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El hombre medio, aun cuando pase necesidades y lleve una vida oscura, está
dotado de una innata capacidad cerebral, origen de su capacidad de aprender,
que puede estimularse e incrementarse mucho más allá de los relativamente
modestos niveles actuales, criterio en el que coinciden la mayoría de los
estudiosos del tema, teniendo en cuenta las ilimitadas capacidades del ser
humano. El aprendizaje es un proceso y un resultado, tanto del conocimiento
como de la vida, que destaca la iniciativa humana. Comprende la adquisición y
práctica de nuevas metodologías, nuevas destrezas, nuevas actitudes y nuevos
valores necesarios para vivir en un mundo en constante cambio. El aprendizaje es
el proceso por el que el hombre se prepara para hacer frente a nuevas
situaciones. Puede producirse conscientemente e incluso inconscientemente, por
lo general tras experimentar situaciones de la vida real, aun cuando también
pueden inducir a él situaciones simuladas e imaginadas.
En la práctica escolar no siempre se ha logrado esto debido fundamentalmente a
que no se precisan las acciones que deben realizar los alumnos en los diferentes
momentos de su actividad de aprendizaje sino las que debe desarrollar el maestro
para desarrollar las asignaturas, conduciendo esto a un aprendizaje pasivo,
limitado, con “escasa significación” para el alumno, llevando aparejado
limitaciones en la asimilación de conocimientos y en el desarrollo de habilidades y
capacidades en los estudiantes.
Aprender es un proceso que ocurre a lo largo de toda la vida, y que se extiende en
múltiples espacios, tiempos y formas. Vinculado a la experiencia vital y las
necesidades de los individuos, a su contexto histórico-cultural concreto. Supone el
tránsito de lo externo a lo interno, de lo ínter psicológico a lo intrapsicológico
(L.S.Vigotsky), de la dependencia a la independencia, de la regulación externa a la
autorregulación del sujeto. Supone su desarrollo cultural, de progresivo dominio e
interiorización de los productos de la cultura (conocimientos, modos de pensar,
sentir y actuar, modos de aprender) y de los instrumentos psicológicos que le
garantizan una creciente capacidad de control y transformación del individuo sobre
su medio y sobre sí mismo. Es un proceso de participación, de colaboración y de
interacción.