You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Juan Antonio Millón<br />
DoCUMENTS<br />
voluntariamente . Sólo después de muertos, podrás conquistarla». Rodrigo,<br />
pensando que de nada les serviría esto, les dio treinta días de tregua.<br />
68. Ellos entonces enviaron sus emisarios al rey Yusuf y a los almorávides, al rey<br />
Alfonso, a Musta’in rey de Zaragoza, al rey Ibn Razin y al conde de Barcelona,<br />
diciéndoles que no dejasen de socorrerlos en el plazo de treinta días, que<br />
de no hacerlo, pasados los treinta días, entregarían la ciudad a Rodrigo y le<br />
servirían fielmente como señor. El rey Alfonso después de ver y escuchar a<br />
los mensajeros de Murviedro les respondió así: «Creedme que no os ayudaré<br />
porque prefiero que posea Rodrigo la fortaleza de Murviedro que cualquier<br />
rey sarraceno». Los legados, cuando escucharon esto, regresaron a sus tierras<br />
sin ninguna resolución. A los que habían sido enviados a Zaragoza, Musta’in<br />
les dio esta respuesta: «Id y animaos cuanto podáis; sed fuertes resistiéndoles<br />
en la lucha, porque Rodrigo es de dura cerviz y guerrero muy esforzado e invencible<br />
y por esto yo temo darle batalla». Pues poco antes Rodrigo le había<br />
enviado el siguiente mensaje: «Ten por seguro, Musta’in, que si intentas venir<br />
contra mí con tu ejército y entablas combate conmigo, de ningún modo escaparéis<br />
de mis manos tú y tus nobles, muertos o cautivos». Así, por miedo a<br />
Rodrigo, no se atrevió a ir. El rey Ibn Razin, por su parte, dijo a los emisarios<br />
que fueron a pedir socorro: «Animaos y resistidle cuanto podáis, porque yo<br />
no puedo ayudaros», Los almorávides respondieron: «Si Yusuf, nuestro rey,<br />
quisiera venir, nosotros todos iremos junto con él y os socorreremos de grado;<br />
sin él no nos atrevemos a luchar con Rodrigo». El conde de Barcelona,<br />
que había recibido un cuantioso tributo de los de Murviedro, dijo a los emisarios:<br />
«Sabed que, aunque no me atrevo a pelear con Rodrigo, sin embargo iré<br />
rápidamente y rodearé su castillo llamado de oropesa y mientras él me haga<br />
frente y luche conmigo, entretanto vosotros, por la parte contraria, llevad víveres<br />
suficientes a vuestro castillo». El conde, cumpliendo su palabra, lo asedió.<br />
Al escuchar esto, Rodrigo sin darle importancia no pensó ir a socorrer su<br />
castillo. Un soldado dijo al conde que mantenía el cerco: «Muy noble conde,<br />
escuché que Rodrigo viene contra ti y quiere luchar contigo». En cuanto supo<br />
esto, levantó el cerco sin querer probar la veracidad de la noticia y por miedo<br />
a Rodrigo regresó temeroso a su tierra.<br />
69. Pasados los treinta días de plazo, Rodrigo dijo a los bárbaros que estaban en<br />
el castillo de Murviedro: «¿Por qué tardáis en entregarme la fortaleza?». Ellos,<br />
engañándole, le respondieron: «Señor, los emisarios que hemos enviado, aún<br />
no han vuelto; por esto hemos tomado el acuerdo de suplicar de tu nobleza<br />
que nos concedas algunos días de tregua». Al darse cuenta Rodrigo de que le<br />
engañaban y sabiendo que decían esto mintiéndole para tener más tiempo,<br />
les dijo: «Para que sea manifiesto que no temo a ninguno de vuestros reyes,<br />
os concedo todavía doce días de tregua para que no tengan ninguna excusa<br />
para venir a socorreros. Pasados estos doce días, en verdad os digo que si no<br />
me entregáis el castillo inmediatamente, a cuantos de vosotros pueda coger,<br />
os quemaré vivos o, atormentándoos, os pasaré a cuchillo». Llegó así el día<br />
287