. Algo que les costó la<br />
persecución e incluso la vida. Sigamos en<br />
sus pasos, en medio de esta generación negadora<br />
de los derechos de Dios u