15.07.2013 Views

Duras_ Marguerite-El Amante.pdf

Duras_ Marguerite-El Amante.pdf

Duras_ Marguerite-El Amante.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

16<br />

escribo tan fácilmente sobre ella, tan largo, tan tendido, se ha convertido en escritura<br />

corriente.<br />

Esa mujer debió permanecer en Saigón desde 1932 a 1949. En diciembre de 1942 murió mi<br />

hermano menor. <strong>El</strong>la ya no puede moverse por ninguna parte. Todavía está allá, cerca de la<br />

tumba, dice. Y después terminó por regresar a Francia. Cuando volvimos a vernos mi hijo<br />

tenía dos años. Era demasiado tarde para reencontrarnos. Lo comprendimos desde la prime-<br />

ra mirada. Ya no había nada que reencontrar. Salvo con el hijo mayor, para el resto era el<br />

final. Fue a vivir y a morir en el Loire-et-Cher, al falso castillo Luis XIV. Vivía con Dô.<br />

Todavía tiene miedo por la noche. Había comprado un fusil. Dô montaba guardia en las<br />

habitaciones abuhardilladas del último piso del castillo. También había comprado una<br />

propiedad cerca de Amboise para su hijo mayor. Había bosques. Hizo talar los bosques.<br />

Fue a jugarse el dinero a un club de baccara en París. Se perdieron los bosques en una<br />

noche. <strong>El</strong> momento en que el recuerdo se doblega de repente, el momento en que mi<br />

hermano mayor quizá me hace saltar las lágrimas, es después de la pérdida del dinero de<br />

esos bosques. Lo único que sé es que lo encuentran acostado en el coche, en Montparnasse,<br />

delante de la Coupole, que quiere morir. Después, ya no sé nada. Lo que ella, mi madre,<br />

hizo con el castillo es inimaginable, siempre para el hijo mayor que no sabe, él, ese niño de<br />

cincuenta años, ganar dinero. La madre compra incubadoras eléctricas, las instala en el gran<br />

salón de la parte baja. Tiene seiscientos polluelos de golpe, cuarenta metros cuadrados de<br />

polluelos. Se había equivocado en el manejo de los infrarrojos, ningún polluelo consigue<br />

alimentarse. Los seiscientos polluelos tienen un pico que no encaja, no cierra, revientan de<br />

hambre, la madre no empezará de nuevo. Estuve en el castillo durante el nacimiento de los<br />

polluelos, era fiesta. A continuación, el pestazo de los polluelos muertos y el de su comida<br />

es tal que no puedo comer en el castillo de mi madre sin vomitar.<br />

Muere entre Dô y aquel a quien llama su hijo en su enorme habitación del primer piso, la<br />

habitación donde hacía dormir a los corderos, de cuatro a seis corderos alrededor de su<br />

cama durante las heladas, durante varios inviernos, los últimos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!