Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Coghlan repuso, pensativamente:<br />
- Estoy pensando que ese campo de fuerzas no es <strong>un</strong>a superficie plana sino que<br />
tiene forma de tubo... Un tubo por el que puede expelerse <strong>un</strong>a burbuja... ¿No se le<br />
ocurre a usted pensar en lo que hace <strong>un</strong> campo magnético con la luz<br />
polarizada...?<br />
- Considérame pensando en ello - gruñó Mannard -. ¿Qué ocurre?<br />
- Yo puedo reproducir <strong>un</strong> campo de fuerzas semejante - prosiguió Coghlan,<br />
pensativamente -. Un campo de fuerzas de forma tubular no soy capaz de hacerlo,<br />
pero sí <strong>un</strong> campo de fuerzas que absorba energía... o calor... y almacenar <strong>un</strong>a<br />
potencia útil... Yo puedo hacer <strong>un</strong> « <strong>artilugio</strong>» refrigerador que absorba calor y<br />
almacene energía. Voy a efectuar alg<strong>un</strong>as investigaciones...<br />
- ¿Estás seguro de lo que dices? - preg<strong>un</strong>tó Mannard.<br />
Coghlan asintió. Estaba seguro. Había visto claro al fin. Se había figurado algo de<br />
lo que ocurría. Ahora podía hacer lo que los originales constructores del « <strong>artilugio</strong><br />
»no podían. Y no era algo sin precedentes, por supuesto. Un fabricante de gafas<br />
en Holanda tuvo la ocurrencia de poner dos lentes j<strong>un</strong>tas y consiguió construir el<br />
primer telescopio, el cual ampliaba considerablemente los objetos lejanos, pero<br />
éstos se veían al revés... Y a <strong>un</strong>a distancia de medio continente, en Italia, <strong>un</strong> tal<br />
Galileo Galilei oyó el rumor de aquel hecho portentoso, pero imperfecto, se pasó<br />
toda la noche pensando... y a la mañana siguiente construyó <strong>un</strong> telescopio mucho<br />
más perfecto que el del holandés, tanto que todos los gemelos de campo se<br />
construyen hoy día según los diseños del descubridor italiano.<br />
- También yo volveré a la investigación - repuso Mannard - si haces <strong>un</strong> contrato<br />
conmigo. Jugaré limpio. ¡Éste es <strong>un</strong> buen as<strong>un</strong>to!<br />
Miró a su hija. Su cara estaba pálida, pero sus ojos brillaban. Sonrió a la mirada de<br />
su padre. Y él le devolvió la sonrisa.<br />
Entonces, dijo Laurie<br />
- Tommy.. si puedes hacer eso... ¡oh!, ¿no te das cuenta? 1Ven conmigo al otro<br />
cuarto; necesito hablarte .!<br />
Coghlan le guiñó <strong>un</strong> ojo en <strong>un</strong> gesto de complicidad. Luego sus hombros se<br />
distendieron, se hincho su pecho y produjo <strong>un</strong> prof<strong>un</strong>do suspiro Después, musitó<br />
cuatro palabras, hizo « ¡Ah!», agarró el brazo de la muchacha y se la llevó al<br />
cuarto contiguo.<br />
Mannard dijo, satisfecho:<br />
67