México Bárbaro! - Webgarden
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más tarde se dijo que padre e hijo todavía se hallaban presos y que el primero se estaba<br />
muriendo a causa de los malos tratos recibidos a manos de los carceleros.<br />
Algún tiempo después, en marzo de 1910, el gobierno impuso la suspensión de <strong>México</strong><br />
Nuevo. Sin embargo, renació más tarde y es el único periódico demócrata que ha<br />
sobrevivido a la campaña de Reyes.<br />
Paulino Martínez era uno de los más viejos y mejor conocidos periodistas de <strong>México</strong>. Sus<br />
periódicos fueron los únicos de oposición a la política del gobierno que habían podido<br />
capear la tormenta de persecuciones contra la prensa en los últimos años. Durante mucho<br />
tiempo -según me dijo el mismo Martínez- sus periódicos La Voz de Juárez y El<br />
Insurgente, se mantuvieron con la táctica de evitar siempre el hacer críticas directas contra<br />
los altos funcionarios o contra las acciones del general Díaz. Sin embargo, en la campaña<br />
contra el movimiento demócrata, estos periódicos tuvieron la suerte, de los demás. Cuando<br />
el gobierno inició su acción contra Martínez, este periodista tenía tres semanarios -La Voz<br />
de Juárez, El Insurgente y El Chinaco-, y un diario -El Antirreeleccionista-, todos en la<br />
Ciudad de Mexico.<br />
El primer golpe cayó sobre La Voz de Juárez que fue suspendido y la imprenta confiscada<br />
el 3 de agosto de 1909. Se acusó al semanario de calumniar al ejército. La policía buscó a<br />
Martínez, sin encontrarlo. Los empleados inferiores de la imprenta fueron encarcelados y se<br />
anunció que ésta se pondría en venta.<br />
El 3 de septiembre, la policía secreta allanó las oficinas de El Insurgente y El Chinaco, y<br />
también las de El Paladín, semanario publicado por Ramón Alvarez Soto. Los agentes se<br />
apoderaron de las matrices de las tres publicaciones y las llevaron a las oficinas de la<br />
policía secreta como pruebas del delito. Fueron detenidos Alvarez Soto, Joaquín Piña -<br />
gerente de El Chinaco-, Joaquín Fernando Bustillos, cinco impresores, dos empleados y la<br />
señora de Martínez. Después de cinco días, los reporteros y los impresores fueron puestos<br />
en libertad; pero a la señora de Martínez y a Enrique Patiño -miembro del personal de El<br />
Paladín, quien había sido detenido después-, fueron retenidos bajo el cargo de sedición.<br />
El Antirreeleccionista, último de los periódicos de Martínez, sucumbió el 28 de septiembre.<br />
Sus oficinas fueron clausuradas; sus talleres decomisados y sellados por el juzgado; 22<br />
empleados que se hallaban en las oficinas fueron detenidos por sedición. Eran ellos tres<br />
directivos del periódico, un reportero, 15 cajistas y tres muchachas encuadernadoras.<br />
No se sabe cuánto tiempo permanecieron en prisión esas 22 personas; pero seis meses más<br />
tarde leí la noticia de que por lo menos uno de los colaboradores de Martínez, Félix F.<br />
Palavicini, estaba todavía en la cárcel. La señora de Martínez siguió detenida durante varios<br />
meses; su esposo logró escapar a los Estados Unidos y cuando ella se le unió; ninguno de<br />
los dos tenía un solo centavo. Por cierto, la señora de Martínez había nacido en los Estados<br />
Unidos.