Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
- Tienes que recordar también que, cuando ibas a recibir el grado en la<br />
<strong>un</strong>iversidad, quisiste que yo asistiese a la ceremonia, para lo cual mi padre tuvo<br />
que salir de Bogotá dos meses antes para que yo tuviese tiempo de recibir tu<br />
invitación. Y fuiste el primer hombre que yo besé... - añadió mimosamente -, y<br />
hasta... ¡bueno!... hasta hace poco, me escribías cartas muy... cariñosas. Toda la<br />
vida puede decirse que hemos estado <strong>un</strong>idos, ¡Tommy! ¡Nuestras vidas han sido<br />
como <strong>un</strong>a sola!<br />
Coghlan no respondió nada y preg<strong>un</strong>tó solamente:<br />
- ¿Un cigarrillo?<br />
- No - respondió ella con firmeza -, estoy hablando de algo más importante...<br />
-Es inútil hablar de eso... -repuso el hombre con tristeza -. Vamos a re<strong>un</strong>irnos con<br />
los demás, es mejor...<br />
-¡Tommy! -protestó Laurie-. ¡Eres <strong>un</strong> antipático! ¡Y muy poco amable! ¡Después de<br />
todo lo que estoy haciendo para evitar tu preocupación! - Hizo <strong>un</strong> mohín delicioso,<br />
mirándole a los ojos- ¡No deberías esperar a que mi padre te preg<strong>un</strong>tase cuáles<br />
son tus intenciones!<br />
- No tengo ning<strong>un</strong>a intención - respondió Coghlan con acento triste -. Si yo fuese<br />
solamente el marido de <strong>un</strong>a mujer rica, me despreciaría a mi mismo. Si no lo soy,<br />
eres tú la que me desprecias... No sé qué hacer. ¡Lo único que puedo decirte es<br />
que no me gustaría ser tu primer marido!<br />
Los ojos de la muchacha se suavizaron, pero su cabeza se agitó<br />
reprobadoramente,<br />
- Entonces... ¿te gustaría ser mi hermano? Deberías sugerírmelo, a<strong>un</strong>que no<br />
fuese más que por cortesía...<br />
Coghlan la conocía desde hacía mucho, muchísimo tiempo. Su tono mordaz<br />
habría divertido a cualquiera, pero a él le sonó como <strong>un</strong>a grosería.<br />
Murmuró algo entre dientes. Luego, dijo airado:<br />
- ¡Tú sabes muy bien, demonio, que estoy enamorado de ti! ¡Pero eso es todo! No<br />
puedo evitarlo, y más vale que no hablemos más del as<strong>un</strong>to. ¡No hay nadie que<br />
esté tan loco por otra persona como yo por ti, pero no por eso voy a consentir que<br />
me zarandees a tu gusto! ¿Comprendes?<br />
- No quisiera disgustarte, Tommy, porque tú sabes cuánto te quiero - replicó<br />
Laurie, razonadamente -, pero créeme que estoy a p<strong>un</strong>to de perder la paciencia,<br />
¡estoy desesperada! -<br />
31