Controlan a un detenido por pulsera

24 POLICIALES
Prisión vía satélite
El precio de la
libertad “controlada”
Alejandro Leguizamón había
terminado de almorzar y ya se
encontraba en uno de los pabellones
de la unidad carcelaria
cuando ingresó un agente penitenciario
para darle la “buena
noticia”.
El juez había hecho lugar al
pedido de excarcelación extraordinaria,
pero primero, fue necesario
comunicarle al imputado
una serie de condiciones a las que
deberá someterse:
• Deberá residir en el lugar que fije
en todo momento, salvo situación
que importe algún riesgo para su
vida o la de las demás personas
que convivan en ella, comunicando
inmediatamente.
• Se obliga a dar libre acceso a su
vivienda a su Oficial de Custodia
o personal del Centro de
Monitoreo Electrónico, que deban
instalar, supervisar o mantener su
pulsera-transmisor o tobilleratransmisor
y/o la unidad de monitoreo
domiciliaria.
• A partir de la incorporación al
programa el uso de su línea telefónica
quedará bajo las condiciones
del Programa de Monitoreo
Electrónico, por lo que no podrá
conectar la misma a ningún
equipo, utilizar ningún servicio de
respuesta automática de llamadas,
de espera u otro especial
de la compañía telefónica.
• Su Unidad de Monitoreo
domiciliaria (UMD) registrará
todo intento de manipuleo indebido
de su pulsera o tobillera,
como el intento de quitársela,
apertura, desconexión de la alimentación
eléctrica de la unidad,
o de la línea telefónica, o cuando
se aleje más allá del límite
impuesto de 50 metros.
• Se obliga a colgar de inmediato el
teléfono en el caso de ser utilizado
cuando su unidad le notifique
mediante señal que el centro de
Monitoreo está requiriendo una
comunicación con la Unidad de
Monitoreo domiciliario.
• Deberá permanecer atento para
responder cualquier llamada telefónica
que pueda hacerse para
comprobar su presencia en su residencia,
dentro de los 60 segundos.
• Deberá informar de inmediato
cualquier problema con los
equipos electrónicos de su programa
de monitoreo, incluyendo los
que pudiera tener con la línea
telefónica.
• No podrá ingerir bebidas alcohólicas
ni sustancias prohibidas, así
como tampoco las tendrá en su
residencia, lo que resulta extensible
a sus familiares.
Una extensa demanda
Más allá de las explicaciones
técnicas en torno a la “pulsera
electrónica de seguimiento”, a la
Justicia le resta ahora determinar
a qué calidad de detenidos beneficiará
con esta técnica. Como
toda nueva tecnología, resulta
escasa al menos al inicio de la
experiencia. Los detenidos que
podrán utilizarla serían excarcelados
de forma extraordinaria o
los imputados bajo arresto domiciliario
o libertad condicional.
La Justicia Penal de La Plata
implementó ayer el primer caso en
la Provincia de Buenos Aires de
un sistema de seguimiento electrónico
de detenidos fuera de las
unidades carcelarias denominado
“detención domiciliaria con control”.
Mediante esta metodología, los
delincuentes podrán permanecer
detenidos en sus propios domici-
lios, y se los controlará desde una
central computarizada que
recibirá las señales que emita la
pulsera electrónica, colocada en
un brazo o en una pierna, a un
satélite.
La resolución fue dictada ayer
por el juez en lo Penal Omar Luis
Pepe, con consentimiento del fiscal
del Crimen Rubén Mario
Sarlo, en donde se benefició con el
nuevo sistema de excarcelación de
pulseras magnéticas al detenido
Alejandro Daniel Leguizamón, de
22 años, quien se encuentra procesado
por un robo a mano armada a
un remisero.
El magistrado tuvo en cuenta
en su pronunciamiento, al que
tuvo acceso “Hoy”, el buen concepto
informado sobre el imputado,
respecto a su condición de trabajador
con un aceptable arraigo
familiar y también el hecho de
haber sido recientemente padre de
familia.
