Episodios Nacionales - Mendizábal.pdf - Ataun
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-¿Qué tal es la chica? No la he visto desde que tenía tres años. -Señor -respondió Milagro dando un suspiro-, Aurorita es preciosa... -Sale a su madre, que era una divinidad -dijo el gran Mendizábal. Y se le encandilaron los ojos cuando repitió-: Es preciosa la niña... -Pero muy revoltosa, señor... el carácter más desconcertado que Vuecencia puede imaginar. -Tiene a quien salir... Pues bien, Negretti dejó en mi poder todo su dinero... No crea usted, pasa de un millón de reales lo que tenía, y con su fortuna me dejó el encargo de atender a la chiquilla durante su menor edad... Ello es enojoso, mayormente hallándose la joven en poder de los Zahones, de quienes tengo malas noticias.
-Puedo asegurar a Vuecencia que la niña de Negretti está muy mal educada y tiene los demonios en el cuerpo; pero merece vivir en mejor compañía, y yo sé que no ha de faltar quien la cuide, con el emolumento que percibe la urraca de Doña Jacoba. -Autorizado estoy -indicó D. Juan Álvarez, distrayéndose ya de aquel asunto y empezando a pensar en cosas de más importancia-, para confiarla a otras personas de la familia; y si averiguar pudiera dónde ha ido a parar Ildefonso Negretti, que se estableció en Bayona, también en joyería, allá por el año 26, de seguro... En fin, señor Milagro, quedamos en que llevará usted a esa señora... Vea la nota, y aquí tiene el dinero... Cuidado con el recibo en regla... Y pueden ustedes retirarse... Yo me voy también, que hoy ha sido día de prueba.
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-Puedo asegurar a Vuecencia que la niña de<br />
Negretti está muy mal educada y tiene los demonios<br />
en el cuerpo; pero merece vivir en mejor<br />
compañía, y yo sé que no ha de faltar quien<br />
la cuide, con el emolumento que percibe la<br />
urraca de Doña Jacoba.<br />
-Autorizado estoy -indicó D. Juan Álvarez,<br />
distrayéndose ya de aquel asunto y empezando<br />
a pensar en cosas de más importancia-, para<br />
confiarla a otras personas de la familia; y si<br />
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Negretti, que se estableció en Bayona,<br />
también en joyería, allá por el año 26, de seguro...<br />
En fin, señor Milagro, quedamos en que<br />
llevará usted a esa señora... Vea la nota, y aquí<br />
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Y pueden ustedes retirarse... Yo me voy<br />
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