Giobany Arévalo > Gabriela Torres Olivares >Anuar Jalife - Literal
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Steiner levanta<br />
ronchas,<br />
particularmente<br />
entre críticos<br />
y académicos,<br />
incómodos con el<br />
lugar que –dice–<br />
les corresponde:<br />
“un profesor es<br />
un profesor. [...]<br />
Los escritores<br />
no nos necesitan<br />
para llegar a su<br />
público.”<br />
REFLECTION<br />
Steiner leyendo un cómic<br />
Frente a la Historia, la historieta<br />
David Medina Portillo<br />
“Hace poco leí una versión de Hamlet en formato de<br />
cómic y me resultó brillante. Redujeron el texto a los<br />
momentos esenciales, y seguro que Shakespeare habría<br />
dicho: ‘No está mal, mi texto era demasiado largo’.”<br />
El párrafo parece el chiste de algún vecino ingenioso,<br />
de esos que se presumen conscientes, orgullosamente<br />
conscientes de que un libro no sirve para nada. Sin<br />
embargo, se trata de una cita de Steiner, entrevistado<br />
por Juan Cruz para El País Semanal con el pretexto de<br />
uno de sus títulos más recientes: Los libros que nunca<br />
he escrito.<br />
En lo personal me gusta el espíritu que anima a este<br />
hombre, cada vez más polémico conforme se acerca a<br />
cumplir sus ochenta años. Naturalmente, Los libros que<br />
nunca he escrito es una continuación de Errata en la medida<br />
que sus ensayos se entrecruzan con las memorias,<br />
el diario y el relato. Una característica con la que muchos<br />
nos entendemos aunque otros se aparten con verdadero<br />
escándalo. En efecto, Steiner levanta ronchas, particularmente<br />
entre críticos y académicos, incómodos con el<br />
lugar que –dice– les corresponde: “un profesor es un<br />
profesor. [...] Los escritores no nos necesitan para llegar<br />
a su público.” Por su parte, entre algunos de sus colegas<br />
de Cambridge su obra es entendida (“si es que me consideran<br />
de algún modo”) como impresionismo arcaico<br />
o, peor, al nivel de curiosidades como la heráldica.<br />
No obstante, confi eso que aquella lectura de Hamlet<br />
transfi gurado en cómic no deja de inquietarme. Y<br />
no porque crea que una de las mentes más lúcidas de<br />
nuestros días se degrade con veleidad tan vil, traicionando<br />
los reclamos nobles del pensamiento. (Hace poco<br />
Baricco nos recordó a Benjamin redactando algo sobre<br />
uno de los dibujos animados de mayor prosapia: Mickey<br />
Mouse). Me intriga, más bien, porque con ese aparente<br />
desliz Steiner resume un tema al que ha dedicado ya<br />
muchas horas: la desaparición de la cultura sostenida<br />
sobre las bases del conocimiento y la refl exión. Decía<br />
Gombrowicz en un pasaje de su Diario: “la literatura es<br />
una dama de costumbres severas y no debe pellizcarse<br />
por los rincones. El rasgo característico de la literatura<br />
es la dureza. Incluso la literatura que sonríe bondadosamente<br />
al lector es resultado de un duro desarrollo de<br />
su creador. Y la literatura debe tender a agudizar la vida<br />
espiritual y no a tutelar semejantes muestras de escritu-<br />
36 LITERAL. LATIN AMERICAN VOICES FALL, 2009<br />
George Steiner visto Loredano © El País<br />
ra marginal”. Pero ¿qué sucede si esta valoración de la<br />
profundidad, el rigor y el esfuerzo, es decir, la exaltación<br />
de la tradición y la disciplina –sin duda ardua– por hacerse<br />
de ella, carece del debido respeto aun por parte de<br />
quienes cabría esperar otra cosa? Que la gravedad de<br />
Gombrowicz a mí me resulte espesa y hasta lastimosa<br />
no tiene relevancia; sin embargo, no es lo mismo si Steiner<br />
se desmadeja a carcajadas con un manga entre las<br />
manos a la salida del mall. Ya no se trata, evidentemente,<br />
de la indigencia intelectual de ningún republicano de<br />
cepa, ni de la naturalidad analfabeta del nerd razonablemente<br />
infl amado gracias a su aplastante preeminencia<br />
sobre los universos de la web. Más bien al contrario: si<br />
la inteligencia que ha hecho convivir a la literatura comparada<br />
y la fi losofía del lenguaje, la crítica de la cultura<br />
y la historia de las ideas, la gnosis y la historia, la erudición<br />
multilingüe y la refi nada melomanía, etc., etc.,<br />
digo, si un pensamiento como el de Steiner se aparta del<br />
ceremonioso consenso sobre el espíritu es porque algo<br />
severo debe estar pasando. ¿O el cataclismo ya sucedió<br />
y únicamente quienes experimentamos el mundo con<br />
metabolismos de ayer no lo vemos?<br />
Supongo que apenas si me hago eco de la palabrería<br />
de otros... Quiero decir, quizá sólo estoy transcribiendo<br />
la añeja estática sobre la muerte del arte que el gurú<br />
de la dialéctica nos asestó en el siglo XIX y que, actualizada<br />
a las estupefacciones del día, las erinias del fi n de