Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Laurie apoyó su brazo en el de Coghlan.<br />
- Nada hay tan hermoso como el valor, Tommy, y yo sé apreciar el tuyo; pero otra<br />
cosa muy diferente es la temeridad. Tú estás exponiéndote por nosotros, Tommy.<br />
Has expuesto tu vida cuando penetraste en la j<strong>un</strong>gla al frente de los marineros<br />
para buscar al que había disparado contra mi padre..., y yo no quisiera que te<br />
matasen a ti...<br />
- Podría ser que todo lo que se propusiesen fuese amedrentaros a ti o a tu padre,<br />
sin preocuparse de si os matan o no, con objeto de que cualquiera de los dos -<br />
sea quien fuere - pague lo que le pidan sin rechistar...<br />
- ¿Pero cómo...? ¿Qué podrían hacer?<br />
-Pues... ¡secuestrándote, por ejemplo! - repuso Coghlan, fuera de sí-. ¡Por eso, te<br />
lo suplico!.., ten mucho cuidado, ¿oyes? No vayas a ning<strong>un</strong>a parte si te llaman por<br />
teléfono, por medio de <strong>un</strong>a nota o... como sea.<br />
Se puso a pasear impacientemente, arriba y abajo, por la cubierta del yate hasta<br />
que éste atracó de nuevo.<br />
Entonces, se produjo <strong>un</strong>a gran confusión a bordo. Mannard intentaba sostener<br />
inmediatamente <strong>un</strong>a conferencia con la policía para den<strong>un</strong>ciarle el intento de<br />
asesinato de que acababa de ser objeto. Coghlan y Laurie, en vista de su<br />
insistencia, decidieron acompañarle a la comisaría de policía en <strong>un</strong> coche de<br />
alquiler.<br />
Al llegar a ella, se originó <strong>un</strong>a tremenda rtisi6n, porque Mannard no conseguía<br />
cede creer al comisario que hacia setecientos años se habla escrito <strong>un</strong> mensaje, S<br />
cual se decía que él iba a ser asesinado, que el disparo que estuvo a p<strong>un</strong>to de<br />
hablar con él estaba estrechamente reíanado con dicho mensaje.<br />
Verdaderamente, que se trataba de <strong>un</strong> cuento tan inverosímil' que a duras penas<br />
podía creerse, a<strong>un</strong>que se tratase del propio protagonista.<br />
Relató cachazudamente y con toda prolijidad los hechos que caracterizaban el<br />
acontecimiento, sin omitir detalle alg<strong>un</strong>o. Y luego respondió a las preg<strong>un</strong>tas del<br />
comisario. No, que él supiese no tenía enemigos. No, él no había recibido mensaje<br />
alg<strong>un</strong>o en el que se le amenazase de muerte o se dijese algo que él pudiese<br />
considerar como <strong>un</strong>a amenaza. Tampoco podía adivinar quien podía estar detrás<br />
de aquel acto contra su vida...<br />
La policía se comportó cortésmente, mostrándose prof<strong>un</strong>damente respetuosa con<br />
Mannard y sus acompañantes, asegurán1e que todo lo que acababan de declarar<br />
seria puesto inmediatamente en conocimiento del teniente Ghalil. Se le había<br />
encomendado <strong>un</strong> as<strong>un</strong>to que el propio señor Mannard acababa de mencionar,<br />
37