El Instituto de Educación Física que he vivido - VIREF - Biblioteca ...
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Historia <strong>de</strong>l <strong>Instituto</strong> Universitario <strong>de</strong> <strong>Educación</strong> <strong>Física</strong> <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Antioquia<br />
Avanzando <strong>que</strong> fueron los días, en lo tocante a la educación rítmica, se conservaron los<br />
principios propios <strong>de</strong> las escuelas europeas <strong>que</strong> venimos <strong>de</strong> mencionar, adaptados y<br />
ensamblados con los ritmos y los aires musicales nacionales, nuestros. En tal sentido, se<br />
registraron notables avances, si se compara lo <strong>que</strong> hacíamos en esas incipientes disciplinas<br />
con lo <strong>que</strong> estaba en boga en los países <strong>de</strong>sarrollados.<br />
Párrafo suprimido 2 .<br />
Aquí, un poco subvirtiendo la lógica <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n propuesto, narro la manera como me vinculé en<br />
calidad <strong>de</strong> docente <strong>de</strong>l curso <strong>Educación</strong> Rítmica I al Departamento <strong>de</strong> <strong>Educación</strong> <strong>Física</strong>, a la<br />
edad <strong>de</strong> 23 años, <strong>de</strong>masiado joven, e indocta en una disciplina ya elaborada, con visos<br />
académicos <strong>de</strong>finidos, no obstante traer los conocimientos y la teoría musical e instrumental<br />
<strong>de</strong>l piano. Al fin y al cabo la educación física es asistida por el ritmo y por las formas musicales.<br />
Por recomendación <strong>de</strong> la profesora Maritza Castañeda Valencia, quien viajaba a Londres a<br />
estudiar musicoterapia, me postulé al cargo por ella <strong>de</strong>jado sin el lleno <strong>de</strong> los requisitos<br />
académicos indispensables, pues me faltaba un mes para recibirme como licenciada en<br />
educación musical, completando los cursos por ella iniciados, con las limitaciones y temores<br />
propios <strong>de</strong> mi inexperiencia y juventud, pero asistida por enorme entusiasmo y la<br />
comprensión e indulgencia, tanto <strong>de</strong> mis colegas docentes como <strong>de</strong> los educandos, muchos<br />
<strong>de</strong> los cuales resultaban mayores <strong>que</strong> la propia profesora.<br />
Con anterioridad a la citada profesora Castañeda Valencia, recuerdo cómo estuvieron al frente<br />
<strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong>l curso a mí encomendado, las profesoras Haydé Marín y Ana María Henao,<br />
quienes emigraron en busca <strong>de</strong> perfeccionar sus conocimientos académicos. Se advierte <strong>de</strong> la<br />
situación imperante <strong>que</strong> la rítmica y el trabajo <strong>de</strong> expresión corporal fuesen transmitidos por<br />
docentes músicos <strong>de</strong> formación y profesión, perfilándose gran avance académico; hubo ya<br />
soli<strong>de</strong>z y autonomía en la enseñanza <strong>de</strong> los principios rítmicos propiamente tales, como<br />
sustento <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> los educadores físicos. Todo manifestado en la coordinación<br />
motriz, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la capacidad auditiva, el <strong>de</strong>sarrollo vocal y la ejecución instrumental,<br />
como piedras angulares <strong>de</strong>l trabajo <strong>que</strong> hoy se realiza.<br />
Los ejercicios rítmico-melódicos, contenido básico <strong>de</strong>l curso <strong>Educación</strong> Rítmica I, materia por<br />
mí regentada, se ejecutaban al compás <strong>de</strong> las notas <strong>de</strong>l piano <strong>que</strong> esta novel docente<br />
interpretaba en un rincón <strong>de</strong>l aula <strong>de</strong> clases ubicada a un costado <strong>de</strong>l Teatro Camilo Torres, en<br />
la parte superior; y cómo brindaron los estudiantes su dinámica y empeño para coordinar el<br />
pulso <strong>de</strong> la canción <strong>de</strong> turno, con la ejecución con palmas <strong>de</strong> la doble velocidad <strong>de</strong> aquél.<br />
Relevo cómo <strong>de</strong>bían coordinar el ritmo <strong>de</strong> la palabra con claves, acompasado con la doble<br />
lentitud <strong>de</strong>l pulso <strong>de</strong> la canción mientras se <strong>de</strong>splazaban a lo largo y ancho <strong>de</strong>l recinto <strong>de</strong><br />
clases.<br />
Hacia el año <strong>de</strong> 1980 entregamos el salón <strong>que</strong> ocupábamos en tales clases y nos fuimos para el<br />
tercer piso <strong>de</strong>l blo<strong>que</strong> 24, espacio sin división alguna, un lugar amplio e improvisado <strong>que</strong><br />
permitía <strong>que</strong> los ruidos <strong>que</strong> se filtraban, interfiriesen el apacible silencio en las aulas ajenas a<br />
éstos, lo cual nos valía reclamos y llamados <strong>de</strong> atención <strong>que</strong> nos obligaron a marcharnos con<br />
nuestra música a otra parte; peregrinaje <strong>que</strong> persistió hasta cuando se nos acondicionó el<br />
2 <strong>El</strong> párrafo se eliminó por solicitud <strong>de</strong> la profesora Margot Reppel, en mayo 2 <strong>de</strong> 2013.<br />
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