Setmana San

uNA llAMA que SIGue VIVA
Monjas de la Orden de los Siervos de María,
vulgo Servitas
Convento de Santa Ana de Sagunto
LAS Hermanas del Convento de Santa Ana llevamos con gran austeridad
los días de la Semana Santa, siempre teniendo presente la trascendencia
que tiene cómo sufrió Nuestro Señor por la Redención
del mundo. También reflexionamos ante el dolor y el padecimiento de la
Virgen María ante el castigo con que fue infligido su Divino Hijo por aquellos
que le golpearon, le azotaron y le llevaron a la Cruz. Como Madre y
como la elegida por Dios, llevó con gran aceptación el encargo que recibió
del Todopoderoso.
Humildemente, nosotras como integrantes de este Convento de
monjas servitas, vivimos en el rezo y la oración por la ciudad de Sagunto
y también asistimos año tras año a las diversas actividades religiosas
con que la Cofradía y las sucesivas Mayoralías nos hacen partícipes de la
Semana Santa Saguntina: por ejemplo en lo que se refiere a la limpieza
y custodia de toda la ropa de la Cofradía (como son los manteles de los
altares, los faldones de las Andas e indumentaria del Nazareno y de la Soledad,
así como las toallas o sudarios de la Vera Cruz y de la cruz del Anda
de los Dolores, el pañuelo de la Soledad…).
Un acto seguramente poco conocido por los saguntinos es el momento
en que el clavario y los mayorales vienen a por la rama de olivera
que colocarán en el paso de la oración del Huerto: la cortan del único olivo
que tenemos en nuestro huerto. La visita se suele producir la mañana
del miércoles o del Jueves Santo y esto ya nos anuncia quiénes van a ser
la nueva Mayoralía que representará en la procesión de Viernes Santo a la
Cofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y que, llegado
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