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<strong>Manual</strong> de de instrucciones de de Torq MixLab » » Capítulo 12 1 51<br />
Frecuencia de muestreo<br />
Debajo de la opción Interfaz de audio se encuentra el ajuste de frecuencia de muestreo. Si aumenta este valor<br />
mejorará la calidad de sonido (dependiendo siempre de su material fuente), pero los ajustes altos también exigen<br />
más recursos de CPU. Por lo tanto, le recomendamos que ajuste la frecuencia de muestreo al mínimo valor<br />
necesario. Si sólo va a reproducir archivos MP3 o canciones de CDs de audio, no hay razón para ajustar este valor a<br />
más de 44,100, ya que esa es la frecuencia de muestreo utilizada por los CDs y archivos MP3.<br />
Tamaño de búfer<br />
El otro ajuste importante para su interfaz de audio es el Tamaño de búfer. Este parámetro puede resultar muy confuso<br />
para algunos <strong>usuario</strong>s, pero en realidad no es nada complicado. Para comprender el efecto <strong>del</strong> tamaño de búfer<br />
sobre el rendimiento de Torq es necesario conocer un poco la forma en que su computadora procesa el audio.<br />
El término “multi-tarea” se refiere al uso de varios procesos al mismo tiempo. Es lo que permite que su computadora<br />
ejecute más de un programa a la vez (por ejemplo, escuchar iTunes mientras navega por Internet). Aunque parece<br />
que la computadora hace dos cosas diferentes a la vez, en realidad sólo se dedica a una en cada momento, pero las<br />
alterna más rápido de lo que usted puede apreciar.<br />
Esto ofrece una experiencia de uso global, pero plantea un problema con las aplicaciones de audio. El audio es un<br />
flujo continuo: una canción de 5 minutos se reproducirá durante esos 5 minutos sin interrupción. Entonces, ¿cómo<br />
es posible que la computadora reproduzca el audio ininterrumpidamente si está saltando de una aplicación a otra<br />
continuamente? La respuesta está en el búfer. Un búfer de audio es como una “cisterna de almacenamiento” capaz<br />
de albergar un corto periodo de audio. La computadora llena el búfer de música y a continuación deja que el búfer<br />
la vaya reproduciendo mientras se dedica a otras tareas (tales como actualizar el reloj en pantalla, comprobar las<br />
conexiones de red, monitorizar el uso de CPU, etc.). Cuando todo sigue su curso correctamente, la computadora<br />
termina todas sus tareas y vuelve a llenar el búfer con más datos antes de que llegue a vaciarse. El resultado es un<br />
impecable rendimiento de audio durante el proceso multi-tarea.<br />
Si el búfer de audio se vacía antes de que la computadora pueda volver a llenarlo con más datos, la reproducción<br />
de audio se detendrá hasta que la computadora tenga la posibilidad de “reponer” el contenido <strong>del</strong> búfer. Estas<br />
interrupciones son muy breves y no se manifiestan como espacios prolongados de silencio sino en forma de<br />
artefactos sonoros (clics y pops) o de audio distorsionado. En estos casos, la solución es aligerar la carga de CPU<br />
(cerrando aplicaciones innecesarias o procesos que están consumiendo tiempo de computación) o aumentar el<br />
tamaño <strong>del</strong> búfer de audio para que pueda reproducirse durante más tiempo (lo cual dará a la computadora tiempo<br />
suficiente para realizar las restantes tareas).<br />
Entonces, ¿por qué no introducimos un tamaño de búfer alto para evitar las interrupciones? El problema es que los<br />
valores altos de búfer aumentan la latencia <strong>del</strong> sistema. La latencia es el tiempo que transcurre entre el momento<br />
en que le dice a la computadora que haga algo (como desactivar un EQ) y el momento real en que escucha el<br />
resultado de su orden por los monitores. Si trabaja con un tamaño de búfer alto, el búfer tendrá que reproducir todo<br />
su contenido antes de que usted pueda escuchar sus cambios de EQ en el audio. En la mezcla de DJ esto puede<br />
ser una auténtica pesadilla para mantener la precisión <strong>del</strong> tiempo, ya que todas sus acciones se aplicarán sobre la<br />
música con un cierto retardo.<br />
La solución es ajustar el tamaño de búfer lo más bajo que sea posible sin provocar problemas de audio. Es como<br />
jugar al ‘limbo’:<br />
1. Cargue una canción en un plato y reprodúzcala.<br />
2. Mientras la canción se reproduce, abra las Preferencias de <strong>Audio</strong>.<br />
3. Si la música se reproduce correctamente, abra el menú Tamaño de búfer y seleccione el tamaño de búfer<br />
inmediatamente inferior. El búfer se actualizará instantáneamente y la música seguirá sonando.<br />
4. Escuche la música durante unos momentos. Si el sonido es limpio (sin artefactos sonoros), vuelva a rebajar<br />
el tamaño de búfer al ajuste inmediatamente inferior.<br />
5. Repita este proceso y escuche la calidad <strong>del</strong> audio en cada ocasión hasta que alcance un ajuste en que el<br />
sonido no sea correcto.<br />
6. Cuando haya encontrado este valor, ajuste el Tamaño de búfer al valor inmediatamente superior (el último<br />
que funcionó correctamente): su sistema habrá quedado optimizado.<br />
Aunque Torq debería funcionar con total estabilidad con este ajuste, tenga en cuenta que el rendimiento <strong>del</strong><br />
sistema se podría ver comprometido al aumentar la carga de CPU.