Opuntia albicarpa Scheinvar cv. “Reyna” - Aggie Horticulture - Texas ...
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Cuadro 14.2. Efecto de tres cepas de endomicorrizas en la longitud de brote (LB), superficie total de brote (STB) y producción de<br />
materia seca de raíz (PMSr), brote (PMSb) y planta total (PMSp) de plantas micropropagadas de nopal (<strong>Opuntia</strong> <strong>albicarpa</strong> <strong>Scheinvar</strong><br />
<strong>cv</strong>. <strong>“Reyna”</strong>) después de 7 meses de la inoculación y transplante. Los promedios en cada columna seguidos de letras son<br />
significativamente diferentes según la prueba de Tukey (P≤0.05); n=20.<br />
ENDOMICORRIZA LB (cm) STB (cm2 ) PMSR (g) PMSB (g) PMSP (g)<br />
No 37.06 ab 388.27 c 2.28 b 12.60 b 14.81 b<br />
Gi• 35.58 b 405.32 bc 2.99 a 12.23 b 15.11 b<br />
ZAC-19 * 39.61 a 425.85 ab 2.77 a 13.18 b 16.11 ab<br />
SD° 39.80 a 453.53 a 2.71 a 15.06 a 17.09 a<br />
•Cepa pura de Glomus intraradices, * consorcio colectado en suelos agrícolas de Zacatecas, México, compuesto de las especies G. albidum,<br />
G. claroides y G. diaphanum, °consorcio colectado en el desierto de Sonora, México compuesto de G. aggregatum, G. deserticola,<br />
G. geosporum, G. microaggregatum, Sclerocystis coremioides, S. sinuosum, Gigaspora margarita, Scutellospora calospora, S. gregaria.<br />
no es específica (Marschner, 1995; Smith y Read,<br />
1997), ya que las raíces de nopal, al igual que la<br />
mayoría de las especies vegetales, permitieron el<br />
establecimiento de micorrizas con hongos de los<br />
géneros Glomus, Gigaspora, Scutellospora y Sclerocystis.<br />
La colonización total en este estudio varió<br />
desde 3 a 54% y es comparable con los datos obtenidos<br />
en otros estudios realizados en nopal en<br />
donde se encontraron porcentages que variaron de<br />
9 a 80% (Bala et al., 1989; Methew et al., 1990; Cui y<br />
Nobel, 1992; Estrada-Luna y Davies, 2001). Esta<br />
variación observada está relacionada con la compatibilidad<br />
planta-hongo, la cual es afectada por diversos<br />
factores que incluyen al propio hospedero, el o<br />
los hongos formadores de las micorizas y el<br />
ambiente en el que se desarrolle la asociación particularmente<br />
la disponibilidad de P (Smith y Gianinazzi-Pearson,<br />
1988; Koide y Schreiner, 1992). Los<br />
valores más altos de colonización se obtuvieron con<br />
la cepa ZAC-19 (Figura 14.3), lo cual pudo haber<br />
sido el resultado de una mayor afinidad entre los<br />
hongos micorrícicos de esta cepa y las raíces del<br />
nopal, ya que la región de colecta de esta cepa es el<br />
habitat natural de esta especie vegetal (Contreras y<br />
Ferrera-Cerrato, 1989).<br />
Las raíces de las plantas inoculadas desarrollaron<br />
en la región cortical vesículas, endosporas e<br />
hifas como parte del proceso de colonización de los<br />
hongos; sin embargo, no se observó el desarrollo de<br />
arbúsculos (Figura 14.2). Esto pudo haber sido el<br />
resultado de una reducción en la actividad de las<br />
micorrizas causado posiblemente por el estrecho<br />
espacio disponible en las macetas para el crecimiento<br />
de las raíces al final del experimento. Las<br />
Micorrizas arbusculares en ecosistemas áridos y semiáridos<br />
Arbuscular mycorrhizae in arid and semi-arid ecosystems<br />
variaciones observadas en la frecuencia de cada<br />
estructura fungosa estuvieron influenciadas por la<br />
cepa usada durante la inoculación (Figura 14.3), lo<br />
cual también tiene una íntima relación con la fuente<br />
de P y la interacción hongo-hospedero (Koide y<br />
Schreiner, 1992).<br />
Bajo las condiciones restrictivas de P en las que<br />
crecieron las plantas durante este estudio, se<br />
observó que el establecimiento de las micorrizas<br />
promovió mayor absorción de nutrimentos, particularmente<br />
para las cepas “Desierto de Sonora” y<br />
ZAC-19 (Cuadros 14.2 y 14.3), produciendo como<br />
beneficio el incremento en el crecimiento de las<br />
plantas (Cuadro 14.1). Esto resultó como consecuencia<br />
de la mayor superficie de absorción y exploración<br />
en la rizósfera producido por la proliferación<br />
de hifas y el establecimiento de micelio extra-radical<br />
del hongo (Bolan, 1991). Si este fuera el mecanismo<br />
de operación de los HEMA en las plantas de nopal,<br />
el establecimiento de las micorrizas podría ser ventajoso,<br />
especialmente para las especies que viven<br />
en sustratos donde la difusión de iones es disminuida<br />
por la reducción en la disponibilidad de agua<br />
y donde el P existe principalmente en una forma<br />
insoluble como fosfato de calcio; o bien, para aquellas<br />
con características calcícolas y calcífugas dado<br />
que su distribución y sobrevivencia está íntimamente<br />
relacionada con el tipo de sustrato donde habitan<br />
(Del Castillo, 1996).<br />
Poco se sabe acerca de la dependencia micorrícica<br />
en plantas del género <strong>Opuntia</strong>; sin embargo,<br />
el incremento en el crecimiento como respuesta al<br />
mejoramiento en la capacidad de absorción de<br />
nutrimentos se ha puesto de manifiesto en este trabajo<br />
y en investigaciones recientes (Estrada-Luna y