Curiosamente, la madre de la
criatura recién nacida, Samantha
Eliana Uncal, de 19 años, es la coimputada
-y por ende cómplice de
Leguizamón- en el robo al
remisero.
Uncal, por su parte, recibió una
excarcelación extraordinaria por
parte de la Cámara del Crimen de
La Plata. La joven “cómplice”,
quedó en libertad bajo juramento,
pero quedó procesada hasta tanto
el juez Pepe dicte sentencia.
El sometimiento del imputado
Leguizamón al Programa de
Monitoreo Electrónico fue otorgado
luego de que el magistrado
entendiera que no intentaría
“eludir u obstaculizar la investigación,
ni burlar la acción de la
justicia”.
El detenido, ahora bajo libertad
provisoria, debió aceptar de conformidad
una serie de condiciones,
de las que, en caso de transgredirlas,
constituirán motivo suficiente
para revocar el beneficio de
La Plata, domingo 14 de diciembre de 1997
PRIMER CASO JUDICIAL EN LA PROVINCIA
Controlan a un detenido por pulsera
Se trata de la primera experiencia en la utilización de brazaletes de seguimiento electrónico de detenidos
fuera de las unidades carcelarias. La metodología intenta aliviar el hacinamiento y la superpoblación
El fiscal del Crimen Rubén Sarlo adhirió al importante desafío en materia judicial
Ventajas de un inédito sistema de detención
La “detención domiciliaria con control” para
evitar que se agrave el problema del
hacinamiento en las cárceles de la Provincia,
ofrece una serie de ventajas nada
despreciables:
l Puede detectar el acercamiento del individuo a
zonas de riesgo e incluso saber si protagonizó
incidentes con otra personas.
l El brazalete electrónico incluso permite
CENTRO DE
MONITOREO
ELECTRONICO
No más de 60 mts.
determinar si el detenido ha estado bebiendo
alcohol o consumiendo drogas.
l Siete empleados podrán monitorear, a través
de centrales computarizadas, el comportamiento
de 300 detenidos domiciliarios.
l Si bien la instalación del sistema tiene costos
variables, se calcula que cada brazalete tendrá un
costo cercano a los 3 pesos.
l La pulsera electrónica se coloca en la muñeca o
el tobillo del detenido y de modo inalámbrico
Llega al centro de
control y
supervisación por
medio de la red.
Pulsera
electrónica
Se conecta a la línea
telefónica en forma
inalámbrica
excarcelación.
Remisero atracado en la ruta
Alejandro Leguizamón, junto a
la joven cómplice de 19 años -y
ahora su actual pareja- Samantha
Uncal, asaltaron a un remisero en
la vecina localidad de General
Belgrano.
El robo ocurrió el 23 de febrero
de este año, cerca de las 16, cuando
el remisero Pedro Abel
Rodríguez, de 57 años, se encontraba
a bordo de su Peugeot de
color rojo, patente RAN 623,
modelo 1991, en la terminal de
ómnibus, cuando fue abordado
por la joven pareja de asaltantes.
Leguizamón y Uncal subieron
al remís, se sentaron en la parte de
atrás y le pidieron a Rodríguez que
los lleve hasta la localidad de
Villanueva.
Fue así que tomaron la ruta
provincial 29, hasta el acceso de
Villanueva, y luego de transitar
unos dos kilómetros, la pareja de
“pasajeros” le ordenó que se
detenga.
Muy sorprendido, el remisero
bajó la velocidad, se dio vuelta, y
con cierta inocencia le preguntó a
Leguizamón si estaba descompuesto,
al ver su rostro totalmente
pálido.
“Mirá el fierro” fue la respuesta
fría y sin rodeos de Leguizamón,
quien no tardó en apuntar con un
revólver a la cabeza del desafortunado
conductor.
De aquel momento, el remisero
sólo recordaría luego, en su
queda conectado a una central que estará ubicada
en su propio domicilio.
l Esa central está conectada, por vía telefónica, a
una red de control y supervisación con sede en la
empresa prestataria del servicio.
l La pulsera de seguimiento puede será
conectada a personas imputadas que posean
teléfono en su casa, o bien se les instalará una
línea denominada “punto a punto” que cumplirá
la misma función de control del detenido.
