Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
placeres, más y más gastos, más y más consumo. Ese no es el<br />
camino.<br />
A mi juicio la ruta es la del desprendimiento. De sencillez.<br />
De vuelta a lo básico. Cuanto me nos tenemos (cruenta ironía)<br />
mejor nos sentimos. Pero hay que obligarse a caricaturizar el<br />
mundo. A marcar sus rasgos básicos. ¿Qué necesitamos para<br />
vivir? Bien poca cosa. Alimento, un hogar, distracciones, un<br />
trabajo, una pareja y amigos. ¿Realmente soy feliz por comer<br />
“canard a l´orange” en un restaurante de lujo, de 100 €uros el<br />
menú? ¿Realmente necesito un móvil de última generación que<br />
hace fotos, tiene Internet, chequea tu estado de salud, te dice<br />
las proteínas que has comido hoy y el número de espermatozoides<br />
almacenados en tus escrotos? o ¿queremos un vehículo para<br />
desplazarnos o para hacer rabiar al compañero de trabajo? ¿Son<br />
nuestras parejas reflejo de una necesidad vital de compañía o<br />
simples floreros que se llevan de un lado para otro?<br />
La respuesta es que no podemos evitarlo. O sí. Vamos a la<br />
muerte sin haber vivido realmente, sin disfrutar realmente de<br />
pequeñas cosas. Incluso este artículo está creado desde el<br />
cansancio, desde la parada obligada a una semana agotadora.<br />
¿Para qué? ¿Qué gano en todo ello? Más cansancio, supongo. Me<br />
cansa ya escribir. No quiero hacerlo, pero algo dentro de mí me<br />
empuja. Quiero vivir, sólo eso. Pero creo también que compartir<br />
con otros seres humanos tus vivencias te hace sentir mejor.<br />
Tengo 37 años. Nací en Toledo. Llevo unos 30 años en<br />
Alacant. ¿He aprendido algo? Quizás que debo desaprender<br />
muchas cosas. Soy duro de mollera, pero buen alumno. Aún así<br />
sigo pensando que todo va demasiado rápido. Es imposible<br />
asimilar todo lo que nos pasa. El caudal de información y<br />
estímulos del mundo en que vivimos. Envidio, pues, a aquellos<br />
primeros humanos a los que llamamos “primitivos”. No poseían<br />
casi nada, pero dudo que poseyeran los males actuales: depresión,<br />
estrés, y otras enfermedades mentales; obesidad, azúcar,<br />
colesterol; hipotecas, deudas y pagos; preocupaciones tan<br />
estúpidas como romperte la cabeza en qué les vas a regalar en