México Bárbaro! - Webgarden
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Pero no fue así. Las ambiciones democráticas del pueblo se habían elevado en tal forma que<br />
no podían ser anuladas. En vez de intimidar al pueblo, tanto el destierro de Reyes como los<br />
actos de fuerza que lo precedieron, sólo sirvieron para que el pueblo formulara con más<br />
energía sus demandas. Del atrevimiento de nombrar candidato sólo para la vicepresidencia,<br />
se pasó a designar candidato para la presidencia; el partido que apenas era de oposición se<br />
convertía en un verdadero partido de oposición.<br />
Encontró su nuevo jefe en Francisco I. Madero, un distinguido ciudadano de Coahuila,<br />
miembro de una de las más antiguas y respetadas familias de <strong>México</strong>. Los Madero nunca se<br />
habían mezclado en la política de Díaz; eran agricultores ricos, bien educados, cultos y<br />
progresista. El primer interés notable que demostró Madero por la democracia fue en su<br />
libro La sucesión presidencial, que publicó en 1908. Este libro es una bien pensada pero<br />
tibia crítica del régimen de Díaz, donde se termina por recomendar al pueblo que insista en<br />
el derecho de tomar parte en las elecciones de 1910.<br />
Se dice que el libro de Madero fue retirado de la circulación, pero después de haber sido<br />
muy difundido. De este modo, su influencia fue muy grande, sin duda, en el impulso inicial<br />
para formar un partido demócrata. Una vez que fue lanzada la candidatura de Reyes,<br />
Madero viajó por el país en su propio automóvil para pronunciar discursos en reuniones<br />
públicas; no hacía propaganda de esa candidatura, sino que se limitaba principalmente a<br />
propagar los elementos del gobierno popular.<br />
La deportación de Reyes no detuvo la campaña oratoria de Madero. Antes que finalizara<br />
1909 se anunció que los clubes demócratas y reyistas se reorganizaban como clubes<br />
antirreeleccionistas, y que se efectuaría una convención nacional en la que se organizaría el<br />
Partido Antirreeleccionista y se designarían candidatos a la presidencia y a la<br />
vicepresidencia de la República.<br />
La convención se efectuó a mediados de abril de 1910; se designó a Madero como<br />
candidato a la presidencia y al Dr. Francisco Vázquez Gómez para la vicepresidencia. Los<br />
elementos dispersos de la interrumpida campaña anterior se unieron de nuevo, y Madero,<br />
con algunos otros dirigentes de los clubes democráticos que habían salido de la cárcel,<br />
siguieron pronunciando discursos con la misma táctica de criticar sólo ligeramente al<br />
gobierno y de no alentar alteraciones de la paz.<br />
El resultado fue instantáneo. La nación se encontró de nuevo entusiasmada con la idea de<br />
poder ejercer realmente su derecho constitucional al sufragio. Si el movimiento hubiera<br />
sido de escasa importancia, se le habría dejado seguir y extinguirse; pero, por el contrario,<br />
fue tremendo. En la Ciudad de <strong>México</strong>, se efectuó una manifestación que ni el mismo Díaz,<br />
con todos sus poderes de coerción, habría podido organizar otra igual en su favor. Quienes<br />
participaron en ella sabían que se exponían a la persecución, a la ruina y acaso a la muerte;<br />
sin embargo, fue tan grande la muchedumbre que los órganos del gobierno se vieron