Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun
Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun
-¿Pero usted cree que si yo hubiera estado en el Cielo iba a dejarme caer aquí? ¡Qué tontería! -No haga usted caso -dijo la Zahón-. Esta niña es una revoltosa sin juicio. Ya es tiempo de que vaya sentando la cabeza. -Soy muy mal criada -afirmó Aura con graciosa ingenuidad, sin el menor dejo de falsa modestia-. Vamos, que no tengo educación... No he tenido quien me eduque ni quien me enseñe nada... Y ahora trato de educarme yo misma; pero, la verdad, no sé por dónde empezar. -¡Qué deliciosa modestia! -¡Modesta yo! No, señor: ya verá usted cómo no lo soy. Algún mérito me parece a mí que tengo, y como lo sé, lo digo. -La sinceridad es la primera de las virtudes -afirmó Calpena fascinado por los ojos negros
de Aura, que no podían ser contemplados de cerca. La ardiente admiración del joven veía en ellos tan pronto una inmensidad de dulzura que atraía, como una inmensidad de peligro que rechazaba. Dulzura o peligro, el hombre sentía un irresistible impulso de comérselos, de apropiarse toda su luz, toda su pasión. ¡Y qué perfecta armonía entre los ojos y lo demás del rostro, en el cual sólo se veían perfecciones! El color era moreno suave, blancura encendida más bien, como si en sus mejillas se reflejasen llamaradas lejanas... La frente dominaba tan hermoso conjunto con su pureza de alabastro caldeado. «Déjeme usted que admire -dijo Calpena en tono y actitud de devoción- esas cejas divinas, esas pestañas que hablan y esos labios que miran... No sé lo que digo». -Diga usted de una vez que soy muy bella... ¿Por qué no se ha de decir lo que es verdad? Ya ve usted cómo no conozco la modestia. El ser
- Page 257 and 258: -Paz, caballeros -dijo Calpena con
- Page 259 and 260: -¿De veras? Pues ya puede ir por e
- Page 261 and 262: como el encarguito será de valor,
- Page 263 and 264: zados con antiparras de cristales a
- Page 265 and 266: para Jacoba. Esta se halla enferma
- Page 267 and 268: ña María Josefa, el año 90... Ea
- Page 269 and 270: dado al subir la escalera. «La bue
- Page 271 and 272: dar a Calpena, despidió al de la v
- Page 273 and 274: mañana... Pero la carta de Aline l
- Page 275 and 276: volvía de Rota con Jenaro Negretti
- Page 277 and 278: tes, dos de ellos de bajo color, y
- Page 279 and 280: vo para un parroquiano que sabe apr
- Page 281 and 282: de oro, a los asombrados ojos de Do
- Page 283 and 284: conducto del señor Príncipe de la
- Page 285 and 286: y no disponiendo de dinero suficien
- Page 287 and 288: mamente de Godoy... Ya se sabe: tod
- Page 289 and 290: -Y lo que ha de venir... ¡ay! Est
- Page 291 and 292: en gracia a la Reina... ¡Ja, ja!..
- Page 293 and 294: -Seis veces han llegado a mi casa c
- Page 295 and 296: -A ningún precio. Quiero reunir m
- Page 297 and 298: -No he oído nada de eso -replicó
- Page 299 and 300: Antes que el invitado pudiese formu
- Page 301 and 302: pensa, y pensaba que no veía por p
- Page 303 and 304: ién se sonrió al verla, y salió
- Page 305 and 306: -¿Iban con ellas los dos chicos de
- Page 307: ocupaba D. Carlos. Entre este y la
- Page 311 and 312: -No me haga usted caso. Soy muy mal
- Page 313 and 314: le dije, ¡me subió un calor a la
- Page 315 and 316: destino. Era en verdad estupendo qu
- Page 317 and 318: -XX- No se manifestaba en la mesa l
- Page 319 and 320: ía el secreto de algunos platos sa
- Page 321 and 322: el género vagabundo que siempre fl
- Page 323 and 324: nada, pues procuraba colocar pronta
- Page 325 and 326: a muy bien dispuesto, aunque con un
- Page 327 and 328: selecto, formando igualdades. En el
- Page 329 and 330: -No le haga usted caso, señor Calp
- Page 331 and 332: -Lo prometo... -dijo Maturana-, sin
- Page 333 and 334: negaba, dando a entender que favore
- Page 335 and 336: vengándose de alguna trastadilla q
- Page 337 and 338: guardó su sorpresa y no dijo nada.
- Page 339 and 340: a la caridad sublime, a los más al
- Page 341 and 342: sé yo qué... No podía respirar..
- Page 343 and 344: -Según eso, ¿he de volver?... Al
- Page 345 and 346: encima de los obstáculos más impo
- Page 347 and 348: -Aura, no hables más o me muero...
- Page 349 and 350: -¡La madre!... ¡la madre!... -mur
- Page 351 and 352: ofetada en castigo de tanta necedad
- Page 353 and 354: seo... Había de llegar, puesto que
- Page 355 and 356: de valor. Aquella noche no llevaba
- Page 357 and 358: luz de su farolillo, allá junto a
-¿Pero usted cree que si yo hubiera estado en<br />
el Cielo iba a dejarme caer aquí? ¡Qué tontería!<br />
-No haga usted caso -dijo la Zahón-. Esta niña<br />
es una revoltosa sin juicio. Ya es tiempo de<br />
que vaya sentando la cabeza.<br />
-Soy muy mal criada -afirmó Aura con graciosa<br />
ingenuidad, sin el menor dejo de falsa<br />
modestia-. Vamos, que no tengo educación...<br />
No he tenido quien me eduque ni quien me<br />
enseñe nada... Y ahora trato de educarme yo<br />
misma; pero, la verdad, no sé por dónde empezar.<br />
-¡Qué deliciosa modestia!<br />
-¡Modesta yo! No, señor: ya verá usted cómo<br />
no lo soy. Algún mérito me parece a mí que<br />
tengo, y como lo sé, lo digo.<br />
-La sinceridad es la primera de las virtudes<br />
-afirmó Calpena fascinado por los ojos negros