You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
- Ya les he dicho que estoy tomando todas las precauciones razonables -<br />
respondió Ghalil, cansadamente -. Entre ellas, <strong>un</strong>a le concierne a usted muy<br />
directamente: voy a rogarle que permanezca esta noche en el hotel Petra, con mis<br />
hombres custodiándole a usted, así como al señor y a la señorita Mannard...<br />
- ¡Si hay algún riesgo para ella, desde luego me quedo! - gruñó Coghlan.<br />
<strong>El</strong> coche entró en <strong>un</strong>a calle más ancha todavía, con más tránsito rodado y más<br />
transeúntes. Además, en esta zona de la ciudad todas las luces eran eléctricas.<br />
Habla cines y teatros, muchos coches y gente vestida a la europea, en lugar de<br />
aquellos disfraces, mezcla de Oriente y Occidente, que suelen verse en los barrios<br />
más pobres. <strong>El</strong> hotel Petra aparecía profusa e impresionantemente iluminado.<br />
<strong>El</strong> coche-policía se detuvo ante él. Ghalil salió y miró casualmente a su alrededor.<br />
Un vagab<strong>un</strong>do, allí cerca, le hizo señas disimuladamente. Ghalii asintió con <strong>un</strong><br />
gesto. <strong>El</strong> vagab<strong>un</strong>do se retiró. Ghalil, entonces, abrió la puerta del coche e hizo<br />
salir a los demás.<br />
- No tengo más remedio que comportarme de esta manera con ustedes, si he de<br />
custodiarles hasta que el as<strong>un</strong>to esté convenientemente aclarado - dijo,<br />
cortésmente.<br />
Entraron en el vestíbulo, se dirigieron hacía el ascensor y penetraron en él, sólo<br />
ligeramente tranquilizados por el bullicio y por el brillo de las luces. De repente,<br />
Coghlan exclamó:<br />
- ¿En dónde está Duval? ¡Él está también complicado en el as<strong>un</strong>to!<br />
- Está en la casa de la calle Hosain - dijo Ghalil con acento despreocupado ¡Pobre<br />
hombre! Está apegado a la lógica y al amor por el pasado que le empujan hasta el<br />
crimen pasional... Pero he dejado a mis hombres vigilándole.<br />
<strong>El</strong> ascensor subía, entre tanto, hacia el departamento de Mannard. Al llegar al piso<br />
correspondiente, vieron a <strong>un</strong> hombre que limpiaba el vestíbulo que se abría ante<br />
dicho departamento. Parecía ser <strong>un</strong> empleado del hotel, pero hizo <strong>un</strong>a señal de<br />
complicidad al teniente Ghalil.<br />
- Es <strong>un</strong>o de mis hombres... - explicó éste -. Lo tengo todo vigilado. Hay otros<br />
repartidos por el resto del hotel.<br />
Entraron en el departamento. Mannard parecía muy decaído.<br />
- Voy a pedir que traigan algo de comer - le dijo a Ghalil -. Son casi las diez y<br />
todos nos olvidamos de cenar. ¡Pero es que vamos a enloquecer todos! Quisiera<br />
saber si es verdad que alguien ha dejado <strong>un</strong>a bomba en la calle... y si los «<br />
<strong>artilugio</strong>s» pueden tener «<strong>duende</strong>s»...<br />
59