Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun

Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun

02.07.2013 Views

-Y si no sé, sospecho... Vaya, suélteme usted pronto el rayo. El bigardón que llevaba a cuestas mediano fardo de dramas y tragedias en cuatro y cinco actos, con prólogo y epílogo, comprendiendo que trataban de asunto delicado, se largó, dejándoles en su grave contienda en medio de la calle. «Pues lo que debía suceder ha sucedido. La deidad próvida, la dulce enmascarada, nuestra grande amiga, nuestra...». -Hombre, acabe usted de una vez. Total, que se ha incomodado porque no quiero ir a Cádiz. ¿Y cómo sabe mi resolución? -No la sabe, la teme, y dice en su última carta que si no vas no cuentes más con ella. -Creo -dijo Calpena con gravedad- que no falto a la gratitud respondiendo que no acepto

la protección en esa forma despótica, altanera. Se obedece ciegamente a una madre, a un padre, aun cuando la obediencia nos destroce el corazón; pero ¿quién puede exigir que sacrifiquemos la libertad, dignidad, vida, a los caprichos de un fantasma? ¿Que no es fantasma dice usted? Pues que se quite la gasa, el capuchón... Abandonado estuve, abandonado estoy... ¿Qué me ha dado el fantasma? ¿Me ha dado un nombre? ¿Me ha dado algo más que algunos trajes y algún dinero? ¡Y a cambio de estos beneficios, pide que me convierta en un párvulo sin voluntad, sin iniciativa para nada! Amigo Hillo, antes que el bienestar adquirido con una pasividad humillante, pueril, ridícula, quiero una pobreza con dignidad... No, no entra en mis ideas vivir de lo que se me arroja en mitad de la calle; soy joven, no me falta inteligencia: quiero vivir por mí y para mí... -Todo eso está muy bien -dijo el clérigo-. Quieres trabajar, lucir tus facultades. ¡Magnífi-

la protección en esa forma despótica, altanera.<br />

Se obedece ciegamente a una madre, a un padre,<br />

aun cuando la obediencia nos destroce el<br />

corazón; pero ¿quién puede exigir que sacrifiquemos<br />

la libertad, dignidad, vida, a los caprichos<br />

de un fantasma? ¿Que no es fantasma dice<br />

usted? Pues que se quite la gasa, el capuchón...<br />

Abandonado estuve, abandonado estoy... ¿Qué<br />

me ha dado el fantasma? ¿Me ha dado un<br />

nombre? ¿Me ha dado algo más que algunos<br />

trajes y algún dinero? ¡Y a cambio de estos beneficios,<br />

pide que me convierta en un párvulo<br />

sin voluntad, sin iniciativa para nada! Amigo<br />

Hillo, antes que el bienestar adquirido con una<br />

pasividad humillante, pueril, ridícula, quiero<br />

una pobreza con dignidad... No, no entra en<br />

mis ideas vivir de lo que se me arroja en mitad<br />

de la calle; soy joven, no me falta inteligencia:<br />

quiero vivir por mí y para mí...<br />

-Todo eso está muy bien -dijo el clérigo-.<br />

Quieres trabajar, lucir tus facultades. ¡Magnífi-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!