1 - Arias Montano - Universidad de Huelva

Capítulo 5: El entorno onubense en el contexto del SW peninsular: Los territorios y su ocupación durante el Bronce Final.
ya se ha mencionado, entre los materiales documentados en 1968 que no fueron publicados, en el nivel
6 existía también una abundante representación de formas abiertas de perfil redondeado pero también
carenadas, con superficies alisadas y/o bruñidas, que ahora podrían ser muy importantes para
valorarlas quizás como el exponente de un proceso evolutivo previo a su ocupación en el período del
Bronce Final clásico. En páginas anteriores ya se resaltado la posibilidad de que estas cerámicas no
fuesen detectadas en las campañas de 1977 y 1978, debido a que procesos de tipo natural y/o antrópico
hubiesen impedido su conservación en la cima del cabezo, y por ello de su registro. Este hecho
confirmaría que San Pedro no fue ocupado por primera vez en el Bronce Final clásico.
Según puede reconstruirse de la topografía del siglo pasado (Fig. 58), antes de la destrucción de gran
parte de su morfología, la ocupación durante el Bronce Final se materializó sobre la superficie
amesetada de los Cabezos de San Pedro y las vaguadas que comunicaban el del Castillo (1) con el del
Cementerio Viejo (2) y el del Pino (3), los dos últimos ya desaparecidos, así como en la de los Cabezos
de la Esperanza, con el de La Horca (4) y Piscinas (5). Aunque su morfología no hacía necesario la
construcción elementos de tipo defensivo, la interpretación del capítulo anterior podría indicar en el
de San Pedro la existencia de algún tipo de defensa en de las primeras fases de su ocupación, cuyo
principal exponente es la existencia de muros colgados que todavía se aprecian en la vertiente SE del
Cabezo, aunque no se conozca su pronología, pero que aparecen directamente sobre las margas.
Esta circunstancia convertirían a la zona del Cabezo del Castillo o de San Pedro en la probable
acrópolis del hábitat de Huelva, sin que exista en estos momentos la posibilidad de contrastar la
aparición de muros de las mismas características en los cabezos desaparecidos. Aunque se han
documentado elementos de la Fase I en las formaciones coluvionadas que se han detectado en las zonas
más llanas del hábitat, es posible que la ocupación de la vaguada entre los Cabezos de San Pedro y los
de La Esperanza fuese ya de Fase I. aunque ésta fuera sólo de tránsito a la zona portuaria, dato que
únicamente puede inferirse de la adscripción del hábitat al comercio exterior desde estos momentos
y su innegable vocación pesquera, hecho confirmado con la aparición de fauna marina consumida
Universidad de Huelva 2009
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