Más barato que darle de comer a un preso
“Punto a punto” tiene un costo
previsto en los 17 pesos per cápita, “un valor
inferior al costo diario de mantenimiento de
un preso en una Unidad Carcelaria”.
El sistema de seguimiento
tiene un alcance de 60 metros
de radio.
Si un detenido se
excede de esa
distancia, sonará una “chicharra” en
la sede del control que se encuentra
en manos de la empresa. Si la
chicharra suena tres veces, se
decretará la captura del detenido.
El imputado deberá informar de
inmediato cualquier problema con los
equipos de su programa de monitoreo.

La Plata, domingo 14 de diciembre de 1997 POLICIALES 25
electrónica
declaración judicial, que el
asaltante había utilizado “un calibre
chico, con tambor, de 32
mm”.
Leguizamón demostró una vez
más que tenía la situación controlada
al dar una nueva orden:
“bajate y caminá”. El remisero
Rodríguez, antes de comenzar a
andar un buen trecho, les pidió un
favor a sus atracadores: que le den,
del interior de la guantera, sus
documentos personales. Leguizamón
tomó los papeles y se los tiró
al suelo.
Luego, el asaltante salió manejando
el auto en dirección a la
localidad de Villanueva. Otro auto
que pasaría más tarde por esa ruta,
lo llevó al remisero hasta el destacamento
policial más cercano, en
donde efectuó la denuncia.
A Rodríguez le habían robado
un equipo de radio, una suma de
dinero cercana a los 200 pesos, la
billetera y un monedero con varias
monedas de cambio.
Un operativo cerrojo implementado
por la policía logró dar
con el vehículo del remisero en la
localidad de Chascomús. A bordo
del mismo viajaban Leguizamón y
Uncal. En su poder se secuestró el
arma utilizada en el asalto; un
revólver calibre 32 marca
Doberman.
El juez Penal Omar Luis Pepe ordenó la primera “libertad controlada”
No todas son prohibiciones
También podrá estudiar y trabajar
La unidad de monitoreo conectada a la pulsera del detenido posee un
alcance limitado. Por esta razón, el mismo deberá permanecer en su vivienda
dentro de un radio de 60 metros, en forma permanente, debido a que
cualquier intentó de alejarse a una distancia mayor será registrado por el
Centro de Monitoreo.
No obstante, no son todas prohibiciones para el imputado, quien podrá
solicitar autorización al Juzgado para realizar tareas laborales, indicando previamente
el lugar, jornadas y horarios de trabajo
De esta forma, el detenido podrá también completar estudios de
cualquier nivel, o algún otro tipo de actividades que el Juzgado entienda
razonables, previo informe del Oficial contralor.
Cualquier transgresión de las condiciones a las que fue sometido el
imputado, ya sea que provengan de él mismo o de un familiar o tercero que
obstruya el correcto desenvolvimiento del programa de monitoreo electrónico,
constituirá motivo suficiente para revocar el beneficio de excarcelación,
teniendo que volver a ser recluido en una unidad carcelaria.
Mientras permanezca excarcelado, el procesado deberá presentarse en el
Juzgado siempre que sea citado en torno a la causa penal que se le imputa.
Experiencia inédita
La colocación de las pulseras de seguimiento electrónico, puesto en marcha
a partir de esta inédita resolución judicial, sería el disparador de otros
300 casos básicos de tipo experimental, que se realizarán en la provincia de
Buenos Aires.
El trámite para la aplicación de la novedosa -y adelantada- metodología
de detención es relativamente sencillo, ya que basta para que el autor de un
delito de escaso o mediano valor y el juez interviniente lo acepten, para que
al primero se le coloque la pulsera para seguir al detalle sus pasos mientras
permanece en una libertad limitada.
A partir de ese momento, el inculpado estará en condiciones de permanecer
con los suyos, trabajar y llevar una vida prácticamente normal,
estando sujeto al imperceptible pero eficaz control de la pulsera electrónica.