Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Laurie le dio la lámpara de mano del teniente Ghalil. Coghlan la encendió -<br />
alumbraba débilmente - y la oprimió contra la superficie argentina. <strong>El</strong> extremo de la<br />
lámpara desapareció. Continuó apretando la lámpara contra la película argentina,<br />
introduciéndola en lo que debería ser yeso y piedra. Pero la lámpara desapareció.<br />
Entonces, Coghlan retiró rápidamente la mano y la frotó fuertemente en su<br />
pantalón, porque sus dedos estaban congelados: la lámpara de mano era<br />
metálica, muy buena conductora del calor y, por consiguiente, de la refrigeración...<br />
- ¡Necesito que se despierte Duval! - exclamó Coghlan, irritado -. ¡Sí es el único<br />
que puede escribir ese griego antiguo... o hablarlo... o comprenderlo!<br />
¡Despiértenlo, por favor!<br />
<strong>El</strong> médico meneó la cabeza cuando Ghalil le tradujo la demanda.<br />
- Precisa mucho calmante para estar tranquilo y por eso no puede despertarle -<br />
tradujo a su vez Ghalil para que Coghlan comprendiese la respuesta del médico.<br />
Pero, de todas maneras, a<strong>un</strong>que fuese Posible, tardaría varías horas en<br />
despertarse; se le ha administrado <strong>un</strong>a dosis de calmante tan fuerte que hacerlo<br />
de otra manera sería poner su vida en peligro...<br />
- Me gustaría preg<strong>un</strong>tarles - agregó Coghlan con <strong>un</strong> deje de amargura en su voz -<br />
qué hicieron con ese espejo para que su superficie produjera la imagen de <strong>un</strong><br />
<strong>duende</strong>... ¡Debe de haber sido <strong>un</strong>a cosa completamente tonta!<br />
Paseó nerviosamente, arriba y abajo, por el cuarto, cruzando y descruzando los<br />
dedos de sus manos, y prosiguió en tono sarcástico:<br />
- Para conseguir ese «<strong>artilugio</strong> » al que Duval llamó <strong>un</strong> «espejo mágico» debieron<br />
utilizar polvo de diamante o estiércol de asno o pestañas de ballena... ¡Uno de<br />
esos ingredientes debe producir el efecto deseado! ¡Alguien debe haber<br />
conseguido accidentalmente crear ese « <strong>artilugio</strong> », y es muy difícil que el<br />
accidente se repita!<br />
-¿Y por que no?<br />
- ¡No podemos actuar como si fuéramos l<strong>un</strong>áticos o bárbaros o alquimistas<br />
bizantinos!... - exclamó Coghlan -. ¡No podemos! ¡Es como <strong>un</strong> teléfono, que es<br />
completamente inútil si no se tiene otro semejante! Es preciso tener dos teléfonos<br />
en dos sitios diferentes, al mismo tiempo, para que esos aparatos sean de alg<strong>un</strong>a<br />
utilidad! ¡Y en este caso, ocurre algo Semejante: para utilizar <strong>un</strong>a cosa como ésta<br />
es preciso disponer de dos instrumentos iguales en el mismo sitio, pero en<br />
tiempos u horas diferentes! Con los teléfonos se necesita la conexión o hilo<br />
conductor correspondiente que los <strong>un</strong>e o relaciona entre si. ¡Con este «<strong>artilugio</strong>»<br />
lo que se precisa es disponer de <strong>un</strong>a conexión de lugar que ligue entre si los<br />
tiempos!<br />
71