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EL BUDISMO
El budismo surgió en la India, aunque ahora es allí
minoritario, y ha triunfado en otros sitios, como el sudeste
asiático (Camboya, Vietnam, Tailandia, Japón…) y gana
simpatizantes en Occidente.
El príncipe Siddharta, futuro Buda, fue hijo de un noble
feudal hinduista, y pasó la vida rodeado de lujos y comodidades.
Sus salidas furtivas le acercaron a la enfermedad, la vejez y la
muerte, todo lo doloroso de la existencia. Comprendiendo que
sólo dentro de sí encontraría la Verdad, abandonó el palacio, su
mujer y su hijo y se hizo asceta errante, a la edad de 29 años.
Tras 6 años de renuncias, se sentó bajo un árbol y, tentado por
Mâra, el Maligno, esperó la Iluminación. Tras alcanzarla y a la
edad de 35 años, se dirigió a Benarés a propagar su doctrina, por
espacio de 40 años. Su bandera será entonces seguir la Ley
(Dharma), pero no como la entendemos en occidente, sino como lo
correcto, y la renuncia al deseo. El núcleo de su doctrina se
resume en:
- La vida es dolor.
- El deseo, el apego y la ignorancia crean dolor
- Cesando el deseo, cesa el dolor.
- Para cesar el deseo es necesario: visión, pensamiento,
palabra, acción, medio de existencia, esfuerzo, atención y
meditación correctas (Óctuple Sendero).
Buda enseñó que aferrarse al mundo y a lo que fluye nos
hace daño, y que todos nuestros actos tienen una consecuencia
(ley del Karma). El objetivo ha de ser el Nirvana, es decir, la paz
en vida y la muerte de nuestro ego. También enseñó que hay que
buscar nuestro propio camino, que no hay que sentir alegría,
pena, ira o envidia y que la meditación nos ayuda a ver el mundo
tal cual es.
Los monjes budistas, hombres y mujeres, creen que en una
vida de renuncias está la clave para encontrar el Nirvana.
Practican el ascetismo, los votos de pobreza y castidad y la no