Descargar - Nodo 50

filosofías orientales se encuentra dentro del ser humano. El
verdadero potencial humano está dentro de nosotros mismos,
aunque ni sepamos ponerle nombre: Dios, Diosa, Alma, energía,
fuerza…Quien busca dentro de sí, quien bucea en su alma, inicia
un camino difícil y oscuro, que muchas veces conduce a la locura,
al extravío, o quizás a la iluminación, al gobierno de sí mismo.
Todo ser humano se plantea alguna vez el problema de su origen,
que yo soy incapaz de responder. Hay miles de caminos y
posibilidades, muchos realmente válidos y sinceros. Pero la
respuesta dada en nuestra cultura no es la mejor vía.
Somos demasiado insignificantes para asomarnos a ese pozo
sin fondo que es el origen de todo. Místicos, locos, consumidores
de drogas, artistas, han abierto caminos antes no pisados. No es
un pecado afirmar que no podemos probar la existencia de Dios.
Es sencillamente una evidencia que toda persona, por poco
sincera que sea, experimenta por sí misma. Si hubiera visto la
divinidad, podría contarlo, pero no ha sido así. Pero a pesar de
ello respeto cualquier camino interior y creo que sin provocar
daño a nadie, todas las vías son personales y válidas. Creo que lo
más cerca de lo que muchas religiones y filosofías llaman la
divinidad, es un estado interior de paz, un equilibrio, un espíritu
sano, un sentirse bien con uno mismo y con el mundo. Si me
encuentro bien, ¿por qué voy a hacer el mal? Si estoy en paz
conmigo mismo, ¿por qué necesito hacer daño a otra persona?
Quizás la violencia es una reacción ante esa falta de equilibrio, o
al menos quiero creer eso. Pero para llegar a ese estado de paz
interior hay que recorrer un camino, a menos que seamos una
persona afortunada y lo poseamos desde que nacemos. Ese
camino es quizás la auténtica búsqueda de Dios, pues nos conduce
al equilibrio, y si me encuentro bien conmigo mismo, ya no tendré
necesidad de insultar, de hacer daño a nadie y realmente habré
encontrado a Dios, al verdadero Dios y seré como Él o Ella. Creo
que si la divinidad existe tan sólo puede pretender eso de
nosotros y nosotras, y no que creamos en algo de lo que dudamos
y no estamos seguros.