México Bárbaro! - Webgarden
México Bárbaro! - Webgarden
México Bárbaro! - Webgarden
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
alrededor de nosotros; algunos de ellos, ansiosos de tabaco, chupaban furiosamente los<br />
cigarillos que les obsequiamos, Y otros mordían silenciosamente plátanos, manzanas y<br />
naranjas que también les habíamos regalado.<br />
Entre ellos había dos viejos de más de cincuenta años: uno era pequeño, de facciones<br />
agudas, hablador, vestido con un overall norteamericano, blusa de trabajo, zapatos, y<br />
sombrero de fieltro, y con fisonomía y maneras de un hombre civilizado; el otro era alto,<br />
silencioso, impasible, embozado hasta la barba con un sarape de colores vivos, única<br />
prenda útil que había logrado sacar de sus pertenencias cuando los soldados lo apresaron.<br />
Había allí también un magnífico atleta de menos de treinta años, que llevaba en brazos a<br />
una delicada niña de dos años; una mujer de cara agresiva, de unos cuarenta años, contra la<br />
cual se oprimía una de diez que temblaba y temblaba presa de un ataque de malaria; dos<br />
muchachos fornidos sentados en cuclillas al fondo, que sonreían medio atontados a nuestras<br />
preguntas; mujeres sucias, casi la mitad de ellas con niños de pecho; además había un<br />
asombroso número de criaturas regordetas, de piernas desnudas, que jugaban<br />
inocentemente en el suelo o nos miraban a distancia con sus grandes ojos negros.<br />
- ¿Revolucionarios? -pregunté al hombre con overall y blusa.<br />
- No; trabajadores.<br />
- ¿Yaquis?<br />
- Sí, un yaqui -dijo, señalando a su amigo el de la cobija-. Los demás somos pimas y<br />
ópatas.<br />
- Entonces, ¿por qué aquí?<br />
- Ah, todos somos yaquis para el general Torres. Él no hace distinción. Si uno es de tez<br />
oscura y viste como yo, es un yaqui para él. No investiga ni hace preguntas ..., lo detiene a<br />
uno.<br />
- ¿De dónde es usted? -pregunté al viejo.<br />
- La mayoría de nosotros somos de Ures. Nos capturaron durante la noche y nos llevaron<br />
sin darnos tiempo para recoger nuestras cosas.<br />
- Yo soy de Horcasitas -habló el joven atleta con la niña en brazos-. Yo estaba arando en mi<br />
tierra cuando llegaron y no me dieron tiempo ni a desuncir mis bueyes.<br />
- ¿Dónde está la madre de la niña? -pregunté con curiosidad al joven padre.<br />
- Murió en San Marcos -contestó apretando los dientes- la mató la caminata de tres semanas<br />
por los montes. He podido quedarme con la pequeña ... hasta ahora.