Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun
Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun
mo al almuerzo que a la cena. «¿Qué le parece a usted, amigo D. Fernando? -dijo Hillo-. ¿Nos cumplirá ese Sr. Mendizábal todo lo que nos ha prometido? Porque ya ve usted si ha venido con ínfulas. Que acabará la guerra carlista en seis meses, y que para entonces no veremos un faccioso ni buscándolo con candil. Que pondrá término a la anarquía, cortando el revesino a todas las juntas. Que arreglará la Hacienda, y pronto rebosarán las arcas del Tesoro. Que hará de la España una nación tan grande y poderosa como la Inglaterra, y seremos todos felices y nos atracaremos de libertad y orden, de pan y trabajo, de buenas leyes, justicia, religión, libertad de imprenta, luces, ciencia, y, en fin, de todo aquello que ahora no comemos ni hemos comido nunca».
-III- -Yo, amigo Hillo, no entiendo este endiablado Madrid, ni puedo darle a usted una opinión sobre lo que me pregunta. Aún no he tomado tierra. Ahora vengo de Francia, y allí, puedo asegurarlo, los españoles que he conocido se hacen lenguas del Sr. Mendizábal, y ven en él a un hombre extraordinario, providencial, que ha de regenerar la España. -¡Viene usted de Francia! -exclamó Hillo picado de curiosidad ardiente-. Y en Francia ha dejado a sus padres... -Yo no tengo padres. No los he conocido nunca. -Entonces tendrá usted tíos. -Tampoco. Yo me crié en Vera, en casa de un sacerdote, que murió hace tres años. Sus hermanos me mandaron a París, a una casa de co-
- Page 1 and 2: Obra reproducida sin responsabilida
- Page 3 and 4: -I- Al anochecer de aquel día, el
- Page 5 and 6: visión de la Corte y de sus placer
- Page 7 and 8: modas atrasado. Rasgo final: usaba
- Page 9 and 10: -Mi gracia, como quien dice, mi nom
- Page 11 and 12: habría de que el acaso o la realid
- Page 13 and 14: do, o me equivoqué de camino y en
- Page 15 and 16: Calló D. Fernando, sin dejar de mi
- Page 17 and 18: dose al dueño de la casa para verl
- Page 19 and 20: Quedé cesante el 23. Diez años de
- Page 21 and 22: entre otras cosas que habrían reve
- Page 23 and 24: -¡Ah!, sí... no me acordaba... -r
- Page 25 and 26: -El mismo. Y añadiré que a mí me
- Page 27 and 28: dad, sin aspavientos. No tenía má
- Page 29 and 30: dera; pero de nada le valían, sin
- Page 31: Contestaba el otro a estas pullas i
- Page 35 and 36: -No lo sé... Creo que no... creo q
- Page 37 and 38: D. Fernando, profundamente abstraí
- Page 39 and 40: Ejemplos, aunque no muchos, tiene u
- Page 41 and 42: ma de raciocinio que los retóricos
- Page 43 and 44: -Porque usted lo dice lo creo... Pe
- Page 45 and 46: -Tenga usted presente que hay logia
- Page 47 and 48: -¡Le conoce usted... le trata! Al
- Page 49 and 50: el principal me distinguía y me tr
- Page 51 and 52: yo estaba encantado. Díjome que, s
- Page 53 and 54: -Y hablaron en inglés, y no entend
- Page 55 and 56: te en la restauración de Doña Mar
- Page 57 and 58: tras el grande hombre refería sus
- Page 59 and 60: alma y una actividad febril... El h
- Page 61 and 62: San Vicente; D. Pedro sale de Oport
- Page 63 and 64: ió el nombramiento de Ministro de
- Page 65 and 66: fin, amiguito, nuestros mandarines
- Page 67 and 68: -¿Pero está usted loco?... ¿No h
- Page 69 and 70: -Accedo, sí, señor -replicó D. F
- Page 71 and 72: -Menos largo que el año pasado -di
- Page 73 and 74: -¡Magnífico!... Y en pantalones
- Page 75 and 76: Príncipe y la Cruz. Dígame: ¿no
- Page 77 and 78: -Lo primero, un destino de Hacienda
- Page 79 and 80: Fernando, no se asuste de lo que vo
- Page 81 and 82: -¿Pero Iglesias no duerme aún? -A
mo al almuerzo que a la cena. «¿Qué le parece a<br />
usted, amigo D. Fernando? -dijo Hillo-. ¿Nos<br />
cumplirá ese Sr. <strong>Mendizábal</strong> todo lo que nos ha<br />
prometido? Porque ya ve usted si ha venido<br />
con ínfulas. Que acabará la guerra carlista en<br />
seis meses, y que para entonces no veremos un<br />
faccioso ni buscándolo con candil. Que pondrá<br />
término a la anarquía, cortando el revesino a<br />
todas las juntas. Que arreglará la Hacienda, y<br />
pronto rebosarán las arcas del Tesoro. Que hará<br />
de la España una nación tan grande y poderosa<br />
como la Inglaterra, y seremos todos felices y<br />
nos atracaremos de libertad y orden, de pan y<br />
trabajo, de buenas leyes, justicia, religión, libertad<br />
de imprenta, luces, ciencia, y, en fin, de<br />
todo aquello que ahora no comemos ni hemos<br />
comido nunca».