México Bárbaro! - Webgarden
México Bárbaro! - Webgarden
México Bárbaro! - Webgarden
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
siguiente se impuso a Enrique Flores Magón una multa de $30 en la comisaría; pero el<br />
atacante ni siquiera fue detenido.<br />
Los exiliados consideraron este incidente como parte de una conspiración para crearles<br />
dificultades. Se trasladaron a Saint Louis, Mo., donde reabrieron su periódico. Apenas se<br />
habían instalado en su nuevo domicilio cuando empezó a molestarlos la agencia de<br />
detectives privados Furlong. Los mexicanos declararon que esta agencia colocó a uno de<br />
sus operarios en la oficina de Regeneración, en el papel de agente de anuncios, y a otros<br />
más en la oficina de correos de Saint Louis para interceptar la correspondencia dirigida a<br />
los exiliados; también destacó agentes para buscar personas que quisieran entablar juicio<br />
por difamación contra el periódico y, en fin, para acosar a los directores en todas las formas<br />
posibles.<br />
El Departamento de Correos de los Estados Unidos, al que se pidió ayuda para suprimir<br />
Regeneración, canceló el permiso -otorgado debidamente en San Antonio, Tex.-, para que<br />
este periódico circulase como artículo de segunda clase. Pero esto no satisfizo a los<br />
perseguidores, quienes trajeron de <strong>México</strong> a dos personas que debían presentar acusaciones<br />
de difamación en juicios penal y civil contra los editores de Regeneración. Éstos fueron<br />
encarcelados y la publicación suspendida. Los detectives de Furlong robaron cartas y se las<br />
entregaron al cónsul mexicano, en Saint Louis; según dicen los refugiados, de tales cartas<br />
se obtuvo una lista de nombres que condujo a la captura de unos 300 liberales en <strong>México</strong>.<br />
Los editores de Regeneración lograron salir de la cárcel mediante fianza; pero<br />
inmediatamente sus enemigos prepararon nuevas acusaciones para volverlos a encerrar; sin<br />
embargo, los liberales consideraban que tenían cosas importantes por hacer, y en<br />
consecuencia prefirieron perder la fianza y huir de tales acusaciones. Ricardo Flores Magón<br />
y Juan Sarabia, marcharon al Canadá y desde allí sostuvieron su correspondencia final para<br />
preparar el levantamiento armado contra Díaz. El primer tiro se dispararía el 20 de octubre<br />
de 1906. En la noche del 19 de octubre, los jefes liberales se reunieron en El Paso, Tex.,<br />
para prepararse a cruzar la frontera en la mañana siguiente.<br />
Como se dijo en un capítulo anterior, esta rebelión fue traicionada y resultó más o menos<br />
un fiasco. De los jefes revolucionarios, Juan Sarabia fue puesto en manos de Díaz por<br />
medio de la traición y unos 20 más fueron llevados después a la prisión militar de San Juan<br />
de Ulúa. Antonio I. Villarreal fue uno de los detenidos por la policía norteamericana;<br />
durante largo tiempo se defendió contra la extradición por el cargo de homicidio y robo; y,<br />
al fin, fue entregado a las autoridades de migración. Cuando los funcionarios de migración<br />
lo conducían a la línea fronteriza logró escapar, corriendo por las calles de El Paso. Librado<br />
Rivera, primer orador de la junta liberal, con Aarón Manzano, fue secuestrado en Saint<br />
Louis por policías secretos de la ciudad; lo llevaron hasta Ironton, Mo., donde se le rescató<br />
y fue devuelto a Saint Louis, gracias a las revelaciones de uno de los periódicos de esta<br />
ciudad.