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ve pasar a menudo, por las noches, que ella va con frecuencia a la concesión de Camboya.<br />
La madre está bien, dice la pequeña. Alrededor del transbordador, el río llega a ras de<br />
borda, sus aguas en movimiento atraviesan las aguas estancadas de los arrozales, no se<br />
mezclan. Ha arrastrado todo lo que ha encontrado desde el Tonlesap, la selva camboyana.<br />
Arrastra todo lo que le sale al paso, chozas de paja, selvas, incendios extinguidos, pájaros<br />
muertos, perros muertos, tigres, búfalos, ahogados, hombres ahogados, cebos, islas de<br />
jacintos de agua aglutinadas, todo va hacia el Pacífico, nada tiene tiempo de hundirse, todo<br />
es arrastrado por la tempestad profunda y vertiginosa de la corriente interior, todo queda en<br />
suspenso en la superficie de la fuerza del río.<br />
Le respondí que lo que quería, por encima de todo, era escribir, nada que no fuera eso,<br />
nada. Está celosa. Ninguna respuesta, una breve mirada inmediatamente desviada, el ligero<br />
encogimiento de hombros, inolvidable. Seré la primera en irme. Habrá que esperar unos<br />
años para que me pierda, para que pierda a esa niña, esa niña de entonces. Respecto a los<br />
hijos, no había nada que temer. Pero la niña, un día, ella lo sabía, se iría, lograría liberarse.<br />
Primera en francés. <strong>El</strong> director del instituto le dice: su hija, señora, es la primera en francés.<br />
Mi madre no dice nada, nada, no está contenta porque no son sus hijos los primeros en<br />
francés, qué asco, mi madre, mi amor, pregunta: ¿y en matemáticas? Dicen: todavía no,<br />
señora, ya llegará. Mi madre pregunta: ¿cuándo llegará? Responden: cuando ella quiera,<br />
señora.<br />
Mi madre mi amor mi increíble pinta con las medias de algodón zurcidas por Dô, en los<br />
trópicos sigue creyendo que hay que ponerse medias para ser la señora directora de la<br />
escuela, vestidos lamentables, deformados, remendados por Do, acaba aún de llegar de su<br />
granja picarda poblada de primas, lo usa todo hasta el final, cree que es necesario, que es<br />
necesario ganárselos, sus zapatos, sus zapatos están gastados, camina de través, con un gran<br />
esfuerzo, los cabellos tirantes y ceñidos en un moño de china, nos avergüenza, me<br />
avergüenza en la calle delante del instituto, cuando llega en su B. 12 delante del instituto<br />
todo el mundo la mira, ella no se da cuenta de nada, nunca, está para encerrar, para apalizar,<br />
para matar. Me mira, dice: quizá tú te salgas de eso. Día y noche la idea fija. No se trata de<br />
que sea necesario conseguir algo, sino de que es necesario salirse de donde se está.